Tiempo de Jubileo en la Casa de Dios

Muy buenas tardes, amados amigos y hermanos presentes, y televidentes. Que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto, sean sobre cada uno de ustedes y sobre mí también, y nos permita entender Su Palabra en esta ocasión.

Quiero leer en el libro de Levítico, capítulo 25, versos 8 al 13, donde nos dice Dios por medio del profeta Moisés:

“Y contarás siete semanas de años, siete veces siete años, de modo que los días de las siete semanas de años vendrán a serte cuarenta y nueve años.

Entonces harás tocar fuertemente la trompeta en el mes séptimo a los diez días del mes; el día de la expiación haréis tocar la trompeta por toda vuestra tierra.

Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; ese año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia.

El año cincuenta os será jubileo; no sembraréis, ni segaréis lo que naciere de suyo en la tierra, ni vendimiaréis sus viñedos,

porque es jubileo; santo será a vosotros; el producto de la tierra comeréis.

En este año de jubileo volveréis cada uno a vuestra posesión”.

Que Dios bendiga en nuestros corazones Su Palabra y nos permita entenderla.

Nuestro tema para esta ocasión es: “TIEMPO DE JUBILEO EN LA CASA DE DIOS”.

Encontramos en el libro de Levítico que Dios estableció diferentes fiestas para el pueblo hebreo; y entre las fiestas que Él estableció, encontramos la del año del jubileo.

El pueblo hebreo cada 7 años, el año séptimo, lo tenía de parte de Dios como un año festivo, un año sabático, de descanso para toda la Tierra; y en ese año no se podía sembrar, sino que era de descanso para toda la Tierra.

Encontramos que en 49 años hay 7 años festivos, o sea, años sabáticos. Y el año 49 viene a ser un año sabático también; es el séptimo año del último ciclo de 7 años, o sea que es el año número 7 de los 7 años de esos siete ciclos que se manifestarían durante 49 años.

Y después del año 49, que es un año sabático, año de fiesta, vendría ahí pegadito, entrelazándose con ese año 49, vendría el año 50, que es el año de jubileo.

Ya ese año no está tipificado en el 7, sino en el 8; porque después de 7 años sabáticos que transcurrían en un lapso de tiempo de 49 años, vendría el año octavo, que era el año 50. Ese año 50 viene a ser un año representado en el día domingo o día octavo, que es también el primer día de la semana.

Por eso en ese año del jubileo Dios estableció que todos regresaran a su tierra y a su parentela, los que habían perdido su posesión o herencia; y los que habían perdido su libertad y habían sido convertidos en esclavos, regresarían libres a su familia; porque eso es tipo y figura de lo que estará sucediendo en el tiempo final en el cual nosotros estamos viviendo, en donde los hijos e hijas de Dios, que por causa de la caída en el Huerto del Edén han venido a vivir en medio de una raza que ha estado esclavizada por el diablo.

Encontramos que para el Año del Jubileo, que será actualizado en el Día Postrero, después de las siete etapas o edades de la Iglesia gentil, donde se cumplieron los 49 años durante las siete etapas o edades de la Iglesia gentil; luego, el año 50, representando el tiempo en el cual vivimos (que está fuera de las siete etapas o edades de la Iglesia gentil), es el ciclo divino donde la Trompeta del Año del Jubileo actualizada, que será la Gran Voz de Trompeta o Trompeta de Dios, o sea, el Mensaje de Jesucristo, el Mensaje del Evangelio del Reino para Su Iglesia gentil y después para el pueblo hebreo, ese Mensaje suena, es proclamado.

Y eso es el tocar o sonar de la Trompeta del Año del Jubileo actualizado, con el cual o con la cual —con esa Trompeta—, con la cual son llamados y juntados todos los escogidos de Dios en el Día Postrero; en donde se actualiza el año del jubileo, o sea, ese año 50, en donde recibían libertad los esclavos, y la tierra que había pasado de sus dueños originales regresaba libre a su dueño original sin pagar ni un solo centavo. O sea que toda la herencia de los hijos del pueblo hebreo regresaba a sus manos nuevamente en el año del jubileo.

Y ahora, toda la herencia de los hijos de Dios, perdida en la caída en el Huerto del Edén, regresará a los hijos e hijas de Dios en el Año del Jubileo actualizado, que es el tiempo de jubileo en la Casa de Dios, correspondiente ese ciclo divino a la Edad de la Piedra Angular.

Por eso la Edad de la Piedra Angular no pertenece a las siete etapas o edades de la Iglesia gentil. Es una edad eterna, donde todo regresa a su Dueño original, y en donde la vida eterna regresa a los hijos e hijas de Dios.

Porque Adán y Eva cayeron allá en el Huerto del Edén de la vida eterna, perdieron el derecho a la vida eterna. Ellos podían vivir eternamente, pero por causa del pecado cayeron de la vida eterna, y perdieron todos los derechos a la herencia divina que les había sido concedida de parte de Dios; y el Título de Propiedad regresó a la diestra de Dios.

Y ahora, para el tiempo en el cual vivimos, en el Día Postrero, el Año del Jubileo será actualizado en la Edad de la Piedra Angular para nuestro regreso a nuestra herencia, a nuestra posesión, o sea, a todo lo que perdimos con la caída de Adán y Eva allá en el Huerto del Edén; o sea que regresaremos a nuestra herencia, regresaremos a la vida eterna con un cuerpo eterno, y con todo el poder y autoridad de Dios concedido a Sus hijos y perdido allá en el Huerto del Edén; pero será restaurado a los hijos e hijas de Dios en el Año del Jubileo actualizado.

Por eso es que para el tiempo del fin, encontramos que está prometida la Trompeta Final o Gran Voz de Trompeta que antecede a la resurrección de los muertos en Cristo y a la transformación de nosotros los que vivimos.

