Octava Promoción de Ministros
“Los Obreros de la Cosecha”
Muy buenos días a todos los presentes en esta Octava Promoción de Obreros para el Ministerio: “Los Obreros del Día Postrero”. Es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a nuestro tiempo.
Nuestro tema en estos momentos es, en esta ocasión es: “PROFECÍAS CUMPLIDAS EN EL DÍA POSTRERO”, para lo cual tomamos la Escritura de San Pedro, en el capítulo… Segunda de Pedro, capítulo 1, verso 15 en adelante, donde nos dice el apóstol Pedro de la siguiente manera:
“También yo procuraré con diligencia que después de mi partida vosotros podáis en todo momento tener memoria de estas cosas.
Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad.
Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia.
Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo.
Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;
entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,
porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”.
Que Dios bendiga Su Palabra en nuestros corazones y nos permita entenderla, y bendiga nuestros corazones con Su Palabra, y nos permita ver: “PROFECÍAS CUMPLIDAS EN ESTE DÍA POSTRERO”.
San Pedro nos dice que tenemos:
“… la palabra profética más segura, a la cual (hacemos bien) hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones…”.
Ahora, veamos que la Palabra profética nos anuncia las cosas que han de suceder en el Programa Divino; o sea que Dios no hará nada sin haberlo revelado ya en Su Palabra, sin haberlo colocado proféticamente en Su Palabra, para luego ser cumplido. La Palabra profética contiene las cosas que Dios hará; o sea, la Palabra profética contiene los eventos que han de suceder.
Y por medio de la Palabra profética nosotros podemos saber las cosas que han de suceder en el futuro, y podemos conocer las cosas que están sucediendo en el presente, y podemos conocer las cosas que sucedieron en el pasado; porque la Palabra profética contiene todo lo que ha de suceder, y se identifica —esa Palabra profética—, en cada ocasión, en el cumplimiento de lo que fue prometido; o sea que concuerdan tanto la Palabra profética con el cumplimiento de esa Palabra cuando llega el cumplimiento de ella.
Como cuando Jesús tomó la Escritura de Isaías, capítulo 61, y leyó el capítulo 61, verso 1 hasta la mitad del verso 2, y luego dijo:
[San Lucas 4:21] “Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros”.
Allí estaba concordando la Palabra profética con la profecía cumplida para aquel tiempo. No continuó leyendo, porque la Palabra profética que hablaba acerca del día de venganza de nuestro Dios se cumpliría en el Día Postrero; no se cumpliría en aquel tiempo en donde estaba comenzando el quinto milenio, sino que se cumpliría en el séptimo milenio; por lo tanto, Jesús leyó hasta donde tenía que ser cumplido en aquel tiempo, conforme a la Palabra profética para aquel tiempo.
Y ahora, podemos ver cómo la Palabra profética es identificada con el cumplimiento de lo que ella prometió; y se complementan la una a la otra; o sea, el cumplimiento de ella es la que da a conocer lo que estaba prometido y cómo Dios lo está cumpliendo; y esa es la interpretación de esa Palabra profética.
Antes de cumplirse esa Palabra profética, algunos pueden decir: “No, yo creo que será de esta forma”, otro puede decir: “No, yo creo que será de esta otra forma”; pero cuando se cumpla esa Palabra profética, ahí está la interpretación divina: Dios interpretando Su Palabra profética, cumpliendo esa Palabra.
En el tiempo de Jesús muchos podían decir (y muchos quizás habían dicho): “Cuando el Mesías venga, ese será el evento más grande que ocurrirá aquí en medio del pueblo hebreo, y todo el mundo va a ver la Venida del Señor”; pero miren ustedes, se cumplió la Venida del Señor y todo el mundo lo vio, pero no todo el mundo reconoció que Aquel era el Mesías, Jesús de Nazaret, el cumplimiento de la Palabra profética.
Y Jesús mismo tenía que dar testimonio de la Palabra cumplida en aquel día, y ni le creían algunas personas que Él era el cumplimiento de esa Palabra profética.
Miren ustedes, la Palabra profética y el cumplimiento se habían hecho (¿qué?) uno, y allí estaban el cumplimiento y la profecía juntos, en una persona llamada Jesús de Nazaret.
Encontramos que toda promesa correspondiente a la Primera Venida de Cristo concordaba con la presencia de Jesús aquí en la Tierra y el ministerio que estaba llevando a cabo, el cual era en una forma progresiva; un ministerio en forma progresiva hasta llegar a la cumbre, allá en la Cruz del Calvario, muriendo, para luego así quitar nuestros pecados, y luego resucitar y ascender al Cielo.
