El silbo apacible – Introducción

Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes, y los que están en diferentes naciones. Es una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión para disfrutar unos días de bendiciones espirituales de parte de Dios.

Son bienvenidos todos los jóvenes de Venezuela y de diferentes países que han estado llegando aquí a Valencia para participar del Encuentro Juvenil Internacional.

La música tiene un poder: el poder para traer a las personas paz y felicidad, al ser humano integral.

En este encuentro estaremos lanzando el proyecto musical de la Embajada Mundial de Activistas por la Paz, el cual estamos seguros que impactará positivamente a la familia humana, este proyecto de la música.

Por lo tanto, no se adelanten en las diferentes congregaciones, pero tampoco se atrasen. Cuando sea dado a conocer, entonces recibirán las instrucciones de cómo hacer, para que así puedan recibir beneficios de este proyecto musical. Recuerden que es un proyecto de la Embajada Mundial de Activistas por la Paz; por lo cual, no se le puede estar añadiendo ni quitando tampoco.

Ha sido para mí una bendición estar en Valencia, Venezuela, estos días. Estuve en actividades en estos días, donde algunos de ustedes también estuvieron; y ahora estoy con ustedes aquí, para estar hoy, mañana, el domingo, ¿y qué otro día? El lunes también. Así que oremos mucho a Dios para que este Encuentro Juvenil Internacional sea de mucha bendición para los jóvenes, y también para los niños y los adultos; los padres de familia sean grandemente bendecidos al ver a los jóvenes en este Encuentro Internacional.

Para esta ocasión leemos en el capítulo 19… Les dije que mañana estaré también con ustedes, ¿verdad? Así que hoy será la introducción al tema de la escuela bíblica, el estudio bíblico para el domingo próximo… Siempre los viernes hacemos la introducción, para tener una base para lo que vamos a estudiar el domingo.

Capítulo 19 de Primera de Reyes, versos 8 en adelante, y nos dice… Esto fue cuando el profeta Elías se fue huyendo de Jezabel, que lo amenazó con matarlo luego de que él había hecho el reto en el monte Carmelo, y descendió fuego del cielo y consumió el sacrificio que Elías ofreció a Dios.

Cuando Elías oró para que Dios recibiera el sacrificio, dijo que lo había hecho conforme a como Dios le había mostrado; o sea, que primero tuvo la revelación, la visión, de lo que Dios quería que él hiciera; lo hizo de esa forma sabiendo que iba a descender fuego del cielo, la presencia de Dios, y consumiría el holocausto. Y luego hizo lo que Dios le guió a hacer con los 400 sacerdotes de Asera y los otros 450 sacerdotes del otro grupo religioso pagano.

Ahora, leemos en el capítulo 19. Ya Elías huyendo llega al monte Horeb; pero antes de llegar, tuvo la visita del Ángel de Dios para alimentarlo con… diríamos en México, con unas tortillas; el reverendo William Branham dice: unas tortillas de maíz.

Eso está bueno porque el maíz pertenece al continente americano; el trigo, pues, vino de Asia, o el arroz de Asia. El trigo se usa mucho en el Medio Oriente y es muy conocido allá; pero como el maíz es muy conocido en el continente americano, vean ustedes, el reverendo William Branham dice en algunos lugares, que fueron unas tortas o tortillas o panes de maíz; eso fue cuando Elías iba huyendo e iba rumbo al monte Horeb o monte Sinaí.

Dos encuentros con el Ángel de Dios, el cual fue y alimentó a Elías, y Elías se durmió luego de comer los panes y tomar el agua. Es el mismo que le dio pan y carne y agua al pueblo hebreo por cuarenta años por el desierto; el mismo Ángel del Pacto, el mismo Señor, el mismo Ángel de Dios, el cual es Cristo en Su cuerpo angelical.

Capítulo 19, verso 8 en adelante, de Primera de Reyes, dice:

“Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.

Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?

El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.

El le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto.

Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado.

Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?

El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.

Y le dio Jehová: Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria.

A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar.

Y el que escapare de la espada de Hazael, Jehú lo matará; y el que escapare de la espada de Jehú, Eliseo lo matará.

Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

“EL SILBO APACIBLE.”

