Abriendo el entendimiento con las Escrituras

Muy buenas tardes, amables amigos y hermanos presentes, radioyentes y televidentes. Es para mí un privilegio muy grande estar con ustedes aquí en Asunción, Paraguay, para compartir unos momentos de compañerismo alrededor del Programa Divino; y ver claramente cómo entender las Escrituras, y así comprender el Programa Divino correspondiente a nuestro tiempo.

Dice San Lucas, capítulo 24, versos 36 al 51 (esto fue cuando ya Jesucristo había resucitado); dice:

“Mientras ellos aún hablaban de estas cosas (o sea, de la resurrección de Cristo), Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros.

Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu.

Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos?

Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.

Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies.

Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer?

Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel.

Y él lo tomó, y comió delante de ellos.

Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.

Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras;

y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;

y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.

Y vosotros sois testigos de estas cosas.

He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto”.

Que Dios bendiga nuestros corazones y nos permita entender Su Palabra.

Cristo en esta ocasión, así como hizo con los caminantes de Emaús1, les abrió las Escrituras; y por medio de abrir las Escrituras les abrió el entendimiento para poder comprender estas Escrituras que estaban cumpliéndose en aquel tiempo.

Es muy importante tener las Escrituras abiertas; y esto no quiere decir abrir la Biblia, sino tener la revelación divina de lo que las Escrituras correspondientes al tiempo en que uno vive significan; y esto solamente viene por medio de la revelación divina dada por el Espíritu de Dios al ángel mensajero de la edad en que la persona está viviendo.

Y el ángel mensajero, ungido con el Espíritu de Dios, habla esa revelación, o sea, predica el Mensaje que Dios le da, y por medio de la revelación divina trae todas esas Escrituras abiertas al pueblo; y el entendimiento de las personas va siendo abierto a medida que van escuchando esas Escrituras siendo abiertas por el mensajero de su tiempo.

La enseñanza de la Palabra de Dios, del mandamiento divino, es Luz que alumbra el alma de las personas.

“Lámpara es a mis pies tu palabra,

Y lumbrera a mi camino”.

Salmo 119, verso 105. Así dijo el salmista hablando de la Palabra de Dios.

Y el apóstol San Pedro, también hablando acerca de la Palabra de Dios, la Palabra profética, nos dice en Segunda de Pedro, capítulo 1, versos 19 en adelante, dice:

“Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;

entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,

porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”.

Ahora podemos ver cómo fue que vino la Palabra profética, las Escrituras; y podemos ver que las Escrituras es como una antorcha que alumbra en lugar oscuro hasta que el día esclarezca, y podamos ver todas esas Escrituras y el significado de ellas.

Ahora, ¿para cuándo es que el día esclarecerá y podremos ver todas esas Escrituras como son? Cuando nos habla del día esclarecer, nos está hablando de un nuevo día que tiene que comenzar con la luz del sol saliendo.

Y Cristo es la Luz del mundo2; y Cristo, siendo la Luz del mundo, está representado en el sol.

Y por eso en el Monte de la Transfiguración, cuando Cristo mostró —en esa visión— la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles en Su Reino: se transfiguró delante de Sus apóstoles Pedro, Jacobo y Juan, y Su rostro resplandeció como el sol3; porque el sol representa a Cristo como Rey de reyes y Señor de señores; porque el sol es el astro rey, y Jesucristo es el Rey de reyes y Señor de señores.

Y Jesucristo el Rey de reyes y Señor de señores, en un nuevo día dispensacional, en el nuevo día de la Dispensación del Reino, nace en Su Venida en medio de Su Iglesia; y viene resplandeciendo como el sol y alumbrando el entendimiento de todos los escogidos de Dios, con las Escrituras siendo abiertas por la Luz de Dios, que es Cristo manifestado como el Sol de Justicia resplandeciendo y alumbrando todas estas Escrituras correspondientes al Día Postrero, para que nosotros las podamos comprender, las podamos ver como son. Y así es como Él nos abre las Escrituras, y por consiguiente nos abre el entendimiento también para comprender todas esas Escrituras.

