Muy buenos días para todos los presentes, ministros y hermanos de diferentes lugares presentes; y también un saludo para el misionero doctor Miguel Bermúdez Marín allá en La Trilla, San Felipe, Venezuela, y los ministros que están allá reunidos y sus congregaciones allá presentes; y al reverendo Neudis Fermín, ministro allí en La Trilla, San Felipe, Venezuela; y también extiendo mis saludos para todos los ministros y sus congregaciones en los diferentes países que están conectados con esta actividad.
Que Dios les bendiga grandemente, y nos abra el entendimiento y las Escrituras para comprender el tiempo en que estamos viviendo.
Mi agradecimiento a todos los que están respaldando el proyecto de La Gran Carpa Catedral. Que Dios les bendiga grandemente, les prospere espiritualmente y materialmente, y les use grandemente en Su Obra en este tiempo final; y les recompense en el Reino de Dios grandemente cuando el Reino de Dios esté establecido en la Tierra. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.
Ahora leemos en San Mateo, capítulo 17, verso 1 en adelante; y también leeremos en el capítulo 16, verso 27 al 28, de San Mateo. Dice así San Mateo 16, verso 27 al 28:
“Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.
De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino”.
Y pasamos al capítulo 17, comenzando en el verso 1:
“Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto;
y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.
Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.
Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías.
Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd”.
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema para esta ocasión de escuela bíblica es: “LA TRAYECTORIA DEL MINISTERIO DE ELÍAS POR CINCO VECES”.
El ministerio de Elías se repite en la Escritura en diferentes ocasiones; son cinco veces que el ministerio de Elías es manifestado en la Tierra. La primera ocasión fue en Elías Tisbita, ungido con el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo, el cual operó ese ministerio en Elías Tisbita; es el Espíritu Santo operando ese ministerio que operó en Elías Tisbita.
Luego lo encontramos, ese ministerio de Elías por segunda vez, en Eliseo, sucesor de Elías como profeta. Cuando Elías fue al otro lado del Jordán, antes de pasar le dice a Eliseo: “Pide lo que quieras”. Eliseo le dijo: “Yo quiero una doble porción del espíritu que está en ti”.
Ese supo pedir. Ese tenía su mente y su mirada enfocada en el Programa Divino. No pidió millones de dólares, no pidió oro ni plata, sino una doble porción del espíritu que estaba en Elías. Elías mismo dijo: “Cosa difícil has pedido. Pero si me ves cuando yo sea tomado de entre ti, te será concedido; si no, no te será concedido”[1].
Una doble porción; tipo y figura del ministerio de los Dos Olivos para el tiempo final, tipo y figura de lo que fue mostrado en el Monte de la Transfiguración: Moisés y Elías hablando con el Señor en esa visión que le fue mostrada a los apóstoles, donde está mostrada la Venida del Señor con Sus Ángeles. Y Sus Ángeles son Moisés y Elías, los Dos Olivos de Zacarías, capítulo 4, versos 11 al 14, y Apocalipsis, capítulo 11, verso 1 al 14.
Esos son los ministerios de Moisés y Elías prometidos para ser manifestados en el tiempo final; una doble porción ministerial del espíritu de Elías está prometido para este tiempo final.
Por lo tanto, aquello que sucedió allá con Eliseo pidiendo y recibiendo una doble porción, es tipo y figura del ministerio de los Dos Olivos para el tiempo final, porque en el Monte de la Transfiguración aparecieron Moisés y Elías hablando con Jesucristo con relación a Su ida a Jerusalén.
Allí está mostrado el Programa Divino de la Venida del Señor con Sus Ángeles, para enviarlos y llamar y juntar 144.000 hebreos, 12.000 de cada tribu. Pero antes el Señor llama y junta los escogidos de Su Iglesia en este tiempo final; y completa Su Iglesia, le da la fe para ser transformados, la cual gira alrededor de la Venida del Señor con Sus Ángeles, la cual gira alrededor del Séptimo Sello, que es la Venida del Señor.
Y Su Voz clamando como cuando un león ruge en Apocalipsis, capítulo 10, habla; y lo que habla es la revelación del Séptimo Sello, la revelación de la Venida del Señor con Sus Ángeles para el tiempo final; lo cual, al serle revelado a la Iglesia del Señor Jesucristo, le dará la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, al Cielo, a la Casa de nuestro Padre celestial.
Ese es el Programa Divino contenido en el Séptimo Sello, que es revelado en Apocalipsis, capítulo 10, luego que el Séptimo Sello es abierto en Apocalipsis, capítulo 8, y le es dicho a Juan: “No escribas lo que los Truenos han hablado”.
En el capítulo 8 y capítulo 10 está el misterio del Séptimo Sello, el misterio de la Segunda Venida de Cristo con Sus Ángeles, con los Dos Ungidos, con Moisés y Elías, que son los ministerios que llamarán y juntarán 144.000 hebreos, 12.000 de cada tribu.
Lo que es el Séptimo Sello para la Iglesia del Señor Jesucristo, la Venida del Señor, es el Sexto Sello para los judíos: los ministerios de los Dos Olivos, los ministerios de Moisés y Elías para los judíos. Ahí está el misterio correspondiente a este tiempo final, que le será revelado a la Iglesia del Señor Jesucristo para obtener la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Ahora, la trayectoria del ministerio de Elías por cinco veces está en la Escritura. La primera fue en Elías Tisbita, la manifestación de ese ministerio del Espíritu Santo operado en Elías Tisbita; luego, la segunda vez que ese espíritu —que estaba en Elías Tisbita— fue manifestado por segunda vez, fue en Eliseo con una doble porción; la tercera vez en la trayectoria del ministerio de Elías, la tercera ocasión fue en Juan el Bautista, del cual Cristo dijo: “Él es aquel Elías que había de venir”. (Capítulo 17 de San Mateo, versos 1 al 13).
