Muy buenas tardes, ministros, compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo, y colaboradores presentes; y también los que están en diferentes naciones.
Un saludo muy especial al misionero Miguel Bermúdez Marín donde se encuentra, allá junto a diferentes ministros de diferentes congregaciones y colaboradores. Que Dios te bendiga, Miguel, y a todos los ministros y colaboradores allá reunidos.
Es un privilegio grande para mí estar con ustedes en esta ocasión, para compartir unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.
El tema que tenemos para esta mañana es: “ECHANDO LA RED BASADO EN LA PALABRA DEL SEÑOR JESUCRISTO”.
San Lucas, capítulo 5, versos 1 al 11 (para tener el cuadro claro), dice:
“Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios.
Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes.
Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.
Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.
Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red.
Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía.
Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.
Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.
Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él,
y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres.
Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron”.
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra, y nos permita entenderla.
“ECHANDO LA RED BASADO EN LA PALABRA DEL SEÑOR JESUCRISTO”.
Es importante entender que los peces representan a los que vendrían a ser creyentes en Cristo, pues los peces representan a todos los seres humanos; y el mar representa pueblos, naciones. Y Cristo, siendo el Verbo que era con Dios, y creó todas las cosas, es el dueño de todo, el heredero de toda la Creación.
Los discípulos como pescadores representan a los predicadores, y la red representa el Evangelio. Y cuando hay, en algunas de las ocasiones que están pescando, una tempestad: esas son las persecuciones, problemas, que vienen contra la barca, la Iglesia del Señor Jesucristo; y son tempestades que surgen en pueblos, naciones y lenguas, contra Cristo y Su Iglesia.
La barca representa a la Iglesia, porque la red representando el Evangelio, y desde luego, los peces siendo echados (¿dónde?) en la barca, en aquella ocasión.
Y ahora, Cristo diciéndole: “Ahora vendrás a ser pescador de hombres”: Con la red del Evangelio predicando, en la primera predicación pescó como tres mil personas[1]; y eso siempre era sin contar niños y mujeres, porque en el hombre está representado la esposa y sus hijos.
Tenemos diferentes ocasiones en donde no pescaban nada, y Cristo les dijo: “Echad la red a la derecha, y hallaréis”[2]. Esto son etapas de la Iglesia donde no se pesca nada para formar el Cuerpo Místico de Cristo, como que no salen escogidos en ciertos tiempos, como que las…, es ‘momento muerto’, como decimos nosotros; porque son etapas donde la Iglesia se organizó y no puede producir hijos e hijas de Dios, peces, para la barca, la Iglesia o Reino de Cristo.
Pero Él dice: “Echad la red a la derecha, y hallaréis”. Eso es cuando surge un movimiento de parte del Espíritu Santo para cada etapa o edad de la Iglesia.
Y tenemos también la pesca milagrosa, después que Cristo resucitó, en donde 153 peces…; y 153 peces parece que no es mucho, pero de los grandes uno llena un balde; de los grandes se necesita una persona para cada uno; y no sabemos (al ser de los peces grandes) qué tamaño tendrían. Y la red no se rompió[3]; no se rompía la red como se rompía en la otra ocasión. Esos representan los escogidos que serán pescados.
¿Por qué serán pescados? Porque son peces; ya… Se aplica la palabra ‘pescado’ cuando están en el mar, en las aguas; y peces… pescado… ‘Peces’ cuando están en el agua, y ‘pescado’ cuando ya están fuera, ya son pescados, fueron pescados.
Pero siempre hay que llevar a cabo una labor para que eso pueda ocurrir. Y tienen que haber pescadores asignados por Dios para esa labor.
Pedro era el líder de los pescadores de aquel tiempo, tanto en lo literal como (después) en lo espiritual; y luego San Pablo para los gentiles. Y así de edad en edad.
Y viene una pesca milagrosa. ¿Dónde está? Capítulo 13, versos 47 en adelante, dice, de San Mateo:
“Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces;
y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera.
Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos,
y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes”.
Esta pesca para el fin del siglo son los mismos Ángeles de San Mateo, capítulo 24, versos 30 al 31, donde dice:
“Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”.
