La ley de la repetición

Muy buenas noches, ministros compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo nuestro Salvador. Es una bendición grande estar con ustedes, y con los que están en otras naciones…; no, no está transmitiéndose a otras naciones.

Ya en otras ocasiones también, de seguro, va a ser más privado toda actividad (así que…), para proteger el Programa Divino correspondiente a la Tercera Etapa, correspondiente al Séptimo Sello, y para —por consiguiente— evitar las imitaciones.

Por eso fue que no se dio a conocer, en el tiempo del hermano Branham, el Séptimo Sello: para que no surgieran imitaciones, dijeran: “¡Esto es fácil! Se hace así, y ya eso es el Séptimo Sello; se hace así, y ya esa es la Tercera Etapa”; y entonces lo que hacen es afectar a la gente, quitarle la fe a la gente también.

Siempre que el diablo ve que Dios va a hacer algo, trata de averiguar qué es lo que Dios va a hacer, y empieza a levantar personas que comienzan a sentir que ellos son las personas – la persona para eso; y el diablo los inspira; los inspira y los usa, el diablo; y como no es el Programa de Dios lo que esa persona está llevando a cabo, entonces no da resultado (aunque le sigue mucha gente), y después muchos se decepcionan.

Esa clase de personas se enferman por una de las plagas. Recuerden que son unas cuantas plagas habladas allá en el monte Ebal; y en el monte Gerizim para los que siguen la Palabra de Dios[1]; y para los imitadores y para los que tratan de interrumpir el Programa de Dios, pues la – lo que fue hablado en el monte Ebal. Tan sencillo como eso.

Y vean, nos contaba Miguel en algunas ocasiones, que personas que se han levantado en contra de lo que Dios está haciendo en nuestro tiempo, muchos fueron para el manicomio, otros para el hospital y otros para el cementerio, y ya casi todos se murieron; de plagas murieron, ¡y plagas que no sabían los médicos ni qué era lo que tenía! […] Sí.

Y aun en el tiempo del hermano Branham y del… – cuando salió el Mensaje del hermano Branham una persona hizo algo, no sé si fue que pusieron la foto del hermano Branham con la Columna de Fuego en el piso, para que todos los que entraran por la puerta de esa iglesia se limpiaran los pies ahí y entraran a la iglesia.

Y a esa persona, ¿qué le pasó, Miguel? [Hno. Miguel: Esa persona tuvo… era un pastor de iglesia]. Era un ministro, un pastor. ¿Y él murió? [Hno. Miguel: No, lo que le pasó a él fue la muerte de su hija]. Y después desapareció la congregación de él. [Hno. Miguel: Desapareció la congregación…] Sí. Y otro… otro fue que, uno que se enfermó la mitad del cuerpo.

Por eso es tan importante lo que Dios ha hecho: de no permitir que se supiera, en el tiempo del hermano Branham y aun en nuestro tiempo, todo el secreto que está en la Tercera Etapa —y en el Séptimo Sello, por consiguiente—; porque muchos (y muchos de los de…, y principalmente muchos de los que conocen, que han oído acerca de esas visiones del reverendo William Branham) tratarían de imitar; y serían muy afectados ellos, sus familias y sus iglesias, con esos problemas.

Porque el mismo hermano Branham dice… (vamos a ver si lo…). Hay un lugar donde el reverendo William Branham dice que imitar a Moisés, tratar de imitarlo, era muerte; y entonces… Y aquí en esta página dice, en la página 125 de las Citas, párrafo 1110[2], dice:

1110 – “[171] Moisés era aquella Palabra viviente a la gente, revelado por la Columna de Fuego, hablando lo que había de ser velado más tarde detrás de pieles de tejón.

[172] Moisés tenía la Palabra”.

Y en la página 124, párrafo 1105[3], dice [Citas]:

1105 – “[130] Por dondequiera que esté la Palabra, está velada.

131 Moisés tenía la Palabra. Ahora recuerden, después de que la Palabra fue manifiesta, Moisés era Moisés otra vez, ¿ven? Pero mientras que esa Palabra estaba en él para ser proclamada, él era Dios, porque él no era Moisés más. Él tenía la Palabra del Señor para aquella edad. Nada podía tocarle hasta que eso se acabó. (…) Él tenía la Palabra y era la Palabra para ellos”.

La Palabra prometida para cada tiempo: se hace realidad lo que ha sido prometido cuando aparece el mensajero para ese tiempo, y se manifiesta —a ese mensajero y a través de ese mensajero— el Ángel del Pacto, que es el Verbo que era con Dios y era Dios. Y por consiguiente, esa Palabra que fue prometida para ese tiempo, está velada en ese mensajero, y a través de ese mensajero es que se hace una realidad para el pueblo en ese tiempo.

Siempre Dios tiene que tener un instrumento a través del cual Él obrar. Siempre ha sido así, y Dios no cambia Su forma de obrar; es una ley de repetición.

Por eso cuando dice que la Venida del Hijo del Hombre, dice cómo será, dice: “Será como en los días de Noé (¿ve?, nos lleva allá porque acá lo va a repetir), y como en los días de Lot (lo que pasó en Sodoma, todo eso)”[4]. Y en esos días, pues el día antes de la destrucción había almorzado con Abraham: Dios con Sus Arcángeles Gabriel y Miguel[5]; y los Arcángeles luego cenaron con Lot en Sodoma[6].

Y será así: una repetición; porque siempre, como la Obra de Dios es perfecta, la hace en un tiempo y después la repite en otro tiempo, en otra edad.

Así es también con las etapas de la Iglesia: como fueron las etapas de la Iglesia hebrea o judía bajo el Pacto de la Ley, y luego así es en las edades de la Iglesia bajo el Nuevo Pacto, la Iglesia del Señor Jesucristo.

Por eso para cada etapa de la Iglesia hay Palabra de Dios prometida; para lo cual Él viene y envía el mensajero de ese tiempo, se revela a ese mensajero, el mensajero capta esa Palabra (porque viene preparado para ese propósito) y comienza a hablar esa Palabra, que por inspiración del Espíritu de Dios obtiene; y el Espíritu Santo en él comienza a obrar y comienza a expresar —por medio de ese mensajero— esa promesa, esa Palabra para ese tiempo.

Ese mensajero es la Palabra para el pueblo en ese tiempo, él es el portador de esa Palabra, en él está Dios cumpliendo el propósito correspondiente a ese tiempo.

Luego termina el tiempo… Por medio de ese mensajero es que Dios llama la gente de esa edad y se forma el grupo de esa edad; ese mensajero con sus ayudantes hacen una labor grande, digamos una labor evangelística misionera, establecen congregaciones, y así se forma.

Y los escogidos de esa edad son llamados y juntados, y colocados en el Cuerpo Místico de Cristo: obtienen el nuevo nacimiento ahí; porque no se puede ser parte del Cuerpo Místico de Cristo sin nacer. Es como una persona: no puede ser parte de una familia si no nace. Y no puede ser parte de la Familia de Dios si no nace de nuevo, si no obtiene el nuevo nacimiento.

Ahora, veamos lo que nos dice el reverendo William Branham en el libro de Las Edades en español (esta edición o versión que termina en la página 433); dice [pág. 168]:

[168]. ‘El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias’. Note aquí que Jesús (por el Espíritu) en cada edad se dirige solamente a UNA persona, en relación a la Palabra para esa edad. Solo UN mensajero en cada edad recibe lo que el Espíritu tiene que decir a esa edad, y aquel mensajero es el mensajero a la Iglesia Verdadera. Él habla por Dios, por revelación a las ‘iglesias’: Tanto a la verdadera como a la falsa (o sea que Su Mensaje es para todo el cristianismo). Así que el Mensaje es transmitido a todos; pero aunque es transmitido para todos los que están al alcance del Mensaje, el Mensaje es recibido individualmente solo por un cierto grupo calificado y de cierta manera. Cada individuo en aquel grupo es uno que tiene la habilidad para oír lo que el Espíritu está diciendo por medio del mensajero. Aquellos que lo están oyendo, no están recibiendo su propia revelación, ni tampoco están (el grupo) recibiendo su revelación colectiva, pero cada persona está oyendo y recibiendo lo que el mensajero ya ha recibido de Dios”.

O sea que los que oyen la Palabra, el Mensaje para su edad: van escuchando la Palabra de Dios para su edad a medida que el mensajero la recibe de Dios y la da a conocer al pueblo.

No puede decir una persona: “No, ¡yo voy a adelantármele! Me voy a adelantar, y lo voy… voy a saber, primero que él, qué es lo que Dios tiene para este tiempo”. No. Porque solamente Dios va a estar hablando por medio de Su Espíritu a través de ese mensajero, al cual le revela Su Palabra; y luego, a través de él, ese mensajero ungido por el Espíritu…, y eso es el Espíritu Santo hablando a través de él, dando a conocer esa Palabra. Ese es el orden divino, no hay otra forma. Tratar de decir que hay otras formas para oír de Dios, no es así; otras formas es oír de hombres.

