Palabras en el terreno de la Gran Carpa-Catedral

Muy buenos días, amados amigos y hermanos presentes; es para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión en el terreno donde se está llevando a cabo el proyecto de la construcción de la Gran Carpa-Catedral, la cual podemos ver en el proceso que le corresponde, hasta llegar a estar en pie por completo la Gran Carpa-Catedral. Es una labor de todos.

Siempre un templo literal tipifica también un Templo espiritual. Un templo literal representa personas, las cuales, unidas forman la Iglesia del Señor Jesucristo, la cual es un lugar de y para morada de Dios en Espíritu Santo, así como un templo literal es un lugar para morada de Dios y manifestación de Dios entre Su pueblo.

Tenemos en el tiempo de Moisés un templo, el tabernáculo, el cual era el lugar de morada de Dios; y también tenemos el pueblo hebreo como un templo de Dios, lugar en medio del cual Dios moraba.

En el templo del rey Salomón fue en la misma forma: un templo literal, el cual tenía atrio, lugar santo y lugar santísimo, en donde Dios moraba, allí en el lugar santísimo, sobre el arca del pacto, sobre el propiciatorio; allí moraba Dios y se manifestaba Dios en medio y de en medio de los dos querubines de oro.

El ser humano, siendo un templo para Dios, tiene atrio, que es el cuerpo, tiene lugar santo, que es el espíritu de la persona, y tiene lugar santísimo, que es el alma de la persona, en donde mora Dios.

Así es siempre; y por eso tenemos al ser humano a la imagen y semejanza de Dios. Así como Dios es Padre, que equivale al alma en el ser humano, Espíritu, que equivale al espíritu de la persona, y cuerpo (el cuerpo de Jesús), que equivale al cuerpo nuestro también.

Cuando el ser humano comprende qué y quién es él: el ser humano, puede también comprender quién es Dios y la forma en que Dios obra, la forma en que Dios se manifiesta.

Para cada tiempo, edad y dispensación, hay una manifestación grande de parte de Dios; así como hubo en tiempos pasados, habrá también en nuestro tiempo.

Y así como hubo aquella manifestación cuando Moisés dedicó el templo a Dios, en la misma forma cuando Salomón dedicó el templo a Dios y no podían ministrar los sacerdotes, habrá una manifestación grande en este tiempo final cuando Dios venga en toda Su plenitud a Su Iglesia; la cual estará completa.

Y entrará, así como entró al lugar santísimo en cada tiempo… lugar que representa la etapa final de la Iglesia, que es la etapa del alma, la etapa del amor divino, la etapa de la Piedra del Ángulo o Piedra Angular en el Cuerpo Místico de Cristo; esa es la etapa que corresponde y en la cual Cristo cumplirá Su Venida, para morar en Su Iglesia en toda Su plenitud.

Y algo que nos llena de alegría y de gozo, es que esa es nuestra etapa: la etapa más gloriosa de la Iglesia; y nos ha tocado ser parte de esa etapa tan gloriosa, tan importante, en la cual esperamos la Venida del Señor en toda Su plenitud para la adopción de cada creyente, de los que murieron siendo resucitados en cuerpos eternos, y de los que estamos vivos siendo transformados, lo cual estamos esperando.

Aunque desde el comienzo de la Iglesia en los días de los apóstoles, se ha estado esperando la Venida del Señor, la Venida del Señor es para este tiempo final. ¿Y cómo sabemos que es para este tiempo? Porque no se cumplió en tiempos pasados. Tan sencillo como eso.

Es para nuestro tiempo, es para la Edad de Piedra Angular, la edad más gloriosa de todas las edades. Es una etapa en donde se repetirá lo que sucedió cuando Moisés dedicó el templo a Dios, que Dios vino en la Columna de Fuego, la Nube, y entró al templo y se posó sobre el propiciatorio, que es la tapa del arca del pacto, en donde estaban los dos querubines de oro. Lo mismo sucedió cuando Salomón dedicó el templo a Dios.

Y para este tiempo final, en la dedicación del Templo espiritual de Dios, la Iglesia, cuando se complete sucederá lo mismo. Será la Venida del Señor a Su Iglesia para la adopción de cada creyente en Cristo que esté vivo, siendo adoptados físicamente, siendo transformados juntamente con los muertos en Cristo que serán resucitados en cuerpos eternos.