¿Qué dice el reverendo William Branham acerca de esos Ángeles? Página 458 y 459 del libro de Los Sellos (de la versión que tiene como última página la 484). Y ahora, en la página 458 a la 459, dice… comenzando en el párrafo que dice (de la página 458):
“112. Entonces es entre el Sexto y Séptimo Sello cuando Él llama a esta gente, los cuales fueron mencionados por Jesucristo en San Mateo 24:31. Cuando la Trompeta suena, será la Trompeta de los dos testigos de la edad de gracia para los judíos. Suena una Trompeta… Ahora veámoslo más claro acá en San Mateo 24:31: ‘Y enviará sus ángeles (no es solamente uno, sino dos) con gran voz de trompeta’. ¿Qué es? Cuando Dios habla, se oye el sonido de trompeta. Siempre ha sido así la Voz de Dios, llamando a la batalla. Dios está hablando. Estos dos ángeles vienen con el sonido de la Trompeta. Y noten bien: Pero en los días de la voz del séptimo ángel, suena la Trompeta. En los días de la voz del primer ángel, sonó la trompeta. En los días de la voz del segundo ángel, sonó una trompeta, y así fue cuando Él mandó a cada uno.
113. Pero cuando fueron anunciados los Sellos, estaban todos juntos en una gran escena divina para llamar un grupo de gente, y hubo el sonido de una sola Trompeta; y fueron abiertos siete Sellos. Él está reuniendo Sus judíos escogidos de los cuatro ángulos de la Tierra”.
Aquí tenemos lo que está profetizado en San Mateo, capítulo 24, verso 31: Los Ángeles con Gran Voz de Trompeta llamando y juntando a los escogidos. Los Ángeles con Gran Voz de Trompeta, que también tiran la red del Evangelio, y la sacan llena; y recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan al agua, a la gran tribulación.
Y ahora, podemos ver cómo todas estas parábolas tienen un sentido espiritual, que se van cumpliendo en diferentes tiempos. Y la causa por la cual Cristo les hablaba en parábolas era para que las demás personas no entendieran, sino los creyentes, a los cuales viene la revelación divina por Cristo; durante las etapas de la Iglesia: por Cristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia.
Por eso la Escritura dice que “así como el Espíritu Santo os enseña, perseverad…”. Eso está por ahí por Primera de Juan, por ahí en algún sitio por ahí encontrarán esa Escritura. (Después la buscan y me la recuerdan; porque la tengo en algún lugar; y si no la tengo marcada en la Biblia, está en la concordancia bíblica). O dice: “Como el Espíritu Santo os enseña”, o “como la unción os enseña”[4].
Para nuestro tiempo; así como para otras etapas de la Iglesia hubo promesas, Escrituras para ser cumplidas, las cuales se cumplieron; también para nuestro tiempo hay muchas promesas. Para nuestro tiempo es que más promesas de parte de Dios hay para ser cumplidas.
Y cuando han transcurrido las diferentes edades de la Iglesia, y no se cumplieron, es que no era para ellos, aunque ellos creían esas promesas. Pero las promesas son para aquellos en que se cumplen; esos son los dueños de esas promesas.
Y es como el corito dice: “Las promesas del Señor…”, ¿de quién son? “Las promesas del Señor, mías son”. Las promesas del Señor para el tiempo final, mías son. Él las materializará, las vivificará. Y nosotros seremos instrumentos en las manos del Señor para trabajar alrededor de esas promesas, basados en la Palabra del Señor Jesucristo, trabajando para Él cumplirlas.
Así como la sanidad divina es para todos, pero…, está ahí, pero se cumple, se realiza, se hace una realidad, en aquellos que la creen.
Y para nuestro tiempo todas las promesas son para nosotros, todas esas promesas de grandes bendiciones, incluyendo la Visión de la Carpa, incluyendo la Tercera Etapa.
La Trompeta, la Gran Voz de Trompeta, es para nosotros escucharla. Voz de Arcángel y Trompeta de Dios, todo eso es para nosotros, porque es para nuestra transformación, es para darnos la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
San Pablo hablando, vamos a decir, de nosotros, dijo: “Y los que estemos vivos”. Aunque él sabía que no iba a estar vivo para ese tiempo, pero en representación nuestra dice: “Y los que estemos vivos, seremos transformados”[5].
Y recuerden que en cada ángel se representa el mensajero que viene después de él. O sea que en San Pablo fue representado el mensajero que vendría después de San Pablo; y en el mensajero que vendría después de San Pablo fue representado el mensajero que vendría después de ese mensajero; pero también en San Pablo fue representado el que vendría después del mensajero que siguió a San Pablo.
O sea, en palabras más claras: en San Pablo y los otros cinco mensajeros que le sucedieron, que vinieron en sucesión, estaba representado el séptimo mensajero; seis representaciones (en cada uno de esos mensajeros) del reverendo William Branham.