Pero recuerden que la Escritura dice: “¡Voz de Dios, y no de hombre!”[7]. Voz de Dios es lo que quiere cada creyente en Cristo; no quiere voz de hombres añadiéndole y quitándole a la Palabra. Por las tradiciones invalidan la Palabra.

Ahora, sigue diciendo en la página 169 (en la página que le sigue), el segundo párrafo dice [Las Edades]:

170. En cada edad tenemos exactamente la misma norma”.

¿Ve? La ley de la repetición; porque Dios, como es perfecto y Su Obra es perfecta, vuelve y utiliza la misma forma; por el mismo diseño viene y repite lo mismo, el mismo molde (eso también…), el mismo modelo.

[170]. Por eso es que la luz viene a través de algún mensajero levantado por Dios en cierto lugar; y después de aquel mensajero, la luz se difunde por medio del ministerio de otros que han sido fielmente instruidos. Pero, desde luego, todos aquellos que salen no siempre comprenden cuán necesario es SOLAMENTE decir lo que el mensajero ha dicho. Recuerden: Pablo advirtió a la gente que dijeran solamente lo que él dijo:

‘Qué, ¿ha salido de vosotros la palabra de Dios? ¿ó a vosotros solos ha llegado?

Si alguno a su parecer, es profeta, ó espiritual, reconozca lo que os escribo, porque son mandamientos del Señor’.

1 Corintios 14:36-37

(Dice):

171. Le agregan aquí o le quitan allá, y dentro de poco tiempo el Mensaje ya no es puro y el avivamiento se muere”.

Porque el avivamiento está mientras esté el Mensaje puro: que habla Dios por medio de Su Espíritu a través del mensajero de esa edad. Si le añaden o le quitan, lo hacen inefectivo, invalidan la Palabra que fue dada y no le es efectiva a ellos.

(Sigue diciendo…). Por eso las tradiciones son cosas añadidas; y Cristo dice: “Por vuestras tradiciones invalidáis la Palabra”[8]; la hacen sin efecto para ellos y para aquellos que los escuchan.

Dice: “Cuando…”.

Ahora, vean, el avivamiento muere cuando le quitan o le ponen. Miren esto (y luego continuamos ahí): en el libro de Los Sellos, página 212; es en la mitad del…: “Hemos tenido…”. Vamos a la mitad de ese párrafo (lo pueden leer después completo):

[104]. La Novia todavía no ha tenido un avivamiento; todavía no ha habido allí ningún avivamiento, ninguna manifestación de Dios para sacudir a la Novia. Estamos esperando eso. Se necesitarán esos Siete Truenos misteriosos para despertarla. Él los mandará, lo ha prometido”.

Vean, ¿qué es lo que causa el avivamiento en el Día Postrero a la Iglesia-Novia del Señor? Los Truenos. ¿Y qué son los Truenos? La Voz de Cristo hablando en el Día Postrero como León de la tribu de Judá, el Ángel Fuerte que desciende del Cielo en Apocalipsis, capítulo 10.

Y ahora continuamos aquí… Y la… ¿Y por qué son tan importantes esos Siete Truenos? Página 128 del libro de Sellos dice…, por la mitad de la página dice:

121. Ahora, los Siete Truenos de Apocalipsis permitirán que Él muestre a la Novia cómo prepararse para obtener esa gran fe de traslación”.

Ahora continuamos acá: en la página 169 que estábamos leyendo, del libro de Las Edades; dice:

171. Le agregan aquí o le quitan allá, y dentro de poco tiempo el Mensaje ya no es puro y el avivamiento se muere. Cuánto cuidado debemos tener al oír UNA sola Voz…”.

La gente de cada edad lo que necesita es saber qué dijo el mensajero, y con eso quedarse. Y decir, cualquiera que quiera en una edad traer otra cosa que no sea lo que el mensajero está hablando, uno dice: “No, yo estoy escuchando una sola voz: la Voz de Dios por medio del Espíritu Santo a través del mensajero de nuestro tiempo, de nuestra edad; otra cosa no me interesa”. Y ya, con eso es suficiente. Y luego: “A mi congregación tampoco le interesa que yo le traiga otra cosa”.

Oír la Voz de Dios por medio del Espíritu, eso es estar escuchando a Cristo, que está en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia; y tiene que tener un instrumento en cada edad en medio de Su Iglesia, para usarlo y hablarles, el Espíritu Santo a Su Iglesia. “El que tiene oídos para oír, oiga (¿qué?) lo que el Espíritu dice a las iglesias”[9].

Siempre ha tenido un instrumento para hablar; “porque no hará nada el Señor (¿sin qué?), sin que revele Sus secretos (¿a quién?) a Sus siervos Sus profetas”[10].

[171]. Cuánto cuidado debemos tener al oír UNA Voz, porque el Espíritu solamente tiene una Voz, la cual es la Voz de Dios. Pablo les advirtió que dijeran lo que él dijo, como también lo hizo Pedro. Él les advirtió que ni aun él (Pablo) podía cambiar una sola palabra de lo que había dado por revelación. Oh, ¡cuán importante es oír la Voz de Dios por medio de Sus mensajeros, y luego decir lo que les ha sido dado a ellos para las iglesias!”.

Eso es lo que ha estado establecido y lo que Dios ha hecho siempre. Él repite Su modelo siempre.

Por eso, vean, el pueblo hebreo para el Día Postrero no va a escuchar otra cosa: va a escuchar la Voz de Dios por medio de un profeta como Moisés, que ellos están esperando.

Han aparecido muchos allá en Israel, hasta montados en burritos pa-… entrando a Jerusalén; tratando de imitar; porque han visto (¿ve?) en la Escritura y han visto muchas cosas en la Escritura, y dicen…; y el diablo les hace creer que ellos son la persona, y se montan en un burrito para entrar.

Dios tiene un Programa, y Él en cada edad cumple la parte correspondiente a cada edad o a cada etapa. Y, por consiguiente, para nuestro tiempo también tiene una parte de Su Programa: la que corresponde a nuestro tiempo; la cual no la podía cumplir ni San Pedro ni San Pablo, ni Ireneo tampoco la podía cumplir, ni Martin, ni Colombo, ni Lutero, ni Wesley, ni el reverendo William Branham tampoco.

Por ejemplo, el reverendo William Branham, conociendo que Dios tiene promesa para nuestro tiempo…, y quería hacer la voluntad de Dios (como cada mensajero); y, por ejemplo, sabe que un profeta va a ir a Israel, les va a predicar; y como él es profeta en la manifestación del ministerio de Elías en su cuarta ocasión, pues, si es para ese tiempo, tenía que ser él, no podía ser otro.

Y él pensaba que era para ese tiempo; por lo tanto, él tenía que prepararse y estar dispuest-… disponible: “Bueno, aquí estoy, Señor”. Pero Dios le dice: “No es el tiempo, no es la hora; la maldad del amorreo todavía no ha llegado a su colmo, es más adelante”[11].

Él estaba dispuesto a ir, pero Dios le dijo que no era la hora todavía. Estaba en Egipto ya, para tomar el avión, en el aeropuerto ya, para llegar a Israel, a Jerusalén. Sería la primera ocasión que él iría a Jerusalén; y pues, él, por supuesto, esperaba conocer rabinos, que estuvieran presentes y vieran lo que Dios estaba haciendo a través de él; por ejemplo, el discernimiento, las sanidades, y así por el estilo; e introducirlos a la Dispensación de la Gracia. Pero el Señor le dijo, el Ángel le dijo, que no era la hora, no era el tiempo: “Es más adelante”. Y allí tuvo que detenerse e ir para otro lugar; no po-… le fue prohibido pasar a Jerusalén.

Algunas veces… Si hubiera sido un falso profeta, ¿qué hacía? Se iba a Jerusalén. ¿Ve? Él podía decir: “No, pero aunque no sea…”, él podía decir que aunque no era él, y no era el tiempo, iba a ir para allá para tratar de hacer algo; e iba a hacer entonces contrario al Programa que Dios tiene.

Porque el que vaya allá para cumplir esa promesa tiene que tener el ministerio, el Espíritu Santo operando en él el ministerio de Elías; y por consiguiente, sería la manifestación del ministerio de Elías por quinta ocasión.

Por eso es que después encontramos que él habla de una quinta manifestación del ministerio de Elías. Antes hablaba de cuatro nada más; pero ya cuando tiene esa experiencia, ya después, más adelante, habla de cinco manifestaciones del ministerio de Elías.

Cuando él habló muchas cosas que Dios haría por Elías…, y él creía que era a través de él las cosas que habló que iba a hacer el Espíritu Santo a través de Elías también; pero que fuera a través de él, es otra cosa; por eso encontramos que él habló cosas que iban a ser hechas… Tenemos…

Como pasó con Elías Tisbita, cuando fue al monte Sinaí y allá Dios le pregunta: “Elías, ¿qué haces aquí?”.

Elías le dice: “He sentido un vivo celo por Jehová de los Ejércitos (por el Señor). Los hijos de Israel han matado a Tus profetas; y yo solo he quedado, y me buscan para matarme”[12]. Él se creía que era la única persona que quedaba.