Ahora, podemos ver que la parte más importante de la Primera Venida de Cristo fue realizada con la muerte de Cristo, sepultura y resurrección. Mientras estuvo sepultado Su cuerpo físico, Él en Su cuerpo teofánico estuvo pasando por el infierno (por causa de nuestros pecados), y allí le quitó las llaves del infierno y de la muerte al diablo, y luego pasó al Paraíso. Pero vean, en el infierno predicó también a las almas encarceladas que allí estaban1; luego pasó al Paraíso y estuvo allí con Abraham, Isaac, Jacob, Juan el Bautista también estaba allí, y todos esos santos del Antiguo Testamento; y luego, en la mañana del domingo, resucitó; y con Él resucitaron, se levantaron con Él, los santos del Antiguo Testamento.
Y encontramos que se cumplió la promesa profética: que Dios no dejaría a Su Santo, a Su cuerpo, que viera corrupción; el cuerpo de Su Santo, el cuerpo de Jesús, no vería corrupción2; resucitó sin ver corrupción, y apareció a Sus discípulos, y estuvo con ellos por 40 días apareciéndoles en diferentes ocasiones; y muchos de los santos, de los que resucitaron, aparecieron también a muchos de sus familiares3.
Por ejemplo, Juan el Bautista pudo haberle aparecido a muchas personas, familiares de él; y así por el estilo, muchos de los santos que habían partido…, de seguro, Simeón y Ana, de seguro ya habían muerto cuando Cristo comenzó Su ministerio, pero luego tuvieron la oportunidad de resucitar. Y muchos otros santos, por ejemplo, Zacarías y Elisabet de seguro aparecieron de nuevo por la Tierra, Juan el Bautista, todas estas personas de nuevo en la Tierra; Abraham, Isaac, Jacob, los patriarcas, todos ellos nuevamente en la Tierra con Jesús; y apareciendo en algunas ocasiones a diferentes personas de sus familiares, como Jesús apareció también a Sus discípulos en diferentes ocasiones.
Y ahora, vean ustedes cómo se estaba cumpliendo la promesa de la resurrección de Cristo; pero aquellos que no creían en Cristo, cuando supieron que había resucitado, les dijeron a los soldados que dijeran que fue que ellos se quedaron dormidos y vinieron los discípulos de Jesús y se lo llevaron4.
Ahora, vean que eran incrédulos por completo, porque aun resucitando Cristo todavía no creían, y querían tapar la resurrección de Cristo. ¿Ven que lo que decían: “Si eres el Cristo, si eres el Hijo de Dios, baja de la Cruz y nosotros creeremos en ti”5? Miren, resucitó y no creyeron.
Porque el incrédulo no tiene con qué creer; el incrédulo es incrédulo, y con el sentido de su alma, el libre albedrío, él lo que hace es ser incrédulo, él lo que hace es dudar la Palabra de Dios y su cumplimiento; y el creyente, con el sentido del alma, el libre albedrío, cree sin nadie obligarlo a creer.
Ahora, vean ustedes cómo fue allá y cómo la Palabra profética fue cumplida. Las profecías cumplidas de aquel día, vean ustedes, estuvieron manifestadas en medio del pueblo hebreo, las profecías correspondientes a la Primera Venida de Cristo y Su Obra correspondiente a Su Venida.
Hemos visto también que para el tiempo de los apóstoles hubo profecías cumplidas, como la Venida del Espíritu Santo, la cual es promesa que estaba señalada para los días postreros; y desde el Día de Pentecostés ha estado viniendo el Espíritu Santo y produciendo el nuevo nacimiento en millones de seres humanos; y son millones de seres humanos que han creído en Cristo como nuestro Salvador y han lavado sus pecados en la Sangre de Cristo.
Vean ustedes, quizás muchas personas podían decir: “Dios va a derramar de Su Espíritu sobre toda carne, no importa cómo sean las personas y no importa lo que crean las personas”. Eso era una interpretación carnal. Esa promesa es para ser cumplida en aquellos que creen en Cristo como su Salvador y lavan sus pecados en la Sangre de Cristo; y esa promesa estaba siendo cumplida en muchísimas personas desde el Día de Pentecostés en adelante.
Otras personas podían decir: “Nosotros tenemos el Espíritu de Dios”, pero esa promesa de la Venida del Espíritu produciendo el nuevo nacimiento en las personas la tenían los creyentes en Cristo que habían lavado sus pecados en la Sangre de Cristo.
Luego hemos tenido siete etapas o edades de la Iglesia gentil, donde la profecía correspondiente a las siete edades ha sido cumplida; y ya han transcurrido las siete edades: profecía cumplida con relación a las siete lámparas, al candelabro con las siete lámparas; y ya han pasado por esta Tierra los siete ángeles mensajeros: profecía cumplida también, de las siete luces o siete estrellas en la diestra del Señor (que aparecen en Apocalipsis, capítulo 1, esas siete estrellas, que son los siete ángeles mensajeros de las siete edades); esas siete estrellas o siete ángeles mensajeros ya es una profecía cumplida.
