Un profeta como Moisés – Introducción

Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes aquí en Panamá, Panamá, y todos los ministros aquí presentes y sus congregaciones, y también los ministros en diferentes naciones y sus congregaciones que están conectadas con esta transmisión.

Y un saludo muy especial para el misionero doctor Miguel Bermúdez Marín y el ministro allá en Maracaibo, Venezuela, Jairo Ordóñez, donde se encuentra el misionero Miguel Bermúdez Marín, y toda la congregación allá. Que Dios les bendiga a todos, les guarde, nos abra las Escrituras y el entendimiento para entender.

Quiero extender mis condolencias y las condolencias de la Iglesia La Gran Carpa Catedral en Cayey, Puerto Rico, por la partida del señor (Gil) Gilberto Rivera Rodríguez, a sus hijos… su esposa Raquel Vázquez Santiago de Rivera, y a sus hijos: Gil Alberto Rivera (Gilito), Gabriel Rivera, Obed Rivera, Saralis Wons e Iliadelis Hernández; y a sus nietos: Elizabeth Rivera, Sharon Rivera, Sharelly Rivera, Jennifer Rosario, Jessica Hernández, Jalissa Guerra, Aarón Guerra, Kiana Rivera, Gabriel Rivera, Julián Rivera, y todos los demás familiares de Gilberto Rivera Rodríguez, que ha partido en estos días.

Reciban mis condolencias y las condolencias de la Iglesia en Cayey, Puerto Rico, La Gran Carpa Catedral; y sepan que cuando la persona parte de esta Tierra todavía está viva pero en otro cuerpo, esperando la resurrección. Por lo tanto, todos los creyentes en Cristo cuando mueren van al Paraíso, esperan la resurrección para volver a vivir en un cuerpo físico, eterno y joven para toda la eternidad.

Por lo tanto, los creyentes en Cristo, dice San Pablo que son consolados con estas palabras de Dios, de parte de San Pablo, de que habrá una resurrección de todos los creyentes en Cristo en cuerpos eternos, cuerpos glorificados y jóvenes para toda la eternidad.

Y sean consolados vuestros corazones en estas palabras, todos los familiares de Gil (como cariñosamente le llamamos), Gilberto Rivera Rodríguez, padre de Gilito, al cual amamos mucho, Gilito también; Gil Alberto Rivera. Que Dios les bendiga a todos y consuele vuestros corazones.

Ahora leemos la Escritura en Deuteronomio, capítulo 18, versos 15 al 19, que dice de la siguiente manera:

“Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis;

conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera.

Y Jehová me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho.

Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.

Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta”.

Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Hoy viernes, 24 de marzo del 2017, tendremos la introducción del tema de la escuela bíblica del próximo domingo, 26 de marzo del 2017, el cual es: “UN PROFETA COMO MOISÉS”.

Dice Amós, capítulo 3, verso 7: “Porque no hará nada el Señor Jehová, sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos Sus profetas”. Esto es de lo cual Dios habló en Deuteronomio, capítulo 18, verso 15 al 19, lo cual leímos en esta noche.

Los profetas son predestinados desde antes de la fundación del mundo para ser profeta en alguna parte del Programa Divino que Él estará desarrollando aquí en la Tierra.

Por esa causa Dios envía a Sus profetas con las dos consciencias juntas, para que así puedan oír de Dios lo que tienen que hablarle al pueblo de Dios que está bajo el Pacto Divino correspondiente al tiempo en que Dios envía a ese profeta mensajero con la Palabra que le revela, que le da, la cual la pone en su corazón, en su mente y en su boca, para que hable ungido con el Espíritu Santo esa Palabra de Dios para el pueblo que está bajo el Pacto Divino.

Hay profetas enviados para el pueblo judío y hay profetas enviados para todos los pueblos, como dice Dios a Ezequiel y como le habla también al profeta Jeremías; y como también lo fue el profeta Isaías, el cual profetizó para naciones gentiles también; el profeta Elías fue un profeta para judíos y para gentiles también.

Por lo tanto, encontramos que así como hay profetas para un solo pueblo (el cual es Israel, o el cristianismo o Iglesia del Señor Jesucristo), hay profetas que son para los judíos y para los gentiles al mismo tiempo; como lo fue el profeta Elías, como lo fue el profeta Eliseo también, el profeta Jeremías también lo fue. Dice Jeremías, capítulo 1, verso 4 al 10:

“Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo:

Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.