Y Dios le dice: “Yo tengo siete mil que no han doblado sus rodillas a Baal”[13].

Y él pensaba que estaba solo, que era el único que había permanecido; pero como profeta, para ese tiempo, él era el que había quedado. Elías era de las tribus ¿de dónde, Miguel? Del norte.

Y ahora, el ministerio de Elías allí tenía que hacer algo. Le dice: “Regrésate por el camino por donde viniste; ve y unge a Hazael por rey de Siria, a Jehú por rey de Israel y a Eliseo por profeta en lugar tuyo”[14]. Pues le dio un privilegio de saber las cosas que iban a suceder.

Pero “los primeros serán postreros y los postreros primeros”[15]. Primero encuentra a Eliseo, que está arando; un hombre de trabajo, un boyero, de esos que araban el terreno con unas cuantas yuntas de bueyes (no sé si era con doce o con cuántas); y él tenía la última yunta de bueyes, parece.

Y Elías con su manto lo toca, lo pone (su manto) sobre él, echa su manto sobre él (sobre Eliseo), y Eliseo se va con Elías; y le dice: “Deja que yo me despida de la familia”. Y Elías le dice: “Pero ¿qué yo te he hecho?”[16]. O sea, quería irse con Elías. Y fue, mató la yunta de bueyes con la cual él estaba arando; usó el arado, la madera del arado, para el fuego; se despidió de la familia, y se fue con Elías.

Eliseo quizás no sabía la bendición tan grande que tenía, y que ya estaba elegido por Dios para ese propósito: ser el sucesor del profeta Elías. Estuvo con Elías mucho tiempo.

Y Elías va a cierto lugar que están los hijos de los profetas; luego de ahí…; y le dice a Eliseo: “¡Quédate aquí!, porque yo voy más adelante; Dios me está enviando más… a Jericó”. Y Eliseo le dice: “Yo no te dejaré. Yo… A dondequiera que tú vayas, voy a ir contigo; no me pidas que te deje”[17]. Se parecía a lo que la… Rut la moabita le dice a Noemí[18]. A lo mejor, de seguro, leyó eso también.

Y se va con Elías. Se hubiera quedado, hubiera quedado con los hijos de los profetas; hubiera estado muy bien allí: comiendo bien, durmiendo bien, levantándose a la hora que quisiera; porque era… sería como un huésped, colocado allí por el profeta Elías.

Y se va con Elías para Jericó. Llegan a Jericó. Y los profetas – los hijos de los profetas de Jericó le dicen a Eliseo: “¿Sabes que hoy se llevará a tu señor, Dios?”. Eliseo les dice: “Sí, ya lo sé; callen”.

O sea: “No, no estén hablando de ese tema”. (Se ponen a hablar con él, da la espalda, ¿y se le desaparece Elías?: tremendo problema para Eliseo).

No se puede descuidar la persona: tiene que permanecer viendo el ministerio que está en vigor; porque si se descuida y se pone a prestarle atención a otras personas… Los hijos de los profetas eran los hijos de los profetas, pero Elías era el profeta principal. Sí.

Entonces, pues…: “Está bien que ustedes sean los hijos de los profetas, pero a quien yo tengo que escuchar es a Elías, el profeta de nuestro tiempo”, en la manifestación correspondiente a aquel tiempo, que era la primera manifestación del ministerio de Elías.

Y así es para todas las diferentes etapas del ministerio de Elías: para la primera, segunda, tercera, cuarta y quinta. No se puede quitar la vista del ministerio de Elías.

Pasan… Entonces Eliseo se va con Elías; y Elías con su manto hiere las aguas del Jordán: se abren, como había hecho Moisés; conocía el mismo Dios de Moisés y sabía cómo hacer. Y cuando cruzan en seco el Jordán… —recuerden que el Jordán representa muerte, la muerte—, y Elías le dice: “Pídeme lo que tú quieras, y te va a ser concedido”[19].

Eliseo enseguida le dice: “Yo quiero una doble porción del espíritu que está en ti; y como ya yo sé… (él podía decir) ya yo sé que te vas; ese tesoro, pues, yo lo quiero; y lo quiero que… doble”.

Y ahora que lo está pidiendo – preguntando Elías: “¿Qué tú quieres?”, pidió bien.

Es como pidió Salomón: no pidió riquezas ni fama, ni la muerte de sus enemigos, sino que pidió sabiduría para guiar al pueblo. Y Dios le dijo: “Bien has pedido. Te será concedida la sabiduría, y además todo lo que Yo – lo otro que Yo te podía dar, también te es concedido”[20]. Con una buena petición vienen muchas otras bendiciones.

Y ahora, Eliseo (¿ve?): “Una doble porción del espíritu que está en ti es lo que yo quiero”. Algo que no se podía tocar. No era dinero, no era oro, no era ser rey en Israel, no era ser un comerciante importante o una persona importante, sino: “Una doble porción del espíritu que está en ti”. O sea que quería algo espiritual. Y con una doble porción, pues ¿qué vendría a ser? El próximo Elías; con dobles milagros…, todo doble.

Y Elías le dice: “Tú – Cosa difícil tú has pedido”. Pero como Dios le había dicho que iba a ungir a Eliseo en lugar suyo; pero dice: “Pues (puede decir), en la etapa de escuela que tuvo, bajo el ministerio de Elías, aprendió muy bien: que lo más importante es Dios y Su Programa, y que el Espíritu de Dios es lo más importante”, que es el que obra, el que hace las cosas.

El que obró a través de Elías fue el Espíritu de Dios, por lo tanto Eliseo quería que el Espíritu de Dios obrara a través de él; pero que obrara ampliamente, más ampliamente: él tener una doble porción. Si era buena esa porción que Elías tenía, ¡cómo sería doble!

—“¡Cosa difícil tú has pedido!”.

Es que algunas personas creen que decir: “Quiero ser un predicador, o quiero ser un profeta; me voy a estudiar a un seminario y ahí salgo ya ministro, salgo profeta o cualquier cosa”. El ministerio de profeta es para…, de un verdadero profeta, eso es por elección divina.

Y ahora: “¡Cosa difícil tú has pedido!”. Pero ya Dios lo había inspirado para que preguntara qué quería; y estaba en el Programa de Dios que pidiera así, y que Elías le preguntara.

Así que Eliseo vendría a ser como hijo espiritual de… Eliseo por eso… Le dice: “Si me ves cuando yo sea arrebatado…”, ya le está diciendo que va a ser arrebatado, raptado. Eliseo también lo sabía, que Dios se lo iba a llevar; además, si es que eso estaba en el ambiente, sabían de un rapto, de un arrebatamiento.

Y cuando van hablando, un carro de fuego se lleva a Elías. ¿Y cómo dice Eliseo?: “¡Padre mío, padre mío!”, era el padre espiritual de Eliseo. “¡Padre mío, padre mío, carros de Israel…!”. Y se lo llevaron[21].

El manto cayó; lo tomó, triste y lloroso, pero se quedó con ese recuerdo; y, de seguro, después siempre lo llevaba puesto.

Y su ministerio tuvo su comienzo, estrenó ese ministerio de doble porción usando… haciendo como… lo último que Elías había hecho. Además de ir caminando y hablando, lo último que había hecho, el último milagro, ¿fue qué? Abrir el Jordán: se fue sin ver muerte; representando el rapto de los escogidos que serán transformados sin ver muerte.

Y Eliseo toma el manto… Ahora vean, pasó de Jericó por la parte más arriba, por la parte de arriba, del Mar Muerto; y al pasar por esa parte, si ustedes buscan, ¿a dónde pasaría? Pasó por ahí para Jordania.

Y luego Eliseo viene de los gentiles, de Jordania, y pasa, hiere el Mar – el Jordán… Como pasó con Josué, que el Jordán se abrió cuando los sacerdotes pisaron en la orilla, donde estaba ya el agua, porque era en tiempo de la siega[22]. Tiempo de la siega se entra a la tierra prometida. Tiempo de la Siega: para ese tiempo será el recogido de los escogidos, del trigo; y será también la resurrección de los muertos, y la transformación de los vivos, que pasarán a través del Jordán, de la muerte, sin ver muerte, sino siendo transformados.

Y ahora, Eliseo pasa de, vamos a decir, Jordania a Jericó. Cuando los hijos de los profetas lo ven, que se abre el Jordán y pasa, miran bien, ven el manto de Elías sobre Eliseo o en la mano de Eliseo, dicen: “El espíritu de Elías reposó sobre Eliseo; el mismo espíritu que estaba en Elías reposó sobre Eliseo”[23].

Siempre el sucesor recibe el espíritu que está en el que le antecede; y ese viene a ser el próximo, el que le sigue, al cual le prepara el camino ese que le antecede. Le preparó bien el camino, lo enseñó: cómo trabajar en la Obra de Dios, en la Obra profética; lo relacionó con los hijos de los profetas y todas esas cosas.