Y ahora, nos encontramos en el Día Postrero, en donde hay muchas profecías que ya han sido cumplidas.
Cristo dijo que sería vista la señal del Hijo del Hombre en el cielo, y en febrero 28 de 1963 vimos una gran señal en el cielo, en donde se formó una nube a 28 millas, o 26 millas de altura; vamos a ver, por aquí lo debe decir… 26 millas de altura6, con un tamaño de ¿cuánto? 30, 30 millas de ancho por 50 de largo7. Y esta nube contiene un misterio: y es que esa nube ha sido formada por ¿cuántos ángeles? Ocho ángeles.
Cualquier persona dice: “No, no, si el hermano Branham vio nada más que siete ángeles”. Claro, pues si él no se podía ver a él, él está contando los ángeles que él vio. Y él dice que contando los ángeles, contando siete ángeles, él dice: “Yo estaba al lado del séptimo Ángel”8, y el séptimo viene a ser (¿qué?) el octavo.
Ahora, vean ustedes cómo él estaba cerca del séptimo, porque está en el mismo orden en que serían manifestados. No puede estar al lado de Pablo porque hubiera…; Pablo fue para la primera edad. Y no podía estar al lado de ninguno de estos, sino al lado del número siete, que es el octavo también; porque el séptimo, vean ustedes (de los siete ángeles mensajeros de las siete edades), es nuestro hermano Branham; y nuestro hermano Branham estaba al lado del otro Ángel, que es el Ángel de la Edad de la Piedra Angular, manifestado en carne humana en el Día Postrero.
El Ángel Fuerte, Jesucristo allí en aquella nube, que es el que tiene el Séptimo Sello, para poder cumplir el Séptimo Sello…, así como los siete espíritus de Dios, para poder cumplir su ministerio de recorrer toda la Tierra, tuvieron que estar manifestados (¿dónde?) en carne humana en cada ángel mensajero; era el Espíritu Santo en siete manifestaciones en carne humana, y así recorrer toda la Tierra, como estaba prometido.
Y ahora, el Espíritu Santo, el Ángel Fuerte, el Ángel que tiene el Séptimo Sello, para cumplir el Séptimo Sello tiene que venir a la Tierra en carne humana, para cumplir la Edad de la Piedra Angular y abrir la Dispensación del Reino, y tener el ministerio correspondiente a la Edad de la Piedra Angular; así como vino el Espíritu Santo manifestado en cada ángel mensajero para tener el ministerio correspondiente a cada edad.
Y para tener el ministerio correspondiente a la Edad de la Piedra Angular, en el cumplimiento del Séptimo Sello, el Ángel Fuerte, Jesucristo, el Ángel con el Sello – Séptimo Sello, tiene que venir en el Día Postrero manifestado en medio de Su Iglesia; y tiene que tener Su velo de carne, así como tuvo un velo de carne en cada edad para manifestarse el Espíritu de Cristo, el Espíritu de Dios, en cada edad, y tener así las siete manifestaciones del Espíritu de Dios, llamadas (esas manifestaciones) los siete espíritus de Dios que recorren toda la Tierra, que son las siete estrellas, que son los siete ángeles mensajeros, en donde estuvo esa manifestación de Jesucristo en Espíritu Santo.
Y ahora, vean ustedes cómo Cristo, el Ángel Fuerte, el Ángel con el Séptimo Sello, que tenía el Séptimo Sello, aparece aquí en esta nube, y vean ustedes, es el Ángel que forma el cabello blanco del Señor.
Y con la manifestación de Cristo en Espíritu Santo en el Día Postrero es que el cabello blanco del Hijo del Hombre se convierte en una realidad. Porque esas siete cosas que son vistas en el Hijo del Hombre9: Su rostro como el sol, Su cabello blanco como la nieve, Sus ojos como llama de fuego…; todos esos son los atributos que el Hijo del Hombre, Jesucristo, estará manifestando en la Tierra en el Día Postrero, y han sido reflejados esos atributos en las siete etapas o edades de la Iglesia gentil por medio de Sus diferentes mensajeros de cada edad; pero recuerden, solamente reflejados.
Ahora, vean ustedes, encontramos que el Cordero tiene siete cuernos y tiene siete ojos10; y los siete cuernos son las siete edades de la Iglesia, y los siete ojos son los siete ángeles mensajeros. Pero un cordero…, vean ustedes, el Cordero, aunque tiene siete cuernos y tiene siete ojos en los siete cuernos, también tiene dos ojos; tiene dos ojos, y esos son los ojos del Hijo del Hombre como llama de fuego, para en el Día Postrero estar manifestados, estar manifestados los ojos del Hijo del Hombre como llama de fuego. Y así como los ojos del Cordero en cada uno de los cuernos fue un mensajero (porque ojos representa ‘videntes’), los Dos Ojos del Hijo del Hombre son los ministerios de Moisés y Elías; son ministerios proféticos para el Día Postrero.
