Muy buenas tardes, ministros compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo nuestro Salvador, y damas también reunidas. Es una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión.
Para esta ocasión leemos en el libro del Génesis, capítulo 18, versos 1 en adelante, y dice:
“Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día.
Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra,
y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo.
Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol,
y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, y después pasaréis; pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho.
Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo: Toma pronto tres medidas de flor de harina, y amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo.
Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al criado, y este se dio prisa a prepararlo.
Tomó también mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos; y él se estuvo con ellos debajo del árbol, y comieron.
Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda.
Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.
Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres.
Se rio, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?
Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?
¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.
Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído.
Y los varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma; y Abraham iba con ellos acompañándolos.
Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer,
habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra?
Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él.
Entonces Jehová le dijo: Por cuanto el clamor contra Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo,
descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí; y si no, lo sabré.
Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sodoma; pero Abraham estaba aún delante de Jehová.
Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío (injusto)?”.
Y ahí comienza a hablarle acerca de las cantidades de personas. Primero [Abraham] Dios comienza, dice:
“Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío?
Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él?
Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?
Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos”.
Y luego Abraham sigue bajando el número: de cincuenta lo baja a cuarenta, de cuarenta después lo baja a treinta, de treinta lo baja a veinte; y luego de veinte, lo baja a diez. Verso 32:
“Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez.
Y Jehová se fue, luego que acabó de hablar a Abraham; y Abraham volvió a su lugar”.
Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
¿Por qué es tan importante este pasaje histórico de la vida de Abraham, para el cristianismo, y aun para el judaísmo y aun para el islam? Porque el tiempo de la Venida del Hijo del Hombre para el Día Postrero, dice Jesucristo que será como los días de Lot, como también lo será como en los días de Noé[1].
Por lo tanto, aquel evento histórico se convierte en un tipo y figura de lo que estará pasando en este tiempo final en el cual nosotros estamos viviendo. Y por consiguiente, en Abraham está representada la simiente de Abraham, que son —en la parábola de las diez vírgenes— las vírgenes prudentes; y en Lot están representadas las vírgenes insensatas: que no tenían aceite en sus lámparas y que pasarán por la gran tribulación.
Mientras, Abraham estaba allá en la montaña, en donde no corría ningún peligro, estaba en lo alto. Y la Iglesia del Señor Jesucristo va a estar en lo Alto, en la Cena de las Bodas del Cordero, cuando la destrucción del mundo venga durante el tiempo de la gran tribulación, donde estarán cayendo los juicios divinos sobre la raza humana, las plagas que aparecen en el libro del Apocalipsis. Y por eso es que aquel tiempo es tan importante para nosotros en este tiempo final, porque aquello es el tipo y figura de lo que estará pasando en este tiempo.
Abraham, ya vimos que representa a las vírgenes prudentes, a la Iglesia-Novia del Señor. ¿Y a quién representa o qué representan Elohim y Sus dos Ángeles, que son Gabriel y Miguel? Para el Día Postrero estarán los ministerios de Elías, de Moisés y del Mesías, porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de Su Padre con Sus Ángeles[2].
Por lo tanto, la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles es el cumplimiento del tipo y figura de los tres Ángeles que aparecieron a Abraham allá, y lo visitaron, y le hablaron acerca del hijo que Dios le había prometido mucho tiempo antes[3]; y que continuaba pasando el tiempo, y ya llevaban unos 24 años, y el hijo no llegaba; pero Abraham permanecía creyendo lo que Dios prometió.
Sara se había debilitado en la fe, pues ya pensaba que por medio de ella no podía Abraham tener ese hijo prometido, porque ya estaba anciana, ya no podía concebir; pero Dios le había prometido a Abraham que era por medio de ella que Abraham iba a tener ese hijo prometido.
Ella, en la situación de su edad avanzada, aun le había dado a su sierva para que Abraham y ella pudieran recibir un hijo de Abraham a través de esa sierva, y ella lo adoptaría como hijo de ella; lo cual luego ha venido a ser una lucha grande para la descendencia de Abraham: dos líneas de descendientes de Abraham que siempre han estado en lucha.