Y ahora, con nuestros oídos bien abiertos: en Moisés y todos los profetas estuvo representado Jesucristo, porque Él fue la plenitud de Dios; por consiguiente fue la plenitud de todos los mensajeros.
En Juan el Bautista estuvo representado Cristo; pero Juan tenía una porción, pero en Cristo estaba toda la plenitud.
Siempre, en el último que viene se cumplirán los tipos y figuras, las representaciones que hubo en los anteriores; y por consiguiente, las bendiciones también. Por lo tanto, para nuestro tiempo, todo lo que fue representado en los mensajeros lo tendremos en este tiempo final.
Todo lo que precursó el reverendo William Branham lo recibiremos en la etapa de Piedra Angular, la Edad de Oro de la Iglesia del Señor Jesucristo; así como en la Edad de Oro del tiempo de Juan el Bautista y Jesús tuvieron todo lo que fue prometido para coronar la Iglesia del Antiguo Testamento, del Pacto Antiguo.
Así también, todo lo que ha sido prometido para el Día Postrero, para coronar a la Iglesia, coronarla con la Edad de Oro, y todo lo que pasará en esa Edad de Oro: se cumplirá en este tiempo.
Estamos viviendo en el tiempo más glorioso de todos, en donde trabajamos como trabajaron los mensajeros con su grupo de cada tiempo: alrededor de la Palabra prometida para el tiempo en que cada uno vivió. Así también nosotros estamos y estaremos, y continuaremos trabajando alrededor de lo que está prometido para este tiempo final; porque eso será lo que será vivificado, traído a vida, traído a cumplimiento; eso será lo que el Espíritu de Dios estará confirmando, vivificando. Y entonces tendremos, por ejemplo, lo que dice el reverendo William Branham en la página 120 del libro de Citas, y 156. En el párrafo 1396[6] dice:
1396 – “167 Pero en obediencia esta mujercita de fe, la que vive por fe, la Novia (o sea, la Iglesia-Novia de Cristo); la persona que está aquí, allá o lejos en alguna otra parte, alguna otra iglesia, alguna otra denominación, sea lo que sea, y… cree la Palabra de Dios, obediente, esperando en amor a que la promesa de la edad sea confirmada”.
“La promesa de la edad”: la promesa para ese tiempo. “Sea confirmada”: Sea hecha una realidad, sea vivificada, traída a cumplimiento.
1396 – “[167] Ella está vigilando por ello. Ella es parte de esa Palabra, y está vigilando para que su vida manifieste esa Palabra”.
La Iglesia-Novia tiene que manifestar esa Palabra. En la Iglesia-Novia es que se tiene que cumplir, tiene que materializarse en la Iglesia del Señor Jesucristo cada promesa que corresponde al Día Postrero.
1396 – “[167] Hermanos, ¿no pueden ver eso? Espero que eso no pasara por encima de ustedes.
El Cuerpo está esperando (o sea, el Cuerpo Místico, el Cuerpo de Cristo, la Iglesia) (el que es la Palabra), esperando que la Vida (que es el Espíritu) confirme o lo haga vivo (o sea, lo haga una realidad). Eso es lo que Ella está esperando. Ninguna otra vida funcionará en Ella. Ella no puede venir a vida de ningún otro modo. Ella todavía lo siente allí afuera, y Ella sabe que va a acontecer; entonces aquí acontece, y entonces Ella despertará. Dios dijo: ‘Que sea’, y Ella salió como la primera salió”.
¿Recuerdan la visión de la Novia?[7]. Salió ese grupo de jovencitas luego de las siete edades de la Iglesia, salió esa jovencita; o sea, un grupo de jóvenes, muchachas jóvenes, representando a la Iglesia del Señor Jesucristo, la Iglesia-Novia, después de las siete edades de la Iglesia; porque la séptima fue representada en una mujer que era hasta bruja, porque ya se había denominado la séptima edad. Y cuando se denomina una edad, ahí muere; y ya no puede dar, producir, hijos e hijas de Dios; produce hijos denominacionales, o sea, produce creyentes denominacionales e intelectuales.
Pero la Iglesia-Novia, pasando de etapa en etapa, por medio de la unión en amor con Cristo en Espíritu Santo en Ella: Cristo se reproduce a través de Su Iglesia en hijos e hijas de Dios, en cada etapa que surge ese despertamiento espiritual, para producir ese avivamiento, ese despertamiento, en el tiempo en que la Iglesia-Novia está en el tiempo de vida, para producir vida. Como una mujer: es en cierto tiempo que puede concebir; y así es con la Iglesia-Novia del Señor Jesucristo.
