La Venida de la Piedra Angular y la destrucción del reino de los gentiles

Muy buenos días y buenas tardes (para los que están en otros países de tarde). Es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Para esta ocasión leemos en el libro del profeta Daniel, comenzando en el capítulo 2, versos 25 en adelante. Dice:

“Entonces Arioc llevó prontamente a Daniel ante el rey, y le dijo así: He hallado un varón de los deportados de Judá, el cual dará al rey la interpretación.

Respondió el rey y dijo a Daniel, al cual llamaban Beltsasar: ¿Podrás tú hacerme conocer el sueño que vi, y su interpretación?

Daniel respondió delante del rey, diciendo: El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey.

Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. He aquí tu sueño, y las visiones que has tenido en tu cama:

Estando tú, oh rey, en tu cama, te vinieron pensamientos por saber lo que había de ser en lo por venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser.

Y a mí me ha sido revelado este misterio, no porque en mí haya más sabiduría que en todos los vivientes, sino para que se dé a conocer al rey la interpretación, y para que entiendas los pensamientos de tu corazón.

Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible.

La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce;

sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido.

Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó.

Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra.

Este es el sueño; también la interpretación de él diremos en presencia del rey.

Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad.

Y dondequiera que habitan hijos de hombres, bestias del campo y aves del cielo, él los ha entregado en tu mano, y te ha dado el dominio sobre todo; tú eres aquella cabeza de oro.

Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra.

Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo.

Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro cocido.

Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte, y en parte frágil.

Así como viste el hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro.

Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre,

de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla. Nuestro tema para esta plática es:

“LA VENIDA DE LA PIEDRA ANGULAR Y LA DESTRUCCIÓN DEL REINO DE LOS GENTILES.”

En este sueño que le dio Dios al rey Nabucodonosor y se lo interpretó el profeta Daniel, tenemos la trayectoria del reino de los gentiles, que comenzó con Nabucodonosor, representado en la cabeza de oro; continuó con el reino medo-persa, representado en el pecho y los brazos de plata; y continuó con el reino de Grecia, de Alejandro el Grande, representado en el vientre y los muslos de bronce. Y pasa luego al reino romano, representado en las piernas de hierro, el imperio de Roma; y luego de eso, pasa en esa misma etapa de Roma, pasa a los pies de hierro y de barro cocido.

El reino de los gentiles se encuentra actualmente en los pies de hierro y de barro cocido: la última etapa del reino de los gentiles, que terminará en la Venida del Señor Jesucristo con su destrucción. La destrucción del reino de los gentiles será pronto, porque se encuentra en los pies de hierro y de barro cocido; y la Venida de Cristo es la que le pone fin al reino de los gentiles.

Cristo viene en un caballo blanco, en Apocalipsis, capítulo 19; y los que vienen con Él son los creyentes en Cristo de las diferentes etapas de la Iglesia, son resucitados en el Día Postrero; y ese es el Ejército celestial que viene con Cristo en Su Venida, para el establecimiento del Reino de Dios. Porque no pueden estar presentes dos reinos a la vez, el reino de los gentiles y el Reino de Dios.

Por lo tanto, el Reino de Dios será establecido en la Tierra, y habrá un David, no David literal, sino un David, el Mesías-Príncipe, el Hijo de David que se sentará en el Trono de David, y restaurará el Reino de David, y reinará por el Milenio y luego por toda la eternidad.

El Ángel Gabriel cuando le apareció a la virgen María, le dice que va a tener ella un niño, va a concebir del Espíritu Santo, va a tener un niño, y que le ponga por nombre Jesús, y que Dios le dará el Reino, el Trono de David su padre, y reinará para siempre (San Lucas, capítulo 1, versos 30 al 36). El heredero de ese Reino es Cristo, y los coherederos son los creyentes en Cristo de las diferentes etapas de la Iglesia.