Y ahora, para el Día Postrero, Sodoma y Gomorra representan al mundo; digamos, al reino de los gentiles en los pies de hierro y de barro cocido, que la Piedra no cortada de manos en Su Venida, la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, la Venida del Señor con Sus Ángeles, traerá el fin de los pies de hierro y de barro cocido; y luego el establecimiento del Reino de Dios vendrá para Israel y para toda la raza humana. Tan sencillo como eso.
Pero aun con todo lo que les he explicado, todavía hay un misterio ahí, que queda quieto ahí para ser abierto más adelante, porque eso será el misterio del Séptimo Sello.
La visita de Elohim con Sus Ángeles a Abraham allá, está mostrando lo que será el Séptimo Sello acá, en el Día Postrero; y el Séptimo Sello es la Venida del Señor, la Venida del Señor a Su Iglesia.
Está la Venida del Señor a Su Iglesia antes de la gran tribulación, para prepararla para ser transformada y llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero; y está la Venida del Señor después de la gran tribulación con Su Iglesia, ya en cuerpos glorificados, para el establecimiento del Reino del Mesías, que será la restauración del Reino de David.
La Venida del Señor a Su Iglesia será un secreto, y será en secreto. Ella es la que conocerá ese misterio cuando le sea revelado; pero el mundo no tiene que conocerlo porque no viene por ellos, sino que viene por Su Iglesia, Su Iglesia-Novia.
El mundo continuará igual siempre, y de mal en peor.
Y el medio ambiente continuará con sus problemas del medio ambiente, el calentamiento global, el problema de la capa de ozono; que me estaba diciendo la doctora Nelly Fuentes en estos días, que fue publicado acerca del ozono, que ha estado yéndose del área, y principalmente del área que corresponde a la América Latina y el continente (por consiguiente) americano; por lo cual, va a tener muchos problemas en el medio ambiente el continente americano.
Hemos visto cómo se han aumentado los problemas de inundaciones, de lluvias, de tormentas, de terremotos, y el nivel de los mares también va aumentando con el derretimiento de los hielos polares; y todo eso cada día va aumentando, ya que los rayos solares están pasando más directamente al planeta Tierra, y por consiguiente van a causar muchos problemas aun en la piel de los seres humanos.
La situación es difícil, y se pondrá más difícil a medida que pasa el tiempo. Y cuando llegue el momento para comenzar el fin del tiempo…; el fin del tiempo, que corresponde a los últimos tres años y medio de las setenta semanas de la profecía de Daniel; porque ya, de esas setenta semanas, ya tenemos sesenta y nueve semanas, más media semana de la semana setenta que ya fue cumplida en el ministerio del Señor Jesucristo; o sea que ya lo que le falta para completarse esa profecía de las setenta semanas, le falta solamente tres años y medio, que corresponden a la gran tribulación.
Cuando Cristo murió, allí se hizo un paréntesis y se abrió una brecha para comenzar la Dispensación de la Gracia, pero se detuvo la semana número setenta.
Y cuando los escogidos resuciten en cuerpos glorificados, los que ya han partido, y los vivos creyentes en Cristo sean transformados, y estemos una temporada corta aquí en la Tierra ya glorificados, transformados, con cuerpos eternos, luego nos iremos de aquí.
Cuando nos vayamos comenzará – o continuará la semana número setenta, para cumplirse la segunda parte que falta; comenzará esa segunda parte de la semana número setenta, la cual corresponde al tiempo llamado “la gran tribulación” o “apretura de Jacob”, donde Dios estará tratando con el pueblo hebreo, y estará libertándolos como los libertó allá en Egipto.
Y por consiguiente, como trajo plagas sobre Egipto traerá plagas sobre el reino de los gentiles; sobre la etapa de los pies de hierro y de barro cocido del reino de los gentiles caerán esas plagas. En palabras más claras, caerán sobre el reino del anticristo en el Día Postrero, el cual será la cabeza del reino de los gentiles, será la cabeza de los pies de hierro y de barro cocido; o sea, la cabeza: su rey, su líder.
