Muy buenos días, amables amigos y hermanos presentes, ministros y sus congregaciones también en diferentes naciones; que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.
Para esta ocasión, ya que ustedes saben que se estuvieron, estuve en actividades en la conmemoración de la Shoá u Holocausto Judío en Bogotá, Colombia, veamos un pequeño documental sobre el Holocausto, sobre la conmemoración del Holocausto en Bogotá, Colombia, con la comunidad judía y también con cristianos que también estuvieron allí presentes.
Veamos ese documental y luego estaré nuevamente con ustedes, así para que lo puedan ver también en otras naciones y los próximos dos domingos se estarán pasando otros documentales de otro día que se estuvo allá con la comunidad judía.
Bueno, pasemos rapidito ya que a la 1:00 de la tarde cambia también, hay un cambio en la transmisión, el cual ya se debe haber anunciado a los diferentes países. Veamos ese documental en unos momentitos ya, ¿estamos listos? Ya estamos listos, así que lo pueden pasar y estaré nuevamente con ustedes.
Es el documental de la conmemoración de la Shoá en Bogotá, Colombia, allá donde pudimos ver que fue un evento muy pero que muy importante, ya el próximo domingo veremos otro documental de otro día con los judíos allá en Colombia, y el Gran Rabino.
Para esta ocasión leemos en Levítico, capítulo 23 y Primera de Corintios, capítulo 14, verso 8. Dice el capítulo 23 de Levítico, verso 23 al 25 (recuerden que estas son fiestas del pueblo hebreo):
«Y habló Jehová a Moisés, diciendo:
Habla a los hijos de Israel y diles: En el mes séptimo, al primero del mes tendréis día de reposo, una conmemoración al son de trompetas, y una santa convocación.
Ningún trabajo de siervos haréis; y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová.»
Y Primera de Corintios, capítulo 14, verso 8, nos dice:
«Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?»
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema es: «EL TOCAR DE LA TROMPETA EN TODA LA TIERRA.»
Estas fiestas hebreas son tipo y figura de cosas espirituales que luego se estarían cumpliendo, hablan, estas fiestas hebreas, de eventos ya que sucedieron y son conmemorados, y luego de eventos que han de suceder más adelante, esto es la parte profética de esas fiestas.
Por ejemplo, tenemos la fiesta de la Pascua, el apóstol Pablo dice que nuestra pascua es Cristo; cuatro fiestas se cumplieron en el tiempo de Jesús y Sus apóstoles, y faltan tres fiestas por ser cumplidas; Cristo es la Pascua.
También la resurrección de Cristo cumple la tercera fiesta que es la fiesta de las Primicias, y luego la cuarta fiesta: el Día de Pentecostés, que es lo que corona los cuarenta y nueve días, y luego el día cincuenta, o sea, la fiesta de las Semanas, de las siete semanas que es coronada con el Día de Pentecostés, el día cincuenta. Todo eso está en Levítico, capítulo 23, verso 1 al 22. La fiesta de las Semanas es coronada con el día cincuenta, el Día de Pentecostés, en donde se lleva a cabo recogimiento o cosecha de la semilla, de la simiente divina; la siembra, y el trigo y todas estas cosas son tipo y figura de los hijos de Dios. Por eso en la parábola del trigo y la cizaña Cristo representa a los hijos del malo en la cizaña, y el que siembra la mala semilla, la cizaña, dice que es el malo, el enemigo de Dios, el diablo; eso está en el capítulo 13 de San Mateo.
Y luego a los buenos, los hijos del Reino, los representa en el trigo, y el que siembra el trigo, la buena semilla, es el Hijo del Hombre, Cristo, y el campo es el mundo; este planeta Tierra con todo lo que tiene es el mundo donde estaría el trigo y la cizaña.
Y ahora, estas fiestas hebreas son muy importantes porque ahí está el tipo y figura de lo que Dios hará, haría en el futuro; como también está la conmemoración de lo que ya Dios hizo en el pasado.
En el tiempo de Jesús, en la primera Venida del Mesías, de Cristo, fueron cumplidas cuatro fiestas, y ahora faltan tres fiestas para ser cumplidas: la fiesta de las Trompetas, la fiesta de la Expiación para Israel, que verá Israel, y la fiesta de las Cabañas o Tabernáculos.
La fiesta de las Trompetas corresponde a este tiempo, serán cumplidas en la Segunda Venida de Cristo, serán materializadas, o sea, la parte profética que contienen esas fiestas serán cumplidas en la Venida del Señor.
A través de la Escritura encontramos que se habla mucho de trompetas, y por consiguiente es muy importante estudiar este misterio de la trompeta o trompetas, y del sonido de esas trompetas, así como toda trompeta al ser tocada o sonada tiene un mensaje, dice algo, pero que muchas personas no encuentran o no entienden lo que dice porque es un mensaje transmitido en la voz de la trompeta.
Y el que conoce esa música o esa pieza musical sabe lo que está diciendo esa trompeta, y a medida que va sonando sabe por dónde va. Pero el que no sabe, no conoce, acerca del sonido de las trompetas o de trompeta, no sabe lo que está hablando esa trompeta.