Y ahora, dicen… le dicen a Eliseo: “Vamos a buscar a Elías, porque probablemente el Espíritu de Dios ahora lo colocó por ahí, en algún sitio quedó”. Pero Eliseo ya sabía que se lo habían llevado en un carro de fuego; pero ellos insistieron, fueron a buscarlo y no lo encontraron.

Elías estaba – el espíritu ministerial de Elías estaba en Eliseo, y no sabían que estaba en el precursor [precursado] el mismo espíritu, porque perdieron de vista lo que es un ministerio pasando de uno a otro: Dios cambiando de velo de carne. Tan sencillo como eso.

En el precursado viene el mismo espíritu ministerial, el mismo Espíritu Santo obrando. Y ahora cuando lo ven, ya el físico es diferente, pero el que está dentro operando ese ministerio es el mismo que estaba en Elías.

El ministerio de Elías está prometido para estar en el Día Postrero nuevamente: en su quinta manifestación. Y el reverendo William Branham dijo en diferentes ocasiones que los grandes milagros para el Día Postrero corresponden a los Dos Olivos: a Moisés y a Elías[24].

Y en la Visión de la Carpa él ve que ocurren grandes milagros y maravillas. Él quiso llevar a realización esa Visión; porque si iba a cumplirse en el tiempo que él estaba viviendo, tenía que ser a través de él.

Dios lo trasladó al tiempo en que se estará cumpliendo esa Visión, y él vio allí que estaban… se estaba predicando el Evangelio, llamamiento al altar, oración para los que reciben a Cristo; también vio sanidades, maravillas; vio a la Columna de Fuego que le acompañaba a él, que se movió a otro lugar y estaba hablando con otro, otro más arriba de donde él estaba[25].

El reverendo William Branham estaba en el aire, porque está en el cuerpo angelical; y la sexta dimensión, ya a los 12 pies[26] de alto ya está ahí; de ahí lo que tienen es que bajar acá, pero todavía siguen en el cuerpo angelical, a menos que resuciten.

Y ahora, él ve todas esas maravillas; él trataba de bajar, pero no podía, se mantenía allí arriba y viendo todas esas cosas.

Y luego, el Ángel que le acompañaba le dice: “Eso es la Tercera Etapa, esa será la Tercera Etapa (o es la Tercera Etapa), y yo te encontraré allí”.

La Tercera Etapa está prometida para ser manifestada cuando venga la apretura; una apretura, no la persecución fuerte, porque la persecución fuerte viene en la gran tribulación. Pero antes de eso ocurre la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de los vivos; y después de unos diitas que estén aquí ya transformados, se irán con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero; pongamos que, de 30 a 40 días que se esté aquí en la Tierra, ya con el cuerpo glorificado se harán tantas cosas que en mil años no se pueden hacer.

Y ahora, dice el reverendo William Branham: “Lo que ustedes han visto en parte (o sea, en él, en ese ministerio que Dios operaba en él), lo van a ver manifestado en toda su plenitud en esa Tercera Etapa”[27].

Y él nos habla en diferentes lugares que la Tercera Etapa será hablando la Palabra; por lo tanto, la Palabra tendrá que estar en alguien. Así como fue en las diferentes edades, que Dios colocó Su Palabra en el corazón y la boca de cada mensajero, tiene que tener un instrumento en el cual Él coloque esa Palabra.

Deuteronomio, capítulo 18, verso 15 al 19, dice que Él pondrá Su Palabra en la boca de ese profeta: “Profeta de entre vuestros hermanos, como yo, os levantará el Señor vuestro Dios; a él oiréis”.

Al instrumento que Dios levante para el tiempo en que cumpla esa promesa es al que hay que escuchar; porque no estará escuchando a esa persona sino al Espíritu Santo, a Dios, a Cristo en esa persona, hablándole Su Mensaje, Su Palabra correspondiente a ese tiempo. Y eso es estar escuchando a Dios, estar escuchando al Espíritu Santo, estar escuchando a Cristo. Y el que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

Por lo tanto, ese es el orden divino. No hay otro orden divino para la Iglesia del Señor Jesucristo, como tampoco para el pueblo hebreo.

El ministerio final, luego del ministerio que Dios operó en el reverendo William Branham (el ministerio de Elías por cuarta ocasión), lo que le sigue es el ministerio de Elías, de Moisés y de Jesús, operado por el Espíritu Santo.

El ministerio (recuerden), no la persona literalmente; no la persona literalmente de Elías, no la persona literalmente de Moisés, no la persona literalmente de Jesús; sino el Espíritu Santo que estuvo en Elías, el Espíritu Santo que estuvo en Moisés y el Espíritu Santo que estuvo en Jesús, en otro hombre.

Él puede operar un ministerio en una persona, puede operar dos ministerios en una persona, puede operar tres ministerios en una persona, puede operar todos los ministerios; porque el único que tiene ministerios es el Espíritu Santo.

Para el Día Postrero, el orden de la Venida del Señor, de San Mateo, capítulo 17, en el Monte de la Transfiguración, se convertirá en una realidad.

Por ejemplo, al principio, de seguro, van a decir: “Es Elías”. Pero eso es lo que dice el reverendo William Branham: “Primero Elías, después Moisés”[28]; y así por el estilo.

Por ejemplo, en el desierto, cuando Moisés iba con el pueblo, y las diferentes naciones cuando veían un pueblo con un tabernáculo, decían: “Ahí viene Moisés”; porque ya sabían que venía con una gran carpa, un tabernáculo que Dios le había mandado a hacer. Estaba relacionado el ministerio de Moisés con el tabernáculo donde moraba Dios (el tabernáculo), donde estaba la presencia de Dios, del Ángel de Dios.

Esperamos que en el Día Postrero se cumpla la Visión de la Carpa, y el mismo Espíritu Santo que estuvo con Moisés en el tabernáculo, esté en ese lugar; porque está prometido que va a estar cuando se cumpla esa Visión de esa Carpa que fue vista por el reverendo William Branham.

Y el ministerio que estará siendo operado allí será el ministerio de Elías por quinta ocasión, el ministerio de Moisés por segunda ocasión… Si contamos el ministerio de Jesús como la segunda ocasión del ministerio de Moisés operado, pues entonces tenemos que poner: por tercera ocasión; no hay problema. Y el ministerio de Jesús nuevamente siendo operado por el Espíritu Santo.

Tan sencillo como eso es ese misterio de Dios: por medio del Espíritu Santo operar diferentes ministerios.

Cuando dice que va a enviar tal profeta que ya lo envió en el pasado, es otro hombre, otro velo de carne, en el cual está el Espíritu Santo operando el mismo ministerio; ese es todo el secreto. Y es identificado el ministerio por las cosas que hace el Espíritu Santo a través de esa persona.

Por ejemplo, el ministerio de los Dos Olivos, de Moisés y Elías, pueden mandar a bajar fuego del cielo; eso lo hizo Elías[29]; y Moisés también, cuando cayó granizo y fuego, y de las diferentes plagas que cayeron a Egipto[30].

Vean, luego encontramos, en el capítulo 11 de Apocalipsis, que los Dos Olivos pueden mandar a descender fuego del cielo, cerrar el cielo, que no llueva…; Elías lo hizo. También enviar plagas cuantas veces quieran. O sea que ahí: “Cuantas veces quieran”, cubre las de Moisés, las de Elías, y las de cualquier otro profeta que hablaba los juicios.

Esos juicios vienen conforme a lo que fue hablado en el monte Ebal; y las bendiciones, pues vienen conforme a lo que fue hablado en el monte Gerizim.

Todas esas bendiciones y maldiciones estarán siendo manifestadas en el Día Postrero. Para los que estarán escuchando la Voz de Dios por medio del Espíritu Santo a través del instrumento que Él tenga, pues van a estar recibiendo bendiciones; los que lo estarán combatiendo, pues les tocarán las maldiciones. Tan sencillo como eso.

A través de la historia bíblica, busquen los que se levantaron en contra de Moisés, ¿qué les pasó? Perecieron. Los que se levantaron en contra del profeta Elías, ¿qué les pasó? Perecieron también. Y los que se levantaron en contra de Jesús también tuvieron problema.

Así que siempre hay un Programa Divino. Todos los que se levantaron en contra de Jesucristo en las diferentes edades, en contra del Evangelio de Cristo, perecieron.

Así que tenemos que entender todas estas cosas, para que sepamos estar parados sobre la Roca, que es Cristo, y Su revelación para el día que nos toca vivir.

No es cosa de emoción; es cosa de realidad, es cosa de la Palabra; porque la Palabra es la Verdad: “Los cielos y la tierra pasarán, pero… (Cristo dice) pero mi Palabra no pasará”[31].

Por lo tanto, es importante saber hacia dónde tenemos nuestra mirada colocada: saber hacia qué edad, qué dispensación, qué ministerio, y así por el estilo; y saber dónde estamos: en qué etapa estamos en el Programa Divino, qué dispensación estamos, cuál es el Mensaje correspondiente a nuestro tiempo, qué es la Lluvia Temprana: el Evangelio de la Gracia, qué es la Lluvia Tardía: el Evangelio del Reino, la Palabra; y todo lo que conlleva la predicación del Evangelio de la Gracia, y lo que conlleva la predicación del Evangelio del Reino.

