Muy buenas tardes, amados amigos y hermanos presentes; es para mí una bendición grande estar nuevamente con ustedes.
Para esta ocasión vamos a leer un pasaje muy importante; y es en San Marcos, capítulo 11, versos 20 al 25, donde nos dice:
“Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces.
Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.
Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios.
Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.
Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.
Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas”.
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema es: “LAS MANIFESTACIONES DEL PODER DE DIOS”. De las cuales vamos a usar cinco manifestaciones importantes, que fueron vistas en el reverendo William Branham.
Encontramos, a través de la Biblia, que las cosas que sucedieron en el pasado son tipo y figura de las cosas que sucederían más adelante, son el tipo y figura, la sombra; por lo tanto, en cosas que sucedieron en el pasado están representadas cosas que han de suceder en nuestro tiempo, como nos dice el rey Salomón en Eclesiastés, capítulo 1…; y el capítulo 3 vamos a leer, verso 14 y 15 dice:
“He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.
Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó”.
Es una repetición en otro tiempo, en otro ciclo divino, lo que se vive en cada tiempo. Como es también cada día de la semana: es la repetición de la semana pasada; y cada mes que se vive es la repetición del mes pasado y de otros meses pasados, de otros años, de otros siglos y de otros milenios, pero con el pueblo que está viviendo en el presente.
Por lo tanto, usted no necesita otro reloj para saber el día que está viviendo, la hora en que está viviendo. El mismo reloj que le sirvió para el día de ayer, para la semana pasada y para el mes pasado y el año pasado, le sirve para el presente; y también el calendario (lo único, que le cambia el año).
Por lo tanto, para saber el tiempo en que está viviendo y las cosas que deben suceder en nuestro tiempo, tenemos que ir a lo que fue nuestro ciclo en el pasado. O sea, la representación de nuestro ciclo en el pasado la encontramos con otras personas, y ese ciclo del pasado se repite en nuestro tiempo.
Ahora, hablando de las manifestaciones del poder de Dios, podemos ver que en Cristo fue manifestado el poder de Dios, por lo cual se vieron tantos milagros y maravillas a través de Jesús; pero lo más grande fue lo que Él habló, el Mensaje que Él trajo, la Palabra que Él trajo, y la Obra de Redención que llevó a cabo en la Cruz del Calvario, y Su resurrección; porque si no resucitaba no se realizaba la redención del ser humano, y por consiguiente no se podía realizar la Intercesión en el Cielo por Cristo como Sumo Sacerdote; lo cual todavía Él está llevando a cabo en el Cielo, en el Templo celestial.
Vimos también el poder de Dios manifestado a través de Moisés: trayendo las plagas sobre Egipto, Dios, el cual le mostraba en visión a Moisés las cosas, le ordenaba que las hablara; Moisés daba la noticia al pueblo hebreo y al Faraón de lo que Dios iba a hacer. Y le decía al pueblo hebreo…; por ejemplo, cuando iba a traer la plaga de la muerte sobre los primogénitos, le dijo al pueblo hebreo cómo evitar que los primogénitos de Israel, del pueblo hebreo, murieran: era sacrificando un cordero, el cordero pascual, cada padre de familia lo sacrificaba y colocaba la sangre sobre el dintel y los postes de las puertas de sus hogares[1].
Esta revelación era para los hebreos. El Faraón no tenía esa revelación ni creía en el Dios de los hebreos; el Faraón tenía y el pueblo egipcio tenía su religión pagana: religión babilónica, que había venido de Babilonia y había pasado por diferentes naciones; pero la religión babilónica no pudo salvar a los primogénitos egipcios, ni siquiera a los animales.
Pero el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, salvó a los primogénitos hebreos por medio del cordero pascual y su sangre aplicada en el dintel y los postes de los hogares; eso era lo que se requería para evitar la muerte de esos primogénitos. Y para evitar la muerte de los primogénitos escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, se requiere el Cordero Pascual, que es Cristo, muriendo en la Cruz del Calvario; por lo tanto, fue tipificado en el cordero pascual que sacrificó cada padre de familia hebreo cuando estaban en Egipto.