Y así es como en el Día Postrero obtendremos el conocimiento de la gloria de Jehová, o sea, de la Segunda Venida de Cristo, como las aguas cubren el mar4. Y luego la humanidad completa, durante el Reino Milenial, obtendrá también ese conocimiento.

El pueblo hebreo también obtendrá el conocimiento de la Segunda Venida de Cristo, que es la manifestación de la Gloria de Jehová en Su Templo espiritual, o sea, en Su Iglesia, en el Lugar Santísimo de Su Iglesia, o sea, de la Iglesia del Señor Jesucristo; pues Él viene a Su Iglesia resplandeciendo como el sol y abriéndonos el entendimiento con las Escrituras correspondientes al Día Postrero en el cual nosotros estamos viviendo.

Nos dice la Escritura que la Palabra de Dios es Luz. Esa Luz que nos alumbra allá en nuestra alma, vean ustedes, es la que todo ser humano necesita para poder tener un entendimiento claro y completo del Programa Divino correspondiente al tiempo que le ha tocado vivir.

Por eso es que para este tiempo final Jesucristo en Espíritu Santo viene manifestado por medio de Su Ángel Mensajero dando testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto, las cuales están prometidas en la Escritura; y viene abriendo esas Escrituras; y viene abriéndonos el entendimiento con Su Palabra, con esas Escrituras que son reveladas, abiertas, en este Día Postrero.

Miren cómo Cristo les habló acerca de las cosas que estaban siendo cumplidas en Su Persona, y se las identificó con las promesas de la Primera Venida de Cristo.

Y aun la muerte de Cristo fue identificada por Jesucristo en la Escritura; y les dijo que era necesario que se cumplieran las Escrituras5. Y por eso Él tenía que morir y resucitar al tercer día: “Porque no dejará Tu santo que vea corrupción”6, no dejará el cuerpo de Jesús que vea corrupción; por eso, antes de las 72 horas, Jesucristo tenía que resucitar. Así estaba en la profecía, y así fue cumplido.

Y ahora, vean que toda la vida de Jesucristo fue el diario vivir del cumplimiento de las Escrituras correspondientes a la Primera Venida de Cristo como Cordero de Dios.

Aun cuando Él nació en Belén de Judea, estaba cumpliéndose la Escritura que de Belén de Judea tenía que venir el Mesías, el que gobernaría sobre Israel7.

Y aun cuando fue llevado a Egipto por José (porque el rey Herodes lo buscaría para matarlo allá en Belén)8, aun cuando fue llevado a Egipto, también se cumplió la Escritura, porque decía: “De Egipto llamé a mi hijo”9; lo cual se había cumplido en Jacob. Y por cuanto Jacob es la nación primogénita de Dios, en todo primogénito se cumple esa Escritura; y en Jesús también se cumplió; como se cumplió en el pueblo hebreo cuando Dios libertó al pueblo hebreo por medio del profeta Moisés.

Y cuando Cristo ha llamado a sus hijos en cada edad, los ha llamado del mundo, y el mundo está representado en Egipto; o sea que se cumple esa Escritura: “De Egipto llamé a mi hijo”. Todo primogénito es llamado de Egipto, del Egipto espiritual, para ser colocado en el Cuerpo Místico de Jesucristo.

Y cuando nosotros seamos raptados y llevados a la Cena de las Bodas del Cordero, pues de este mundo, de este Egipto terrenal, es que Dios nos llamará y nos llevará a la Cena de las Bodas del Cordero.

Ahora, vean ustedes cómo una sola Escritura puede cumplirse una vez, dos veces y hasta tres veces. Toda Escritura correspondiente al Primogénito, luego se cumple en los primogénitos, que son los escogidos de Dios; y se cumple también en el pueblo hebreo como nación primogénita de Dios.

Ahora, vean ustedes cómo todas estas Escrituras que tienen que ser cumplidas, para poder ser comprendidas, tienen que ser abiertas al pueblo de Dios; y el único que puede abrir estas Escrituras es el que las abrió a Sus discípulos dos mil años atrás, esto es: nuestro amado Señor Jesucristo.