Esas son las promesas que corresponden a este tiempo final para la Iglesia del Señor Jesucristo, en donde la manifestación más grande de Cristo en medio de Su Iglesia será llevada a cabo: Entrará al Lugar Santísimo de Su Iglesia, que es la Edad de la Piedra Angular, para morar en Su Iglesia en toda Su plenitud.

Cuando los judíos vean eso, dirán: “Esto es lo que nosotros estamos esperando.” Pero Él viene por Su Iglesia. Y es un tiempo y edad paralela y paralelo al tiempo de la Primera Venida de Cristo. Aquella era una etapa de Piedra Angular porque vino la Piedra Angular, que era Cristo; y Cristo sigue siendo la Piedra Angular, la Piedra del Ángulo, en Su Segunda Venida.

Es la Piedra que vio Daniel y Nabucodonosor en el sueño que tuvo Nabucodonosor de aquella estatua, que su cabeza era de oro y que representaba al reino babilónico de Nabucodonosor; que tenía los pechos y los brazos de plata, que representaba el imperio medo-perso; que tenía el vientre y los muslos de bronce, que representaba el imperio de Grecia; y que tenía las piernas de hierro, que representaba el imperio romano de los Césares; y que tenía los pies de hierro y de barro cocido, que era la etapa final del reino de los gentiles; etapa que está vigente hasta nuestro tiempo.

En la etapa de las piernas de hierro fue la Primera Venida de Cristo, pero Cristo no hirió a la imagen en la etapa de las piernas de hierro, sino que las piernas de hierro lo hirieron a Él crucificándole allá en la Cruz, en el Calvario; porque fue el imperio romano quien crucificó a Cristo, aunque a petición del pueblo hebreo.

Y es en este tiempo final,en la etapa de los pies de hierro y de barro cocido, que la Segunda Venida de Cristo, la Venida de la Piedra no cortada de manos, vendrá; y pondrá fin al imperio de los gentiles, para introducir el Reino de Dios.

Y esa Piedra crecerá y formará un gran monte, un gran Reino, que llenará toda la Tierra; porque el Mesías Príncipe como Hijo del Hombre es el heredero al mundo entero; como Hijo de David, Él es el heredero al Reino y Trono de David; como Hijo de Dios, Él es el heredero a los Cielos y la Tierra.

Por lo tanto, viviendo en este tiempo en el cual tienen que cumplirse todas esas promesas mesiánicas con la visita del Señor en Su Segunda Venida a Su Iglesia, estemos preparados y trabajando en todo Programa Divino correspondiente a este tiempo final; porque las manos del Señor para trabajar son las nuestras; lo cual es un privilegio grande.

Muchas personas si logran trabajar en la empresa de una persona muy importante, dicen: “Es un privilegio para mí, trabajar con tal persona en su empresa”; pero la Empresa más importante, Compañía más importante, y Dueño de la Empresa más importante, es Jesucristo.

Y es una bendición, la bendición más grande, trabajar en la Empresa de Cristo, en el Programa correspondiente a este tiempo final, para trabajar en todos los proyectos de la Empresa de Cristo; y poder decir: “En los negocios del Señor me conviene estar.”

Esto que está siendo hecho, esa construcción, es parte de los negocios del Señor Jesucristo para nuestro tiempo; como también la edificación espiritual de cada uno de nosotros es parte de los negocios del Señor Jesucristo.

Vean, hay trabajo, hay una labor en el campo físico, y hay también una labor en el campo espiritual, porque los negocios del Señor son en forma integral para todos los creyentes en Cristo. Trabaja en el campo físico y en el campo espiritual.

Los más importantes son los del campo espiritual, que corresponden al alma y al espíritu, pero los físicos también son muy importantes; y si cae un aguacero, ahí lo vamos a notar. Y si hay una cantidad grande de personas, ahí vamos a notarlo si no tenemos equipos de bocina, porque los que estén a lo último, al final, no escuchan bien. O sea, que la parte física es importante también, y le acompaña siempre a la parte espiritual.

Recuerden que cuando Cristo estuvo en la Tierra dos mil años atrás, en una ocasión en que fueron a Jerusalén José y María, para adorar a Dios en la Pascua como hacían todos los años, Jesús fue con él, ya tenía unos 12 años. Y cuando se van de regreso ya, José y María con todos los peregrinos que habían venido de diferentes lugares (siempre se forma el grupito de los que son de tal ciudad), iban juntos, y así van en grupos regresando a sus ciudades; iban muy contentos hablando.