También Cristo es el macho cabrío de la expiación, que fue sacrificado conforme a la ordenanza divina de Levítico, capítulo 23, versos 26 al 29, para la reconciliación del pueblo hebreo con Dios, para obtener el perdón y ser limpios de pecado – o ser cubiertos sus pecados allá, en y con la sangre de aquel sacrificio; tipo y figura del Sacrificio de Cristo, el cual con Su Sangre no cubriría el pecado sino que lo quitaría completamente.
O sea que los tipos y figuras del pasado daban testimonio de lo que iba Dios a hacer en la Venida del Mesías, en Su Primera Venida en medio del pueblo hebreo.
Es importante conocer los tipos y figuras, todas esas cosas del Antiguo Testamento, porque en el Nuevo Pacto, en el Nuevo Testamento, se estarían materializando con personas, también con iglesia o iglesias, y así por el estilo, y naciones.
El poder de Dios lo vimos libertando al pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto; era Dios a través de Moisés. La Obra era de Dios, Moisés solamente era el instrumento a través del cual Dios hablaba y las cosas sucedían.
Lo vimos, el poder de Dios, abriendo el Mar Rojo. Dios le dijo a Moisés: “¿Por qué clamas a Mí? ¡Habla!”. Moisés hablaba esa Palabra que Dios le dio y se abrió el Mar Rojo, y el pueblo pasó en seco; o sea, se reunieron las aguas a la derecha y a la izquierda, y se hizo un camino en el mar[2]; porque Dios es el que abre camino en el mar para Su pueblo, y abre camino entre las naciones, que están representadas también en el mar.
Encontramos, más adelante, a Dios también alimentando Su pueblo con maná y con las aves que caían todas en diferentes ocasiones; caía maná y luego también, en el mismo día, caían aves[3]. Era Dios el que estaba obrando esos milagros todos los días por 40 años; o sea que no era una casualidad; ya por 40 años no puede ser una casualidad que un pueblo reciba de Dios pan y carne.
Es importante ver que en el Nuevo Testamento, en los evangelios o el Evangelio, encontramos que Jesús multiplicó los panes y los peces[4]; era el poder de Dios siendo manifestado para darle el alimento al pueblo que estaba con Jesús, y ya se hacía tarde, ya era la hora de cenar.
Todo eso es tipo y figura luego, de alimento espiritual para los creyentes en Cristo; y tipo y figura de lo que Dios va a hacer en este tiempo final.
Vimos también a Jesús sanando los enfermos, echando fuera demonios, resucitando a los muertos también; y así por el estilo, podemos ver el poder de Dios manifestado en Jesucristo. Nadie podía hacer esas cosas que Jesús hacía si Dios no estaba con él; porque era Dios el que hacía los milagros, los cuales se los mostraba a Jesús; y Jesús los hablaba, los llevaba a cabo, pero era Dios manifestando Su poder a través de Jesús.
Jesús decía: “Yo no hablo nada, sino lo que oigo al Padre hablar; y no hago nada, sino lo que veo al Padre hacer”[5]. Para materializarse aquí en la Tierra, el Espíritu Santo lo hablaba a través de un hombre: Jesús.
Lo vemos también deteniendo la tempestad cuando estaban en la barca de Pedro en el mar de Galilea, hablándole a los vientos, diciéndole que enmudezcan; y se calmaba la tempestad[6]. Era el poder de Dios manifestado a través de Jesús.
Lo vimos también manifestado para salvación, para diferentes momentos, y lo vimos también manifestado para juicio; por ejemplo, cuando le habló a la higuera y maldijo a la higuera, lo cual también es tipo y figura.
Y ahora, a través de los diferentes mensajeros que Cristo ha enviado desde los apóstoles hasta este tiempo final, el poder de Dios para salvación ha estado siendo manifestado bajo la predicación del Evangelio de Cristo, para salvación y vida eterna de todos los que lo reciben como único y suficiente Salvador, y son bautizados en agua en Su Nombre; y Cristo los bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y produce en las personas el nuevo nacimiento, nacen a la vida eterna.