Es como en una pieza musical de una ópera; el que no sabe ópera, no sabe nada de esa música, escucha sonidos que suben y bajan, se hacen débiles en algunos momentos y de momento sube, y hasta algunos se asustan cuando sube, pero no saben lo que está diciendo esos instrumentos, no saben lo que la trompeta está diciendo y lo que los otros instrumentos están diciendo, y ven un hombre con una varita haciendo movimientos, y dicen: «Bueno, estas personas estarán locas, ese hombre con una varita haciendo movimientos y estas otras personas sonando esos instrumentos.»
Pero el que sabe y valora lo que está haciendo el director con esa varita y el grupo de la orquesta, lo que están haciendo, lo que están interpretando, entienden y aprecian la música que están escuchando.
Así es en el Programa Divino, por eso se habla en la Biblia acerca de trompetas, de instrumentos musicales y así por el estilo. Esto de instrumentos musicales, piezas musicales y así por el estilo, esto viene del Cielo, que es el primer lugar donde hubo música, hubo instrumentos, ángeles que interpretaban e interpretan piezas musicales.
Y ahora, en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo encontramos que esto de trompetas, de música y así por el estilo, se ha estado cumpliendo; hay música en medio del Cristianismo siempre, pero en cuanto a la Obra que Dios hace, también está representada en música, en músicos, en trompetas y así por el estilo, y una trompeta sonando en medio de la Iglesia, por supuesto tiene que estar detrás de esa trompeta el músico que sabe sonarla, porque si la trompeta da sonido incierto, ¿cómo nos prepararemos para la batalla espiritual?
¿Y cómo se prepararán en un ejército las personas, los soldados, si el que toca la trompeta no da el sonido cierto para ir a la batalla, sino que da el sonido para acostarse a dormir? ¿Ven? El sonido correcto tiene que ser dado siempre cuando se toca la trompeta en cada etapa de la Iglesia del Señor Jesucristo, la trompeta sonando, sonándola un hombre, eso es un mensajero de Dios con el mensaje de Dios predicándolo, proclamándolo, en el tiempo que Dios lo envía.
Para cada etapa de la Iglesia Dios ha tenido un mensajero con la Palabra para ese tiempo, y cuando él ha predicado ese mensaje, ¿qué ha estado pasando? Un mensajero con la trompeta del Evangelio de Dios, de Cristo, sonando, predicando ese Evangelio e impactando a toda la humanidad; a él se han unido otros ministros, otros predicadores, para trabajar en esa Obra, en ese proyecto divino; y llevar adelante ese mensaje que le ha sido dado a ese mensajero. Así ha sido de etapa en etapa en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo, y aun hay tiempo para que suene en este Día Postrero la Trompeta final, el mensaje final de Dios.
Ahora, esta Trompeta de la cual hemos leído en Levítico, recuerden, corresponde, esta fiesta de las trompetas, a Israel.
Ahora, veamos en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo lo que estará sucediendo en este tiempo final con relación a una trompeta de la cual se nos habla en la Escritura. Tenemos Tesalonicenses, capítulo 4, verso 14 en adelante, dice:
«Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.»
Son palabras de aliento estas palabras que nos habla el apóstol Pablo, porque nos dice lo que va a suceder en el Día Postrero con los creyentes en Cristo que murieron y con los que quedan vivos en el Día Postrero cuando esa Trompeta esté sonando y los muertos en Cristo resuciten.
También el apóstol Pablo en Primera de Corintios, capítulo 15, nos dice en el verso 49 en adelante dice:
«Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial.
Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.
He aquí, os digo un misterio (es un misterio muy grande que en el Programa Divino se va a cumplir)… He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos (o sea, que no todos vamos a morir); pero todos seremos transformados…»
Pero todos los creyentes en Cristo van a ser transformados, van a tener una transformación física y por consiguiente van a tener un cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y glorificado como el cuerpo glorificado del Señor Jesucristo, y joven para toda la eternidad.
Ahora, ¿para cuándo el apóstol Pablo dice que esto va a suceder? Dice:
«En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta…»
Y aquí nos menciona la trompeta final. Y ahora no solo con el pueblo hebreo Dios habla de trompetas, sino con el Cristianismo también. Dice que será a la final trompeta este evento tan grande de la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de los creyentes que estén vivos en ese tiempo en que ocurra la resurrección.
Por lo tanto, es importante saber lo que es la Trompeta final y qué estará diciéndonos, hablándonos, la Trompeta final. La Trompeta final es muy importante y es necesario escuchar lo que dice, entender, lo que esté transmitiendo de parte de Dios al pueblo. Dice:
«A la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados (ahora miren lo que va a suceder en el tiempo en que esté sonando la trompeta final).
Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.»
Es necesario, para continuar viviendo eternamente, ser transformados, que nuestro cuerpo físico se vista de inmortalidad, y el de los que murieron sea resucitado, el creyente en Cristo que murió, sea resucitado en cuerpo eterno, inmortal y glorificado y joven para toda la eternidad para poder continuar viviendo por toda la eternidad físicamente en un cuerpo que no verá muerte.
«Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.»
Ya no habrá muerte para los creyentes en Cristo cuando tengan el cuerpo nuevo, eterno, inmortal, glorificado, incorruptible, igual al cuerpo glorificado de Jesucristo, y joven para toda eternidad. Ese es el futuro glorioso para todos y de todos los creyentes en Cristo.
Y ahora, así como para Israel es importante las trompetas, es importante también para la Iglesia del Señor Jesucristo. La Trompeta final tiene un mensaje; porque cuando se suena o se toca una trompeta, está transmitiendo un mensaje.