Y por eso Él en el Día Postrero viene con Su rostro resplandeciendo como el sol; o sea que viene como Rey de reyes y Señor de señores. Viene Jesucristo en Espíritu Santo en el Día Postrero, manifestado por medio de Su Ángel Mensajero, dándonos testimonio de estas cosas que deben suceder pronto; viene dándonos testimonio de todo lo que ha de suceder en este Día Postrero después de las siete etapas o edades de la Iglesia gentil.

Ahora, hemos visto quién es el que abre las Escrituras y abre nuestro entendimiento, dándonos a conocer las Escrituras abiertas en este tiempo final.

“Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de suceder después de estas”10. Lo hace abriéndonos las Escrituras que hablan de las cosas correspondientes al Día Postrero; porque todas están en la Palabra profética, desde el Génesis hasta el Apocalipsis.

Y así, vean ustedes, Cristo en Espíritu Santo viniendo, el cual es el que nos enseñaría todas las cosas, como dijo Jesús en San Juan, capítulo 14, verso 26, donde dice de la siguiente manera, dice:

“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”.

¿Quién es el que enseñará todas las cosas? De edad en edad ha sido el Espíritu Santo. El mismo Espíritu de Dios que estaba en Jesús, encontramos que ha venido de edad en edad manifestado en el ángel mensajero de cada edad; y ese es Jesucristo en Espíritu Santo manifestado en cada ángel mensajero en la porción correspondiente a cada edad.

Y para el Día Postrero, Jesucristo en Espíritu Santo viene en Su Ángel Mensajero manifestado y abriéndonos las Escrituras correspondientes al Día Postrero, y dándonos a conocer el misterio contenido en esas Escrituras proféticas correspondientes a este tiempo final. Y al abrir las Escrituras a Su pueblo, a Sus escogidos, a Su Iglesia, en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, nos abre el entendimiento para comprenderlas.

Por eso es que es muy importante que las personas, para poder comprender las Escrituras correspondientes al Día Postrero, estén escuchando y también leyendo el Mensaje de Dios correspondiente a este tiempo final, que es el Mensaje de la Trompeta Final o Gran Voz de Trompeta, o sea, el Mensaje del Evangelio del Reino; porque en él están las Escrituras siendo abiertas para ser entendidas por todos los escogidos de Dios; y para, con esas Escrituras siendo abiertas, Cristo abrir nuestro entendimiento para que podamos comprender la Palabra de Dios profética correspondiente a este Día Postrero; y así ver las profecías del Día Postrero cumplidas en medio de Su Iglesia.

Hay profecías que ya han sido cumplidas, hay otras que están en proceso de cumplimiento, y hay otras que se cumplirán más adelante.

En la actualidad estamos escuchando la Voz de Cristo en la Edad de la Piedra Angular, representada en la Trompeta Final o Gran Voz de Trompeta, que es el Mensaje de la Trompeta del Evangelio del Reino, proclamando el Mensaje del Día Postrero, el Mensaje del Evangelio del Reino, y revelando el misterio de la Segunda Venida de Cristo; la Venida de Cristo como el Sol de Justicia resplandeciendo y alumbrándonos el entendimiento, abriéndonos el entendimiento con Su Palabra en este Día Postrero.

Cristo en Espíritu Santo con Su Palabra nos abre el entendimiento, al abrir esas Escrituras correspondientes al Día Postrero.

Veamos algunos ejemplos: ¿Cuántos de ustedes sabían o conocían lo que eran los días postreros? ¿Cuántos sabían lo que era el Día Postrero? No lo sabían; pero ahora todos sabemos que los días postreros son: el quinto milenio, sexto milenio y séptimo milenio.

Dios dijo por medio del apóstol San Pedro y también por medio del profeta Moisés, que un día delante del Señor es como mil años y mil años como un día. Segunda de Pedro, capítulo 3, verso 8, y el Salmo 90 y verso 4.