Y algunas veces no cuentan los niños que llevan… y de eso yo puedo hablar porque a mí me pasó, me pasó con Dorcas que se me quedó, pero se me quedó en el templo también.

Y cuando ya transcurren unos días, como siempre buscan a los niños en cierto momento (principalmente cuando es la hora de comer o dormir), se dan cuenta que no está Jesús (y no es que era travieso); y lo buscan entre todas las familias y demás personas que iban de regreso a Nazaret: no lo encuentran.

E hicieron lo que se hace siempre. Cuando a usted se le pierde algo y lo busca donde usted está y no lo encuentra, recuerde dónde fue la última vez que usted lo vio y vaya allá, y comience a buscarlo desde ese lugar. Eso fue lo que hicieron. “La última vez que lo vimos (podían decir) fue en el templo; vamos al templo.”

Llegaron al templo, y cuando lo encuentran no estaba llorando, estaba muy contento, y de seguro comió con ellos, con los rabinos allí, y con los doctores de la ley; porque siempre donde hay judíos, hay comida; y no hay actividad si no hay comida; ya sea al comenzar o al final, siempre hay algo de comer.

Y cuando lo ven allá, como diríamos nosotros: “¡¿Qué estará haciendo ese hijo mío allá con los doctores?!” Y cuando se acercan, lo escuchan a Él preguntándole a los doctores de la Ley, ellos contestándole; y los doctores de la Ley preguntándole a Él, y Él contestando también.

Y así como José y María se maravillaron de encontrarlo allí, los rabinos y doctores de la Ley estaban maravillados también con ese muchachito; por la sabiduría que había en Él.

Pero todo eso, vean ustedes, desde pequeñito ya estaba creciendo en conocimiento, sabiduría y estatura también.

Algunas veces los padres se preocupan mucho por la estatura, que crezcan en estatura, y para eso hay que darles comida y vitaminas también (las que corresponden, si tienen); pero se les olvida que crezcan en conocimiento Divino principalmente, y en gracia delante de Dios, siendo obedientes a Dios para que la gracia de Dios esté con él, para que sean agradables delante de Dios.

Y ya están más tranquilos porque lo encontraron, pero ahora cómo lo sacan de ahí. Y le dicen: “¿Qué nos has hecho? José (le dice)… tu padre y yo te hemos estado buscando, ¿por qué nos hiciste esto?”

Ahora cuando regresaran se iban a ir solitos, porque los otros peregrinos ya estaban a unos tres días de camino; y para alcanzarlos, eso los alcanzarían ya en Nazaret.

Y le dicen: “¿Por qué nos has hecho esto? ¿Qué nos has hecho? Tu padre y yo te hemos estado buscando.” Ahí negó el nacimiento virgen, negó que Dios era Su Padre; pero estaba en un apuro ahí, no podía dar muchas explicaciones.

Pero Jesús le dice: “¿No saben que en los negocios de mi Padre me conviene estar?” Ella de seguro entendió; ahí le corrigió que no era en los negocios de José, que eran la carpintería, ebanistería, todo eso, sino en los negocios de Dios; que es: cumplir la promesa divina correspondiente al tiempo en que vive, hacer realidad lo que Dios ha prometido para ese tiempo, y estar trabajando ahí.

Por eso es tan importante conocer el Programa de Dios correspondiente al tiempo en que uno vive, para trabajar en los negocios del Señor, en los negocios de nuestro Dios.

Y ahora, así como Jesús le volvió a decir: “En los negocios de mi Padre me conviene estar.” ¿Y cómo? Trabajando. Estaba allí trabajando, estaba allí hablando la Palabra correspondiente a aquel tiempo con los grandes maestros de aquel tiempo, los cuales se maravillaban de Él. No era Jesús maravillado de ellos, sino ellos de Él.

Quizás para José y María era una situación como la de los hermanos de David, el cual estaba preguntando allá: “¿Qué le darán al hombre que venza a este gigante?” Porque el gigante todas las mañanas salía y pedía que le mandaran un hombre, así, un reto, le mandaran un hombre y que – para pelear con él; y si le ganaban, entonces los filisteos serían siervos de los judíos. Buena proposición. Pero ¿cuál era el hombre que podía vencer a Goliat? Pero el trato era bueno.

Y Dios tenía a un muchachito llamado David, el cual estaba siendo preparado, entrenado por Dios, desde que fue ungido como Rey por el profeta y juez Samuel.