Ahora vean cómo se cumplieron los siete ojos de los siete cuernos del Cordero: se cumplieron en carne humana en cada ángel mensajero y en cada edad de la Iglesia del Señor Jesucristo.
Y para el Día Postrero tenemos la promesa de que la Iglesia del Señor Jesucristo tendrá los Dos Ojos del Hijo del Hombre como llama de fuego; así como la Iglesia durante las siete etapas o edades de la Iglesia gentil tuvo los siete ojos del Cordero en los siete cuernos, o sea, en las siete edades.
Ahora, vean ustedes cómo, para el Día Postrero, en el rostro del Señor es donde están los ojos del Hijo del Hombre, y en donde está la frente del Hijo del Hombre, y en donde está la mente del Hijo del Hombre; todo eso, vean ustedes cómo corresponde a este tiempo final.
Y con la manifestación del Ángel que era muy diferente a los demás, para el Día Postrero, aquí en la Tierra es que se cumple el simbolismo del cabello blanco del Señor; o sea, con el ministerio del Ángel que era muy diferente a los demás, por medio de Su Ángel Mensajero, el cabello blanco del Señor tiene su cumplimiento en el simbolismo apocalíptico del cabello blanco del Señor.
Y así por el estilo, podemos ver que cada uno de estos atributos que son vistos en el Hijo del Hombre van siendo cumplidos en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo y se convierten en profecías cumplidas.
Por ejemplo, tenemos los pies de bronce11; el bronce nos habla de juicio divino, y el juicio divino siempre han sido los profetas de Dios. Y los pies de bronce ardiente como en un horno, refulgentes como en un horno, son nada menos que los ministerios de Moisés y de Elías.
Ahora, vean cómo la profecía es cumplida a medida que llega, va llegando el tiempo para el cumplimiento de cada una de esas profecías.
Y encontramos que el resto de estos atributos que son vistos en el Hijo del Hombre, para este tiempo final son cumplidos conforme a Su Programa y son vistos en el Hijo del Hombre cumplido.
Y ahora, vean ustedes, el Hijo del Hombre tiene siete estrellas en Su diestra12; la diestra es el poder de Cristo, de Dios.
Y ahora, vean ustedes cómo el Hijo del Hombre para el Día Postrero tendrá todo lo que tuvo la Iglesia en las siete edades, lo tendrá en el Día Postrero; porque en las siete edades se reflejó todo lo que Cristo tendría en el Día Postrero, en la Edad de la Piedra Angular.
En los siete ángeles mensajeros se reflejó el ministerio del Ángel con el Séptimo Sello, que se manifestaría en carne humana en Su Ángel Mensajero en el Día Postrero; o sea que todo eso fue reflejado en los siete ángeles mensajeros de las siete edades de la Iglesia gentil.
Y ahora acá en nuestro tiempo tenemos todo lo que fue reflejado allá, siendo una realidad acá en nuestro tiempo.
O sea que así como en Jesús, dos mil años atrás, estaban todos los ministerios de los profetas del Antiguo Testamento, y estaba Moisés y estaba Elías, estaba Abraham, todos estaban en Cristo; en el Día Postrero todos los ministerios de los ángeles mensajeros estarán en uno solo. ¿Por qué? Porque ¿quién es el que tiene ministerios? Es el Espíritu Santo.
¿Quién operó en los siete ángeles mensajeros el ministerio para cada edad? El Espíritu Santo. Y el Espíritu Santo, que es Jesucristo en Espíritu Santo en el Día Postrero, estando manifestado en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino a través de Su Ángel Mensajero, pues tendrá todos los ministerios: tendrá el ministerio de Pablo y de cada uno de los ángeles mensajeros; tendrá el ministerio de Pablo, de Ireneo, de Martín, de Colombo, de Lutero, de Wesley y de nuestro hermano Branham. Todos esos ministerios estarán acá manifestados, porque son ministerios del Espíritu de Dios, Él es el que los tiene.
Y en el Día Postrero algunas personas podrán decir: “Parece que es el ministerio de Pablo el que está siendo manifestado”; otros dirán: “Yo creo que es el de Ireneo”; otros dirán: “Yo creo que es el de Colombo”, y así por el estilo; otros dirán: “Yo creo que es el de nuestro hermano Branham”.