Es importante conocer todas estas cosas para estar bien fundamentados, sabiendo que “los días son malos”, son peligrosos, dice Pablo[32]; pues pertenece nuestro tiempo a los días postreros; y de los días postreros estamos viviendo en el Día Postrero. Nos ha tocado a nosotros vivir en este tiempo, que es el que tiene más bendiciones de parte de Dios: tiene la promesa de la transformación para los que estén vivos en el momento en que Cristo resucite a los muertos creyentes en Él.

Para el Día Postrero, así como el Espíritu Santo comenzó a revelar los Sellos, y llegó hasta el Sexto Sello por medio del reverendo William Branham —le reveló a él, y él lo reveló al pueblo—, el Séptimo Sello va a ser revelado; va a ser revelado por el Espíritu Santo a través de aquel sobre el cual esté el espíritu de Elías en su quinta manifestación, y los demás ministerios que esté operando el Espíritu Santo.

Eliseo pidió una doble porción. De seguro, el que va a suceder en el Día Postrero al séptimo mensajero (que vino con una porción en la manifestación del ministerio de Elías en su cuarta ocasión), el que venga detrás – después de él, de seguro va a pedir una ter-… una triple: un triple espíritu ministerial; y le va a ser concedido, porque eso es lo que está prometido. Va a estar pidiendo bien, como Eliseo pidió bien; y así va a ser.

Por lo tanto, estaremos trabajando junto a él brazo a brazo.

Hemos de llegar a la meta; hay una meta para llegar.

Sabemos que la fe para el rapto la dan los Truenos; y los Truenos es la Voz de Cristo, el Ángel Fuerte que desciende del Cielo, el Espíritu Santo, en Apocalipsis 10. Pero donde esté el Espíritu Santo en el Día Postrero, estará hablándonos; y nos dará el avivamiento del Día Postrero, el avivamiento que corresponde a la Etapa de Oro de la Iglesia, a la Edad de la Piedra Angular; y estará dándonos la fe para ser transformados; estará manifestándose el Espíritu de Dios en ese entrelace dispensacional.

Juan, cuando lo vio en el Cielo, a Cristo, el anciano le dijo que era León; y Juan mira y dice que es Cordero[33]. Pero es que el Cordero y el León es el mismo Cristo, el Ángel del Pacto; depende cómo usted lo mire.

En el Día Postrero, esa manifestación la verán muchos como Cordero, y otros como León.

Vamos a…, por ejemplo, vamos a decir: que estemos escuchando el Evangelio de la Gracia: lo está viendo como Cordero; escuchando la predicación del Evangelio del Reino: está como León. Tan sencillo como eso.

Los Truenos es lo que da la fe para ser transformados. Los Truenos es la Tercera Etapa. Por lo tanto… ¡Todos queremos ser transformados! Por lo tanto, todos vamos a estar escuchando la Voz de Cristo en el Día Postrero como León: los Siete Truenos hablándonos al corazón.

Y eso es la Espada en la mano, esa Espada que él recibió[34], y es la Palabra.

Y la Tercera Etapa, cuando la vio el reverendo William Branham, en dos ocasiones dice… En una dice: “Fue tan rápido: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, que tronaron los Truenos (o sea, la Voz de Cristo); fue tan rápido eso, los Siete Truenos esos que escuché, que me pasó sin que pudiera entender”[35].

Y luego en otro lugar él dice…, aquí en la página 475 dice, de Los Sellos:

[175]. … pero sí nos encontraremos en el Trono de Juicio de Jesucristo; entonces sabrán que en aquel cuarto la revelación me vino de Dios, igual como me han venido todas las demás. El misterio de ese Sello (del Séptimo) no fue revelado, porque fueron Siete Truenos que tronaron, y allí está perfectamente, porque ninguno sabe nada al respecto, no estaba escrito”.

Y ahora, “el Séptimo Sello (dice) son los Siete Truenos sonando”, o sea, la Voz de Cristo hablando.

Luego en la página 479 dice, orando dice [Los Sellos]:

[188]. Concede que llegue a suceder que cuando la gente se encuentre enferma, que ellos se acuerden que la Sangre presente y toda suficiente de nuestro Señor Jesucristo está sobre el altar como nuestra expiación. Ruego que sean sanos inmediatamente. Y ruego que apartes el poder de Satanás cuando viene para desanimarlos o para hacerles formar grupitos…”.

Nunca se deje desanimar, y mucho menos en la labor que nos corresponde llevar a cabo, cada uno con su congregación en su lugar donde vive, en su nación; y todos unidos en los proyectos que son para todo el pueblo, y de donde recibirán grandes bendiciones las congregaciones. Dice:

[188]. … (aparta) el poder de Satanás cuando viene para desanimarlos o para hacerles formar grupitos…”.

O sea, sacarlos del compañerismo ministerial y del compañerismo (cada persona) de su congregación, y hacerles formar grupitos aparte, con cosas raras o misteriosas, para que no trabajen en la Obra del Señor que corresponde al tiempo en que se está viviendo.

Es como en los días de Noé (dice que será este tiempo). Ponga que en los días de Noé, Noé estaba en el proyecto más grande correspondiente a aquel tiempo; podían tener edificios grandes, pero lo más grande, el proyecto más grande era la construcción del arca. Ningún edificio resistiría el diluvio que vendría. Noé sabía —por revelación divina— lo que vendría y la solución a ese problema que iba a venir para la gente; la solución, no para evitar que viniera, sino para escapar, para sobrevivir a ese desastre que vendría.

Para este tiempo final vienen los juicios de la gran tribulación, los cuales ya están ahí en la Escritura; y vendrán a verse las plagas que habló Moisés en Egipto repitiéndose en este tiempo final, pero durante la gran tribulación.

¿Pero qué solución hay para ese problema que vendrá sobre la raza humana?, del cual pues ya las señales las estamos viendo: calentamiento global, que está afectando al medio ambiente y va en aumento cada día; ¿qué se puede hacer?

No hay nada que se pueda hacer, excepto una cosa: recibir la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, para estar en otro lugar que no estarán los juicios divinos, sino que estarán las bendiciones de Dios; porque los juicios divinos van a caer en el planeta Tierra completo, incluyendo a Israel, porque ahí lo tenemos (a Israel) también en el mismo problema del medio ambiente.

Pero luego que termine la gran tribulación, Israel va a ser el Distrito Federal del Reino del Mesías; Jerusalén va a ser la capital del mundo, no solamente de la nación de Israel sino del mundo entero; y va a tener paz Jerusalén, va a tener paz todo Israel y toda la humanidad.

La salvación viene de Israel, de los judíos[36]; la paz viene de Israel también. El Mesías vino de Israel en Su Primera Venida.

Dios tiene grandes promesas para Jerusalén, y son bendecidos los que oran por la paz de Jerusalén[37].

Nadie puede bendecir sin saber cuál es el Programa de Dios.

“El que maldiga a Israel, será maldito”, eso está ahí en la Escritura; no importa que se estén portando mal o bien; porque ahí la Escritura no le dice: “Si se portan mal, cualquiera lo puede maldecir”.

Así que es el único pueblo, como nación, del cual se dice: “El que lo bendiga, será bendito; y el que lo maldiga, será maldito”[38]. Por lo tanto, todas las naciones lo que deben hacer es conocer bien a Israel, tener buenos tratos comerciales, políticos y religiosos con Israel; y así tener toda esa bendición de parte de Dios. Y ayudar a Israel, ser una voz en favor de Israel; trabajar con todas las naciones para que todas las naciones conozcan quién es Israel.

La Escritura dice: “Israel es mi hijo, mi primogénito”. ¿Éxodo qué?, ¿4 qué?, 22 (por ahí); 4:22.

Por lo tanto, Israel es el país o la nación modelo. Así como el hijo mayor es el modelo del padre (que engendró en su esposa), el primer niño. “Este modelo me salió muy bien”, ¿ve?, el mayor. Por eso los hermanos menores se ponen la camisa del mayor (algunas veces, cuando no está el mayor), o los zapatos, o los pantalones, aunque le queden grandes, porque están imitando al hijo mayor.

Todas las naciones deben imitar a la nación primogénita: creer en el mismo Dios de la nación primogénita de Dios; tener la tecnología avanzada que tiene esa nación, que por inspiración de Dios le viene a sus científicos, a sus hombres sabios, en la tecnología de punta que existe. En todos los adelantos científicos que el hombre tiene, enseres en su hogar, encontrará que los judíos metieron la mano en eso. Así que todas las naciones dependen de la tecnología de Israel, de la ciencia de Israel; y ahora que es el tiempo para la restauración de Israel, mucho más.

¿Y cómo será después de la gran tribulación para Israel? Por cuanto es la nación modelo, entonces va a estar la capital allí: Jerusalén.