Y ahora, hemos visto así a la ligera lo que será LA VENIDA DE ELOHIM A LA SIMIENTE DE ABRAHAM.
La simiente de Abraham, dice el apóstol Pablo que todos los creyentes en Cristo son hijos de Abraham, todos los que son de la fe en Cristo[4].
Así que estará visitando primero a los creyentes en Cristo en el Día Postrero; y luego también visitará a los judíos, que son simiente de Abraham también.
De eso no se puede hablar mucho, de todo esto que está prometido; solamente estamos tocando así por encima estas profecías. Pues Cristo mismo habló que como fue en los días de Lot, así será el día en que el Hijo del Hombre se revelará, se manifestará: “Así será el día en que el Hijo del Hombre vendrá”[5]; y el Hijo del Hombre, representado allá, con Sus Ángeles, está prometido que el Hijo del Hombre vendrá con Sus Ángeles en el Día Postrero. Es lo mismo.
Y en el Monte de la Transfiguración Él mostró lo que será la Venida del Señor, la Venida del Hijo del Hombre en el Día Postrero[6]. Pero aún todavía está como un misterio, porque no puede ser abierto completamente hasta cierto momento; y eso será la apertura del Séptimo Sello, la apertura del misterio más grande de toda la Biblia, el misterio del cual Cristo dijo que ni los ángeles sabían, que nadie sabía[7]. Ese es el misterio de la Venida del Señor en el Día Postrero.
Por lo tanto, ese misterio continúa cerrado hasta que Cristo concluya Su Obra de Intercesión en el Cielo, salga del Trono de Intercesión, tome el Título de Propiedad y lo abra en el Cielo; y al ser abierto en el Cielo ese misterio, ya de ahí en adelante las cosas van a cambiar favorablemente para los creyentes en Cristo, de ahí en adelante es que vendrá la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de los que estamos vivos.
Por lo tanto, mantenemos todavía ese misterio cerrado, se mantiene cerrado, solamente tocamos algunas cosas acerca de él; pero cuando sea abierto todos van a decir: “Yo sabía que eso iba a ser así. Ya yo estaba creyendo correctamente”. Y no va a ser difícil para entender, porque ya Dios ha estado abriendo nuestro entendimiento y las Escrituras, para estar comprendiendo estas profecías correspondientes al Día Postrero.
“LA VISITA DE ELOHIM A LA SIMIENTE DE ABRAHAM Y SU PROPÓSITO”.
La fe de Abraham, allí cuando recibió la visita y Dios le dijo: “Dentro de… el próximo año por este tiempo vas a tener el hijo”, la fe de Abraham subió más de lo que estaba. La de Sara bajó; pero cuando Dios le habló, le reveló los secretos de su corazón (que ella se había reído, pero no físicamente sino entre sí, o sea, dentro de sí), ahí se asustó.
Y cuando le dice que va a tener el niño, Abraham a través de ella, y le pregunta: “¿Hay alguna cosa imposible para Dios?”. Como no la hay, entonces la fe de ella también subió, y la de Abraham también; y el otro año tuvieron el niño. Ya para el otro año ya tenían (tuvieron): 100 años Abraham, y 90 años ella.
Ahora, ¿cómo es que un hombre, un rey, se va a enamorar de una mujer de 99 años? Luego que Abraham recibió la visita de Elohim, y luego se mudaron para otro lugar, fueron rejuvenecidos. La transformación está conectada también a esa Visita de Elohim.
¿Y cómo es que un rey: Abimelec, de (¿de qué territorio era, Miguel?) Gerar[8], ahí ve a Sara y se enamora de una anciana de 99 años? Todo el mundo sabe que eso no es posible. Fue rejuvenecida Sara, y Abraham también.