Encontramos que estando Elías en el monte de Dios, el monte Horeb, en una cueva durmiendo, luego Dios lo despierta y le ordena colocarse fuera de la cueva frente al monte, y dice:

“El le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová…”

Y vio y sintió que pasaba un gran y poderoso viento que rompía los montes. O sea, eso es como un tornado diríamos (de fuerte), rompiendo los montes y las rocas, pero Dios no estaba allí. Dios estaba pasando delante de Elías, pero dice: “pero Dios no estaba en el viento.”

“…pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto.

Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado.

Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?”

Ahora, esto luego viene a ser tipo y figura bajo el Nuevo Pacto, en el Monte de Dios, que es la Iglesia del Señor Jesucristo. El viento fuerte: la edad, el tiempo de Lutero, la Edad Luterana; luego el terremoto: la Edad Wesleyana; y luego el fuego: la Edad Pentecostal; y luego el silbo apacible… Vean, va subiendo. Y luego el silbo apacible, ¿dónde? La Edad de la Piedra Angular.

Es la edad en donde el silbo apacible tiene Voz, la Voz de Dios, Dios estaba ahí; y es ahí donde estará Dios, en la Edad de Piedra Angular, donde se manifestará en toda Su plenitud en el Día Postrero.

El mismo que habló por medio de Lutero para aquella edad, el mismo que habló por medio de Wesley para aquella Edad Wesleyana, y el mismo que habló a través del reverendo William Branham para la Edad Pentecostal, es el mismo que estará en la Edad de la Piedra Angular bajo el silbo apacible, hablándonos con ese Mensaje o Voz suave, directamente al corazón; porque la Edad de Piedra Angular corresponde al alma, al corazón.

Por lo tanto, es con un silbo apacible, una Voz apacible que nos hablará directamente al alma, al corazón, para darnos la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Recuerden que Apocalipsis, capítulo 10, viene con el Librito abierto en Su mano, Cristo viniendo a Su Iglesia para colocar en Su Iglesia el Título de Propiedad. Y por cuanto Juan el apóstol representaba a la Iglesia pasando por diferentes etapas y a Sus mensajeros de cada etapa, cuando él recibe el Título de Propiedad, el Libro sellado con siete sellos, ahí está representando al que lo recibirá en el Día Postrero y se lo comerá.

Nunca ese Título de Propiedad ha sido traído a la Tierra desde que Adán lo perdió; decimos “lo perdió,” pero no está perdido, está en la diestra de Dios, que es el dueño original.

¿Por qué Adán no podía continuar con ese Título de Propiedad? Porque el enemigo lo usaría y evitaría que se llevara a cabo la redención.

Por lo tanto, Dios lo tomó para que el hombre no viviera eternamente en la condición pecaminosa, sino que el Título regresara a la diestra de Dios, y para el Día Postrero traerlo Dios a la Tierra a través del Ángel del Pacto, Cristo, trayendo ese Título de Propiedad a la Tierra, a la Casa del segundo Adán, que es la Casa de Cristo.

Él es la cabeza de esa Casa, el primogénito de esa Casa; y en Apocalipsis 10 lo trae y lo entrega a un hombre, que ahí representa al mensajero del Día Postrero, de la Edad de Piedra Angular, para que se lo coma; y después tiene la orden de profetizar sobre muchos pueblos, naciones y lenguas. Por lo tanto, tendrá que ser un profeta el que se lo coma.

Y lo otro: cuando pasamos a Apocalipsis 11, quien profetiza sobre muchos pueblos, naciones y lenguas es el ministerio de Moisés y Elías. Tan sencillo como eso.

Dice que podrán hablar, podrán herir a la Tierra con plagas cuantas veces quieran. Eso nos habla de poder absoluto, eso nos habla de que el Título de Propiedad ha regresado a la Tierra, a la raza humana; eso nos habla de que nuevamente estaremos en días como los del tiempo de Jesús y como los del tiempo de Adán antes de su caída; eso nos habla de la restauración de los hijos e hijas de Dios a la vida eterna física; nos habla de la restauración de todo el poder de Dios que le fue dado a Adán, y también que tenía Cristo, regresando a la Iglesia del Señor Jesucristo en toda Su plenitud.