En el libro de “Los Sellos,” dice el reverendo William Branham que el jinete que viene en Apocalipsis 19, es Cristo con los redimidos por la Sangre de Cristo. Y nos dice que eso será la Venida del Señor para establecer Su Reino en esta Tierra.

Él viene a Su Iglesia que estará viva en el Día Postrero, el Cuerpo Místico de Cristo, en la etapa o Edad de la Piedra Angular; y viene Cristo con los santos que durmieron o murieron físicamente, vienen para recibir sus cuerpos físicos, glorificados; o sea, ser resucitados en cuerpos eternos, inmortales y jóvenes para toda la eternidad; y los veremos, a Cristo y a todos los santos resucitados; y cuando los veamos, seremos transformados, dice el reverendo William Branham.

O sea que aunque para el reino de los gentiles el panorama que presenta la Escritura es de tristeza, de dolor, de destrucción; para los creyentes en Cristo es de gloria; porque será establecido el Reino de Dios en la Tierra. Por eso se le llama el Reino de David, y al trono se le llama el Trono de David; porque el Reino de Dios en la Tierra es el Reino de David.

Cristo está sentado en el Trono celestial y gobierna toda la Creación, todos los reinos invisibles; Cristo es el Rey, Él es el heredero de toda la Creación; y por Él fue creada toda la Creación.

Por lo tanto, Cristo, la Piedra no cortada de manos en el Monte y del Monte de Dios, se manifestará, se revelará en este tiempo final; lo cual dará punto final al reino de los gentiles, y vendrán los juicios divinos sobre el reino de los gentiles. Porque dos reinos no pueden estar existiendo a la misma vez.

Por lo tanto, estemos preparados, porque cada día que pasa se acerca más el tiempo de nuestra redención, de nuestra adopción, que es la redención del cuerpo, nuestra transformación. Entonces todos seremos jovencitos, con cuerpos interdimensionales y con todo el poder de Dios en nosotros. Estemos preparados.

Cada día se ponen mejor las cosas para los creyentes en Cristo; para el mundo se ponen cada día peor, pero para el creyente es diferente: cada día Dios nos da más revelación de Su Programa correspondiente a este tiempo final. Por lo cual le damos gracias a Cristo que nos bendice con abundancia de revelación, y nos abre el entendimiento para comprender.

“LA VENIDA DE LA PIEDRA ANGULAR Y LA DESTRUCCIÓN DEL REINO DE LOS GENTILES.”

La Piedra Angular es la Venida de Cristo. Y el reino de los gentiles y su destrucción, que ha estado gobernando sobre el planeta Tierra desde la caída del ser humano en el Huerto del Edén; y que en la visión o sueño del rey Nabucodonosor es representado el reino de los gentiles en una estatua que vio el rey Nabucodonosor; en donde él, el rey Nabucodonosor, es la cabeza del reino de los gentiles de esa primera etapa.

Por lo tanto, Dios le mostró al rey lo que ha de suceder, y le muestra lo que ha de suceder en el tiempo final. Le mostró el reino de los gentiles desde la cabeza hasta los pies. Y nosotros estamos representados en el Cuerpo Místico de Cristo, la Iglesia, que comenzó en la parte de los pies y actualmente se encuentra en la parte de la cabeza. La cabeza es Cristo, y Él es el Rey.

Mientras el reino de los gentiles va bajando, va decayendo al pasar por diferentes etapas, el Reino de Cristo va subiendo, subiendo de una edad a otra edad, va creciendo; y ya se encuentra el Reino de Cristo en la etapa de Piedra Angular; o sea que está en la etapa de coronación, la Iglesia del Señor Jesucristo en la Edad de la Piedra Angular.

La Iglesia también es el Templo de Dios, Templo de Jesucristo, donde Él mora en Espíritu Santo desde el Día de Pentecostés. Desde el Día de Pentecostés Cristo mora en medio de Su Iglesia. Él dijo: “Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” San Mateo, capítulo 28, verso 20. Y también dijo: “Donde estén dos o tres reunidos en mi nombre, yo estaré.” San Mateo, capítulo 18, verso 20.