Y ahora, veamos otro pasaje muy importante en Apocalipsis, capítulo 1, versos 10 al 11, donde nos dice:
«Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor…»
Estaba en el Espíritu, o sea, en cuerpo espiritual, cuerpo angelical, estaba en el Día del Señor, o sea, en el Día Postrero que es el séptimo milenio de Adán hacia acá o tercer milenio de Cristo hacia acá.
El Día Postrero es el ciclo divino donde Cristo dice: «Y yo le resucitaré en el día postrero,» eso es la resurrección para todos los creyentes en Cristo prometida por Cristo para ser llevada a cabo en el Día Postrero. De esto también nos habla el libro del profeta Daniel en el capítulo 12.
Ahora, Juan el apóstol, estando en la Isla de Patmos, fue transportado en visión al futuro, al Día Postrero, o sea, al séptimo milenio de Adán hacia acá; así como el Día Postrero de la semana es el sábado, el día séptimo, el Día Postrero milenial delante de Dios es el séptimo milenio «porque un día delante del Señor es como mil años, y mil años como un día:»
«…y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta (Juan escuchó una gran Voz como de trompeta, no era una trompeta, era una Voz como de trompeta),
que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último.»
¿Y quién es el Alfa y Omega, quién es el Primero y el Último? El Señor Jesucristo; es la Voz de Cristo en el Día Postrero hablando, hablando Su mensaje de gran Voz de Trompeta en medio de Su Iglesia, y de ahí se transmite a toda la humanidad por medio de la labor que la Iglesia del Señor Jesucristo estará llevando a cabo en el Día Postrero, porque el mensaje de parte de Dios viene por medio de esa gran Voz de Trompeta a través del mensajero que Dios tenga en Su Iglesia, y de ahí pasa a través de la manifestación del Espíritu de Dios en Su Iglesia, pasa a toda la humanidad. Por eso es que en Apocalipsis, capítulo 22, verso 16 al 17 dice:
«Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.
Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven.»
El Espíritu, el Espíritu Santo, a través de lo que esté hablando Él, y siempre ha estado hablando por medio de Su Espíritu a y a través de cada mensajero que Él tiene en Su Iglesia, y ha enviado Su Ángel para dar testimonio de estas cosas en Su Iglesia. Dice:
«Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.
Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.»
Les leí nuevamente el verso 16 para que tengan el cuadro claro de la forma en que el Espíritu Santo estará hablando en medio de Su Iglesia, y luego Su Iglesia repitiendo, dando a conocer, lo que ya Dios ha hablado por medio de Su Espíritu en Su Iglesia. Por eso dice:
«Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.»
Y también capítulo 22 también, verso 6, dice:
«Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.»
Ese es el orden divino para hablar a Sus siervos y a Su Iglesia, y luego Su Iglesia hablar esto mismo, transmitir esto mismo, a la humanidad.
Ahora, encontramos en Apocalipsis, capítulo 8, verso 1 en adelante que dice:
«Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.
Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas.»
Se les dieron siete trompetas. Aquí encontramos nuevamente trompetas siendo dadas a siete Ángeles para sonarlas, y luego dice:
«Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono.
Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.
Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.»
Cuando en el Trono de Dios en el Cielo encontramos truenos, voces, relámpagos, y un terremoto, eso nos habla de los juicios divinos saliendo del Trono de Dios, ya se convierte en un Trono de juicio porque ya encontramos que no hay Sangre sobre el Trono de Dios; y en cuanto al séptimo Sello siendo abierto en el Cielo y causando silencio en el Cielo como por media hora… el séptimo Sello es la Segunda Venida de Cristo, es el misterio más grande de todos los misterios y por consiguiente el secreto más grande de todos los secretos divinos, el cual para el Día Postrero será abierto, será cumplido, y por consiguiente abierto y dado a conocer a la Iglesia del Señor Jesucristo, es el misterio por el cual los Cielos se silenciaron, los ángeles dejaron de cantar y dejaron de tocar sus instrumentos y dejaron de hablar en el Cielo; silencio completamente en el Cielo.
No sabían lo que era, no conocían el misterio de la Segunda Venida de Cristo, pero luego al ser abierto en el Cielo llegan a conocer ese misterio; y entonces hay silencio para que el enemigo de Dios no conozca ese misterio y no haga imitaciones y no vaya a destruir el Programa Divino de la Segunda Venida de Cristo, promesa que viene desde el Génesis hasta el Apocalipsis:
«Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas.»
Y ahora, encontramos aquí las trompetas para ser tocadas. Encontramos también en Apocalipsis, capítulo 1, verso 15 en adelante, dice… y recuerden, esto es aquí, este capítulo del 1 al 14, nos habla del misterio de los dos Olivos, y luego dice el verso 15 en adelante de este mismo capítulo 11:
«El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.
Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios,
diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado.
Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.
Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo.»
Aquí nuevamente nos presenta el Trono y en el Trono de Dios, y nos presenta que es abierto el Templo de Dios en el Cielo y que se veía el Pacto de Dios, el Arca del Pacto en el Cielo, en el Templo, y dice que hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo, eso es no un Trono de misericordia, sino un Trono de juicio con Dios como Juez airado para juzgar este planeta Tierra, para juzgar a todas las naciones, para juzgar a todos los individuos.
Y durante la gran tribulación, que durará tres años y medio, lo que sea hablado en el Cielo será comunicado a la Tierra, a los seres humanos, y el juicio divino estará cayendo durante esos tres años y medio sobre toda la humanidad.