Por eso dice Efesios, capítulo 5, verso 14:
“Despiértate, tú que duermes,
Y levántate de los muertos,
Y te alumbrará Cristo”.
Es levantarse de los muertos espirituales, de los que están muertos a la vida eterna; levantarse a la vida eterna al recibir a Cristo como único y suficiente Salvador. Y eso es estar escuchando la Voz del Hijo del Hombre, de Cristo, como Él dijo: que muchos escucharán la Voz del Hijo del Hombre y resucitarán[7].
Una resurrección a la vida eterna es más grande que una resurrección física; porque una resurrección física, luego la persona volverá a morir, excepto cuando ocurra la resurrección de los muertos en Cristo en cuerpos eternos; ya ahí es una resurrección para vida eterna, y —para ese tiempo— una transformación para los que estén vivos, los cuales obtendrán el cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y glorificado; lo cual fue representado en la resurrección de Lázaro.
Lázaro fue resucitado por Cristo; después de estar cuatro días ya muerto físicamente, fue resucitado[8]; porque no hay ninguna cosa imposible para Dios[9].
Esa misma Voz, la Voz de Cristo, la estará escuchando la Iglesia del Señor Jesucristo en este tiempo final; y los muertos en Cristo resucitarán primero, y nosotros los que vivimos seremos transformados.
Esa es la promesa de Primera de Tesalonicenses, capítulo 4, versos 13 al 18; y también Primera de Corintios, capítulo 15, versos 49 al 58; y Filipenses, capítulo 3, versos 20 al 21, donde nos dice: “Porque nuestra ciudadanía está en los Cielos, de donde también esperamos al Salvador; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria Suya (o sea, para que sea un cuerpo glorificado como el cuerpo glorificado que Él tiene, y joven para toda la eternidad), por el poder con el cual puede también sujetar a Sí mismo todas las cosas”.
Con ese poder Él va a resucitar a los muertos creyentes en Él, y a los que estén vivos, creyentes en Él, los transformará; y esos serán los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo que viven en este tiempo final, y los que vivieron en tiempos pasados.
Habrá una poderosa manifestación en la Iglesia del Señor Jesucristo en este tiempo, lo cual será un despertamiento espiritual, un avivamiento en medio de los creyentes en Cristo, en medio del cristianismo; y el poder de Dios va a estar manifestado en toda su plenitud.
La muestra de cómo va a ser esa manifestación del poder de Dios, la dio a través del reverendo William Branham en cinco manifestaciones del poder de Dios.
- En cuanto a la resurrección para los muertos en Cristo, lo representó —ese poder de Dios siendo manifestado— cuando un pececito, que un creyente que estaba pescando con el reverendo William Branham sacó un pececito muy pequeño y no podía quitarle el anzuelo; y lo sacó a la fuerza, y salieron las entrañas del pececito, y lo tiró de nuevo al río; y el pececito, pues, murió. Como a la media hora (o treinta minutos, a la media hora), por cuanto ya Dios le había dicho que iba a ser manifestada la gloria de Dios, el poder de Dios, que iban a ver la gloria de Dios manifestada, como a la media hora le dice Dios por medio de Su Espíritu que hablara a existencia, que hablara a vida, le diera la vida de nuevo al pececito[10].
Ningún hombre puede darle la vida a un pececito, a un animalito o a una persona, excepto Dios, que es el Creador; pero le dice: “Háblale, háblale a vida, dale la vida”. Y por cuanto es la Palabra que le fue dada para que él hablara: la habló y el pececito volvió a vivir.
Eso fue una manifestación grande del poder de Dios; como fue una manifestación grande la multiplicación de los panes y los peces, y como fue una manifestación grande, también, el milagro del maná que caía del cielo todos los días en la mañana, y las aves que caían del cielo; o sea, que Dios por un viento recio las traía cada día y las depositaba en medio del pueblo hebreo; era un milagro divino. Así como también cuando fue abierto el Mar Rojo y luego en otra ocasión cuando fue abierto el Jordán[11], todo eso fue una manifestación del poder de Dios. Y ahora la resurrección de ese pececito fue una manifestación del poder de Dios.