Luego, la cuarta ocasión en que el espíritu ministerial de Elías es manifestado en la Tierra es en medio del cristianismo, en el reverendo William Branham; esa es la cuarta ocasión del ministerio de Elías operado en un hombre en medio de la raza humana: precursando la Segunda Venida de Cristo, así como Juan el Bautista precursó la Primera Venida de Cristo.
Luego, la quinta ocasión en que Elías, el ministerio de Elías es manifestado, es en la manifestación de los Dos Olivos, que son Moisés y Elías. Esos ministerios serán manifestados en este tiempo final para llamar y juntar 144.000 hebreos, 12.000 de cada tribu. Esa es la trayectoria del ministerio de Elías por cinco ocasiones.
Así como vino al principio con Elías Tisbita y luego con Eliseo, los cuales se conocieron y fue el sucesor, Eliseo fue el sucesor de Elías… Por eso los hijos de los profetas cuando vieron que Elías se fue, cruzó el Jordán con Eliseo y fue arrebatado al Cielo en un carro de fuego (o platillo volador, como le llaman actualmente), luego Eliseo tomó el manto de Elías que se le había caído y lo dobló como había hecho Elías, hirió las aguas del Jordán, y se abrieron como se habían abierto cuando Elías las abrió con su manto para cruzar al otro lado; los hijos de los profetas dijeron: “El espíritu de Elías ha reposado sobre Eliseo”[2].
Y es así; cada vez que aparece un hombre en el cual se esté cumpliendo la manifestación de Elías, del espíritu ministerial de Elías, ahí es un momento importante en la trayectoria del ministerio de Elías por cinco veces.
La quinta ocasión es para este tiempo final, y esa manifestación de Elías por quinta ocasión viene acompañada con la manifestación de Moisés.
Estos ministerios son los ministerios de Zacarías, capítulo 4, versos 1 al 14, mencionados como los Dos Olivos, los Dos Candeleros; los Dos Olivos de Apocalipsis también, capítulo 11, versos 1 al 14.
Por lo tanto estemos preparados, porque lo que es la Venida del Señor para el Día Postrero para el cristianismo, es el Sexto Sello, la venida de Moisés y Elías para los judíos, en la trayectoria del ministerio de Elías por cinco ocasiones.
Estamos en el tiempo en que los judíos van a ver y a recibir a Elías en su quinta manifestación ministerial, acompañado con Moisés, con el ministerio de Moisés para el tiempo final. Eso fue lo que fue mostrado en el Monte de la Transfiguración, lo cual es la visión de la Segunda Venida de Cristo con Sus Ángeles, los cuales son Moisés y Elías. Por eso en San Mateo, capítulo 24, verso 30 al 31, dice:
“Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”.
El Hijo del Hombre en Su Venida en el tiempo final envía Sus Ángeles, los Dos Olivos, Moisés y Elías, los Dos Olivos de Zacarías, capítulo 4, que son los mismos Dos Olivos de Apocalipsis, capítulo 11, para llamar y juntar 144.000 hebreos, 12.000 de cada tribu.
Cuando ustedes vean a los hebreos, los judíos, buscando a Moisés y Elías, a los Dos Ungidos, recuerden: ellos estarán presentes en este tiempo final, siendo enviados por el Hijo del Hombre, conforme a como está prometido.
Ahí está el misterio de la Venida del Señor para los judíos y ahí está el misterio de la Venida del Señor para la Iglesia del Señor Jesucristo; misterio que se ha mantenido en silencio por miles de años; es el misterio más grande de la Biblia. Por eso en el capítulo 8 de Apocalipsis, cuando el Séptimo Sello fue abierto, hubo silencio en el Cielo como por media hora.
Es que ese misterio es para ser revelado a la Iglesia del Señor Jesucristo; y no puede ser revelado hasta cierto tiempo, para que no haya imitaciones. Porque hay muchos imitadores siempre, que tratan de sacar ventaja y pervertir la verdad divina para el tiempo en que ellos viven.
Por tanto, ese misterio de la Venida del Señor con Sus Ángeles todavía está en secreto, sin identificar todavía ese misterio, para que no haya imitaciones. Y ese misterio será abierto en la trayectoria del ministerio de Elías por quinta ocasión; porque los Ángeles que el Hijo del Hombre envía para llamar y juntar a los escogidos: los escogidos son 144.000 hebreos, 12.000 de cada tribu; y los Ángeles son los Dos Olivos, los ministerios de Moisés y Elías, llamando y juntando a los escogidos del pueblo hebreo.
Y en el tiempo final, el Hijo del Hombre llama y junta a los escogidos de Su Iglesia, les da la fe para ser transformados y raptados, y resucitar a los muertos creyentes en Cristo en cuerpos glorificados y eternos. Y cuando todos estemos transformados, con cuerpos nuevos, eternos, inmortales y jóvenes para toda la eternidad, seremos arrebatados con el Señor para ir a la Cena de las Bodas del Cordero, a la Casa de nuestro Padre celestial.
Eso es lo que nos enseña la Biblia para este tiempo final; y tenemos que ser realistas y conocer cuáles son las promesas divinas para Su Iglesia para este tiempo final.
Dios les bendiga y les guarde a todos.
“LA TRAYECTORIA DEL MINISTERIO DE ELÍAS POR CINCO VECES”.
[Revisión enero 2024]
[1] 2 Reyes 2:9-10
[2] 2 Reyes 2:15