Hemos visto que hay una bendición muy grande para este tiempo final.
Nos detuvimos…; vamos a ver hasta dónde hemos llegado aquí.
Vimos que los Ángeles que vienen con Gran Voz de Trompeta, enviados por Cristo, son los Dos Ungidos. Y no vamos a explicar tanto de esto. Ellos llamarán a 144.000 hebreos, 12.000 de cada tribu; por lo tanto, cuando ustedes vean un acercamiento de los judíos y un acercamiento hacia los judíos, recuerden: están cerca de ser llamados.
Estamos en un tiempo muy glorioso para el Cuerpo Místico de Cristo nuestro Salvador; el tiempo más glorioso de todos los tiempos, el tiempo… Vamos a ver el tiempo en que estamos. Página 212 del libro de Los Sellos, primer párrafo dice:
“104. Y esa es la misma razón por qué los avivamientos que debemos tener hoy…”.
Recuerden: avivamientos o despertamientos; sobre todo los que corresponden al despertamiento de cada etapa, realizado por el Espíritu Santo a través del mensajero de cada tiempo. Ese es el despertamiento o avivamiento de Dios para producir hijos e hijas de Dios en cada etapa de la Iglesia del Señor Jesucristo.
“[104]. Ahora, hemos tenido avivamientos denominacionales, pero no hemos tenido una verdadera sacudida. No, no señor. No piense que tenemos avivamientos, porque no los tenemos. Tienen millones y millones de miembros de iglesias, pero no hay nada de avivamiento. La Novia todavía no ha tenido (recibido) un avivamiento; todavía no ha habido allí ningún avivamiento, ninguna manifestación de Dios para sacudir a la Novia. Estamos esperando eso. Se necesitarán esos Siete Truenos misteriosos para despertarla. Él los mandará, lo ha prometido”.
¿Qué será lo que producirá el despertamiento del Día Postrero para la Iglesia-Novia del Señor Jesucristo? Los Siete Truenos. Y los Siete Truenos son la Voz de Dios.
Vamos a verlo aquí: Página 57 del libro de Los Sellos. A la mitad de esa página dice:
“16. Este Libro sellado con siete sellos es revelado en el tiempo de los siete truenos de Apocalipsis 10. Demos lectura allí también para tener un mejor entendimiento antes de entrar más profundamente. Ahora, esto ya es el tiempo del fin porque dice así:
‘Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, cercado de una nube, y el arco celeste sobre su cabeza…’ (eso es Apocalipsis 10).
17. Ahora, si usted se fija bien, notará que esta persona es Cristo, porque aun en el Antiguo Testamento Él fue llamado el Ángel del Pacto; y Él ahora viene directamente a los judíos (por lo tanto, les va a llamar la atención) porque la Iglesia ha llegado a su fin. Bien, ahora continuando:
‘… y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego’.
18. ¿Recuerdan el Ángel de Apocalipsis capítulo 1? Este es el mismo. Un ángel es un mensajero, y él es un mensajero a Israel. ¿Ve usted? La Iglesia está a punto de ser raptada (o sea que sucede antes del rapto), Él viene por Su Iglesia. Ahora fíjese bien:
‘Y tenía en su mano un librito abierto…’”.
Ahora, dice que “viene directamente a los judíos, porque la Iglesia ha llegado a su fin”; y después dice que él es un “mensajero a Israel”, que él es el Mensajero a Israel. Dice:
“[18]. ¿Ve usted? La Iglesia está a punto de ser raptada, Él viene por Su Iglesia”.
O sea que hay algo ahí, porque el Mensajero a Israel primero viene por la Iglesia.
En la página 22, párrafo 176[8] (de la mitad hacia abajo, vamos a decir)… Esto nos habla de José. Vamos a leerlo desde el principio:
176 – “[729] Y allí están esos Dos Testigos.