Algunas personas piensan: “¿Pero un Dios tan grande y tan poderoso va a ocuparse de manifestar Su gloria y Su poder en una cosa tan sencilla?”. Pues lo hizo multiplicando los panes y los peces; lo hizo también hablándole a la tormenta en la barca, cuando estaban en el mar de Galilea; lo hizo también abriendo el Jordán en el tiempo de Josué; lo hizo también abriendo el Mar Rojo en el tiempo de Moisés; lo hizo también enviando maná sobre el pueblo hebreo, y también dándole carne de aves al pueblo hebreo. Dios obra en forma sencilla, manifiesta Su poder en forma sencilla.
Lo encontramos también… Recuerden que la resurrección de ese pececito representa la resurrección de los muertos en Cristo, como la resurrección de Lázaro también representa la resurrección de todos los creyentes en Cristo. Tienen que resucitar en cuerpos eternos glorificados para poder ir a la Cena de las Bodas del Cordero; sin el cuerpo glorificado nadie podrá ir a la Cena de las Bodas del Cordero.
Por lo tanto, la resurrección de los muertos en Cristo será una manifestación poderosa del poder de Dios; y la transformación de los vivos será una manifestación poderosa del poder de Dios. Y ya los tipos y figuras ya los encontramos en las Escrituras y los encontramos en los mensajes del reverendo William Branham, en cosas en las cuales el poder de Dios fue manifestado.
- Y la salvación para personas, en esa manifestación del poder de Dios o Tercera Etapa, lo encontramos representado en la salvación de los hijos de la hermana o señora Hattie Wright; dos hijos que estaban descarriados, y ella dijo la palabra correcta con relación a la creación de ardillas que tuvo el reverendo William Branham por palabra que le fue dada para que él hablara y las ardillas serían creadas. Y cuando ella estuvo escuchando la conversación que tenía el hermano Branham con otras personas que estaban con él en la casa de la señora o hermana Hattie Wright, ella dijo: “Esa es la verdad pura, la verdad completa. Esa es la pura verdad”.
Y el Espíritu Santo le dijo al reverendo William Branham: “Dile a ella que pida lo que ella quiera, y le será concedido”. Y el reverendo William Branham le dijo a ella: “Pide lo que tú quieras, y te será concedido; y si no te fuera concedido, entonces (él dijo), entonces seré un falso profeta”.
Ella no sabía qué pedir, y el reverendo William Branham le dice: “Puedes pedir por la sanidad de tu hija o hermana que está en una silla de ruedas, o puedes pedir dinero, un millón de dólares, o lo que desees; eres pobre y necesitas dinero. Puedes pedir lo que tú desees”. Porque ya Dios por medio de Su Espíritu le dijo que le dijera que pidiera lo que ella quisiera y le sería concedido. Y ella dijo: “Lo que yo deseo es la salvación de mis hijos”[12].
Vean, para una madre que ama a sus hijos lo más importante es la salvación de sus hijos; para toda persona lo más importante es la salvación de su alma y la salvación de su familia. Ella dijo la cosa correcta y pidió también la cosa correcta: la salvación para sus hijos.
Por lo tanto, habrá, en esa manifestación del poder de Dios, una oportunidad para salvación de nuestros familiares. Eso será en la Tercera Etapa que ha de venir, la cual fue vista manifestada, esa Tercera Etapa, en el reverendo William Branham en forma temporal, pero que será manifestada en toda su plenitud en el cumplimiento de la Visión de la Carpa; ahí es donde la Tercera Etapa va a ser manifestada, donde el poder de Dios estará manifestado en toda su plenitud.
No sabemos si desde el comienzo del cumplimiento de la Visión de la Carpa o a mitad o al final; porque él fue trasladado en espíritu a un lugar donde se estaba llevando a cabo un culto religioso, se estaba predicando y llamando a las personas para recibir a Cristo; y vean, habrá oportunidad para muchas personas en ese tiempo. Va a estar manifestado el poder de Dios en toda su plenitud.