El Espíritu de Dios comenzó a manifestarse en David desde ese día en adelante; y al manifestarse el poder de Dios en David no había nada imposible para David, porque no hay nada imposible para Dios, y era Dios a través de David.

Cuando venía un oso o un león, y se llevaba una ovejita, él seguía al león, le quitaba la ovejita; y si se levantaba contra David, David lo mataba; pero era el Espíritu de Dios en David, entrenándolo.

¿Recuerdan los entrenamientos para cosas grandes?, son fuertes. Y David ya tenía esa experiencia y confianza de que Dios estaba con él, y que Dios era el que obraba. Y se lo cuenta a Saúl, le dice: “No, si cuando yo estaba cuidando las ovejas de mi padre, venía un león o un oso, que se llevaba una oveja, yo lo seguía, le quitaba la oveja; y si se levantaba contra mí, lo mataba. Y este gigante es igual a ellos.”

Saúl vio la fe y la seguridad que tenía David. Le viste con ropas militares, y David no podía caminar con eso: “Quita eso, yo no sé usar esta cosa.” Lo que sabía usar era un honda, usarla en el Nombre del Señor, con piedritas, porque en eso está la simplicidad de Dios.

Actualmente hay piedritas de plomo y bronce también, aun más pequeñas que las que David usó, quizás, que también son efectivas; pero en esos tiempos lo más efectivo y lo que Dios quería usar, era una piedrita de la honda de David; no una espada del rey Saúl.

Un rey temblando con una espada no puede hacer nada. Un jovencito firme en la fe en el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, con unas piedritas y una honda, es un instrumento en las manos de Dios; porque tiene la fe para que se haga una realidad, para que Dios haga una realidad la victoria de ese momento.

Y así fue con David, y así es para nuestro tiempo también; y así es para todo tiempo en medio del pueblo de Dios, la Iglesia bajo el Nuevo Pacto; y también Israel bajo el Pacto Antiguo.

Para este tiempo tenemos la promesa de que habrá una victoria en el amor divino; y esa será la victoria de nuestro Dios, del Señor Jesucristo con nosotros y en nosotros, y a través de nosotros.

En cada ocasión en que una Escritura se hace una realidad, es una victoria para Dios y Su pueblo; y así van haciéndose una realidad todas las promesas de Dios.

Estamos todos representados en un templo literal: en el tabernáculo que construyó Moisés y en el templo que construyó Salomón, y también en la Visión de la Carpa; como también en el cabello y la barba de Ezequiel estaba representado todo el pueblo de Israel.

¿Ven? Siempre hay un tipo y figura de cada cosa que Dios va a llevar a cabo. Y Su pueblo está representado siempre en cosas físicas también.

Por ejemplo, en los ángeles que le aparecieron al reverendo William Branham en el año 1963, estaba representada la Iglesia; en esa foto que aparece, de la nube en forma del rostro del Señor Jesucristo, está representado cada mensajero con el grupo de su edad; y ahí lo vamos a dejar quietecito; esos son los tipos y figuras, eso tiene que ver con tipología, y los tipos no fallan.

Por lo tanto, le damos gracias a Dios por todas las bendiciones que Él nos ha dado y las que nos está dando, y las que nos dará más adelante; y nos mantenemos trabajando en Su Obra todos los días de nuestra vida, con amor, de todo corazón; porque las labores para nuestro Dios tienen que ser hechas con amor a Dios y por amor, y de buena voluntad, de buen ánimo.

No sintiéndose la persona como que lo están obligando; eso no es agradable a Dios ni acepta Dios esa clase de labor; pero ama mucho al que de buena voluntad, de todo corazón, trabaja en Su Obra, sin esperar remuneración.

Aunque Él ha prometido recompensar a cada uno según sea su obra; pero la persona trabaja por amor, no por recompensa; pero Él de Su Buena Voluntad luego recompensará a cada uno conforme a su obra.

Y eso será tesoros que habrá hecho la persona en el Cielo. Él mismo lo dijo: “Haced tesoros (¿dónde?) en el Cielo; donde ni ladrones, ni polilla, ni orín corrompen, ni ladrones minan.” En el Cielo, pues, vean ustedes, está controlado todo.

Por lo tanto, adelante trabajando en el Programa Divino correspondiente a nuestro tiempo, con amor divino. Recuerden que estamos en la Edad del Amor Divino, y eso influye en cada creyente, influye en el Cuerpo Místico de Cristo para trabajar todo con amor divino.