730 Y cuando ellos atormenten al mundo con sus predicaciones, y reúnan otra vez a los judíos, trayéndolos a arrepentimiento, (y) trayéndolos otra vez a que crean… cuando vean a Jesucristo viniendo por la Novia, ellos dirán: ‘Mirad, este es el Dios a quien esperábamos. ¡Este es Él!’. Pero Él no viene por ellos, viene por Su Novia. Y Su Novia…
731 Cuando José fue a Egipto, él no llevó a sus hermanos con él, pero él tenía una novia allí. Cuando se dio a conocer a sus hermanos, no había nadie presente. Está exactamente bien. Y cuando se dé Él mismo a conocer a los judíos, no va a haber nadie allí, solo los judíos. Allí están esos que mataron a José, parados allí. Y dijo: ‘Bueno, yo soy José, vuestro hermano’, y lloró.
732 Y dijeron: ‘Ahora sabemos que estamos expuestos a ello, porque lo matamos’.
733 La misma cosa, esos judíos van a tener el gran tiempo de batalla antes de la Venida, ahora, de la persecución corriéndolos otra vez a la patria natal. Los lleva a ellos como un montón de ovejas otra vez al monte Carmelo allá.
734 Cuando el Señor Jesucristo venga por Su Novia, y ellos lo vean a Él, ellos dirán: ‘Ese es el que hemos esperado, allí está Él’. Él se levantará con sanidad en Sus Alas”.
Eso es lo que está prometido. Lo vemos hablado en el 1957 y luego en el 1963 también, y en diferentes ocasiones.
Algo grande le va a llamar la atención a los judíos, algo grande que Dios va a estar cumpliendo con Su Novia, con Su Iglesia. Por lo tanto, Su Iglesia-Novia y con Su Iglesia-Novia estará siendo echada la Red para pescar en donde no había nada. Pero Ella la echará a la derecha. Por lo tanto, el milagro será realizado. Será un milagro, como ha sido un milagro el despertamiento o avivamiento de cada tiempo.
El avivamiento o despertamiento espiritual del tiempo final lo producirá Cristo, el Ángel Fuerte que desciende del Cielo, clamando, hablando, ya no como Cordero sino como León de la tribu de Judá; porque el Ángel Fuerte que desciende del Cielo clamó como cuando ruge un león —o sea, no como Cordero sino como León—, y siete truenos emitieron sus voces (Apocalipsis 10).
Y Juan dice que cuando iba a escribir, oyó una Voz del Cielo que le dijo: “No escribas lo que los Truenos han hablado”.
Es muy importante saber, conocer, las promesas de Dios para nuestro tiempo, porque esas son las cosas que Dios va a estar haciendo: cumpliendo lo que Él prometió. Y esas son las cosas en las cuales estará la Iglesia del Señor Jesucristo trabajando: trabajando alrededor de la Palabra prometida para nuestro tiempo; estará echando la Red, basada (basada la Novia) en la Palabra del Señor Jesucristo, como Pedro echó la red basado en la Palabra de Cristo: “Echaremos la red…”, o “echaré la red en Tu Palabra”.
Por lo tanto, dando a conocer la Palabra correspondiente a nuestro tiempo se estará echando la Red. Y los Siete Truenos traerán el despertamiento del Día Postrero y la fe para ser transformados y raptados en el Día Postrero.
Página 128 de Los Sellos nos dice (a la mitad de la página dice):
“121. Ahora, los Siete Truenos de Apocalipsis permitirán que Él muestre a la Novia cómo prepararse para obtener esa gran fe de traslación”.
No habrá fe de rapto, de traslación, de transformación, a menos que sea recibiendo, escuchando, la Voz de los Siete Truenos, la revelación de Cristo viniendo por Su Iglesia. Lo cual los judíos verán y dirán: “Esto es, este es, lo que nosotros estamos esperando”. Por lo tanto, les llamará la atención, habrá una atracción para ellos.
En ninguna de las siete edades de la Iglesia hubo una atracción para los judíos, pero en el tiempo final en que vivimos algo les va a atraer, algo que tendrá la Iglesia del Señor Jesucristo les va a atraer la atención. Y luego dirán: “Esto es lo que nosotros estamos esperando”. Con nuestros ojos bien abiertos veremos esa atracción, los veremos atraídos, veremos algo que estará sucediendo.
El domingo a las 4:00 hablaremos de eso, quizás; o estaremos viendo algo ligado a los judíos. Y para estar cómodos en esa actividad, pues estén a tiempo, para que no se nos escape nada de lo que estaremos viendo.
Y mañana domingo en la mañana, pues tendremos el culto de la mañana, en donde esperamos grandes bendiciones de parte de Cristo para Su Iglesia. Estaremos dando un recorrido por las siete etapas o edades de la Iglesia; y luego llegaremos a nuestra edad, y veremos cómo hemos llegado.