Y yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.

Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.

No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová.

Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.

Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar”.

O sea que Jeremías fue un profeta también para todas las naciones.

Hay también profetas para edades (como lo fueron estos profetas) y hay profetas para dispensaciones. Una edad es un lapso de tiempo de trato de Dios con el pueblo que está bajo el Pacto Divino para ese tiempo, para una parte del Programa de Dios para ese tiempo de Pacto de Dios con el pueblo; pero hay profetas dispensacionales, que cubren toda la dispensación. Hay siete profetas para siete edades de una dispensación.

Por lo tanto, un profeta dispensacional trae el Mensaje de Dios para toda la dispensación. Un profeta para una edad, de una de las edades o etapas de esa dispensación, trae el Mensaje de Dios (de esa dispensación), la parte que le corresponde a la edad en que está viviendo ese mensajero. Por lo tanto, un Mensaje dispensacional es mayor que un mensajero… Un Mensaje y un mensajero dispensacional es mayor que un mensajero y su Mensaje para una etapa de esa dispensación.

También hay siete dispensaciones y hay siete mensajeros dispensacionales. Cuando se habla de un profeta como Moisés, tiene que ser un profeta dispensacional; pero los profetas de edades lo representaron, lo tipificaron temporalmente. Pero el que se queda con el ministerio de un mensajero dispensacional es aquel mensajero para la dispensación que corresponde.

Por ejemplo, las últimas tres dispensaciones son: la Dispensación de la Gracia, y su mensajero es el Señor Jesucristo con el Mensaje de la Gracia, del Evangelio de la Gracia; y en esa dispensación han venido diferentes mensajeros para la Dispensación de la Gracia con los gentiles, comenzando con San Pablo y terminando con el reverendo William Branham.

Después viene el entrelace de la Dispensación de la Gracia con el Mensaje del Evangelio del Reino; y la Dispensación de la Gracia se junta o se entrelaza con la Dispensación del Reino. Por lo tanto, también el mensajero de la Dispensación de la Gracia, el último, se entrelaza con el mensajero de la Dispensación del Reino. Tan sencillo como eso.

Por lo tanto, le toca introducir al mensajero de la séptima edad de la Gracia al mensajero de la Dispensación del Reino; así como Jesús fue introducido por Juan el Bautista, que fue el séptimo mensajero de la Dispensación de la Ley.

Es sencillo todo el Programa Divino; y por eso algunas veces algunos no lo han comprendido, porque lo miran desde el punto de vista intelectual, pero es más sencillo de lo que las personas se imaginan.

Un profeta como Moisés es un profeta dispensacional. Y ese es el tema para la escuela bíblica y estudio bíblico del próximo domingo, Dios mediante.

Por medio de ese profeta como Moisés, como lo fue Moisés y como lo fue Jesús, es que en medio del cristianismo habrá una revelación grande de parte de Dios para darle la fe para ser transformados a los creyentes en Cristo del tiempo final, que serán llamados, juntados, preparados para ser transformados recibiendo la fe de rapto o fe de transformación correspondiente a este tiempo final, en la Edad de la Piedra Angular; edad paralela a la edad de la Primera Venida de Cristo. Así será en este tiempo final.

Por eso Dios envió al precursor de la Segunda Venida de Cristo, al reverendo William Branham, así como había enviado a Juan el Bautista para precursar la Primera Venida de Cristo en la Edad de Piedra Angular de aquel tiempo.

Por lo tanto, el mensajero dispensacional Jesucristo, en aquel tiempo vino a ser la Piedra del Ángulo que los edificadores desecharon, la Piedra que coronaba la Iglesia del Antiguo Testamento bajo el Pacto que le fue dado bajo la Ley.

Y ahora, Jesucristo fue un profeta como Moisés, un profeta dispensacional; por eso Su Mensaje cubre toda la Dispensación de la Gracia, como el Mensaje de Moisés cubre toda la Dispensación de la Ley.

El Mensaje del mensajero que vendrá en el Día Postrero, del cual el reverendo William Branham fue el precursor de ese mensajero que vendrá en este tiempo final —que será un profeta como Moisés—, su Mensaje cubrirá toda la Dispensación del Reino. Tan sencillo como eso.