Continúen pasando una tarde feliz, llena de las bendiciones del Señor Jesucristo; y nos deleitamos mirando la labor que con amor divino todos estamos llevando a cabo, ustedes que están presentes y los que están en otras naciones, que puedan decir: “Ahí yo tengo también una partecita.”

Y pronto, ya el año que viene esperamos verla ya con la lona puesta; no sabemos en qué mes, pero creo que todos ustedes van a influir en el tiempo en que la tendremos ya lista; porque siempre depende de la parte económica, y todos queremos que pronto esté lista, por lo tanto todos vamos a estar colaborando, contribuyendo económicamente, para que lo más pronto posible ya esté lista.

Y luego, pues Dios sabrá cómo va a obrar, cómo la va a usar. A nosotros nos toca la parte física, a Él le toca la parte que Él ha prometido llevar a cabo personalmente. Y esa es la más segura.

La nuestra pues tiene dificultades: si la moneda se devalúa, o si alguno pierde el trabajo por alguna causa, porque están escasos los trabajos, y los gobiernos y compañías también dejan cesantes a algunos empleados por causa de que la parte económica de algunas compañías o de gobiernos lo requiere, y comienzan a cortar la cantidad de empleados.

Pero esperamos que Dios prospere a todos los hermanos y hermanas en todos los países, y les provea más trabajos, y bajo mejores condiciones cada día; y les provea también trabajo a medio tiempo en adición a lo que ya tengan, para que ganen más y puedan hacer más en la Obra también; porque algunos dicen: “Si yo tuviera más dinero, haría más.” Pues que Dios les provea más trabajo y más dinero para que hagan más. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.

Y no vayan a decir: “Es que tengo mucho trabajo, ahora no puedo tener más.” Quizás lo que le provea Dios tenga más entrada económica que lo que está teniendo en el momento. Pero no deje el trabajo que tenga; siga con el que tiene y agarre cualquier otro trabajo a medio tiempo, para que tenga más, si quiere respaldar más la labor que se está llevando a cabo en la construcción de la Gran Carpa-Catedral. Y que Dios les bendiga grandemente, y les sea acreditado en el Cielo como tesoros almacenados en el Reino de Dios. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.

Y muchas gracias por vuestra amable atención, y continúen pasando un día feliz, lleno de las bendiciones de Cristo; y una temporada navideña feliz también; porque las Navidades comenzaron, y aparentemente terminan el 31, y comienza el Nuevo Año; pero estuve escuchando por la televisión que en Puerto Rico es el único país que duran como tres meses; porque siguen con la misma música y actividades; oí como tres meses, no sé… antes decían que eran como ocho días más, las octavitas, o un día más, ¿o cómo es? Pero por televisión oí, en un documental que pasaron, algo así, una noticia que Puerto Rico era el país que las Navidades eran más largas, y que eran como que tres meses; parece que siguen con la misma música y el mismo ambiente; y… Después verificamos eso, porque de seguro lo vuelven a decir; y si alguno lo escucha, pues entonces me lo hace saber para ver si yo estaba correcto en lo que escuché.

Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos y les use grandemente en Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Y con los que vamos a estar reunidos luego nos vemos. Ya el reverendo José Benjamín Pérez les dirá cuál es la próxima reunión, quiénes pueden ir y a qué hora pueden ir, y de qué se tratará la próxima reunión.

Yo creo que a la próxima no faltarán, ¿verdad? ¿Cuál – qué es la próxima? El almuerzo. Ahí estamos invitados también.

Bueno, que haga la invitación Benjie, porque es el que responde por esa parte.

Que Dios les bendiga y les guarde. Buen provecho también.

Y apreciamos mucho que estén aquí en Puerto Rico los que están de visita. Y los que son de aquí, apreciamos mucho la acogida que le están dando a los visitantes.

Bueno, por aquí vamos a tener al reverendo José Benjamín Pérez… ya está haciendo como hace Miguel, que se aguanta… las octavitas del postre… como hacía Miguel, ya tiene un buen discípulo Miguel.

Es también un privilegio grande tener a Miguel y a Ruth, y a sus hijas también, y su hijo también, aquí con nosotros en estas Navidades. Gracias por estar con nosotros, Ruth y Miguel y familia. Y a cada uno de ustedes también.

Continúen pasando una tarde feliz, llena… (¿qué hora es?) [12:07] …una tarde feliz, llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador.

PALABRAS EN EL TERRENO DE LA GRAN CARPA-CATEDRAL.”

Scroll al inicio