Se dice de Israel que —siendo la nación de Dios, con el pueblo de Dios— ese territorio de Israel no tiene agua casi (es lugar árido), no tiene petróleo, no tiene grande riqueza; sin embargo, es la nación más rica, porque tiene a Dios.

Dios es el Dios de Israel. Dios dice: “Israel es mi hijo, mi primogénito”, “Israel es mi heredad”[39].

Israel es la nación donde Dios va a morar literalmente, allá en Jerusalén; estará sobre el Trono de David —Dios en el Mesías gobernando— y en el Reino Milenial.

El planeta Tierra, después del Reino Milenial, el planeta Tierra va a pasar por otra catástrofe: una purificación total con fuego; y después el Trono de Dios va a ser colocado en la Tierra, y Trono del Cordero; o sea, el Trono terrenal de Dios y el Trono celestial de Dios van a estar en Jerusalén.

No podía tener riquezas de petróleo y cosas así, porque ahí va a estar Dios. Las calles de oro, dice la Escritura[40]; ahí sí que va a haber riqueza (jeje). Pero el petróleo… ¡si eso en el Milenio ni se va a usar!

Es como…, miren lo que está pasando: sacándole el petróleo al planeta. Es como en el automóvil: la persona al venir le dio sed: abren el grifo o la llave de donde está el líquido del radiador, o del aceite del motor, y tomándoselo; y dejando el motor sin aceite o sin el agua (el líquido este de – anticongelante, y…, para evitar que se caliente el carro). Y entonces, ¿qué pasa después? Se va a calentar el carro, se va a dañar el motor. Y eso es lo que está pasándole al planeta Tierra.

Recuerden que el planeta Tierra, así como los autos, él viaja también: en su órbita, en el espacio; tiene su equipo, tiene su “petróleo”… El vehículo que más petróleo – que más combustible tiene es la Tierra; si se lo sacan, el viaje que tiene que dar se le puede afectar, y la comodidad que deben tener los que están viajando en él se va a afectar también.

Es como cuando va en el auto y se le daña el aire acondicionado, y la temperatura está a 40 grados [40 °C /104 °F]: va a sentir calor todo el mundo que va ahí en el auto. Y así es en el planeta Tierra: va aumentando la temperatura, y está teniendo todos esos problemas el planeta Tierra.

No se va a solucionar ese problema (que lleva cientos de años produciéndose) con un par de años tratando de “poner paño nuevo en vestido viejo”.

La gran tribulación va a hacer un cambio: lava volcánica, ceniza volcánica y todo eso, va a cubrir durante la gran tribulación, y va a hacer una renovación para el Milenio, para los que van a estar ahí en ese Reino Milenial del Señor.

Si son miles o millones los que van a estar en ese Reino, no hay ningún problema; cuando Noé salió del arca solamente estaba él y su familia: ocho personas; y miren, ya se ha poblado la Tierra de nuevo.

Una cosa sí sabemos: van a estar todos los santos de las edades pasadas, del cristianismo, todos los elegidos, los nacidos de nuevo, en cuerpos glorificados; van a estar también los santos del Antiguo Testamento que resucitaron con Cristo; van a estar los 144.000 hebreos, 12.000 de cada tribu, que van a morir durante la gran tribulación como mártires, martirizados, pero van a ser resucitados al final de la gran tribulación para entrar al Reino del Mesías.

Y no sabemos cuántas personas más van a estar en el Reino del Mesías, de los que sobrevivan a los juicios de la gran tribulación; pueden ser miles o pueden ser millones.

Pero los números no es lo que cuenta; lo que cuenta es el Programa que Dios tiene, y las personas que ya Dios vio que van a estar en ese Reino del Mesías.

Y lo importante es que yo voy a ser uno de los que van a estar ahí, ¿y quién más? Cada uno de ustedes también. ¡Es para todos nosotros!

Vamos a estar trabajando en el Programa de nuestro tiempo. Vamos a ver la Visión de la Carpa hecha una realidad algún día, pronto; porque sin el cumplimiento de esa Visión no va a haber Tercera Etapa manifestada; porque la Tercera Etapa corresponde al cumplimiento de la Visión de la Carpa.

El reverendo William Branham dijo: “Queda una cosa que todavía no se ha cumplido, y es la Visión de la Carpa”; 119 a 120, por ahí, del libro de Citas; por ahí está, vamos a ver si lo consigo… Tiene la parte espiritual y tiene la parte física también. La 120, párrafo 1068[41], dice:

1068 – “138 ¡Ese grande don! He tratado de explicar los otros y decir cómo opera”.

Explicó la Primera Etapa, y surgieron imitadores; explicó la Segunda Etapa, y surgieron imitadores; y le hicieron daño al pueblo, porque empezaron a hacer grupitos: a hablar mal del reverendo William Branham, para desvirtuarlo; y que para que “se fueran con él” las personas, otros ministros se fueran con él con sus congregaciones: con otras personas, y formar otros grupitos; y abandonar lo más importante: el Espíritu Santo, que estaba operando ese ministerio en el reverendo William Branham en la Primera Etapa, y después en la Segunda Etapa también.

La Tercera Etapa… Recuerden que fue en tres etapas la pesca, y los peces grandes se pescarían en la Tercera Etapa.

Ahora vamos a seguir aquí, sigue diciendo…

El Ángel le dijo: “Lo que te dije que no hicieras, eso hiciste: te pusiste a explicar”, entonces por eso surgieron (¿qué?) los imitadores.

1068 – “[138] Nada más opera”.

Ahora, está hablando de la Tercera Etapa; dice: “Nada más opera”. O sea que no va a haber explicación.

Recuerden que los que salían… – entraban enfermos o paralíticos, salían por la otra puerta sanados[42], y le preguntaban:

—“¿Qué sucedió?”.

—“No sé lo que sucedió, solamente sé que estoy bien”.

Como el joven ciego que recibió la vista[43]:

—“No, yo no sé cómo fue”.

—“¿Cómo fue que te abrió los ojos, cómo hizo?”.

—“No, yo no sé. Una cosa yo sé: que antes era ciego, y ahora veo”.

Y así va a ser:

—“¿Cómo fue?”.

—“Bueno, una cosa sé: que antes era paralítico, y ahora no”, o “que antes era ciego, y ahora no. Pero cómo sucedió no sé, pero sucedió; lo que sé es que sucedió” (algo parecido así dicen en las entrevistas).

Él vio todo eso porque era profeta, y fue transportado al tiempo en que se va a cumplir esa profecía.

Ahora, no le fue permitido o no fue llevado a cuando se estaban preparando los materiales, en qué sitio y todo; sino que él fue a una actividad que se estaba llevando a cabo. No vio los trabajos que se pasaron, lo mucho que se luchó para hacer, cristalizar, materializar, concretar, esa Visión.

Trató de concretarla, de materializarla, Elías en su cuarta manifestación, y no le fue permitido; ¡no era para su tiempo! Pero el ministerio de Elías sí la concretará; pero será en la quinta manifestación del ministerio de Elías. Y junto a él estarán los maravillosos colaboradores: trabajando con él para que se cumpla, se materialice, esa promesa.

Sigue diciendo:

1068 – “[138] No estará en operación tan perfectamente ahora”.

O sea que no iba a estar en operación en el tiempo del hermano Branham esa Tercera Etapa. Por eso en otra… en la página 119 dice: “Lo que ustedes han visto en parte, lo van a ver en toda su plenitud operando; será cuando venga la apretura”. O sea que es un tiempo de apretura. Dice:

1068 – “[138] No estará en operación tan perfectamente ahora. Espera que ese Concilio de Iglesias traiga esa persecución, entonces pasará (o sea, entonces surgirá). Esta es la razón por qué yo vuelvo a orar por los enfermos. Solamente tengo una cosa en mi vida, que el Señor me dijo, que no se ha cumplido todavía: es ese edificio o carpa, donde estará un cuartito, y yo tendré que estar adentro orando por los enfermos. Esto no ha pasado todavía, que yo sepa. Esta es la única cosa que yo sé”.

Ahora, ¿por qué él dice que es una gran – una “carpa”, y dice “catedral” también, y dice “edificio”? Le pareció una carpa, le pareció una catedral, le pareció un edificio; no es una carpa común. Y un cuartito adentro. Y todas esas… son detalles muy importantes.

Parecía una carpa y parecía una catedral; él dice: “carpa o edificio”. O sea que tendrá las características de carpa y las características de un edificio, y de catedral. Y al ser catedral, pues está ligada al asunto religioso.

Así que no va a ser cualquier persona el que estará llevando a cabo esa labor; será conforme a como fue dicho. Y cuando esté cumpliéndose: “Bueno, eso fue lo que fue dicho”. Y ahí va a estar el Espíritu de Dios, va a estar la Columna de Fuego, va a estar el Ángel que acompañó al reverendo William Branham, va a estar el ministerio o los ministerios correspondientes.

Y si van a estar ocurriendo milagros, pues los que producen o los que traen milagros, hacen milagros, vamos a ver quiénes son.

Recuerden que tenemos que ser personas bien fundamentadas en lo que ha sido prometido.