Hay promesas para las edades pasadas: de una resurrección de los miembros de esas edades, de los escogidos de esas edades; y un juicio también, en la sexta dimensión, para cada mensajero con su grupo; y la resurrección en cuerpos glorificados. Eso es lo que hay para ellos.
Y para los que estemos vivos en este tiempo final: hay grandes bendiciones que serán materializadas en adición a las que ya han sido materializadas; porque muchas han sido materializadas y muchas tienen un lapso de cumplimiento desde que comenzaron hasta que seamos transformados, o hasta que estemos en las Bodas del Cordero; y aún más; y muchas hasta que regresemos a la Tierra para comenzar el Reino Milenial.
Por lo tanto, estemos bien despiertos. Recuerden, Isaías, capítulo 60, nos dice: “Despiértate, tú que duermes, levántate de…”. Efesios 5:14 es eso; y está tomado por San Pablo, de Isaías, capítulo 60. Y nos dice [verso 1]:
“Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.
Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria.
Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento”.
Esa profecía tiene doble cumplimiento: se cumplió parcialmente en los días de Jesús, en la Primera Venida de Cristo; y se cumplirá en la Segunda Venida de Cristo también. Y en Efesios nos dice:
“Despiértate, tú que duermes,
Y levántate de los muertos,
Y te alumbrará Cristo”.
Porque Cristo es (¿qué?) la Luz del mundo: “Yo soy la Luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la Luz de la Vida”. San Juan, capítulo 8, verso 12.
Por lo tanto, estemos despiertos. La Palabra del Señor nos despierta, la Trompeta del Señor nos despierta, para recibir todo lo que ha sido prometido para nuestro tiempo; promesas que están ahí y que corresponden a nuestro tiempo.
Por lo tanto, estemos conscientes de cuáles son las promesas que Dios ha hecho para Su Iglesia-Novia para este tiempo final; y creámoslas de todo corazón, para que seamos instrumentos también, trabajando en toda la labor que se haga alrededor de esas promesas, que son Palabra del Señor. Y así estemos echando la Red basado en la Palabra del Señor, y así estemos también trabajando en aquellas cosas que están prometidas para este tiempo final.
No vamos a estar trabajando en un arca literal, porque esa fue una promesa para el tiempo de Noé. Tenemos que trabajar alrededor, basados, en las promesas de Dios para este tiempo final, las promesas de Cristo para Su Iglesia para el tiempo final. Alrededor de esas promesas es que veremos a Cristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia cumpliéndolas, usando personas como los usó en tiempos pasados.
Hay muchas promesas. La Iglesia del tiempo final es la que tendrá más promesas de bendiciones para ser cumplidas. La misma Iglesia del Señor Jesucristo, que comenzó el Día de Pentecostés, para el Día Postrero tendrá la mayor parte de las grandes bendiciones: de la fe para ser transformados, de la Venida de los Ángeles con Gran Voz de Trompeta, de la Venida del Señor, de la Voz de los Siete Truenos siendo revelados (revelado lo que fue hablado); y recibiendo la fe para ser transformados y raptados, para estar en la Cena de las Bodas del Cordero con Cristo en la dimensión de Dios.
Mientras la Tierra pase (estará pasando) por la gran tribulación: estaremos seguros con Cristo en el Cielo, en la séptima dimensión, la dimensión de Dios, disfrutando de la Cena de las Bodas del Cordero.
Es “ECHANDO LA RED BASADO EN LA PALABRA DEL SEÑOR JESUCRISTO”. Ese ha sido nuestro tema. Y nos hemos movido a través de la Escritura para ver las cosas que la Iglesia del Señor Jesucristo estará haciendo, conforme a lo que está prometido para este tiempo final.
Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de la Palabra, sobre la cual nosotros estamos basados para trabajar en la Obra del Señor Jesucristo.
Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también; y nos use grandemente en Su Reino en este tiempo final.
“ECHANDO LA RED BASADO EN LA PALABRA DEL SEÑOR JESUCRISTO”.
[Revisión julio 2025]
[1] Hechos 2:14-42
[2] San Juan 21:4-6
[3] San Juan 21:11
[4] 1 Juan 2:27
[5] 1 Corintios 15:51-52
[6] Cita 1396: 65-0801M “El dios de esta edad perversa”, párr. 167
[7] 64-0705 “La Obra Maestra”, párrs. 186-196
[8] Cita 176: 57-1006 “Preguntas y respuestas sobre Hebreos #3”, párrs. 729-734