Pero miren, son todos esos ministerios los que estuvieron manifestados en los siete ángeles mensajeros, que son los ministerios del Espíritu Santo manifestados en esas siete edades de la Iglesia gentil; pero para el Día Postrero todos estarán acá: en nuestra edad y en nuestra dispensación, estando el Dador de esos ministerios.
Por eso es que el ministerio de Elías estará de nuevo en la Tierra, en la Iglesia de Jesucristo, en la Edad de la Piedra Angular.
¿Ven? Estuvo el ministerio de Elías en la séptima edad de la Iglesia gentil en y a través del reverendo William Branham, y está prometido para estar por quinta vez aquí en la Tierra. ¿Por qué? Porque estaría nuevamente el Espíritu Santo manifestado en la Tierra, y vendría manifestado en un mensajero: en el Ángel con el Sello del Dios vivo, de Apocalipsis, capítulo 7; el Ángel con el Sello del Dios vivo, o sea, el Ángel con el Espíritu Santo en el Día Postrero. Y en el Espíritu Santo es que están todos los ministerios.
Y ahora, vean cómo las cosas que no fueron cumplidas por medio de los mensajeros, sino que se reflejaron por medio de ellos, pero que no fueron cumplidas, serán cumplidas en este Día Postrero, en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, por medio de Cristo en Espíritu Santo manifestado a través de Su Ángel Mensajero, operando los ministerios correspondientes al Día Postrero; porque todos los ministerios estarán en el ministerio del Hijo del Hombre, en el ministerio del Ángel que era muy diferente a los demás, manifestado ese Ángel por medio de carne humana. Ese es el misterio del Séptimo Sello.
Ahora vean, en la profecía cumplida en el Día Postrero podemos ver el misterio del Séptimo Sello. El Séptimo Sello lo podemos ver, y podemos ver que es el Ángel que era muy diferente a los demás, el cual en el Día Postrero está asignado para venir en carne humana en Su Ángel Mensajero; y tener así, aquí, en medio de Su Iglesia, el Séptimo Sello manifestado, cumplido, abierto en cuanto a su cumplimiento, y abierto también en cuanto a darlo a conocer a Su Iglesia en este tiempo final. Y el Séptimo Sello lleva a cabo la Obra correspondiente a este Día Postrero en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino.
Y ahora, vean cómo en la profecía cumplida tenemos la señal del Hijo del Hombre en el cielo cumplida, tenemos la Venida del Hijo del Hombre con todos esos atributos que fueron vistos allá; porque ver la Venida del Hijo del Hombre como fue vista por San Juan en el capítulo 1, es estar viendo Su cabello… hay que verlo con Su cabello blanco como blanca lana, como nieve; y eso es estar viendo el ministerio del Ángel que era muy diferente a los demás, manifestado aquí en la Tierra en carne humana.
Y verlo con Sus ojos como llama de fuego es estar viendo los ministerios de Moisés y Elías. Y verlo con Sus pies como bronce bruñido, refulgentes como en un horno, es estar viendo los ministerios de Moisés y Elías también.
Y verlo con las siete estrellas en Su diestra es estar viendo los ministerios de los siete ángeles mensajeros en Su manifestación en carne humana, manifestados; o sea, ver que lo que fue reflejado en aquellos ministerios de los siete mensajeros está acá, en la Edad de la Piedra Angular, en la manifestación de Jesucristo en Espíritu Santo. Ver que el ministerio del séptimo ángel mensajero está de nuevo acá.
¿Cuál fue el ministerio del séptimo ángel mensajero? Fue el ministerio de Elías por cuarta ocasión. Verlo por [cuarta] ocasión manifestado (el ministerio de Elías) es estar viendo la séptima estrella de la séptima edad de la Iglesia gentil.
Y así, por ejemplo, ver todos esos ministerios que fueron manifestados, ver los siete espíritus de Dios que fueron manifestados allá en carne humana, ver esos siete espíritus de Dios, que es el Espíritu de Dios manifestado en siete manifestaciones diferentes, en siete mensajeros diferentes; ahora ver ese mismo Espíritu de Dios manifestado en el Día Postrero, en una manifestación séptuple, en donde es visto todo lo que fue reflejado allá, es visto acá siendo cumplido.
Y vean ustedes, la Edad de la Piedra Angular. La Edad de la Piedra Angular contiene todas las siete edades de la Iglesia gentil; o sea que en la Edad de la Piedra Angular están todas las edades, están todos los mensajeros y está el Mensaje del Evangelio del Reino.
Y vean ustedes cómo la edad que nadie veía era la que se vería en este tiempo final, porque hasta nuestro hermano Branham solamente se veían siete edades, y solamente se veían siete mensajeros, y solamente se veían siete estrellas; pero algunos no se habían dado cuenta que hay una octava estrella, que es la Estrella resplandeciente de la Mañana, el Lucero de la Mañana que saldría en nuestros corazones; la Estrella de la Mañana, de la cual Él dijo: “Al que venciere yo le daré la Estrella de la Mañana”13.