Cristo está en medio de Su Iglesia, de edad en edad, pasando de una edad a otra, en donde llama los escogidos de cada edad por medio del mensajero correspondiente a cada edad. Y en nuestro tiempo el llamado es en la parte más alta del Templo espiritual de Cristo, que es la Edad de la Piedra Angular; y por cuanto es un Templo espiritual, la etapa correspondiente a este tiempo es la Edad de Oro.

El reino de los gentiles comenzó con oro y ya está con hierro y barro; miren cómo se ha devaluado el reino de los gentiles. Una cabeza de oro vale mucho, pero unos pies de hierro y barro cocido tienen muy poco valor. Y en la Iglesia del Señor Jesucristo se comenzó de abajo hacia arriba, y ya se encuentra en la etapa de la cabeza de oro del Reino de Dios.

Recuerden que Él es la Piedra de Corona, Él es el Rey, que viene con un nombre que nadie conoce sino Él mismo. Conforme a como dice Apocalipsis, capítulo 19, versos 11 en adelante.

Este es el tiempo de más bendición para los creyentes en Cristo, el tiempo de más revelación divina para todos los creyentes en Cristo. Es el tiempo de la revelación divina correspondiente al lugar santísimo, allá en el tabernáculo que construyó Moisés y en el templo que construyó el rey Salomón. Era en el lugar santísimo, sobre el propiciatorio (que es la tapa del arca del pacto), donde estaba la presencia de Dios en medio de los dos querubines de oro.

Y ahora en la Iglesia del Señor Jesucristo estamos en esa etapa de oro, esa etapa del Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo.

Podemos ver que en el tabernáculo que construyó Moisés y el templo que construyó el rey Salomón, el lugar santísimo era de oro por dentro y por fuera. Es el oro lo que representa la Divinidad, porque Dios estaba en ese lugar. Y por eso la Edad de Piedra Angular es la Edad de Oro de la Iglesia, porque es la etapa para y de la Venida del Señor a Su Iglesia, para coronar Su Iglesia y reinar con Su Iglesia durante el Reino Milenial del Mesías.

Estemos preparados, porque algo grande se prepara en el Programa Divino, en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo; y todo eso es en la Edad de Piedra Angular. Por lo tanto, estemos unidos con amor divino los unos con los otros, trabajando siempre con amor divino en la Obra del Señor, y de todo corazón.

Vuestra recompensa en el Cielo es grande, para los creyentes en Cristo de este tiempo final. Son los más bienaventurados. Solamente con pertenecer a la Edad de Oro, la Edad del Lugar Santísimo, es el privilegio más grande que puede tener una persona. Es la etapa para la revelación, manifestación, Venida del Hijo del Hombre a Su Reino; y Su Reino es Su Iglesia.

Por lo tanto, estemos preparados, con nuestros corazones apercibidos, para disfrutar todas las bendiciones de Dios para Su pueblo en este tiempo final.

Los ministros bien unidos unos con otros, y las congregaciones bien unidas trabajando en el Programa Divino; y teniendo todo lo que se requiere para tener los mensajes en videos, en folletos y por transmisión de satélite.

Estemos preparados porque las bendiciones más grandes para la Iglesia corresponden a este tiempo final.

Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles este saludo y deseándoles grandes bendiciones de parte de Dios: las bendiciones prometidas para los ministros y congregaciones del tiempo final.

Que Dios les bendiga y les guarde. Y continúen pasando una tarde feliz, llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador.

Dejo con ustedes al reverendo Andrés Cruz Gallegos para continuar.

“LA VENIDA DE LA PIEDRA ANGULAR Y LA DESTRUCCIÓN DEL REINO DE LOS GENTILES.”

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