Nos habla de un tiempo glorioso, de un nuevo avivamiento, un nuevo despertamiento espiritual; para lo cual el reverendo William Branham dice, en este libro de “Citas” de diferentes mensajes del reverendo William Branham… Pregunta: “¿Habrá otro avivamiento? ¿Habrá otro tiempo?” Y ya hemos estado viendo que sí, que habrá otro tiempo.

¿Y cómo lo muestra él, para que sepamos que hay promesas de un avivamiento, pero mayor que el que hubo en cada edad de la Iglesia? De lo cual nos dio la muestra de lo que será, nos dio la muestra a través del reverendo William Branham, precursor de la Segunda Venida de Cristo a Su Iglesia.

En la página 153 de este libro de “Citas” (y en la página 155 en otra versión de este libro de “Citas”), que contiene un extracto del mensaje: “¿Cuál es la atracción en el monte?”, predicado el 25 de julio de 1965, en Jeffersonville, Indiana, dice:

“Oh, habrá una verdadera lluvia temprana y tardía en los postreros días sobre ese grupo pequeño que viene con Él sobre este asno manso y humilde, sin una denominación, clamando: ‘Hosanna, al Rey que viene en el Nombre del Señor.”

Nos habla que viene en un caballo blanco. En algunos sitios aquí nos habla que viene en un burrito.

Ahora vamos a ver lo que habla de los avivamientos el reverendo William Branham. En la página 165 de este libro de “Citas” (en otro libro de “Citas” estaría en la página 166), el párrafo sigue siendo el mismo: párrafo 1485, dice:

“Ahora, yo estaba poniéndome bastante viejo y pensé: ‘¿Habrá otro avivamiento…?”

O sea, como fue en cada edad… Cada edad nació con un despertamiento, un avivamiento espiritual, cuando Dios le reveló al mensajero correspondiente a cada edad —colocó en el corazón y la boca de ese mensajero, y la mente de ese mensajero— el Mensaje que tenía que hablar; él lo captó, se hizo carne en él, y comenzó a predicarlo; y comenzó Dios a obrar, a llevar a cabo el Programa correspondiente a esa edad.

O sea que detrás de la labor que hacía cada mensajero estaba el Ángel del Pacto, Dios, el Ángel de Jehová, Cristo en Su cuerpo angelical acompañándolo; y ángeles de Dios acompañaban al mensajero de cada tiempo, de cada edad, Cristo con Su Ejército.

Vimos que el reverendo William Branham pregunta:

“¿Habrá otro avivamiento, veré otro tiempo? Y sólo recuerden…”

Si era esto para la primera edad, pues diría: “Habrá otro tiempo, habrá otro… habrá – vendrá allá a Asia Menor.” Si fuera para ser cumplido en el tiempo del segundo, tercero, cuarto, quinto o sexto mensajero, entonces sería en Europa. Pero por cuanto no es en Asia Menor ni en Europa, vean dónde señala el tiempo para ese avivamiento:

“Y sólo recuerden, del Oeste vendrá un jinete en un caballo blanco.”

¿De dónde? Del Oeste. ¿De dónde aparecieron los Ángeles que le aparecieron al reverendo William Branham? Del Oeste, volando hacia el Este.

“Cabalgaremos esta senda otra vez.”

O sea que Elías, el cuarto Elías hablando, dice: “Cabalgaremos esta senda otra vez.” O sea, por quinta ocasión el ministerio de Elías estará en la Tierra. Es uno de los Dos Olivos el ministerio de Elías, juntamente con el ministerio de Moisés; y es del Oeste que vendrá ese jinete en un caballo blanco.

Cristo estuvo en los apóstoles manifestado allá en San Pedro abriendo la puerta del Reino de Dios, pues recibió las llaves y abrió la puerta el Día de Pentecostés, y entraron como tres mil personas al Reino de Dios, en adición de ciento veinte que estaban allí esperando la Venida del Espíritu Santo.

Luego a través de San Pablo se manifestó Cristo, el Ángel del Pacto, y le estuvo hablando a los gentiles allá en Asia Menor. Luego en la segunda edad, tercera, cuarta, quinta, sexta, le habló a través de cada mensajero a Su Iglesia y a toda la humanidad. Y luego en Norteamérica le habló a través del reverendo William Branham; y de ahí se extendió la Voz de Cristo a todas las naciones, porque él fue el mensajero de la séptima edad de la Iglesia; esa séptima edad representada en la iglesia de Laodicea.