Y ahora, vean ustedes, para la Edad de la Piedra Angular es que viene la Estrella de la Mañana, que es Jesucristo, el Ángel del Pacto, Jesucristo en Espíritu Santo, el Ángel que era muy diferente a los demás, manifestado en carne humana en Su Ángel Mensajero, resplandeciendo en la Mañana de un nuevo día dispensacional y en la Mañana de un nuevo día milenial.
Ahora vean cómo esta profecía de la Estrella de la Mañana sería cumplida en la Edad de la Piedra Angular, en el séptimo milenio y en la séptima dispensación, la Dispensación del Reino, y en la Edad de la Piedra Angular.
Y ahora, vean ustedes cómo la profecía cumplida de una edad eterna: la Edad de la Piedra Angular, está cumplida; la profecía de un nuevo día dispensacional: la Dispensación del Reino, también está cumplida, porque se ha abierto un nuevo día dispensacional; y en la profecía del Día Postrero, o sea, la profecía del séptimo milenio, está cumplida si le añadimos al calendario los años de atraso que tiene.
Y ya están sucediendo cosas que estaban prometidas para el séptimo milenio, o sea, para el Día Postrero. Y seguirán cumpliéndose las cosas correspondientes al Día Postrero hasta que los muertos en Cristo resuciten y nosotros los que vivimos seamos transformados, y estemos de 30 a 40 días aquí en una etapa muy importante; y luego nos iremos a la Cena de las Bodas del Cordero, mientras la Tierra estará pasando por la gran tribulación.
Y luego que la Tierra…, vean ustedes, y mientras la Tierra esté pasando por la gran tribulación, nosotros estaremos en la Cena de las Bodas del Cordero; luego regresaremos a la Tierra para comenzar el glorioso Reino Milenial de Jesucristo. Vean todas las cosas que están señaladas para el glorioso séptimo milenio.
Y ahora, han comenzado a cumplirse las profecías correspondientes al séptimo milenio, o sea, al Día Postrero, y ya hemos visto algunas de las que ya han sido cumplidas.
Y un misterio que estaba oculto: nadie sabía qué lugar y a qué lugar se iría Jesucristo en Espíritu Santo después de terminar Su labor en Norteamérica, antes de llegar a la tierra de Israel, a dónde se iría. Pero vean ustedes, no se ha ido del continente americano: se iría a la parte latinoamericana y caribeña del mismo continente americano. Eso estaba oculto bajo el Séptimo Sello. Porque bajo el mensajero de cada edad está oculto el territorio y el pueblo y el Mensaje y la Obra que Cristo llevará a cabo en cada edad.
Vean cómo al abrirse el misterio de las siete edades se abrió todo misterio correspondiente a cada edad; y todo estaba sellado en y bajo el mensajero de cada edad. Cuando apareció el mensajero de cada edad se llevó a cabo la Obra de cada edad, y el mensajero fue enviado al territorio donde se cumpliría la edad correspondiente a ese tiempo.
Y ahora, miren la bendición tan grande que Dios nos ha dado en la América Latina y el Caribe: era el territorio en donde Jesucristo en Espíritu Santo estaría manifestado, donde estaría manifestado el Ángel que era muy diferente a los demás, el Ángel que tenía el Séptimo Sello, que es Jesucristo en Espíritu Santo, para venir en el Día Postrero en Su Ángel Mensajero y darnos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, y revelarnos los misterios del Séptimo Sello y la Obra del Séptimo Sello, y hablarnos con esa Voz como cuando un león ruge y los siete truenos emitir sus voces; la Voz de los Siete Truenos, que es la Voz de Cristo, la Voz de Cristo dándonos Su Mensaje del Evangelio del Reino; y con ese Mensaje es que nos abre todo este misterio del Séptimo Sello y la Obra del Séptimo Sello para este Día Postrero.
Y ahora, vean cómo el misterio de cuál sería el pueblo donde Cristo estaría en Su Venida en el Día Postrero, ese misterio ha sido abierto: el pueblo sería el pueblo latinoamericano y caribeño, que vería la Venida de ese Ángel que era muy diferente a los demás, manifestado en carne humana en Su Ángel Mensajero en el territorio latinoamericano y caribeño; y eso sería en el cumplimiento de la profecía correspondiente al Día Postrero.
Pero cualquier persona podrá pensar: “Pero nuestro hermano Branham no dijo que se iría el Espíritu de Dios para la América Latina y el Caribe”. Él escuchó los Siete Truenos, que es la Voz de Cristo, hablando en otro idioma que él no entendía; así que se iría para otro territorio que hablaría otro idioma.