Esa trompeta final habla primero para la Iglesia del Señor Jesucristo las bendiciones que van a ser dadas en este tiempo final, que son conforme a lo que ha sido prometido en la Escritura, y les preparará para la transformación y rapto de la Iglesia, dándole la fe para ser transformados y raptados; será revelado el Séptimo Sello, que es la Venida del Señor; ese misterio va a ser hablado, revelado, a la Iglesia del Señor Jesucristo.
Y todo eso que estará hablando la Trompeta final, será el mensaje del Evangelio del Reino donde estarán contenidos todos estos misterios que estarán siendo revelados a la Iglesia del Señor Jesucristo.
Para Israel también tenemos la promesa de la fiesta de las Trompetas, la cual para este tiempo final se cumplirá. Esas trompetas han estado sonando, y por consiguiente cumpliéndose, desde tiempos pasados, digamos desde el 1.939 ó 1.940 hacia acá, han estado sonando esas trompetas para traer o llevar a la tierra de Israel a los judíos, y así ha sido como han llegado y se han establecido como un Estado libre y soberano, con su propia bandera y su propia moneda y su propio idioma.
Ahora, la final Trompeta en el Día Postrero, pues será la séptima Trompeta que corresponde a este tiempo final, y bajo la séptima Trompeta será dado a conocer lo que sucedió bajo las trompetas anteriores cuando sonaron, y por consiguiente eso cumplirá la fiesta de las Trompetas para los judíos.
En la fiesta de las Trompetas se anuncia el juicio divino sobre la Tierra, se anuncia el Día de Venganza del Dios nuestro, por eso es que en el Apocalipsis encontramos en el capítulo 14, verso 5 al 7 que dice:
«Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo (y ahora, este Ángel, este mensajero, viene con el Evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la Tierra),
diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado (o sea, que viene anunciando que la hora del juicio divino ha llegado, por lo tanto viene predicando el Evangelio del Reino, viene dando a conocer las cosas que han de suceder en esta Tierra, porque la hora del juicio divino, dice: ha llegado); y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.»
Ahí tenemos a ese mensajero predicando el Evangelio eterno, y si estará predicando el Evangelio eterno, dice que tenía el Evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la Tierra, por lo tanto, tiene que ser un predicador, tiene que tener el Evangelio eterno para predicarlo, y en la predicación del Evangelio eterno estar dando a conocer los juicios divinos que han de venir sobre la raza humana, de lo cual Cristo habló también en San Mateo, capítulo 24, verso 14, cuando dice:
«Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.»
El mismo Cristo dice que va a ser predicado el Evangelio del Reino para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin; por lo tanto, bajo la predicación del Evangelio eterno, del Evangelio del Reino, que es la Trompeta final o Gran Voz de Trompeta para la Iglesia, y bajo ese mensaje que traerá será que se conocerán claramente estos misterios de los juicios divinos y el porqué vendrán estos juicios divinos.
Es que Dios, el Juez de todas las personas, el Juez de toda la Tierra, por medio de Cristo, al cual ha colocado como Juez de los vivos y de los muertos, estará juzgando a todas las naciones. Él, Dios por medio de Él, hablará, juzgará y hablará el juicio, la sentencia sobre naciones, pueblos y lenguas. Será un juicio que se lleva a cabo tanto en el Cielo como luego se manifestará en la Tierra, será dado a conocer en la Tierra.
Para el tiempo de Abraham Dios le dijo a Abraham que su simiente sería esclava en tierra ajena, pero que a la nación a la cual servirían, dice Dios: «Yo juzgaré a la nación a la cual servirán,» Dios, como es el Juez, juzga conforme a Sus leyes a la nación a la cual servirían los hebreos, y esa nación fue Egipto, y entonces vinieron los juicios divinos, lo que Dios dictó como sentencia desde Su Trono lo cual fue transmitido a Moisés, le fue dado a conocer a Moisés, y Moisés lo anunció en la Tierra. Recuerden que antes de suceder las cosas en la Tierra, suceden en el Cielo.
Y ahora, veamos el capítulo 25 de San Mateo para tener un cuadro ahora más amplio de la trompeta, capítulo 25, verso 31 de San Mateo, dice:
«Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria.»
Ya eso es el juicio que Él hará sobre las naciones que entrarán o no entrarán al Reino del Mesías, eso es San Mateo, capítulo 25, verso 31; pero el capítulo 24, verso 31 nos dice:
«Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.»
Los Ángeles son los dos Olivos, son los ministerios de Moisés y Elías, y los escogidos son los judíos de los cuales hay ciento cuarenta y cuatro mil, doce mil de cada tribu, veinticuatro mil de la tribu de Judá y de la tribu de Benjamín, y ciento veinte mil de las diez tribus que dicen y que les llaman las tribus perdidas.
Y la Gran Voz de Trompeta es el mensaje del Evangelio del Reino, se estará siendo proclamado por el Espíritu Santo en el Día Postrero por medio del instrumento que Él tenga para este tiempo final en medio del Cristianismo, y de ahí hablará también y se tornará a los judíos para llamar de entre los judíos ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de cada tribu. De eso es que nos habla Apocalipsis, capítulo 7, verso 2 en adelante donde dice:
«Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo (y el Sello del Dios vivo es el Espíritu Santo, y el Ángel mensajero con el Sello del Dios vivo es el mensajero con el Espíritu Santo en él, el Espíritu Santo en él obrando, hablando, trayendo el mensaje de la Gran Voz de Trompeta o trompeta final); y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar,
diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.
Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.»
Y comienza a enumerar las tribus de Israel, de los cuales y de entre los cuales hay doce mil por cada tribu, y en el capítulo 14, verso 1 en adelante, aparecen ya esos ciento cuarenta y cuatro mil sellados en sus frentes y ya siguiendo el Cordero:
«Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.»
Ahí tendremos ciento cuarenta y cuatro mil con el Mesías Príncipe, siguiendo al Mesías:
«Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas.
Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra.
Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero;
y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios.»
Ya ahí en el capítulo 14 tenemos a los ciento cuarenta y cuatro mil, llamados, juntados y sellados con el Sello de Dios en sus frentes; tienen el Espíritu de Dios y tienen el Nombre de Dios y del Cordero, obtienen la revelación del Nombre eterno de Dios y Nombre del Mesías en Su Venida en este tiempo final, y obtendrán el conocimiento también de lo que fue la primera Venida del Señor y el nombre que usó para la Obra de Redención que llevó a cabo en la Cruz del Calvario.
Ahora, estos Ángeles del Hijo del Hombre que envía el Hijo del Hombre en San Mateo, capítulo 24, verso 31, son los dos Olivos, son Moisés y Elías, los ministerios de Moisés y Elías, repitiéndose en este tiempo final, y eso será la Trompeta o fiesta de las Trompetas siendo cumplida en este tiempo final.
La parte profética de la fiesta de las Trompetas será cumplida en esa parte con el ministerio de los dos Olivos, de Moisés y Elías, trayendo, sonando la trompeta final, trayendo el mensaje final, el mensaje de Dios para el pueblo hebreo, el mensaje del Evangelio del Reino, y serán llamados y juntados ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de cada tribu.
Por lo tanto, cuando ustedes vean a Israel, al pueblo hebreo, con sus líderes acercándose a un mensaje y poniendo atención a un mensajero, abran sus ojos, porque estamos llegando al tiempo de la fiesta de las Trompetas para Israel, para ser hecha una realidad al pueblo hebreo, en donde estará tocando la Trompeta final y así se estará cumpliendo la fiesta de las Trompetas y se estará dando a conocer el Día de Venganza del Dios nuestro, conforme a Isaías, capítulo 61, versos 1 al 3.
Recuerden que Cristo, cuando leyó Isaías, capítulo 61, y dice: «El Espíritu del Señor está sobre mí por cuanto me ha ungido,» comienza a enumerar para las cosas para las que había sido ungido, y luego dice: «Para predicar el año agradable del Señor,» y ahí se detuvo, no continuó leyendo, porque a lo que a continuación decía esa Escritura era: «Y el día de venganza del Dios nuestro,» y el Día de Venganza del Dios nuestro no era para ser proclamado, predicado, hablado, en aquel tiempo, sino en este tiempo final. Por lo tanto, Él se detuvo donde tenía que detenerse, hasta donde Él iba a cumplir en Su primera Venida.
Luego lo que faltaba será cumplido en este tiempo final bajo la predicación del Evangelio del Reino, que será la Trompeta sonando en este tiempo final, esa Gran Voz de Trompeta, con el cual son llamados ciento cuarenta y cuatro mil, doce mil de cada tribu; esas son primicias para Dios dice la Escritura.
«Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero.» (Apocalipsis, capítulo 14, verso 4).
Así que hay una bendición grande para el pueblo hebreo en este tiempo final, esa Trompeta para el pueblo hebreo es la misma de Isaías, capítulo 27, verso 13, que nos dice:
«Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran trompeta, y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido desterrados a Egipto, y adorarán a Jehová en el monte santo, en Jerusalén.»
Esa es la Trompeta que suena en el tiempo final para los judíos, para materializarse la fiesta de las Trompetas, en donde se estará proclamando el juicio divino que ha de venir sobre la raza humana y se estará dando a conocer la bendición para el pueblo hebreo.
Y ahora, esa trompeta también la encontramos en el libro del profeta Zacarías, ahí tenemos esa Trompeta, capítulo 14, verso 9 y capítulo 12. Capítulo 12, versos 10 al 13, dice.
«Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.
En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén, como el llanto de Hadad-rimón en el valle de Meguido.
Y la tierra lamentará, cada linaje aparte; los descendientes de la casa de David por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de la casa de Natán por sí, y sus mujeres por sí.»
Y así sigue enumerando las diferentes casas o diferentes familias. También encontramos en Joel que nos habla acerca de una trompeta; al hablar acerca de esa trompeta el profeta Joel, está señalando lo que ha de suceder en este tiempo final. Joel, capítulo 2, verso 1 en adelante dice.
«Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano.
Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra; como sobre los montes se extiende el alba, así vendrá un pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo hubo jamás, ni después de él lo habrá en años de muchas generaciones.»
Ahí podemos ver la profecía también de la Trompeta, ahí tenemos la fiesta de las Trompetas para ser materializada en este tiempo final con el pueblo hebreo.
Ahora, veamos algo… recuerden: la fiesta de las trompetas es para Israel. En el libro de «Citas,» que contiene… 128, son citas de diferentes mensajes del reverendo William Branham, dice en el página 128, párrafo 1143, que es un extracto del mensaje: «La Fiesta de las Trompetas,» dice:
«Debajo de la Séptima Trompeta es para Israel lo mismo que el Séptimo Sello fue para la Iglesia.»