Ahora, vean ustedes, antes no sabíamos que los días postreros eran los milenios quinto, sexto y séptimo; porque cuando nos habla la Escritura de un día de Dios o delante de Dios, para los seres humanos es un milenio, o sea, mil años.

Y ahora, podemos comprender las palabras del apóstol San Pedro en el libro de los Hechos, capítulo 2, verso 14 en adelante, cuando dijo (el Día de Pentecostés), cuando dijo lo que allí estaba sucediendo:

“Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.

Porque estos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día (o sea, de 8:00 a 9:00 de la mañana).

Mas esto es lo dicho por el profeta Joel:

Y en los postreros días, dice Dios,

Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne…”.

¿Para cuándo Dios dice que derramará de Su Espíritu sobre toda carne? Para los postreros días; y ya han transcurrido dos mil años desde el Día de Pentecostés hacia acá. Y Dios comenzó a derramar de Su Espíritu Santo sobre 120 personas allá en el Día de Pentecostés, y ha continuado derramando de Su Espíritu Santo sobre los creyentes en Cristo que han lavado sus pecados en la Sangre de Jesucristo.

“Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán;

Vuestros jóvenes verán visiones,

Y vuestros ancianos soñarán sueños;

Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días

Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán”.

Ahora hemos visto lo que es el derramamiento del Espíritu de Dios para los postreros días; o sea que es para los postreros días delante de Dios, que para los seres humanos corresponde a los milenios postreros.

Y ahora, vean cómo Dios comenzó a derramar del Espíritu Santo en los postreros días allá el Día de Pentecostés, y todavía estamos en los postreros días.

También el apóstol San Pablo nos habla de los postreros días, en Hebreos, capítulo 1, verso 1 al 2, y nos dice:

“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,

en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo”.

¿Cuándo dice que Dios ha hablado por medio de Su Hijo? En los postreros días, y ya han transcurrido dos mil años.

Ahora, ¿cómo puede ser posible que San Pablo diga que Dios habló en los postreros días por medio de Jesús, por medio del Hijo de Dios, y ya han transcurrido dos mil años? Porque los postreros días son: el quinto milenio, sexto milenio y séptimo milenio; y cuando Jesús tenía de 4 a 7 años de edad comenzó el quinto milenio, y por consiguiente comenzaron los días postreros delante de Dios, que son los milenios postreros para la raza humana.

Ahora, ¿ven que la Escritura no tiene contradicción? Lo único que necesita es que Jesucristo en Espíritu Santo abra esas Escrituras, y así nos abra el entendimiento para poder comprender el significado de esas Escrituras.

Y vean ustedes cómo el Día Postrero, del cual Cristo habla en San Juan, capítulo 6, versos 39 al 40, cuando dijo:

“Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero”.

¿Cuándo dice Jesucristo que el Padre le ha ordenado que resucite a los que el Padre le ha dado a Él? Dice que será para el Día (¿qué?) Postrero.

“Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero”.

¿Cuándo dice Cristo que Él va a resucitar a todas las personas que han creído en Él, y han lavado sus pecados en Su Sangre, y han recibido Su Espíritu, y han recibido el nuevo nacimiento? Dice que será —la resurrección de ellos— en el Día Postrero, o sea, en el séptimo milenio, porque ese es el Día del Señor.

Ese es el Día Postrero para el cual hay grandes promesas divinas: la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos; y el llamado de los escogidos con la Gran Voz de Trompeta, o sea, con la Gran Voz de Trompeta del Mensaje del Evangelio del Reino siendo predicado.

Vean ustedes el misterio del Evangelio del Reino, vean ustedes el misterio de la Trompeta Final y de la Gran Voz de Trompeta: la Trompeta Final o Gran Voz de Trompeta es la Voz de Cristo dándonos Su Mensaje Final, dándonos el Mensaje del Evangelio del Reino por medio de Su Ángel Mensajero, por medio del Ángel Mensajero de la Dispensación del Reino en el Día Postrero, en el séptimo milenio.