Y luego, por cuanto la labor que Cristo ha estado haciendo durante las siete edades y para la Edad de la Piedra Angular también, es una labor, una Obra que está reflejada en el templo que construyó Salomón y el templo que construyó Moisés…; porque ambos templos representan el Templo que está en el Cielo; y Cristo ha estado construyendo un Templo en la misma forma, con el mismo Plano.
Por lo tanto, el templo que construyó Salomón y el que construyó Moisés tiene el atrio para el este: comenzó allá en el este con Adán hasta Jesús; y luego encontramos que el lugar santo…, se llega al lugar santo caminando del este rumbo al oeste, se encuentran en el templo con el lugar santo; y ahora, Cristo caminando de la tierra de Israel hacia el oeste, se encuentra con Asia Menor, se encuentra con Europa y se encuentra con Norteamérica, donde cumplió las siete edades de la Iglesia gentil y donde cumplió la construcción del Lugar Santo de Su Templo espiritual.
Y luego, el otro lugar importante o más importante es el lugar santísimo: se camina hacia la América Latina y el Caribe, que está en el oeste (porque el lugar santísimo estaba en el oeste), y se encuentra con la América Latina y el Caribe, donde construye el Lugar Santísimo con latinoamericanos y caribeños.
Ese secreto ahí contenido en el templo, vean ustedes, en su cumplimiento, miren ustedes, en el Templo del Señor, es (su cumplimiento) en la América Latina y el Caribe con latinoamericanos y caribeños. Y por eso la manifestación del Ángel que era muy diferente a los demás, que contiene o que tiene el Séptimo Sello, es para el territorio del Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo, que es la América Latina y el Caribe.
Ya eso es una profecía cumplida, pero que esa profecía tiene un sinnúmero de bendiciones ahí contenidas; y en esas bendiciones contenidas ahí, vean ustedes, vamos en una forma progresiva obteniendo más y más bendiciones.
No nos vamos a mover del Lugar Santísimo; ese es el lugar que el que llega ahí, si permanece ahí, vivirá eternamente; porque ese es el lugar donde está la promesa de ser transformados y raptados; ese es el lugar donde el Maná no sé corrompía, porque estaba ante la presencia de Dios; y ese es el lugar donde los escogidos de Dios, la Iglesia del Señor Jesucristo, no verá corrupción, sino la transformación, y en donde los muertos en Cristo resucitarán también, porque no resucitaron en las edades en que ellos vivieron, porque la resurrección es para la Edad de la Piedra Angular, en la Dispensación del Reino, en el Día Postrero.
Ahora, podemos ver el por qué ninguno de los siete ángeles mensajeros llegó al Día Postrero. Ellos hablaban de los días postreros pero ellos vivieron en los primeros dos días postreros; pero en el último, en el séptimo milenio, nos ha tocado vivir a nosotros.
Nos ha tocado vivir a nosotros en el séptimo milenio, en el Día Postrero, para recibir las bendiciones que Cristo tiene, y ver a Cristo en Su manifestación séptuple cumpliendo estos atributos que fueron vistos en Él, o sea, siendo cumplidos, para así nosotros ver – tener y ver al Hijo del Hombre velado y revelado en el Día Postrero, y ver el ministerio del Hijo del Hombre, ver el ministerio de Jesucristo repitiéndose nuevamente, y el ministerio de Moisés y el ministerio de Elías, en este Día Postrero.
Ahora, vean ustedes, tenemos los ministerios de Moisés, los ministerios de Elías, tenemos la Trompeta Final, tenemos la Gran Voz de Trompeta, tenemos la Edad de la Piedra Angular, tenemos la Dispensación del Reino, tenemos el Día Postrero; todas estas son profecías ya cumplidas.
Tenemos la señal del Hijo del Hombre en el cielo, tenemos la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, tenemos el llamado de los escogidos en la América Latina y el Caribe, el cual se está efectuando, y cada día aparecen más; porque este es el lugar donde está la cepa de los escogidos de Dios del Día Postrero, de la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino.
Por eso es que, miren ustedes, usted puede ir a Europa con el Mensaje, y puede ser que se alboroten un poquito allá pero después todo quede en nada, o en muy poco. Miguel estuvo por allá (y otros también han estado). Pero usted viene a la América Latina y el Caribe, va con los folletos y con algunos videos, y lleva a cabo actividades públicas, pone los videos, reparte los folletos, ¿y qué sucede? Pues la gente dice: “¡Pero si esto es lo que nosotros estábamos esperando! Vengan por aquí. ¿Por qué no vinieron antes?”.