Luego vio también que fue hecha una fila, una línea, para oración por los enfermos de diferentes problemas de salud, como paralíticos y así por el estilo; entraban por la puerta de un cuartito de madera y salían por otra puerta que daba a la plataforma donde estaba el púlpito, y salían alabando a Dios porque habían obtenido su sanidad; pero cuando le preguntaba, la persona que estaba en la puerta de salida, qué sucedió allá adentro, la persona decía: “Yo no sé lo que sucedió ni cómo fue; pero una cosa sé: que estoy sanado”[13].
Es como el joven ciego, el hombre ciego, que recibió la vista por Jesús[14], y le preguntaban luego los líderes religiosos: “¿Cómo fue? ¿Cómo te hizo? ¿Qué hizo Él para darte la vista?”.
Y él dijo: “Bueno, una cosa yo sé: que antes era ciego y ahora veo”.
—“¿Cómo sucedió todo?”.
—“Él me pasó barro en los ojos, me dijo que me fuera a lavar allá en cierto sitio y ahora veo. Era ciego y ahora veo”.
Eso era lo único que él podía explicar.
Es que los milagros no se pueden explicar. ¿Cómo sucedió el milagro? No se puede explicar. Una cosa es: antes era así, y ahora es de esta forma. ¿Cómo lo hace Dios? Eso Él se lo reserva para que no surjan imitaciones.
Al reverendo William Branham muchos trataron de imitarlo, hicieron imitaciones y quitaron la vista del pueblo que estaba viendo al reverendo William Branham como el mensajero de Dios; entonces otros quisieron ser importantes y atraer el pueblo para ellos, y afectaron a ese ministerio y el efecto en favor del pueblo.
Para esta etapa que viene, llamada la Tercera Etapa por el Ángel que le estuvo hablando al reverendo William Branham, le dice: “De esto no vas a explicar nada, para que no haya imitaciones”[15].
Él entró al cuarto ese que él vio, el cuartito pequeño que estaba dentro de una Carpa. Él dijo: “Era una carpa o catedral, un edificio, y vi la Luz que acompaña a mi ministerio, la Columna de Fuego, que se fue hacia ese lugar; y el Ángel todavía estaba conmigo y nos fuimos los dos a ese lugar. Lo que yo vi allí, y escuché, lo llevaré conmigo para siempre; no lo daré a conocer, se irá conmigo a la tumba”[16]. Esto es para que no surgieran imitaciones; y aun con todo y eso, han surgido imitaciones por diferentes lugares tratando de imitar. Pero lo que va Dios a hacer, en donde manifestará todo Su poder, no podrá ser imitado, le dijo el Ángel al reverendo William Branham.
Dios se prepara para una manifestación plena de Su poder.
La resurrección del pececito, que representa la resurrección de los muertos creyentes en Cristo.
La salvación de los hijos de una creyente, que nos habla de la salvación de los hijos, los familiares, de los creyentes. Una oportunidad va a dar Dios para los familiares de los creyentes.
- También la creación de ardillas[17] nos habla del poder creador de Dios siendo manifestado, lo cual nos habla de un alimento espiritual representado en ardillas; y aun, por cuanto vendrá un tiempo muy difícil, una apretura muy grande, y en el tiempo de esa apretura es que va a ser manifestado el poder de Dios en toda su plenitud, por lo tanto, no es de extrañar que en ese tiempo, si Dios así lo tiene en Su Programa, también supla alimento, si no lo hay, para los creyentes en Cristo en ese tiempo de apretura.
Recuerdan que Jesús en diferentes ocasiones en que estaban pescando Sus discípulos, no pescaban nada, y Él les decía: “Echen la red hacia la derecha, echen la red o vayan más… a aguas más profundas, y allí hallarán”[18]. Era por creación divina que aparecían esos peces. Él hablaba, Jesús hablaba, y las cosas sucedían; tenía la Palabra creadora para ser hablada. Como alimento espiritual, será el Mensaje de Dios para este tiempo final, para los creyentes en Cristo.
- También tenemos el caso del tumor en un ovario de la esposa del reverendo William Branham, la señora Meda Branham: eso nos habla del poder pleno de Dios para la sanidad.