Lo mismo que es el Séptimo Sello para la Iglesia, para el Cristianismo, es la Séptima Trompeta para Israel. Por lo tanto, la Iglesia del Señor Jesucristo conocerá primeramente ese misterio del Séptimo Sello, y por consiguiente conocerá lo que será el misterio de la Séptima Trompeta para Israel.
El misterio del Séptimo Sello es el misterio de la Segunda Venida de Cristo viniendo a Su Iglesia, y luego vendrá al pueblo hebreo.
Veamos lo que dice el reverendo William Branham con relación a la Venida del Señor para la Iglesia, en el mensaje de «Los Sellos,» en el libro de «Los Siete Sellos,» predicado por el reverendo William Branham en el 1.963, dice en la página 57, párrafo 16 en adelante, dice:
«Este libro sellado con siete sellos es revelado en el tiempo de los siete truenos de Apocalipsis 10. Demos lectura allí también para tener un mejor entendimiento antes de entrar más profundamente. Ahora, esto ya es el tiempo del fin porque dice así:
Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, cercado de una nube, y el arco celeste sobre su cabeza…
Ahora, si Ud. se fija bien, notará que esta persona es Cristo, porque aun en el Antiguo Testamento El fue llamado el Angel del Pacto; y El ahora viene directamente a los Judíos porque la iglesia ha llegado a su fin.»
Ahora vean, Cristo, el Ángel del Pacto, del cual dice: «Él es un mensajero a Israel,» y ahora, el mensajero a Israel viene por Su Iglesia, la Iglesia del Señor Jesucristo, porque se ha llegado al fin, y dice:
«…El fue llamado el Angel del Pacto; y El ahora viene directamente a los Judíos porque la iglesia ha llegado a su fin.»
Viene directamente a los judíos porque Su Iglesia ha llegado a su fin, pero Su Iglesia todavía está en la Tierra en ese tiempo, dice:
«¿Recuerden el ángel de Apocalipsis capítulo uno? Este es el mismo. Un ángel es un mensajero, y él es un mensajero a Israel. ¿Ve Ud.? La iglesia está a punto de ser raptada, El viene por Su iglesia.»
Y el mensajero a Israel, el Ángel del Pacto, que viene por Israel, viene primero por Su Iglesia, la Iglesia del Señor Jesucristo, porque hemos llegado al tiempo final y la Iglesia del Señor Jesucristo no puede pasar por la gran tribulación.
Por lo tanto, la Iglesia del Señor Jesucristo estará esperando la venida del Ángel Fuerte que desciende del Cielo con el Librito abierto en Su mano, el Librito de la Vida del Cordero, y viene clamando como león, ¿por qué? Porque ya no está como Cordero sino como el León de la tribu de Judá, y Su mensaje, por consiguiente, que es hablado y es producido ese estruendo de siete Truenos, que es la Voz de Cristo hablando, trayendo Su mensaje final como lo trajo a cada edad y a cada mensajero, y luego a través de cada mensajero lo habló a Su Iglesia y así es para este tiempo final.
Por lo tanto, este es el tiempo para la Trompeta final sonar, es el tiempo para escuchar la Voz de Cristo en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo y luego Israel escuchar la Voz del Mesías, la Voz de la Fiesta de las Trompetas sonando en este tiempo final.
Es importante saber estas cosas porque esa Voz de Trompeta o Gran Voz de Trompeta que hablará bendición para la Iglesia del Señor Jesucristo, luego hablará el juicio divino para toda la humanidad, será la Voz de Dios por medio del Espíritu Santo en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo a través del mensajero que Él tenga para el Día Postrero, y por consiguiente todo lo que sea hablado, será cumplido.
Así vendrá la revelación divina a la Iglesia del Señor Jesucristo y luego para el pueblo hebreo, y ese mensaje que estará trayendo, hablando la Trompeta final o Gran Voz de Trompeta, será el mensaje de Dios para la Iglesia, para los judíos y para toda la humanidad, será predicado a todo pueblo, nación y lengua e individuos.
Por lo tanto, es importante estar alerta al sonar, al tocar, de la Trompeta en toda la Tierra. Esa Voz de Trompeta o esa Trompeta final, esa Voz de Trompeta, antecede a la sexta fiesta que será la fiesta de la Expiación que en el sentido profético se estará cumpliendo, y luego la séptima fiesta será la fiesta de las Cabañas, la cual se cumplirá en el Reino del Mesías; el Reino del Mesías cumplirá la fiesta de las Cabañas.
El arrepentimiento de Israel pidiendo perdón a Dios por sus pecados, se cumplirá en la fiesta de la Expiación cuando la vean, cuando la conozcan, cuando se cumpla, esa fiesta en medio de Israel en el sentido profético y para el Día Postrero.
Y la fiesta de las Trompetas en la Voz de la Trompeta final, de la séptima Trompeta, será el llamado para Israel, y despertará, y esto es bajo el Séptimo Sello, bajo el tiempo del Séptimo Sello; bajo el Sexto Sello, que son los ministerios de Moisés y Elías, encontramos que se une el Séptimo Sello y el Sexto Sello, y para Israel el Sexto Sello es Moisés y Elías, los dos Olivos de Apocalipsis, capítulo 11 y de Zacarías, capítulo 4, versos 1 al 14.