¿Qué sucede? Es que este es el territorio señalado para la Obra de Cristo para el Día Postrero, para la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino. ¡Esta es la buena tierra de este Día Postrero!, donde la buena semilla de la Palabra de Dios sería sembrada. Este es el territorio.
En otros territorios produciría lo mismo que produce en la parábola del Señor, del sembrador14: junto al camino, en pedregales o entre espinos; pero la buena tierra, como territorio, es la América Latina y el Caribe; y la buena tierra, como edad, ¿es cuál? La Edad de la Piedra Angular; y la buena tierra, como día de los postreros días, es el Día Postrero, el séptimo milenio; y la buena tierra, como dispensación, es la Dispensación del Reino.
Así que vean ustedes cómo la profecía ha estado siendo cumplida en este Día Postrero.
¿Cuándo íbamos a saber nosotros que el Día Postrero era el séptimo milenio?, ¿y que si le añadimos al calendario los años de atraso que tiene, ya estábamos en el séptimo milenio, en el Día Postrero? Pero vean, Cristo nos ha permitido conocer este misterio; y si alguno no le quiere añadir los años de atraso que tiene, pues miren, solamente faltan tres años para terminar el sexto milenio y para terminar el siglo XX, y luego comenzar el siglo XXI y también el séptimo milenio.
Ahora, vean ustedes cómo la profecía ha estado siendo cumplida en este tiempo final.
Estamos también en el tiempo de la Cosecha, que es otra profecía que sería cumplida en el tiempo final, donde Él enviaría Sus Ángeles para juntar el trigo en Su Alfolí, y los enviaría con Gran Voz de Trompeta; y eso es lo que está pasando en este tiempo final (¿dónde?) en la América Latina y el Caribe, donde se cumple la Edad de la Piedra Angular y en donde se abre la Dispensación del Reino, que cubrirá toda la Tierra; pero se tiene que abrir en algún lugar, como se abrió la Dispensación de la Gracia (¿dónde?) allá en la tierra de Israel.
Siempre en algún lugar tiene que comenzar una dispensación, y luego se extiende al mundo entero.
Y bajo esa séptima dispensación será que Jesucristo reinará sobre el pueblo hebreo y sobre todas las naciones.
Bueno, para esta gran Cosecha, así como para el recogimiento que hubo de la Dispensación de la Ley a la Dispensación de la Gracia, ahora está habiendo un recogido de la Dispensación de la Gracia a la Dispensación del Reino; y por cuanto la labor es grande y son pocos los obreros, hemos orado a Cristo para que envíe más obreros.
¿Y dónde están esos obreros que Cristo enviaría? Pues aquí están. Ustedes son enviados por Cristo para trabajar en Su Obra; porque la Obra es grande, hay mucho trigo, muchos hijos e hijas de Dios en la América Latina y el Caribe, y los obreros eran pocos; pero ahora Cristo ha estado enviando más obreros.
Ustedes son enviados ¿por quién? Por Jesucristo, a Su Mies; porque la Mies es mucha y los obreros son pocos15. ¡Y que siga enviando más!, porque la América Latina y el Caribe, nosotros deseamos que sea toda para Jesucristo y Su Reino Milenial; así que envíe más todavía a Su Mies.
Que Dios los use grandemente en Su Obra, les bendiga, y les prospere espiritualmente y materialmente también, y les prospere en todas vuestras labores que realicen en el Reino de Cristo; y que sean fieles a Cristo, y se mantengan firmes en Su Palabra y en Su Programa; y que sean fieles al pueblo sobre el cual Cristo los coloca en este tiempo final; y actúen correctamente: que en ningún momento sirvan de tropiezo, sino de bendición para todos los que Dios está llamando en este tiempo final. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.
Bueno, dejo con ustedes nuevamente a Miguel para continuar.
Muchas gracias, Miguel, y muchas gracias a cada uno de ustedes. Y que Dios les continúe bendiciendo a todos.
“PROFECÍAS CUMPLIDAS EN EL DÍA POSTRERO”.
[Revisión octubre 2022 – RM-JR]
1 1 Pedro 3:19-20
2 Salmos 16:10, Hechos 2:27
3 San Mateo 27:52-53
4 San Mateo 28:11-15
5 San Mateo 27:42, San Marcos 15:32
6 26 millas = 41.8 km de alto
7 30 millas (de ancho) x 50 millas (de largo) = 48.3 km (de ancho) x 80.46 km (de largo)
8 Los Sellos, pág. 469, párr. 153
9 Apocalipsis 1:12-16
10 Apocalipsis 5:6
11 Apocalipsis 1:15
12 Apocalipsis 1:16
13 Apocalipsis 2:26-28
14 Mt. 13:1-9, Mr. 4:1-9, Lc. 8:4-15
15 San Mateo 9:37, San Lucas 10:2