El Señor, el Ángel, le dijo, estando la señora Branham en Tucson, por allá por un lugar muy lejos, en el oeste de Estados Unidos; y el reverendo William Branham estando en Jeffersonville, Indiana, estaba orando por su esposa, que iba a ser intervenida para una cirugía, para sacarle el tumor, que ya estaba grande; y el Ángel le dice: “Habla lo que tú quieras. Lo que tú digas va a suceder”.
Y entonces el hermano Branham dijo: “Que antes que el médico coloque su mano sobre el tumor, sobre el lugar donde está el tumor, que desaparezca”; y así sucedió[19]. Eso es poder por medio de la Palabra hablada creadora, sobre y contra las enfermedades, contra tumores y cualquier enfermedad; lo cual es tipo y figura de una manifestación grande que ha de acontecer en este tiempo final.
También tenemos… Son cinco ocasiones: la resurrección del pececito, le habló también a una tormenta…:
- Como Cristo le habló a la tormenta y se detuvo, así le habló, porque Dios le mostró que le hablara a la tormenta y la tormenta se iba a detener, iba a desaparecer; le habló como Jesús le habló a la tempestad, y así sucedió también[20]. Eso es por la Palabra creadora de Dios colocada en la boca de un hombre para que la hable, y así acontece.
Y eso corresponde a la Tercera Etapa, de la cual el reverendo William Branham… le habló al reverendo William Branham. Esa es la etapa más importante por la cual la Iglesia del Señor Jesucristo estará pasando en este tiempo final.
Vamos a ver aquí en el libro de Citas lo que fue dicho de esa etapa. Dice en la página 119 del libro de Citas, que es un extracto de un mensaje del reverendo William Branham titulado “Mire a Jesús”, dice:
1057 – “Nosotros sabemos dónde está, así que la Tercera Etapa está aquí. Es tan sagrado que no debo hablar mucho de ello. Como Él me dijo en el principio, Él me dijo: ‘De esto no hables nada’. ¿Ustedes recuerdan años atrás? Ella habla por sí mismo”.
O sea, cuando vean sucediendo estas cosas, pues las cosas que estarán sucediendo estarán hablando, dando testimonio, que eso es esa Tercera Etapa en medio del cristianismo. Dice:
1057 – “(Yo no digo que el Señor me dijo esto). Esto será lo que empezará (lo que comenzará) la fe para el rapto para irse”.
O sea que está hablando de la fe para el rapto o arrebatamiento de la Iglesia, para irse a la Cena de las Bodas del Cordero.
1057 – “Yo tendré que quedarme callado por un tiempecito. Ahora recuerden (y tú que estás oyendo esta cinta): tú vas a ver un cambio en mi ministerio luego, decayendo, no levantándose; decayendo. Ya estamos en la edad, y no puede ir más allá. Tenemos que esperarnos aquí un minuto hasta que esto acontezca acá para alcanzarlo, y entonces viene el tiempo. (…) Y la presión está en un lugar donde tú estás oprimido, entonces mira lo que estoy preparando para decirte en estos momentos. Mire la Tercera Etapa entonces, será absoluta y totalmente para los perdidos, pero será para la iglesia y la Novia (o sea, los escogidos que van a ser transformados)”.
O sea que esa etapa va a impactar a la Iglesia del Señor Jesucristo, los que van a ser transformados e ir con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero; y también al mundo entero.
Y el mensaje…, en la página 113 y 114… Recuerden, el reverendo William Branham es el precursor de la Segunda Venida de Cristo, por lo tanto él dice lo que va Dios a llevar a cabo, lo que va Dios a hacer en el tiempo final. En la página 114 del libro de Citas dice:
1002 – “Habrá un ministerio que mostrará (grandes señales) grandes maravillas (…). Pero no habrá tiempo para la redención. Todo entonces es terminado, porque el Cordero ya habrá tomado Su Libro y la redención habrá cesado”.