Y Norteamérica corresponde al oeste de la Tierra; pero la América Latina y el Caribe corresponden también al continente americano. “Del Oeste vendrá un jinete en un caballo blanco. Recorreremos esta senda una vez más (otra vez).” Elías recorre de nuevo —por quinta ocasión— la senda ministerial profética con el que viene, en un caballo blanco. Tan sencillo como eso.

O sea que el Oeste tiene una bendición prometida de parte de Dios, y tiene que ser en medio de la Iglesia de Jesucristo; ya no en la primera, segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta o séptima edad, sino en la edad de más arriba: la Edad de Piedra Angular; por eso el reverendo William Branham dice: “Mire hacia arriba, mire a la edad que viene.”

Página 37, párrafo 312 del libro de “Citas”, dice:

“Pero hermanos, estamos esperando por la MANIFESTACIÓN DE LOS HIJOS DE DIOS, QUIENES REGRESARÁN PARA ATRÁS PARA TOMARLA OTRA VEZ (o sea, tomar la herencia, tomar todo lo que perdió Adán y Eva en la caída). Esperando por la plenitud de los tiempos cuando la PIRÁMIDE LLEGA ARRIBA A LA CÚSPIDE…”

La Iglesia representada en una pirámide: de edad en edad la parte correspondiente a cada edad con el mensajero, donde son llamados los hijos de Dios en cada edad, y van formando ese Templo espiritual, que es la Iglesia; hasta que llega la cúspide, que es la Edad de Piedra Angular, la Edad de Oro de la Iglesia, y también es la Edad del Lugar Santísimo de ese Templo espiritual.

En el templo que construyó Moisés y el templo que construyó Salomón, Dios estaba en el lugar santísimo, en medio de los dos querubines de oro; así fue en el tiempo de Moisés y así fue en el tiempo del rey Salomón, en el templo que construyó el rey Salomón.

Por lo tanto, así tiene también que ocurrir en el Templo espiritual de Cristo, que es la Iglesia del Señor Jesucristo. Al completarse la Iglesia, la plenitud de Dios vendrá a Su Iglesia y habrá una manifestación, un despertamiento mayor que el que hubo en cada edad pasada. Es ahí donde viene el Título de Propiedad traído por Cristo, el Ángel Fuerte que desciende del Cielo en Apocalipsis, capítulo 10; es de ahí de donde salen los Dos Olivos, es de ahí de donde sale también el Mensaje, no solamente para la Iglesia, sino para el pueblo hebreo. Tan sencillo como eso.

Dice, sigue diciendo:

“…la plenitud de los tiempos cuando la PIRÁMIDE LLEGA ARRIBA A LA CÚSPIDE, CUANDO LOS HIJOS COMPLETOS DE DIOS SERÁN MANIFESTADOS, CUANDO EL PODER DE DIOS ANDARÁ FUERA…”

Así que viendo que hay estas promesas para la Iglesia, entonces estemos preparados para recibir esas bendiciones de parte de Dios.

Hay un lugar donde él dice: “Mire hacia arriba, la edad que viene, la Edad de Piedra Angular.” En esta misma página 37, párrafo 311, dice:

AHORA MIRE LA EDAD QUE VIENE AHORA, HACIA ARRIBA, A LA PIEDRA ANGULAR…

¿Cuál es la edad que viene después de la Edad Pentecostal? La Edad de Piedra Angular. Es ahí donde el Título de Propiedad será traído por Cristo a Su Iglesia, para la adopción de todos los hijos de Dios; y la adopción es la redención del cuerpo, la resurrección en cuerpos glorificados de los que partieron, y la transformación de los que estén vivos, creyentes en Cristo, en el Cuerpo Místico de Cristo.

De ahí también saldrán los Dos Olivos, Moisés y Elías, para llevar el Mensaje de la Palabra de Dios al pueblo hebreo, así como Dios le dijo a Elías allá en el monte Horeb: “Tengo siete mil que no han doblado sus rodillas a Baal ni lo han besado.”