Y se ha revelado cómo han estado sonando esas trompetas para Israel y siendo traídos a Israel para nacer como una nación libre y soberana, lo cual ya ha ocurrido, y ahora es el tiempo para la Trompeta séptima sonar para Israel, y un recorrido por todas las trompetas anteriores, lo cual les será abierto o revelado a Israel.
Por lo tanto, cuando vean a Israel buscando algo, esperando algo como lo que está ahí prometido (recuerden, eso está en la Escritura), cuando vean ese acercamiento a un mensaje y un mensajero, recuerden, hay Escrituras que hablan de esa bendición para Israel, y no será a la manera de interpretación de ellos, sino a la manera de Dios y de la forma de Dios interpretar las cosas, que es cumpliéndolas.
El cumplimiento de lo que Dios ha prometido es la interpretación que Dios le da; no hay otra forma para interpretar la Palabra, el cumplimiento es la interpretación de lo que Dios ha prometido. Por lo tanto, el tocar de la Trompeta en toda la Tierra es muy importante en el Programa Divino, es y está en el Programa Divino para este tiempo final, y son bienaventurados los que escuchan la trompeta final, la trompeta del Día Postrero sonando en esta Tierra en medio del Cristianismo y en medio del Judaísmo en el Día Postrero.
Serán bienaventurados todos los que estarán escuchando esa trompeta sonar, porque la trompeta es la Voz de Dios, la Voz de Cristo hablándole a Su Iglesia y luego al pueblo hebreo. Escuchar el mensaje de Dios, el mensaje de Cristo, en medio de la Iglesia de edad en edad, es estar escuchando la Voz de Cristo y por consiguiente estar escuchando la Trompeta, la Voz de Dios, de su edad.
Y para este tiempo tenemos la promesa de que la Trompeta final la estaremos escuchando y que seremos transformados los que estemos vivos, y los que murieron serán resucitados en cuerpos eternos, y los que estén vivos y tengan que partir, resucitarán en cuerpos eternos; y recuerden que en el Paraíso y del Paraíso miran hacia acá y ven y escuchan todo lo que está pasando en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo. Por lo tanto, ellos estarán escuchando la Voz de la trompeta, la Voz de Cristo, en el Día Postrero en medio de Su Iglesia.
«EL TOCAR DE LA TROMPETA EN TODA LA TIERRA.»
El tocar de la Trompeta en toda la Tierra es la predicación del Evangelio del Reino en el Día Postrero en toda la Tierra, es para todo pueblo, nación y lengua. Tan sencillo como eso. Por lo tanto, ¿quiénes estarán escuchando en el Día Postrero el sonar de la Trompeta final, la Voz de Cristo, escuchando la Voz de Cristo en el Día Postrero? Yo, ¿y quién más? cada uno de ustedes también, eso es estar escuchando la Trompeta final, el mensaje del Evangelio del Reino, el mensaje final de Dios para Su Iglesia y para toda la humanidad, para el pueblo hebreo también.
Si hay alguna persona que todavía no ha recibido a Cristo como Salvador, lo puede hacer en estos momentos y estaremos orando por usted, porque es importante que antes que Cristo salga del Trono de Intercesión cada persona reciba a Cristo como Salvador para que sea perdonado y limpiado con la Sangre de Cristo mientras Cristo está intercediendo como Sumo Sacerdote en el Cielo, porque cuando Cristo termine Su Obra de intercesor, ya no habrá Sangre en el Trono de Dios y por consiguiente ya no habrá lugar para arrepentimiento y para ser limpio de todo pecado con la Sangre de Cristo, porque ya habrá terminado la labor de Intercesión en el Cielo.
Por lo tanto, si hay alguna persona que todavía no ha recibido a Cristo y nació la fe de Cristo en su alma, puede pasar al frente y estaremos orando por usted, y los que están en otras naciones también pueden venir a los Pies de Cristo para que Cristo les reciba en Su Reino, les perdone y con Su Sangre les limpie de todo pecado.
Vamos a dar unos minutos mientras llegan a los Pies de Cristo los que todavía no han recibido a Cristo como su único y suficiente Salvador, tanto los que están aquí presentes como los que están en otras naciones.
Es importante haber recibido a Cristo como único y suficiente Salvador antes que Cristo termine Su Obra de Intercesión en el Cielo. Lo más importante para el ser humano es la vida, no hay otra cosa más importante, sin la vida ninguna de las otras cosas de la vida tienen importancia; por lo tanto, es la vida lo más importante, ¿y qué de la Vida eterna? No hay otra cosa más importante que la Vida eterna, sin Vida eterna no hay esperanza para el ser humano de vivir en la Tierra nuevamente después que termine esta vida terrenal.
Pero con Cristo, que nos da la Vida eterna, todos tenemos la esperanza en vivir en la Tierra por el milenio y por toda la eternidad con cuerpos eternos, inmortales, glorificados como el cuerpo glorificado de Jesucristo, y joven para toda la eternidad, son promesas divinas que serán cumplidas por Cristo para todos los creyentes en Él.
Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo nuestro Salvador. Los niños de diez años en adelante también pueden venir a los Pies de Cristo nuestro Salvador.
En todos los países pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo nuestro Salvador, Él dijo: «Mis ovejas oyen mi Voz y me siguen, y Yo las conozco y Yo les doy Vida eterna, y no perecerán jamás. Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre,» (San Juan, capítulo 10, verso 27 al 30).