Ahora podemos ver, podemos comprender estas promesas, estas Escrituras, ¿por qué? Porque Jesucristo en Espíritu Santo ha estado abriendo estas Escrituras; y con la apertura de estas Escrituras nos ha estado abriendo el entendimiento para poderlas comprender, y poder comprender el Programa Divino correspondiente a nuestro tiempo.

Estamos viviendo en el tiempo más grande y glorioso de todos los tiempos. Estamos viviendo en el tiempo en que Jesucristo en Espíritu Santo, por medio de Su manifestación a través de Su Ángel Mensajero, nos está abriendo el entendimiento en este Día Postrero ¿cómo? Abriéndonos las Escrituras.

Y las personas, para que su entendimiento sea abierto, pues toman el Mensaje donde están las Escrituras abiertas, toman el Mensaje del Evangelio del Reino, el Mensaje de Jesucristo por medio de Su Ángel Mensajero; y ahí obtienen el conocimiento de todas estas Escrituras que hablan de las cosas que Dios estaría haciendo en este tiempo final; y así el entendimiento de todos nosotros es abierto.

Abriéndonos las Escrituras en el Día Postrero estaría Jesucristo en Espíritu Santo por medio de Su Ángel Mensajero, dándonos testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto, que están en las Escrituras, que están aquí en la Biblia, en la Palabra profética. Y ahora, en el tiempo final, con la apertura de todas estas Escrituras es abierto nuestro entendimiento.

Ahora, ¿cuántos entienden lo que son los días postreros? Ahora cualquiera, ¿por qué? Porque las Escrituras están siendo abiertas, y las Escrituras que hablan del Día Postrero han sido abiertas; y por eso nuestro entendimiento ha quedado abierto. Y ahora sabemos que los días postreros son: quinto, sexto y séptimo milenio.

¿Y cuál es el Día Postrero? El séptimo milenio; y si le añadimos al calendario los años de atraso que tiene ya estamos ¿dónde? En el séptimo milenio, en el Día del Señor, en el Día Postrero.

Y ahora, vean ustedes todas las cosas que Dios ha prometido para realizar, cumplir, en el Día Postrero. Y todas esas cosas que Él ha prometido, que están en la Palabra profética, van siendo abiertas por Jesucristo en Espíritu Santo a Su Ángel Mensajero; y por medio de Su Ángel Mensajero son abiertas a la Iglesia del Señor Jesucristo en la Edad de la Piedra Angular.

Por eso es que Cristo dice: “Sube acá (¿A dónde? A la Edad de la Piedra Angular), y yo te mostraré las cosas que han de suceder después de estas”, o sea, después de estas que han sucedido en las siete edades.

Ahora: “Sube acá (a la Edad de la Piedra Angular), y yo te mostraré las cosas que han de suceder”, ¿dónde? Pues en la Edad de la Piedra Angular, y en el Día Postrero, séptimo milenio.

Y en el territorio donde se cumple la Edad de la Piedra Angular han de suceder muchas cosas muy importantes, y esas son dadas a conocer también a todos los escogidos de Dios.

Es en el territorio latinoamericano y caribeño donde la Gran Voz de Trompeta o Trompeta Final suena, y llama y junta a todos los escogidos latinoamericanos y caribeños que tienen sus nombres escritos en el Libro de la Vida del Cordero; y son colocados en la Edad de la Piedra Angular, en el Cuerpo Místico de Cristo, para formar parte del Lugar Santísimo de ese Templo espiritual; y ahí es donde podemos ver todas las cosas siendo abiertas, todas las Escrituras siendo abiertas; y así siendo abierto nuestro entendimiento, para poder comprender todas estas Escrituras que están siendo abiertas en este Día Postrero.

Miren ustedes un misterio grande: el misterio de la Venida del Jinete del caballo blanco de Apocalipsis, capítulo 19; esa es la Venida de Cristo.

Ahora, el misterio de la Venida de Cristo es el misterio más grande de toda la Biblia, es el misterio por cuya razón hubo silencio en el Cielo como por media hora.