Eso será un Mensaje dispensacional, lo que traerá ese mensajero como Moisés, ese mensajero, ese profeta como Moisés.

El próximo domingo, Dios mediante, tendremos el estudio; hoy es solamente una introducción; pero el próximo domingo, en el estudio bíblico de la escuela bíblica, tendremos más detalles sobre este tema: “UN PROFETA COMO MOISÉS”.

Pasen todos muy buenas noches. Pero antes, si hay alguna persona que todavía no ha recibido a Cristo como Salvador, lo puede hacer en estos momentos; y estaremos orando por usted para que Cristo le reciba en Su Reino.

Los que están en otras naciones también pueden venir a Cristo nuestro Salvador para recibirlo como único y suficiente Salvador, para que Cristo lo reciba en Su Reino y lo coloque en Su Cuerpo Místico de creyentes.

Recuerden que es Jesucristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia el que recibe y coloca en Su Reino a los que lo reciben como su único y suficiente Salvador; porque no hay otro nombre en el cual podamos ser salvos, excepto en el Nombre del Señor Jesucristo [Hechos 4:12]. Así es en la Dispensación de la Gracia.

Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo nuestro Salvador.

Con nuestros rostros inclinados, nuestros ojos cerrados:

Padre celestial, vengo a Ti en el Nombre del Señor Jesucristo con todas estas personas que aquí y en otros países están recibiendo a Cristo como único y suficiente Salvador. Recíbeles en Tu Reino. Te lo ruego en el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.

Ahora repitan conmigo esta oración que estaré haciendo por todos ustedes:

Padre celestial, en el Nombre del Señor Jesucristo vengo a Ti, y presento a Ti, Señor Jesucristo, todas estas personas que te están recibiendo como único y suficiente Salvador.

Te ruego los recibas en Tu Reino, perdones sus pecados, con Tu Sangre los limpies de todo pecado y les des vida eterna. Te lo ruego en Tu Nombre Eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén.

Y ahora, los que han recibido a Cristo como Salvador preguntarán: “¿Cuándo nos pueden bautizar? Porque Cristo dijo: ‘El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”. (San Marcos, capítulo 16, versos 15 al 16). Por lo tanto, bien pueden ser bautizados los que han recibido a Cristo como único y suficiente Salvador.

En el bautismo en agua, recuerden que lo que quita los pecados es la Sangre de Cristo, pero el bautismo en agua fue ordenado por el Señor Jesucristo porque en el bautismo en agua la persona se identifica con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección.

Recuerden que estábamos en Cristo como genes del pensamiento divino; así como estábamos en nuestro padre terrenal físicamente, así también estábamos en Cristo eternamente; por eso el bautismo en agua nos identifica con Cristo nuestro Salvador.

Aun el mismo Jesucristo fue bautizado por Juan el Bautista; y cuando subía de las aguas bautismales vino el Espíritu Santo sobre Él, fue ungido con el Espíritu Santo. Y así también, primero es bautizada la persona y después Dios lo bautiza con Espíritu Santo y Fuego.

En algunas ocasiones recibieron el Espíritu Santo y luego fueron bautizados, pero lo normal es ser bautizados primero y luego Dios los llena del Espíritu Santo.

Pueden ser bautizados cuando… El ministro aquí les dice que hoy pueden ser bautizados; así que pueden ser bautizados.

Recuerden que en la Iglesia primitiva enseguida que creían eran bautizados; y el eunuco cuando iba con Felipe, y Felipe le habló (porque él quería saber qué decía, qué significaba una profecía, una escritura), él le habló el cumplimiento de esa escritura, el cumplimiento en Jesucristo; y él dijo: “¿Puedo ser bautizado? Allí hay agua”. Enseguida que creyó vio las aguas donde podía ser bautizado, y Felipe lo bautizó [Hechos 8:26-39].

Así que ¿hay agua? Si hay agua, pueden ser bautizados; y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo nacimiento. Y hasta el próximo domingo, Dios mediante, en el estudio bíblico de la escuela dominical.

Dios les bendiga, y pasen todos muy buenas noches.

Dejo con ustedes al ministro Ariel Cerrud en estos momentos.

“UN PROFETA COMO MOISÉS”.