Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes, y los que están en otras naciones conectados con esta transmisión.
Recibe un saludo de mi parte, reverendo misionero Miguel Bermúdez Marín. Que Dios te bendiga y te use cada día más y más en Su Programa correspondiente a este tiempo final. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.
Reciban mi cordial saludo también allá en Medellín, donde se encuentra el reverendo Miguel Bermúdez Marín. Mis saludos para el reverendo David y la congregación allá en Medellín.
También reciban mis saludos allá en el Perú, Dra. Nelly Fuentes de Sánchez y reverendo Fernando Sánchez, esposo de la Dra. Nelly Fuentes, quien en estos días ha estado cumpliendo año. ¡Felicidades! Feliz cumpleaño y feliz año nuevo de tu vida, Fernando. Que Dios te bendiga grandemente, te fortalezca y te dé mucha salud para vivir y permanecer vivo hasta la transformación. Y también a ti, Dra. Nelly Sánchez, que Dios te bendiga grandemente y te dé mucha salud y fuerzas para vivir hasta la transformación. Les amo mucho en el amor divino y deseo las bendiciones de Cristo para ustedes, Dra. Nelly Fuentes y Fernando Sánchez. Que Dios les bendiga grandemente.
También para mi hijo Isaac Soto Nogueras, que está cumpliendo año hoy. ¡Feliz cumpleaño, Isaac! Que Dios te bendiga y te guarde, y te use grandemente en Su Obra en este tiempo final; te bendiga espiritualmente y materialmente también, junto a tu esposa Alma. Dios les bendiga y les dé muchas bendiciones, mucha salud y bendiciones espirituales y materiales también. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.
Y a todos los que están cumpliendo año en este mes: ¡Felicidades! ¡Feliz cumpleaño para todos!
Para esta ocasión leeremos Apocalipsis, capítulo 20, versos 4 en adelante (4 al 6), dice:
“Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.
Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección.
Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años”.
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Hoy tendremos la introducción al tema del próximo domingo, para la escuela bíblica del próximo domingo. El tema para el próximo domingo es: “LA INTRODUCCIÓN AL MILENIO”. Y hoy tendremos la introducción del tema: “LA INTRODUCCIÓN AL MILENIO”.
El Reino Milenial, el Milenio, que viene a ser, de Adán hacia acá, el séptimo milenio; que también es tipificado en el día sábado, que es el séptimo día de la semana; así como el séptimo día de la semana para los judíos es dedicado a Dios, es el Día para el Señor, y Cristo dijo que el Hijo del Hombre es Señor del sábado, o sea, del día de descanso, de reposo, dedicado a Dios; así también el séptimo milenio pertenece a Dios, para el Reino de Dios ser establecido en la Tierra y reinar el Mesías sobre la humanidad por mil años.
Ese es el Día del Señor delante de Dios, que para los hombres son mil años y para Dios es un día; “porque un día delante del Señor es como mil años, y mil años como un día”1.
La introducción a ese Reino del Mesías la hace el Ángel Fuerte que desciende del Cielo con el Librito abierto en Su mano, lo cual es la Venida del Señor, la Venida del Ángel Fuerte que desciende del Cielo en Apocalipsis, capítulo 10, verso 1 al 11, y clama como cuando un león ruge.
Por lo tanto, viene ya como León y no como Cordero, con el Título de Propiedad, el Libro sellado con siete sellos, que toma en el Cielo y lo abre en Apocalipsis, capítulo 5; y en el capítulo 6 y otros capítulos abre esos Sellos; y en Apocalipsis 11 es abierto el Séptimo Sello y causa silencio en el Cielo como por media hora.
Ese es el Señor viniendo como León, como Rey, con el Título de Propiedad, para hacer el reclamo de todo lo que Él ha redimido con Su Sangre preciosa.
Nos llama la atención que clama como cuando un león ruge y siete truenos emiten sus voces. Es la Voz de Cristo hablando como León, así como habló durante las siete etapas o edades de la Iglesia a cada mensajero, y a través de cada mensajero a Su Iglesia; y llamó y juntó a Sus escogidos de cada edad que iban formando la Iglesia del Señor Jesucristo, Templo espiritual de Cristo, de edad en edad.