Dios nos ha dado Vida eterna, Dios nos ha dado Vida eterna y esta vida está en Su Hijo, en Jesucristo, el que tiene al Hijo (o sea, a Cristo) tiene la vida, o sea, la Vida eterna; el que no tiene a Cristo, no tiene al Hijo, no tiene la vida, lo que tiene es una vida temporal y se le va a terminar, y ni siquiera sabe cuándo se le va a terminar, pero la Vida eterna no la tiene la persona que no tiene a Cristo. Es el que tiene a Cristo el que tiene Vida eterna, es por medio de Cristo que Dios nos ha dado Vida eterna.
Por lo tanto, todos necesitamos a Jesucristo. Vamos ya a orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo nuestro Salvador. Los que están presentes y los que están también en otras naciones. Con nuestras manos levantadas a Cristo, al Cielo, y nuestros ojos cerrados, repitan conmigo esta oración los que han venido en estos momentos a los Pies de Cristo nuestro Salvador:
Señor Jesucristo, vengo a Ti habiendo escuchado la predicación de Tu Evangelio y habiendo nacido Tu fe en mi corazón. Creo en Ti con toda mi alma. Reconozco, Señor, que no hay otro nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podemos ser salvos, solamente bajo el Nombre tuyo, en el Nombre tuyo, es que podemos ser salvos. Creo en Tu primera Venida y creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario como el único Sacrificio de Expiación por nuestros pecados.
Reconozco que soy pecador y necesito un Salvador. Doy testimonio público de mi fe en Ti y te recibo como mi único y suficiente Salvador. Te ruego perdones mis pecados y con Tu Sangre me limpies de todo pecado y me bautices con Espíritu Santo luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre, y sea producido en mí el nuevo nacimiento.
Señor, doy testimonio público de mi fe en Ti. Sálvame Señor, te lo ruego, Señor, te ruego hagas realidad la salvación que ganaste para mí y para toda persona allá en la Cruz del Calvario, sálvame Señor. Te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén.
Padre, gracias por la bendición de enviar Tu Hijo para morir por mí en la Cruz del Calvario.
Y ahora, con nuestras manos levantadas al Cielo todos decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! Amén.
Ustedes me dirán: «Quiero ser bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo,» porque Él dijo:
«Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.»
«¿Cuándo me pueden bautizar?» es la pregunta desde lo profundo de vuestro corazón, ustedes que han recibido a Cristo como Salvador en estos momentos que están presentes o en alguna otra nación escuchando la predicación del Evangelio de Cristo; «¿Cuándo me pueden bautizar?» es la pregunta desde lo profundo de vuestro corazón. Por cuanto ustedes han creído en Cristo de todo corazón, bien pueden ser bautizados y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento.
El Señor Jesucristo fue al Jordán cuando Juan estaba predicando y bautizando, y fue para ser bautizado por Juan el Bautista, y cuando Juan lo ve que entra a las aguas bautismales, le dice a Jesús: «Yo tengo necesidad de ser bautizado por Ti, ¿y Tú vienes a mí para que yo te bautice?» y Jesús le dice: «Nos conviene cumplir toda justicia,» y entonces lo bautizó. Si Jesucristo tuvo necesidad de ser bautizado para cumplir toda justicia, cuánto más nosotros.
El bautismo en agua no quita los pecados, es la Sangre de Cristo la que nos limpia de todo pecado, es un mandamiento de Cristo ser bautizados en agua en Su nombre; por lo tanto, el bautismo en agua es a la semejanza de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo, por eso nos identificamos con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección al ser bautizados en agua en Su Nombre.
Conociendo el simbolismo, la tipología, del bautismo en agua en el Nombre del Señor, bien pueden ser bautizados y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento, recordando que es un mandamiento del Señor Jesucristo para todos los que lo reciben como único y suficiente Salvador.
Millones de seres humanos han recibido a Cristo como Salvador y han sido bautizados en agua en Su Nombre, y Cristo los ha bautizado con Espíritu Santo y Fuego y ha producido en ellos el nuevo nacimiento, han nacido de nuevo, han nacido en el Reino de Dios, han nacido del Agua y del Espíritu: del Evangelio de Cristo y del Espíritu Santo, y así han entrado al Reino de Dios y tienen Vida eterna.
Millones de seres humanos han obtenido la Vida eterna por medio de Cristo, creyendo en Él y siendo bautizados en agua en Su Nombre y recibiendo Su Espíritu y obteniendo el nuevo nacimiento, y hoy les ha tocado a ustedes, amigos, en quienes ha nacido la fe de Cristo en vuestra alma y lo han recibido como único y suficiente Salvador. Por lo tanto, bien pueden ser bautizados y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento, y nos continuaremos viendo por toda la eternidad en el Reino de Cristo nuestro Salvador.
En estos domingos estaremos en estos mensajes que nos aclaran el Programa de Dios para este tiempo final, por lo tanto, será hasta el próximo domingo Dios mediante, y dejo en estos momentos al reverendo José Benjamín Pérez para que nos indique qué hacer y cómo hacer para ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y en cada país dejo al ministro correspondiente para que haga en la misma forma.
Continúen pasando todos una tarde feliz, llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador.
«EL TOCAR DE LA TROMPETA EN TODA LA TIERRA.»