Página 136 y 138 del libro de Citas… La 136 dice, párrafo 1208[44]; le preguntan:

1208 – “[Pregunta 253] ‘¿La Novia, antes que venga Jesús, Ella tendrá todo poder del Espíritu Santo para hacer milagros, levantar muertos, y así sucesivamente, como en la lluvia tardía, y es (esto está en Los Sellos) esta lluvia tardía para los 144.000 judíos? ¿Tendrán todos los ministros esto, y estamos solo esperando la Venida?’. (…)

197 [Respuesta] Ahora, lluvia tardía, 144.000 judíos, no; eso es cuando Elías y Moisés… Allí es donde los milagros tienen lugar. Las cosas que la gente ha estado buscando, los pentecostales, por milagros, pero donde eso tendrá lugar será bajo Elías y Moisés. (…)

198 Solo debemos esperar la Venida del Señor”.

Y ahora, podemos ver que para una etapa con grandes milagros y maravillas, tienen que estar esos ministerios de los Dos Olivos; y por consiguiente, el Espíritu Santo —que es el que opera esos ministerios— tiene que estar ahí.

El mismo Espíritu Santo que estuvo en – desde Adán hasta Jesús, y de Jesús y los apóstoles hasta el tiempo del reverendo William Branham, y que podemos marcar la trayectoria que tomó y los instrumentos principales que usó…

Ahora, del ministerio del cuarto Elías, a muchos se les perdió la trayectoria del Espíritu Santo. ¿Para dónde cogió? Estaba en Norteamérica. ¿Hacia dónde se fue? Ese es un misterio, es un secreto. Así como fue un secreto la trayectoria del Espíritu Santo moviéndose del pueblo hebreo a los gentiles, a Asia Menor; de Asia Menor a Europa, para tener cinco etapas o edades allá; y de Europa ¿para dónde se fue? Voló para Norteamérica.

Y de Norteamérica, cuando se fue el mensajero donde estaba el Espíritu Santo, ¿para dónde se fue el Espíritu Santo, el Ángel del Pacto? Hay que saber para dónde se fue; porque para donde se haya ido estará operando el ministerio de Moisés, el ministerio de Elías y el ministerio de Jesús; porque es el único que tiene ministerios, y por consiguiente el que estará cumpliendo la Visión de la Carpa.

Para donde se haya ido, y en el que esté, en la persona que esté, será que veremos el cumplimiento de la Visión de la Carpa.

Y por consiguiente, queremos tener parte en el cumplimiento de esa Visión, queremos ser personas que (como los que ayudaron a Noé en la construcción del arca) estemos hallados por Dios trabajando en esa labor, para el cumplimiento de la Visión de la Carpa.

No importa lo que dijeron muchos que criticaron a Noé, sin embargo Noé continuó; por muchos años – le tomó muchos años, pero la construyó. La misericordia de Dios y la espera de Dios era por Noé; porque no podía enviar el diluvio sin que Noé tuviera el arca terminada, el lugar donde se iban a salvar él y su familia.

Y ahora, tenemos una promesa: que habrá una Gran Carpa Catedral. Se va a cumplir. El Espíritu de Dios va a despertar el espíritu de las personas, de los ministros, que van a estar unidos al Espíritu Santo, el cual estará en el instrumento que Él tenga en el Día Postrero.

Y junto a ese ministerio estarán muchos obreros, muchos ministros, con sus congregaciones, trabajando para el cumplimiento de esa Visión. Así como trabajaron para el cumplimiento de la visión que tuvo Moisés en el monte Sinaí, de un tabernáculo, estuvieron muchas personas trabajando.

Aunque pudo haber algunos que criticaron a Moisés: “Ahora le va a quitar… va a pedir que le traigan ofrendas; el pueblo se va a quedar sin dinero”.

¿Pero y por qué no dijeron eso cuando pidieron que hicieran el becerro de oro?[45], que era de oro, y le quitaron todas las prendas de oro para hacer ese becerro y establecerle la religión pagana, una religión pagana de idolatría; en vez de esperar que Moisés bajara con la Ley del Pacto que Dios le estaba dando a Moisés en el monte Sinaí.

Si Moisés no ora a Dios, no intercede y pide perdón, pide que Dios los perdonara… Moisés hasta arriesgó su propia vida, su alma; no solamente la vida física, sino su alma; cuando dice: “Te pido que perdones este pueblo que ha pecado, ha hecho un grande pecado (o sea, construyendo el becerro de oro); te ruego que los perdones; o si no, ráeme del Libro de – Tu Libro que has escrito, del Libro de la Vida”[46].

Miren todo lo que Moisés le dice a Dios: está dispuesto a que pe-…, a ser raído del Libro de la Vida, su alma, que se pierda su alma si Dios no los perdonaba; tipo de Cristo.

Y ahora, podemos ver que Dios tenía un proyecto; pero se adelantaron para construir un proyecto pagano, de idolatría, y a Dios le desagradó. El proyecto en el cual se iba a invertir bastante oro y de todo, era el proyecto de la construcción de un tabernáculo para Dios morar en él; no la construcción de un becerro de oro para adorar más bien a… una adoración pagana al enemigo de Dios, llamado Satanás o diablo.

El pueblo hebreo en muchas ocasiones tuvo la tendencia a la idolatría, a causa de algunas personas idólatras que salieron con el pueblo; muchos eran del pueblo hebreo y otros eran personas gentiles, que cuando el pueblo de Israel salió, ellos bien aprovecharon y se unieron al pueblo hebreo y salieron, pues estaban deseosos de ser libres, y se fueron con el pueblo hebreo[47].

Siempre el proyecto de Dios es el importante y el que Dios respalda y el que Dios cuida; y cualquiera que se levante en contra de ese proyecto —que está de acuerdo a Su Palabra, que Él ha mostrado que tiene que llevarse a cabo— se convierte en enemigo de Dios; como sucedió con los que se levantaron en contra de Moisés.

El proyecto que Dios estaba desarrollando a través de Moisés, y luego lo continuó a través de Josué, era el que los llevaría a la tierra prometida.

Y el proyecto de Dios que nos llevará a la Cena de las Bodas del Cordero es el que Dios ha estado llevando a cabo desde la Cruz del Calvario, desde el día de la resurrección de Cristo; aun la muerte de Cristo, y Él bajar al infierno, llevando allá los pecados del pueblo y dejándolos allá, al dueño allá del infierno: al diablo; y luego resucitando justificado, sin los pecados ya; y resucitando con Él los santos del Antiguo Testamento; estando con Sus discípulos unos 40 días, en diferentes ocasiones estando; y luego subiendo al Cielo y sentándose a la diestra de Dios. Vean, todo eso fue el Proyecto de Dios; y Cristo lo llevó a cabo, y fueron bendecidos los que estuvieron brazo a brazo con Cristo.

Luego el Día de Pentecostés comenzó ahí la etapa del nacimiento en el Reino de Dios, millones de seres humanos. Comenzó con ciento veinte[48], y después continuó con unas tres mil personas, como tres mil personas[49], y así continuó; y ha llegado hasta nuestro tiempo, y continúan entrando al Reino de Dios miles de personas.

Cuando se complete la Iglesia, el Cuerpo Místico de Cristo: se cerrará la Puerta; y entonces Cristo se convertirá en el León de la tribu de Judá, Rey de reyes y Señor de señores; y ya eso será una nueva etapa en el Programa Divino.

Por lo tanto, todo el trabajo del Espíritu Santo en Su Iglesia es para llevarnos a la Cena de las Bodas del Cordero, para que seamos transformados, obtengamos la inmortalidad física; primero la espiritual y después la física; primero la del alma y del espíritu, y después la del cuerpo. O sea que el Programa de Dios es para salvación y vida eterna.

Y el Programa de Dios para nuestro tiempo nos va a llevar a la transformación y al rapto o arrebatamiento de la Iglesia, nos va a llevar a la Cena de las Bodas del Cordero. ¡Esa es la meta!: llegar a esa gran fiesta.

Y por consiguiente, la meta nuestra es llegar a la transformación, los que permanezcamos vivos hasta ese momento; y si alguno muere físicamente, pues a la resurrección.

¿Cuál era el tema de hoy, Miguel? […].

“LA LEY DE LA REPETICIÓN”. No era el tema, pero como tenían – ya habían hablado de eso, lo que pasó…

Vamos a leer el 3:15 (¿3:15 de qué podemos leer?) de Eclesiastés; y aun desde el verso 14, dice… 3:14 al 15 dice, de Eclesiastés:

“He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo…”.

Por eso es que repite. Como lo que hace es perfecto, entonces lo va a hacer en la misma forma.

Por eso es también el reloj: se mueve de una hora a otra, pero una hora no es diferente a la otra. Una hora tiene 60 [minutos]; y la otra que le sigue ¿cuántos va a tener? 60 también. Y un día tiene, ¿cuántas horas? 24 horas. Cuando viene el otro día no va a tener 23; 24 también.

“… sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.

Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó”.