Pero ahora en Apocalipsis, capítulo 10, clama como león, y llama y junta a Sus escogidos en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Edad de Piedra Angular, para completar Su Iglesia coronando a Su Iglesia con el grupo del Día Postrero; en donde Cristo en Espíritu Santo sube de la séptima edad a la Edad de Piedra Angular, para llamar y juntar a Sus escogidos del Día Postrero.
Y algún día, así como Dios reveló la historia de cada edad a través del reverendo William Branham, revelará el misterio de la Edad de Piedra Angular y los escogidos del Día Postrero que colocará en Su Cuerpo Místico de creyentes en la etapa más alta de Su Iglesia, que es la Edad de Piedra Angular, la copa del Árbol-Novia —que es la Iglesia del Señor Jesucristo—, en donde Él cumplirá las profecías del Día Postrero prometidas para Su Iglesia, y en donde les dará la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero; lo cual hará clamando como cuando un león ruge y siete truenos emitiendo sus voces, los cuales les serán dados a conocer a la Iglesia del Señor Jesucristo; Cristo les hablará en el Día Postrero, en la Edad de Piedra Angular, y les revelará el misterio de la Venida del Ángel Fuerte que desciende del Cielo con el Librito abierto en Su mano y la labor que estará haciendo en este tiempo final.
Por lo tanto, estemos apercibidos, con nuestros corazones y oídos espirituales abiertos para escuchar la Voz de Cristo, ya no en las edades pasadas, sino en la Edad de Piedra Angular, donde Él nos ha subido. Y Él está en esa etapa, porque ya pasaron las siete edades de la Iglesia; y ya no está dentro de la séptima edad, sino que subió a la Edad de Piedra Angular, y llama y junta a Sus escogidos en la Edad de Piedra Angular, como dice en Apocalipsis, capítulo 4: “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas”.
Así como llamó a Lázaro fuera para que saliera del sepulcro, llama a Sus escogidos a la Edad de Piedra Angular, a la cúspide de ese Templo espiritual que está en la etapa más importante, para la manifestación de la Piedra no cortada de manos: la Piedra Angular, que es Cristo; el cual fue la Piedra del Ángulo también en Su Primera Venida y será la Piedra Angular en Su Segunda Venida; la Piedra del Ángulo que hiere a la imagen (el reino de los gentiles) en los pies de hierro y de barro cocido, que es la etapa en que se encuentra el reino de los gentiles en este tiempo final; para que luego la Piedra no cortada de manos crezca y se convierta en el Reino de Dios que llenará toda la Tierra, el cual será un Reino mundial, el Reino del Mesías, el Imperio del Mesías, que traerá la paz a la humanidad, que traerá todas las bendiciones prometidas para el Reino mesiánico, que durará mil años.
Por lo cual, serán mil años de paz, de amor, de prosperidad y de conocimiento de Dios; “porque la Tierra será llena del conocimiento de la gloria del Señor, como las aguas cubren el mar”, conforme a Habacuc, capítulo 2, verso 14; y también Isaías, capítulo 11, verso 9.
La humanidad que vivirá en el Reino del Mesías, por medio del conocimiento revelado a través de la Palabra de Dios llegará al conocimiento de Dios, porque se dará a conocer al Dios Creador de los Cielos y de la Tierra, el cual estará reinando a través del Mesías en este planeta Tierra; y eso será la restauración del Reino de David (que es el Reino de Dios en la Tierra) y el Trono de David, al cual es heredero Cristo conforme a las palabras del Ángel Gabriel a la virgen María en San Lucas, capítulo 1, versos 30 al 36.
Es ahí donde Cristo dice que sentará con Él al que venciere: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en Su Trono”. (Apocalipsis, capítulo 3, verso 21).
Por lo tanto, reinarán con Cristo: el vencedor del Día Postrero… dice Cristo: “Así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en Su Trono”.