Aquellos siete mil escogidos de las tribus del norte representan a los ciento cuarenta y cuatro mil, doce mil de cada tribu, que serán llamados conforme a Apocalipsis, capítulo 9, por el Ángel que viene con el Sello del Dios vivo, o sea, con el Espíritu Santo, y que llamará y juntará a esos ciento cuarenta y cuatro mil; por lo tanto, también aparecen en Apocalipsis, capítulo 14, verso 1 en adelante.

Ya hemos visto cómo Elías allá estaba en el monte de Dios, y cómo Elías acá en su cuarta manifestación y quinta manifestación, ¿dónde estarán? En el Monte de Dios, que es la Iglesia del Señor Jesucristo.

Ahí es donde le da la revelación —Dios a Elías— de que tiene ciento cuarenta y cuatro mil, así como le dio la revelación allá en el monte Horeb, que tenía siete mil que no habían doblado las rodillas a Baal. Todavía no debe ser abierto por completo ese misterio, ni tampoco el misterio del Séptimo Sello, del Ángel que viene con el Sello del Dios vivo, y del Ángel que viene con el Título de Propiedad en Apocalipsis, capítulo 10.

Pero lo importante es que sabemos dónde estamos, sabemos en qué etapa de la Iglesia estamos viviendo, y tenemos que estar al tanto de las promesas que hay para nosotros en este tiempo final; y gradualmente, lo que no entendemos de momento, lo entenderemos más adelante.

Es importante que la Palabra en la etapa del silbo apacible entre directamente a nuestra alma; porque ese silbo apacible, la Palabra de Dios, Dios hablando en este tiempo, es para bendición de nuestra alma, y prepararnos para la transformación y arrebatamiento al Cielo, que Él ha prometido, llamado el rapto o arrebatamiento de la Iglesia en el Día Postrero; y nos dará la fe para ser transformados, la fe, la revelación del Séptimo Sello, la revelación de Su Venida con Sus Ángeles para el Día Postrero, en la Iglesia, en la Edad de Piedra Angular, que es donde cumplirá Su Venida con Sus Ángeles.

Los ministerios de Moisés y Elías estarán nuevamente sobre la Tierra, el ministerio de Elías por quinta ocasión y el ministerio de Moisés por tercera ocasión, si contamos como segunda ocasión el ministerio de Moisés en Jesús, un profeta como Moisés.

Si es un profeta como Moisés tiene que ser dispensacional, porque Moisés fue un profeta dispensacional; y Elías fue un profeta para judíos y también para gentiles. Así que el ministerio de Elías trabaja con gentiles y con judíos. Lo vimos trabajando con gentiles a través del reverendo William Branham en la cuarta manifestación del ministerio de Elías.

Así que hay grandes bendiciones para los creyentes en Cristo bajo la Voz de Cristo hablándonos con ese silbo apacible en este tiempo final, en la Edad de Oro de la Iglesia, la Edad de Piedra Angular, la Edad del Lugar Santísimo de ese Templo espiritual.

“EL SILBO APACIBLE.”

Hemos tenido la introducción de este tema que estaremos estudiando pasado mañana, domingo, como en la escuela bíblica del domingo, en ese estudio bíblico que hacemos todos los domingos.

Así que es importante estar conscientes del tiempo en que estamos y de las cosas que Cristo ha prometido hacer en medio de Su Iglesia en este tiempo final, en la Edad de Piedra Angular. Y una de las cosas que hará también es completar a Su Iglesia en la Edad de Piedra Angular.

Para lo cual, si hay alguno que todavía no ha recibido a Cristo lo puede hacer en estos momentos, y estaremos orando por usted; para lo cual puede pasar al frente y oraremos por usted. En otros países también pueden venir a los Pies de Cristo, para que Cristo les reciba en Su Reino.

Mañana estaré nuevamente con los jóvenes, y el domingo estaré con todos aquí, jóvenes, niños y adultos y ancianos, para la escuela bíblica, para el estudio bíblico del próximo domingo; y estaremos viendo este mismo tema con más detalles y más tiempo, solamente hoy fue la introducción.

En los demás países también pueden venir a los Pies de Cristo para que Cristo les reciba. Recuerde que cuando se complete la Iglesia del Señor Jesucristo ya no habrá más llamamiento para que vengan a los Pies de Cristo, porque ya se habrá cerrado la puerta; recuerde que Cristo dice que la puerta se va a cerrar.