O sea, para pertenecer a la Iglesia-Novia del Señor Jesucristo, para ser transformados, ya bajo el tiempo en que el poder de Dios estará manifestándose en toda su plenitud: terminará el tiempo, la oportunidad, se cerrará la Puerta; como en la parábola de las diez vírgenes, que vino el Esposo y las que estaban preparadas…, vino Cristo, y las que estaban preparadas entraron con Él a las Bodas; y se cerró la puerta. La Puerta, que es Cristo, se cierra; y se cierra así la Dispensación de la Gracia. Dice:
1002 – “Todo entonces es terminado, porque el Cordero ya habrá tomado Su Libro (o sea, el Libro de los Siete Sellos) y la redención habrá cesado (habrá terminado). Jesús predicó y fue rechazado; luego prosiguió hacia aquellos que estaban encarcelados y no podían arrepentirse…”.
O sea, cuando murió Él, en espíritu (en cuerpo angelical) bajó al infierno, donde estaban los espíritus (cuerpos espirituales) de aquellos que fueron desobedientes en el tiempo de Noé. Eso es lo que dice Pedro que sucedió cuando Cristo murió: fue y predicó a los espíritus encarcelados que fueron desobedientes en el tiempo de Noé. Capítulo 3 de Primera de Pedro, versos 18 al 22.
Y ese ministerio se repetirá en este tiempo final, porque el infierno se abrirá; y la humanidad, que ha rechazado a Cristo como Salvador, va a ver esa manifestación plena de Dios, pero ya se habrá cerrado la Puerta de la misericordia; y aun las vírgenes insensatas, que son los cristianos profesantes pero que no tienen el Espíritu de Dios, también verán esa manifestación, pero ya no para ser parte de los que van a ser transformados.
1002 – “¡Ese mismo ministerio tendrá que repetirse! ¿Qué tal si eso pudiese ser la Tercera Etapa, a los que están perdidos eternamente?”.
Y vamos a ver lo que le fue dicho al reverendo William Branham de esa Tercera Etapa. Dice página 471 del libro de Los Sellos en español (esta versión dice):
“[161]. Entonces me alzó y me colocó en un lugar muy elevado, donde había una reunión, y parecía una carpa o una especie de catedral. Yo miré, y así a un lado parecía que había una cajita, un lugar pequeño (o sea, un cuartito de madera, dice en otras ocasiones). Y esa Luz que ustedes ven sobre la fotografía estaba hablando con alguien más arriba de donde yo estaba. Se fue volando de donde yo estaba, y se fue a posar sobre la carpa, y dijo: ‘Te encontraré allí (o sea, se fue a posar sobre el cuartito pequeño). Esto será la Tercera Etapa, y no se lo dirás a nadie”.
La Tercera Etapa, donde el poder de Dios en toda su plenitud va a ser manifestado.
“162. Y allá en el Cañón Sabino, Él me dijo: ‘Esta es la Tercera Etapa’ (o sea, cuando recibió la espada en su mano). Hay tres cosas muy grandes que acompañan la Tercera Etapa. Una de ellas se abrió ayer, otra hoy, y queda una cosa que no puedo interpretar, porque está en un idioma desconocido. Pero estuve allí parado, y lo miré directamente; y esta es la Tercera Etapa, lo que viene. Y el Espíritu Santo de Dios… ¡Oh, hermano! ¡Por eso fue que todo el Cielo estuvo en silencio!”.
O sea que esto que él vio allí cuando estuvo en esa Carpa Catedral, y el poder de Dios siendo manifestado, y enfermos entrando por una puerta del cuartito de madera y saliendo por otra ya sanados, es una manifestación, la manifestación final del poder de Dios en medio de Su Iglesia, antes de ser arrebatada o raptada e irse con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Desde ahí se extenderá a todas las naciones la Palabra y todo lo que estará sucediendo en esa manifestación, excepto lo que esté sucediendo dentro del cuartito pequeño; porque así se evitará que surjan imitadores.