Siempre el vencedor es el mensajero de cada edad, encabezando el grupo de cada edad. Así también como los patriarcas, doce patriarcas, se sientan en doce tronos en el Reino de Dios (en Apocalipsis, capítulo 20), lo cual vimos en la lectura que tuvimos al presente; pero hay veinticuatro ancianos sentados en veinticuatro tronos; son reyes. Esos son los doce patriarcas hijos de Jacob y los doce apóstoles de Jesús. Judas no estará; fue otro colocado en lugar de Judas Iscariote, el cual perdió la bendición de sentarse con Cristo en un trono para juzgar las doce tribus de Israel. O sea, que cada apóstol tendrá una tribu. Son jueces también, son reyes y son sacerdotes.
También es importante saber que son reyes del Reino de Dios, el Reino de David, y por eso se sientan en tronos; y los siete… los doce, son doce patriarcas y doce apóstoles, los veinticuatro ancianos. Y los siete mensajeros de las siete edades tienen que ver con los gentiles, porque las siete edades corresponden a la Iglesia del Señor Jesucristo pasando por siete etapas entre los gentiles.
Por lo tanto, ellos tienen también una posición como la posición de los doce apóstoles, pero entre los gentiles, con la Iglesia del Señor Jesucristo, que es la Reina, y el Mesías es el Rey; los cuales gobernarán con Cristo este planeta Tierra. Porque el Mesías, el Príncipe de Paz, gobernará sobre el planeta Tierra, y la paz se extenderá a todas las naciones, la paz que tanto desea el alma del ser humano.
Los siete mensajeros de las siete edades, como las siete edades, están representados en el Cordero: los siete cuernos son las siete edades de la Iglesia y los siete ojos son los siete mensajeros en los cuales estaba el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo, recorriendo la Tierra de edad en edad: desde Asia Menor, luego Europa en las cinco edades siguientes (más la de Asia son seis); y luego la séptima edad en Norteamérica, en el reverendo William Branham. Porque los siete ojos son los siete espíritus de Dios que recorren toda la Tierra en los siete mensajeros, uno para cada edad, a través de los cuales estuvo hablándole a Su Iglesia y a toda la humanidad, y llamando y juntando a los escogidos de cada edad.
¿Y dónde aparecen los Dos Olivos? Los siete ojos están en los siete cuernos, pero en la frente del Cordero – de un cordero están dos ojos. Ahí están los Dos Olivos, los Dos Candeleros de Dios, de Zacarías, capítulo 4, versos 1 al 14, donde están los siete espíritus de Dios que recorren toda la Tierra; y Apocalipsis, capítulo 11, versos 1 al 14. Estos son los Dos Olivos y los Dos Candeleros que están delante de la presencia de Dios; y esos tienen que ser manifestados en la Tierra, en el Día Postrero, para la introducción al Reino Milenial.
Nos dice el reverendo William Branham acerca de la introducción al Milenio en la página 164 y 165 del libro de Los Sellos en español, en esta versión, lo que será la introducción al Milenio… página 464 y 465:
“138. Ahora veamos el primer versículo del capítulo 8 de Apocalipsis. Yo sé que están cansados (pero aquí ustedes no están cansados, ni ustedes allá en la transmisión; pero en aquel día pues era un tiempo difícil también, quizás más difícil que hoy, pues estaba muy lleno el lugar y de seguro podían sentir calor; pero aquí queremos estar lo más despiertos posible), pero traten de escuchar por un tiempo más. Pedimos que el Dios del Cielo nos ayude, es mi oración. Debemos recordar que este Séptimo Sello es el fin del tiempo de todas las cosas (o sea, le pone fin a todo; el fin de todas las cosas está en el Séptimo Sello. Ahora, continuamos leyendo). Correcto. Las cosas escritas en el Libro de la Redención, sellado desde antes de la fundación del mundo con siete sellos, todo termina. Es el fin de este mundo agitado, el fin de la naturaleza agitada y es el fin de todo. En eso también encontramos el fin de las Trompetas, de las Copas, de la Tierra; y aun es el fin del tiempo. El tiempo termina, así nos lo dice la Biblia en Apocalipsis 10:1-7, donde el Ángel dijo: ‘El tiempo no será más’. Y eso será en el día cuando este gran evento suceda. Allí todo termina.