En el 1963 (febrero 28 de 1963) hubo una señal muy grande en el cielo11: hubo una nube formada por ocho ángeles, y entre esos ocho ángeles estaba un Ángel que era muy diferente a los demás. Los otros siete ángeles eran los siete ángeles de las siete etapas o edades de la Iglesia gentil; y otro que era diferente a los demás, era un Ángel raro y más resplandeciente que los demás.

Y veamos lo que dice el precursor de la Segunda Venida de Cristo acerca de este Ángel. Dice: “Notaron…”. Página 469, dice [Los Sellos]:

153. ¿Y notaron que dije que uno de esos ángeles era muy raro? Me pareció muy distinto a los demás. Estaban en una constelación con tres a cada lado y uno arriba; y el que estaba a mi lado, contando desde la izquierda hacia la derecha, ese sería el séptimo Ángel. Él era más brillante y significaba más para mí que los demás. Les dije (también) que tenía el pecho así robusto y estaba volando hacia el Oriente. Les dije también que: ‘Me levantó, me alzó’”.

¿Quién fue el que levantó al precursor de la Segunda Venida de Cristo y lo colocó en esa constelación de ángeles? El Ángel que era diferente a los demás.

[153]. ¿Se acuerdan?

154. Ahora, ¡aquí está! Era el que tenía el Séptimo Sello…”.

El Séptimo Sello es la Segunda Venida de Cristo. Ese es el Ángel que tiene el Séptimo Sello, o sea que tiene la Segunda Venida de Cristo. Y con la manifestación de ese Ángel en la Tierra, en el Día Postrero, el Séptimo Sello, o sea, la Segunda Venida de Cristo, es abierta en la Tierra.

Sigue diciendo:

[154]. … lo cual he mantenido como una pregunta en mi mente toda mi vida. ¡Amén! Los otros Sellos significaron mucho para mí, desde luego; pero ustedes no se imaginan lo que ha significado este séptimo”.

¿Por qué? Porque el Séptimo es la Segunda Venida de Cristo. Y la Segunda Venida de Cristo la tiene el Ángel que era muy diferente a los demás; y con la manifestación de ese Ángel en el Día Postrero en carne humana se realiza el cumplimiento del Séptimo Sello.

Y para conocer ese misterio: se necesitan las Siete Voces de los Siete Truenos, que es la Voz de Cristo como el León, clamando como cuando un león ruge (en Apocalipsis, capítulo 10) y siete truenos emitiendo sus voces; o sea, necesitamos escuchar la Voz de Cristo en el Día Postrero hablándonos, dándonos Su Mensaje Final, el Mensaje del Evangelio del Reino; y con ese Mensaje revelándonos el misterio del Séptimo Sello, revelándonos el misterio de la Segunda Venida de Cristo, revelándonos el misterio de la Venida de ese Ángel que era muy diferente a los demás siendo manifestado en la Tierra en carne humana en el Día Postrero.

Ahora vean que ese es el Ángel que tiene el Séptimo Sello.

En el libro de Los Sellos en español, página 277, dice el precursor de la Segunda Venida de Cristo, el reverendo William Branham, orando dice:

[240]. … pedimos que el Espíritu Santo venga ahora mismo, el Jinete del verdadero caballo blanco (¿Quién es el Jinete del verdadero caballo blanco de Apocalipsis 19? Es el Espíritu Santo), mientras Su Espíritu, el Espíritu de Cristo, entre en confrontación con el anticristo, y Él llame los Suyos”.

Es el Espíritu Santo, el Espíritu de Jesucristo, viniendo: ese es el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19.

Ahora, ¿cómo ha de venir el Espíritu Santo en el Día Postrero? ¿Cómo ha de venir Cristo en Espíritu Santo en el Día Postrero? Vamos a ver cómo ha de venir. Página 256 del libro de Los Sellos en español, dice:

121. Pero cuando nuestro Señor aparezca sobre la Tierra, Él vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será completamente Emmanuel —la Palabra de Dios encarnada en un hombre”.