Por lo tanto, Dios se está preparando para una manifestación plena para este tiempo final en el cual nosotros vivimos, y ya sabemos que va a ser en una Gran Carpa Catedral, y que va a ser el Espíritu Santo obrando y manifestando ese poder en medio de los creyentes en Cristo; y que va a impactar al mundo entero; y va a ser visto por televisión, por satélite; y por todos los medios de comunicación va a saberse lo que estará sucediendo en esa manifestación plena del poder de Dios.
Ya tuvimos la muestra en el ministerio del reverendo William Branham, y ahora lo que falta es que se cumpla esa manifestación plena del poder de Dios; pero será en una Gran Carpa Catedral. Por lo tanto, tenemos que estar al tanto de lo que está prometido, y cómo y dónde será manifestado, y todo lo que alcanzará esa manifestación.
Por lo tanto, las personas de otros países pueden estar tranquilos, porque estarán viendo todo lo que estará sucediendo en esa manifestación; tendrán la bendición de verlo por las pantallas de televisión en los diferentes países y diferentes iglesias.
Por lo tanto, oremos a Dios para que nos ayude a estar preparados para ese momento tan grande que viene para los creyentes en Cristo, y que va a impactar al mundo entero.
Será más grande esa manifestación que lo que sucedió en medio de la Iglesia primitiva; o en palabras más claras: será la repetición de lo que sucedió en aquel tiempo, pero que culminará con la transformación de los creyentes que están vivos y la resurrección de los muertos en Cristo.
No habrá limitaciones en cuanto a lo que Dios estará llevando a cabo. Será, una vez más, la manifestación del poder de Dios en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo.
Las cinco manifestaciones del poder de Dios en el cuarto Elías, el reverendo William Branham, como tipo y figura de lo que Dios va a hacer en este tiempo final.
Y como les digo siempre: Nos veremos el próximo domingo, ya sea en persona, en vivo… (en vivo siempre será); ya sea que esté en Puerto Rico o en otro país, también lo están viendo por la pantalla, por los televisores. Es una bendición grande y es la forma más correcta de usar la televisión.
Hay una profecía que habla de la televisión. Esa se la debo para otra ocasión. Hay una por Apocalipsis 11 y por Apocalipsis 1. Por ahí pueden conseguir, y en otros lugares también, como San Mateo, capítulo 24. Así que pueden buscar por ahí, y en alguna ocasión hablaremos sobre algún tema que incluya esas profecías.
Bueno, que Dios les bendiga y les guarde; y continúen pasando una tarde feliz, llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador.
“LAS MANIFESTACIONES DEL PODER DE DIOS”.
[Revisión noviembre 2024]
[1] Éxodo 12:1-28
[2] Éxodo 14:15-22
[3] Éxodo 16:4-18
[4] Alimentación de los cinco mil: Mt. 14:13-21, Mr. 6:30-44, Lc. 9:10-17, Jn. 6:1-13 / Alimentación de los cuatro mil: Mt. 15:32-38, Mr. 8:1-9
[5] San Juan 5:19, 8:28
[6] Mt. 8:23-27. Mr. 4:35-41, Lc. 8:22-25
[7] San Juan 5:25
[8] San Juan 11:17-44
[9] San Lucas 1:37
[10] Compilación de extractos “La introducción de la Segunda Venida de Cristo a Su Iglesia”, págs. 235-238, párrs. 130-157 ([57-0623] “Cree desde el corazón”)
[11] Josué 3
[12] Compilación, págs. 250-252, párrs. 170-188 ([60-0417M] “Id, decid”)
[13] Citas, pág. 13, párr. 98; pág. 14, párr. 103; pág. 39, párr. 321
[14] San Juan 9:1-34
[15] Los Sellos, pág. 471, párr. 161
[16] Citas, pág. 13, párr. 98 al final; pág. 15, párr. 103 al final; pág. 40, párr. 321 al final
[17] Compilación, págs. 238-245, párrs. 33-52 ([59-1123] “Habla a esta montaña”)
[18] San Juan 21:6
[19] Compilación, págs. 290-295, párrs. 71-136 ([64-0120] “Sus palabras infalibles de promesa”)
[20] Compilación, págs. 281-284, párrs. 86-122 ([63-1110E] “El que está en vosotros”)