139. Al final de este Séptimo Sello (ahora, si tiene un comienzo, luego tiene un fin) es el fin de la edad de la Iglesia; es el fin del Séptimo Sello, es el fin de las Trompetas, es el fin de las Copas y aun es el fin de la entrada al Milenio. Todo eso es contenido en el Séptimo Sello.
140. Es como disparar un cohete al aire”.
O sea, de esos cohetes que en Navidades disparan al aire y explota… esas luces pirotécnicas que disparan, explota, salen muchas estrellitas, y dentro de esas estrellas hacen otra explosión y salen más estrellas; así es que él está explicando. No es un cohete de esos que tiran a la luna. Son de esos que disparan en las fiestas patronales y disparan en fiestas que llevan a cabo, como el Día de la Independencia y cosas así, que pueden hacer esos disparos de luces pirotécnicas.
Ahora, continuamos leyendo. Dice:
“Este cohete hace una explosión por aquí cerca (ustedes saben que cuando lo disparan hace una explosión); y luego mucho más alto hace otra explosión, y de allí salen cinco estrellas. Una de esas cinco (estrellas) hace una explosión, y de allí salen otras cinco estrellas; y una de esas estrellas explota, y de allí salen otras cinco estrellas (o sea, que hay unas cuantas explosiones de ese cohete siendo disparado); y después desaparece gradualmente. Así es el Séptimo Sello. Allí termina el tiempo para el mundo. Es el fin del tiempo para esto y aquello y todas las cosas. Todo termina con el Séptimo Sello (o sea, que todo termina con la Venida del Señor). Ahora, ¿cómo lo va a hacer Dios? Eso es lo que no sabemos, no lo sabemos. En esto será el tiempo para todas estas cosas y la entrada al Milenio”.
O sea que eso es lo que introduce o es la introducción al Milenio; lo que ocurre antes del establecimiento del Reino Milenial de Cristo.
Por lo tanto, vamos a estar viendo el Séptimo Sello con esas diferentes manifestaciones, que vendrá a ser la Voz de Cristo hablándonos y produciendo diferentes cosas que están en el Programa de Dios ya establecidas para ser llevadas por Cristo en este tiempo final.
Las promesas hechas para este tiempo final son las que van a estar siendo cumplidas por Cristo en medio de Su Iglesia, el cual está en medio de Su Iglesia desde el Día de Pentecostés, en Espíritu Santo; y por eso —por medio de Su Iglesia usando diferentes mensajeros, revelándoles Su Palabra para cada edad y hablando por medio de ellos— ha estado llamando y juntando a Sus escogidos, de etapa en etapa, en Su Cuerpo Místico de creyentes, que es Su Iglesia, Su Redil.
Recuerden que Él es el Buen Pastor y los creyentes en Cristo son las ovejas del Buen Pastor, que escuchan Su Voz por medio de Su Espíritu Santo a través de los mensajeros de cada etapa; y para el Día Postrero, los creyentes en Cristo estarán escuchando la Voz de Cristo en medio de Su Iglesia en la etapa de Edad de Piedra Angular, la Edad de Oro de la Iglesia del Señor; paralela esa etapa o edad a la etapa de la Primera Venida de Cristo en medio del pueblo hebreo.
Estamos en un tiempo muy importante, en el cual Dios estará llevando a cabo la introducción al Reino Milenial. Para lo cual llamará y juntará a Sus escogidos del Día Postrero en la etapa de Edad de Piedra Angular, y los preparará revelándoles Su Palabra para esa etapa; y así les dará la revelación del Séptimo Sello y les dará —por consiguiente— la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Recuerden que la Voz de Cristo clamando como cuando ruge un león y siete truenos emitiendo sus voces, es la Voz de Cristo hablándole a Su Iglesia como León; y los Truenos, que es la Voz de Cristo, le dará la fe a Su Iglesia para ser transformada y llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Por lo tanto, en este tiempo final tenemos que estar con nuestros ojos espirituales y nuestros oídos espirituales bien abiertos; y nuestra alma, nuestro corazón, abierto, escuchando la Palabra del Señor; para que la fe nazca y crezca en nuestra alma, en nuestro corazón; y así aprovechemos bien esta etapa de introducción al Reino Milenial, porque es el Séptimo Sello —Cristo— el que introduce el Milenio en este planeta Tierra.