Y después Sara vivió como treinta y… como 40 años más. ¿A los cuántos años murió Sara, Miguel? 130 o 135, por ahí. 175: Abraham, o sea que Abraham…
[Hno. Miguel: 127 Sara].
127; y 90 hasta 100 son 10… (137, ciento veinti…; no, 127), o sea que vivió 37 años más (y esos eran los 37; estaba colocándolos mal); 37 años más vivió Sara después de tener al niño; y Abraham: 75 años más.
Abraham, luego que Sara murió, se casó de nuevo, y tuvo 6 hijos más por Cetura[9]; y vean, más simiente de Abraham. Pero la simiente de la promesa era por Isaac.
Y ahora, podemos ver que para el Día Postrero hay una bendición grande, de la cual Cristo habló, al decir que como – que la Venida del Hijo del Hombre será como en los días de Lot, que son los días de Abraham.
Y cuando se habla de Hijo de Dios e Hijo de David e Hijo del Hombre e Hijo de Abraham, todos esos títulos de hijo tienen un significado.
- Vean, el Mesías, como Hijo del Hombre es profeta, porque es título de profeta.
- El Mesías, como Hijo de Abraham tiene la Realeza del Reino.
- El Mesías, como Hijo de David es el Rey, heredero al Reino de David.
- El Mesías, como Hijo de Dios es el heredero del mundo entero, de los Cielos y de la Tierra; y por eso el Reino del Mesías es mundial.
Y también, el Mesías cuando se sentó en el Trono del Padre en el Cielo, vean, heredó el Reino celestial, el Reino de los Cielos y la Tierra; y por eso Él dijo: “Todo poder me es dado (¿dónde?) en el Cielo y en la Tierra”[10].
Por lo tanto, para el Día Postrero hay una bendición grande para los escogidos, es el tiempo más glorioso para todos los creyentes en Cristo. Aunque para el mundo es el más triste; pero para los creyentes en Cristo es el más glorioso; porque es el tiempo en donde los creyentes en Cristo que murieron van a ser resucitados en cuerpos glorificados y jóvenes y eternos; y los creyentes que estarán vivos serán glorificados, serán transformados; y entonces tendrán cuerpos nuevos y eternos y jóvenes, que representarán de 18 a 21 años de edad, cuerpos iguales al cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador.
El Programa del Reino de Dios para el Día Postrero es glorioso. Y la cosa es que tenemos parte en ese Programa, somos parte de ese Programa Divino.
Por lo tanto, adelante sirviendo al Señor y recibiendo Sus bendiciones, y esperando nuestra transformación.
Ya estamos… ¿Saben cuántos años más cerca yo estoy? 70 años más cerca de mi transformación. Miguel me lleva…, está más cerca por muchos años, unos 14 años (vamos a decir) más cerca desde que él nació hasta este momento. Y así cada uno.
Así que cada vez que yo cumplo año, cumplo un año más cerca de mi transformación. Hay personas que cumplen años y dicen: “Un año más viejo”. Pero mirando bien las cosas es un año más cerca de nuestra juventud eterna.
Que Dios les bendiga y les guarde. Y nos veremos dentro de algunas horas, Dios mediante, en la próxima actividad.
Bueno, que Dios les bendiga; y adelante trabajando en la Obra del Señor.
Dejo con ustedes al misionero Miguel Bermúdez Marín para continuar, y luego nos vemos en la noche, Dios mediante.
Dios les bendiga y les guarde a todos.
“LA VISITA DE ELOHIM A LA SIMIENTE DE ABRAHAM Y SU PROPÓSITO”.
[Revisión febrero 2025]
[1] San Mateo 24:37, San Lucas 17:26-29
[2] San Mateo 16:27-28
[3] Génesis 15:1-6
[4] Gálatas 3:7
[5] San Lucas 17:28-30
[6] Mt. 17:1-13, Mr. 9:2-13, Lc. 9:28-36
[7] San Mateo 24:36, San Marcos 13:32
[8] Génesis 20:1-18
[9] Génesis 25:1-6
[10] San Mateo 28:18