La Palabra de Dios encarnada en un hombre, el Verbo viniendo en carne humana, conforme a Apocalipsis, capítulo 19. Es el Verbo viniendo en el Día Postrero, el Espíritu Santo viniendo en carne humana en el Día Postrero en Su Ángel Mensajero, y revelándonos todas estas cosas que deben suceder pronto; esa es la Venida del Jinete del caballo blanco de Apocalipsis, capítulo 19; esa es la Venida del Ángel que era muy diferente a los demás. Es la Venida de Jesucristo en Espíritu Santo manifestado en Su Ángel Mensajero, abriéndonos las Escrituras y abriéndonos el entendimiento con las Escrituras que Él abre en este Día Postrero.

Ha sido para mí un privilegio muy grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de la forma en que Jesucristo en Espíritu Santo nos estaría abriendo las Escrituras, y por consiguiente abriéndonos el entendimiento con las Escrituras en este Día Postrero.

Hemos visto que es por medio de la manifestación de Jesucristo en Espíritu Santo a través de Su Ángel Mensajero, hablándonos el Mensaje del Evangelio del Reino, en el cual todas las Escrituras correspondientes al tiempo final son abiertas, para así ser entendidas por todos los escogidos de Dios del Día Postrero.

¿Y dónde están los que obtendrían el beneficio de las Escrituras siendo abiertas y les sería abierto el entendimiento en este Día Postrero? ¡Aquí estamos!, en la América Latina y el Caribe, con nuestro entendimiento siendo abierto, con las Escrituras que están siendo abiertas en este Día Postrero por Jesucristo en Espíritu Santo a través de Su Ángel Mensajero.

Que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto, nuestro amado Salvador, sean sobre cada uno de ustedes y sobre mí también; y pronto todos los escogidos de Dios que están escritos en el Libro de la Vida del Cordero, que todavía no han venido a Cristo, sean llamados y juntados, y se complete el número de los escogidos de Dios; y pronto seamos nosotros transformados, luego que los muertos en Cristo sean resucitados en cuerpos eternos; y luego de estar de 30 a 40 días aquí en la Tierra, luego nos vayamos a la Cena de las Bodas del Cordero, como Cristo ha prometido para cada uno de ustedes y para mí también. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Y que Jesucristo siga abriéndonos el entendimiento con las Escrituras que Él está abriendo en este Día Postrero, por medio de Su manifestación a través de Su Ángel Mensajero.

Que las bendiciones de Jesucristo sean sobre cada uno de ustedes, amados amigos y hermanos presentes, radioyentes y televidentes.

Dejo al reverendo Miguel Bermúdez Marín, para que les dé teléfonos y direcciones a los cuales ustedes podrán llamar para pedir literatura completamente gratis, con conferencias similares a esta, para obtener mayor conocimiento de todo el Programa Divino; para que así vuestro entendimiento sea abierto completamente y puedan comprender todo el Programa Divino correspondiente a este tiempo final.

Con nosotros nuevamente el reverendo Miguel Bermúdez Marín.

Que Dios les bendiga, les guarde, y pasen todos muy buenas tardes.

“ABRIENDO EL ENTENDIMIENTO CON LAS ESCRITURAS”.

[Revisión octubre 2022 -RM-DM]

1 San Lucas 24:13-32

2 San Juan 8:12

3 Mt. 17:1-8, Mr. 9:2-8, Lc. 9:28-36

4 Habacuc 2:14

5 San Lucas 22:37

6 Salmos 16:10, Hechos 2:27, Hechos 13:32-35

7 Miqueas 5:2, San Mateo 2:5-6

8 San Mateo 2:13-15

9 Oseas 11:1

10 Apocalipsis 4:1

11 La aparición de esa nube fue fotografiada y publicada en dos revistas:

Revista CIENCIA (SCIENCE): Publicación del 19 de abril de 1963, volumen 140, número 3564. Autor: James E. McDonald / https://www.science.org/toc/science/140/3564.

Revista LIFE: Publicación del 17 de mayo de 1963. Título del artículo: “… And a High Cloud – Ring of Mistery”. / https://bit.ly/3ureXyD

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