La introducción para la escuela bíblica del próximo domingo, titulada: “LA INTRODUCCIÓN AL MILENIO”, hemos tenido en esta ocasión como introducción. Y el domingo próximo hablaremos con algunos detalles adicionales sobre ese tema tan importante, que está basado en las promesas de Dios para Su pueblo: los judíos y el cristianismo; y es lo que Dios estará haciendo en este tiempo final.
Y algún día nos dará a conocer cómo lo ha hecho todo en este tiempo final, pero eso será abierto más adelante. Y si estamos apercibidos, con nuestros ojos espirituales abiertos y nuestros oídos atentos para escuchar lo que el Espíritu Santo dice a Su Iglesia en el Día Postrero, estaremos conscientes de lo que Dios estará haciendo en este tiempo y lo que ha hecho ya en este tiempo en el cual nos ha tocado vivir a nosotros.
Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en el tema de esta noche, la introducción del tema que tenemos el próximo domingo: “LA INTRODUCCIÓN AL MILENIO”.
Estaré con ustedes el próximo domingo, Dios mediante, para continuar; y desde cualquier país estaré también los viernes para la introducción al tema de escuela bíblica de los domingos.
Y espero que el misionero Miguel Bermúdez Marín, dondequiera que se encuentre, cada viernes pueda también estar hablándonos unos cuantos minutos (que no pase de una hora), y estaremos los dos hablando; no importa dónde él esté y dónde yo esté, a través de las comunicaciones se hace posible; como hoy: él está en Medellín, Colombia, y ya lo escuchamos.
Le agradezco (y le agradecemos todos) que nos haya hablado en esta noche, y todos en todos los países estuvieron escuchando lo que él estuvo hablando, y lo unimos con lo que me ha tocado hablar a mí y hacemos esa introducción los viernes para la escuela bíblica, para que podamos entender mucho mejor la enseñanza de escuela bíblica de los domingos.
Esperamos grandes bendiciones de Dios, grande revelación divina de la Palabra de Dios para nuestro tiempo, del Programa de Dios para nuestro tiempo. Y mi deseo es que lleguemos a tal conocimiento que cuando sea abierto el Séptimo Sello, digamos: “Yo sabía ya, en mi alma, en mi corazón; y lo creía así, lo que sería el Séptimo Sello cuando fuera abierto”. Recuerden que es el misterio de la Venida del Señor.
El reverendo William Branham dijo en el mensaje “Cristo el misterio de Dios revelado”, página 14 en español: “El Séptimo Sello no ha sido abierto todavía; y está bien que no haya sido abierto (algo parecido así dice) cuándo viene y cómo viene”2. Cuándo viene y cómo viene, ahí está un misterio muy grande.
Por lo tanto, tendremos todos los viernes la introducción al mensaje… o al estudio bíblico de los domingos, será la introducción los viernes; y luego el domingo tendremos la escuela bíblica para aprender de Dios.
Recuerden que Dios dice y Cristo dice: “Todos los hijos serán enseñados de Dios”. O sea, esto es por medio del Espíritu de Dios enseñando a través de Sus mensajeros, de edad en edad, así como enseñó a través de Cristo; así también ha estado enseñando de edad en edad a Su Iglesia por medio del Espíritu Santo, pues Él dijo3: “El Espíritu Santo vendrá y os enseñará todas las cosas”.
Por lo tanto, es una labor del Espíritu Santo la enseñanza revelada de Dios a través de los mensajeros de Dios para Su Iglesia. Así ha sido siempre y así será en este tiempo final.
Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también; y les prospere espiritualmente y materialmente también, y les use grandemente en Su Reino en este tiempo final.
Que Dios les bendiga y les guarde a todos. En el Nombre del Señor Jesucristo.
Dejo con ustedes al reverendo José Benjamín Pérez para finalizar; y en cada país dejo al ministro correspondiente.
Que Dios les bendiga y les guarde. Y continúen pasando una noche feliz, llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador.
“LA INTRODUCCIÓN AL MILENIO”.
1 Segunda de Pedro 3:8
2 Citas, párrafo 923, página 106
3 San Juan 14:26