Lo que ha de ser en nuestro tiempo, ya pasó; y ahora Dios lo va a actualizar: una Gran Carpa Catedral, un tabernáculo grande.

Si estuviéramos en el tiempo de la liberación del pueblo hebreo, diríamos: “Un tabernáculo. El mensajero a través del cual será libertado el pueblo hebreo, lo va a hacer”. Pero no estaba revelado; Moisés recibió la revelación en el monte Sinaí.

Cualquiera podía decir: “Eso es una revelación – es una idea de Moisés”. No; era la idea de Dios, que es la importante. Era para Dios morar ahí, manifestarse ahí y hablar ahí; y ahí recibir los sacrificios, la adoración y todo; tenía que ser en ese lugar.

“LA LEY DE REPETICIÓN”.

Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean con cada uno de ustedes, y les use grandemente en Su Programa en este tiempo final; y pronto veamos el cumplimiento de La Gran Carpa Catedral, y la manifestación también de Dios en ese lugar.

Recuerden que las cosas comienzan poco a poco. No sabemos cómo comenzará después que se dedique a Dios, pero una cosa sí sabemos: que en el cumplimiento de la Visión de la Carpa que tuvo el reverendo William Branham: estaba la Columna de Fuego que le apareció a Moisés —ahí estaba el Ángel del Pacto—, estaba el Ángel que le aparecía al reverendo William Branham, y estaba ahí un ministerio que era manifestado y que se veía que estaban aconteciendo muchas cosas.

Era el Espíritu Santo usando a una persona ahí, porque el socio de Dios siempre es un ser humano; un hombre en el ministerio siempre ha sido el socio de Dios, el instrumento de Dios; porque Dios no obra, a menos que sea a través de un ser humano.

Yo aprecio mucho y agradezco mucho que Dios los haya colocado a mi lado para trabajar en el Programa de Dios para nuestro tiempo; y hemos de llegar a la meta, porque ¡ya está profetizada!, hemos de llegar a la transformación, esa etapa de manifestación que está prometida, y al arrebatamiento o rapto que está prometido para ir a la Cena de las Bodas del Cordero. Y estamos avanzando, porque nos están esperando en el Cielo.

Así que nos están esperando. Y por consiguiente estamos en una labor, una Obra rápida. ¡Y hasta eso fue hablado! Que sería llevada a cabo ¿una Obra qué? [Responden los presentes: Rápida]. Por lo tanto, no tenemos el tiempo que Noé tenía.

Así que Dios me los bendiga y les guarde; y aprecio mucho el respaldo que ustedes le están dando al proyecto de La Gran Carpa Catedral, ustedes y sus congregaciones. Y hemos estado viendo que es un milagro lo que está sucediendo.

Hasta eso de los pececitos: tres meses… dos o tres meses antes ya están listos, ya están del tamaño que van a obtener otros criadores de peces; no hay explicación, como tampoco hubo explicación para la multiplicación de los panes y de los peces[50].

Así que esa es más fácil: pues añadirle un poquito más de desarrollo que lo que tenían – necesitaban; se le adelante dos meses de crecimiento y que crezcan lo que tenían que crecer dos meses más, después; así que… Y muchas cosas más grandes estaremos viendo. Cristo dijo: “Mayores que estas”[51]; y “mayores” pues tiene que ver con creación divina.

Y en el cumplimiento de la Visión de la Gran Carpa Catedral, que tuvo el reverendo William Branham, donde se va a cumplir la Tercera Etapa; y él dice: “Será la Palabra, y será por hablar la Palabra”[52]. Así que eso es mayor; es mayor que poner las manos sobre un enfermo: hablar la Palabra y las cosas acontecer.

Fueron dadas cinco muestras nada más[53], aunque hubo muchas más, pero cinco muestras, donde por hablar la Palabra que puso Dios, que puso el Espíritu Santo en la boca del reverendo William Branham, hablar esa Palabra, las cosas acontecían.

La creación de ardillas: por hablar la Palabra; y un sinnúmero más de cosas. Todo eso que fue visto en parte, parcialmente, será visto en toda su plenitud, dijo el reverendo William Branham.

Bueno, que Dios les bendiga y les guarde. Ya… Miguel se queda por ahí esperando el postre siempre. Pero ya, Miguel, puede pasar por aquí. Que Dios les bendiga y les guarde, y ya mañana nos vemos nuevamente.

Yo espero que en el cumplimiento de La Gran Carpa Catedral el Séptimo Sello sea abierto. Ese… Si los Truenos, y la Tercera Etapa, todo eso se va a cumplir ahí, pues el Séptimo Sello va a ser abierto completamente ahí. Bueno… [Hno. Miguel: No solamente los milagros, sino la Palabra que se va a…]. Lo más grande es la revelación; los milagros es…, le sigue a la Palabra.

Bueno, que Dios me los bendiga y les guarde. Y con ustedes el reverendo, misionero Miguel Bermúdez Marín.

“LA LEY DE LA REPETICIÓN”.

[Revisión julio 2025]

[1] Deuteronomio 27:11-26, 28:1-68

[2] Citas, pág. 125, párr. 1110: 64-0614M “Develando a Dios”, párrs. 171-172

[3] Citas, pág. 124, párr. 1105: 64-0614M “Develando a Dios”, párrs. 130-131

[4] San Mateo 24:37-39, San Lucas 17:26-30

[5] Génesis 18:1-8

[6] Génesis 19:1-3

[7] Hechos 12:22

[8] San Marcos 7:9-13

[9] Apocalipsis 2:7, 2:11, 2:17, 2:29, 3:6, 3:13, 3:22

[10] Amós 3:7

[11] 61-0730M “Las instrucciones de Gabriel a Daniel”, párrs. 152-157 / Libro LGCC: Pág. 41, párrs. 159-164

[12] 1 Reyes 19:9-10, Romanos 11:3-4

[13] 1 Reyes 19:18

[14] 1 Reyes 19:15-16

[15] San Mateo 20:16

[16] 1 Reyes 19:19-21

[17] 2 Reyes 2:4-5

[18] Rut 1:16-17

[19] 2 Reyes 2:6-10

[20] 1 Reyes 3:5-14

[21] 2 Reyes 2:11-14

[22] Josué 3:14-17

[23] 2 Reyes 2:15

[24] Citas, pág. 136, párr. 1208: 64-0823M “Preguntas y Respuestas #1”, pregunta 253, párrs. 197-198

[25] Los Sellos, pág. 471, párr. 161 / Citas, pág. 13, párr. 98: Marzo, 1956 “Magazín de la Voz, Vol. IV, No. 2”

[26] 12 pies = 3.65 metros

[27] Citas, pág. 119, párr. 1057: 63-1229E “Apartando la mirada hacia Jesús”, párrs. 38-39

[28] Citas, pág. 42, párr. 345: 60-1204E “La visión de Patmos”, párrs. 227-230

[29] 1 Reyes 18:20-40

[30] Éxodo 7, 8, 9, 10, 11 y 12

[31] San Mateo 24:35

[32] Efesios 5:15-16

[33] Apocalipsis 5:5-6

[34] Los Sellos, pág. 470, párrs. 156-158

[35] Los Sellos, pág. 466, párr. 144

[36] San Juan 4:22

[37] Salmos 122:6

[38] Génesis 12:3, Números 24:9

[39] Isaías 19:25

[40] Apocalipsis 21:21

[41] Citas, pág. 120, párr. 1068: 64-0120 “Sus palabras infalibles de promesa”, párr. 138

[42] Citas, pág. 13, párr. 98: Marzo, 1956 “Magazín de la Voz, Vol. IV, No. 2” / Citas, pág. 14, párr. 103: 56-0408A “¿Qué es una visión?”, párrs. 104-109 / Citas, pág. 40, párr. 321: 56-0219 “Siendo guiados por el Espíritu Santo”, párrs. 21-24

[43] San Juan 9:1-34

[44] Citas, pág. 136, párr. 1208: 64-0823M “Preguntas y Respuestas #1”, pregunta 253, párrs. 197-198

[45] Éxodo 32:1-35

[46] Éxodo 32:31-32

[47] Éxodo 12:38

[48] Hechos 1:15, 2:1-4

[49] Hechos 2:41-42

[50] San Mateo 14:13-21

[51] San Juan 5:20, 14:12

[52] Citas, pág. 154, párr. 1376: 65-0725M “Los ungidos en el tiempo del fin”, párr. 262

[53] Compilación de extractos “La introducción de la Segunda Venida de Cristo a Su Iglesia”: Sanidad hermana Meda Branham: págs. 290-295, párrs. 71-136 ([64-0120] “Sus palabras infalibles de promesa”) / Detiene la tormenta: págs. 281-284, párrs. 86-122 ([63-1110E] “El que está en vosotros”) / Resurrección del pececito: págs. 235-238, párrs. 130-157 ([57-0623] “Cree desde el corazón”) / Creación de ardillas: págs. 238-245, párrs. 33-52 ([59-1123] “Habla a esta montaña”) / Salvación hijos de Hattie Wright: págs. 250-252, párrs. 170-188 ([60-0417M] “Id, decid”)

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