En la parábola de las diez vírgenes, dice que cuando las vírgenes insensatas o fatuas vinieron, ya las vírgenes prudentes habían entrado con Cristo a las Bodas y la puerta se había cerrado.

Y también en San Lucas, capítulo 13, versos 27 en adelante, nos dice: “Cuando el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, entonces comenzarán a decir la gente: Hemos visto, hemos oído, y predicaste, enseñaste en nuestras plazas; pero Él dirá: No os conozco.”

Son conocidos los que lo reciben como Salvador, son desconocidos los que no le reciben; porque son conocidos los que están en el Redil, Él los conoce por su nombre y los llama, y los coloca en Su Redil como ovejas, así Cristo a las personas siendo Cristo el Buen Pastor.

“Mis ovejas oyen mi Voz, y yo las conozco, y yo las llamo por su nombre.” [San Juan 10:27]

Así que cuando la persona recibe a Cristo es que Cristo lo ha llamado directamente al alma, y la persona ha respondido al llamado de Dios.

Vamos a estar en pie para orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo en esta ocasión.

Los que están en otros países también pueden estar puestos en pie para orar por las personas que en diferentes países también han venido a los Pies de Cristo para recibirlo como su único y suficiente Salvador.

Con nuestros rostros inclinados y nuestros ojos cerrados, oremos:

Padre nuestro que estás en los Cielos, vengo a Ti con todas estas personas que están recibiendo a Cristo como único y suficiente salvador. Recíbelos en Tu Reino. Te lo ruego en el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.

Y ahora, repitan conmigo esta oración que estaremos haciendo en esta ocasión:

Señor Jesucristo, oí Tu Palabra, Tu Voz, como silbo apacible, y nació Tu fe en mi alma, en mi corazón. 

Creo en Ti con toda mi alma, creo en Tu Primera Venida, creo en Tu Nombre como el único nombre bajo el Cielo, dado a los hombres, en que podemos ser salvos. Creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario como el sacrificio de expiación por nuestros pecados.

Ha nacido Tu fe en mí. Doy testimonio de Tu fe en mí y te recibo como mi único y suficiente Salvador.

Te ruego perdones mis pecados y con Tu Sangre me limpies de todo pecado, y me bautices con Espíritu Santo y Fuego luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre, y produzcas en mí el nuevo nacimiento.

Quiero nacer en Tu Reino, quiero vivir eternamente Contigo en Tu Reino. Haz una realidad la salvación que ganaste para mí en la Cruz del Calvario. Te lo ruego en Tu Nombre Eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén.

Por cuanto ustedes han creído en Cristo de todo corazón, la pregunta desde lo profundo de vuestra alma, de vuestro corazón, es: “¿Cuándo me pueden bautizar?”

Por cuanto ustedes han creído en Cristo de todo corazón, bien pueden ser bautizados; y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo nacimiento. Y nos continuaremos viendo eternamente en el Reino de Cristo nuestro Salvador.

Dejo al reverendo Miguel Bermúdez Marín, misionero de Dios, para que les diga cómo hacer para ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo; y en cada país dejo al ministro correspondiente para que haga en la misma forma.

Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de la Voz de Cristo en este tiempo final como un silbo apacible, como aquel silbo apacible que escuchó el profeta Elías en el monte Horeb.

Así en el Monte de Dios bajo el Nuevo Pacto, que es la Iglesia del Señor Jesucristo, escuchamos la Voz de Cristo el Ángel Fuerte, la Voz del Espíritu Santo como un silbo apacible, que llega a lo profundo de nuestra alma y nos trae paz, amor y felicidad a nuestra alma.

Que Dios les bendiga, y continúen pasando una noche feliz, llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador.

Ya tenemos al misionero Miguel Bermúdez Marín, para que les indique cómo hacer para ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo; y en cada país dejo al ministro correspondiente para que haga en la misma forma.

Continúen pasando una noche feliz, llena de las bendiciones de Cristo, escuchando el silbo apacible, la Voz de Dios, la Voz de Cristo el Ángel del Pacto hablándonos directamente a nuestra alma, a nuestro corazón.

Continúen pasando una noche feliz. Dios les bendiga y les guarde a todos

“EL SILBO APACIBLE.”

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