Esa Trompeta, siendo el Mensaje del Evangelio del Reino siendo predicado por el Espíritu Santo a través de Su Ángel Mensajero, estará dándonos a conocer el misterio de la Segunda Venida de Cristo, para nuestra liberación, para nuestra restauración a todas las cosas que perdió el ser humano allá en el Huerto del Edén, en la caída.

Por eso es necesario que cada hijo e hija de Dios despierte —en este día en que vivimos— a la realidad del ciclo divino que estamos viviendo; porque por medio de escuchar la Trompeta del Año del Jubileo actualizado, que es el Mensaje del Evangelio del Reino, somos todos restaurados en el Día Postrero, en el tiempo final, a la vida eterna y a toda la herencia que perdió Adán y Eva en la caída.

Y seremos restaurados a nuestra Familia celestial, seremos restaurados todos; regresaremos con vida eterna a nuestra Familia celestial, para vivir por toda la eternidad.

Y los muertos en Cristo regresarán en cuerpos eternos, y se unirán también a nosotros en este tiempo del ciclo del Año del Jubileo actualizado, en donde en la Casa de Dios hay una fiesta: es la fiesta del Año del Jubileo actualizado.

Es esa gran fiesta, es al son de la Trompeta del Año del Jubileo; al son de la música de la Trompeta Final o Gran Voz de Trompeta que nos interpreta la página musical correspondiente al Año del Jubileo actualizado, y correspondiente al Día Postrero, y correspondiente a la Edad de la Piedra Angular; correspondiente todo esto a la Venida de Cristo con Sus Ángeles en este tiempo final.

Esa es la música, el sonido de la Trompeta del Año del Jubileo, de la Trompeta Final o Gran Voz de Trompeta, para la Iglesia del Señor Jesucristo en este tiempo en el cual nosotros vivimos.

Y al son o a la música de esa Trompeta, los hijos e hijas de Dios estarán de jubileo en la Casa de Dios, de fiesta en la Casa de Dios; al son o a la música de la Gran Voz de Trompeta o Trompeta de Dios, a la música de la Trompeta del Año del Jubileo, interpretándonos la hoja musical de la Segunda Venida de Cristo con Sus Ángeles en este Día Postrero y Año del Jubileo actualizado.

Es este el tiempo de jubileo en la Casa de Dios, al son de la Trompeta Final o Gran Voz de Trompeta, al son de la Voz de Cristo como una Gran Voz de Trompeta dándonos Su Mensaje Final, revelándonos el misterio de Su Venida con Sus Ángeles en este tiempo, para la restauración de los hijos e hijas de Dios a la vida eterna con un cuerpo eterno.

Así que podemos ver que la Casa de Dios, que es la Iglesia del Señor Jesucristo, está de fiesta en este Día Postrero, en este Año del Jubileo actualizado, para todos regresar a la Casa de nuestro Padre celestial, a nuestra Familia y nuestra herencia. Hay fiesta en la Casa de Dios.

Y el siervo fiel y prudente, con el Mensaje de la Gran Voz de Trompeta, ungido con el Espíritu Santo, suena esa Trompeta del Año del Jubileo, suena esa Trompeta interpretando la pieza musical de la Segunda Venida de Cristo; para, al son de la música de esa Trompeta, todos los hijos e hijas de Dios del Cuerpo Místico de Cristo estar regocijándose en este tiempo final, porque este es el tiempo de jubileo en la Casa de Dios.

Este es el tiempo más glorioso de todos los tiempos, para nuestra restauración a nuestra Familia celestial y a nuestra herencia celestial.

“TIEMPO DE JUBILEO EN LA CASA DE DIOS”.

Y hay una buena música: es la música de la Gran Voz de Trompeta o Trompeta de Dios interpretando la Segunda Venida de Cristo con Sus Ángeles en este tiempo final. Esa es la pieza musical prometida para ser interpretada por la Gran Voz de Trompeta en este tiempo final.

O sea que la Gran Voz de Trompeta o Trompeta Final, al sonar suena la Segunda Venida de Cristo; ese es el sonido de la Trompeta Final o Gran Voz de Trompeta, en la gran fiesta de Jubileo en la Casa de Dios.

Es este el tiempo de jubileo en la Casa de Dios.

“TIEMPO DE JUBILEO EN LA CASA DE DIOS”. Y vean que es al son de la Trompeta Final o Gran Voz de Trompeta.

Si diere sonido incierto, o sea, el Mensaje de otra edad o de otra dispensación, o el mensaje de una secta religiosa o de una denominación, sería un sonido incierto para la Casa de Dios, para la Iglesia del Señor Jesucristo. Tiene que dar el sonido cierto de la Segunda Venida de Cristo con Sus Ángeles como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo; porque esa es la hoja o pieza musical correspondiente a este tiempo en el cual nosotros vivimos.

Porque las promesas de la Segunda Venida de Cristo con Sus Ángeles es para este tiempo final; por lo tanto, la Trompeta Final o Gran Voz de Trompeta no puede sonar otra cosa sino la Segunda Venida de Cristo.

Eso es lo que la Gran Voz de Trompeta o Trompeta Final, siendo sonada por el Espíritu Santo a través de Su Ángel Mensajero, estará sonando, proclamando, en la Casa de Dios. Ese es el Mensaje para la Casa de Dios, para los hijos e hijas de Dios en el tiempo de jubileo, en y de la Casa de Dios.

Ha sido para mí un privilegio muy grande estar con ustedes en esta tarde, dándoles testimonio del: “TIEMPO DE JUBILEO EN LA CASA DE DIOS”, y de la Trompeta que se tocaría en el tiempo del jubileo, en el Año del Jubileo.

Es la Trompeta Final o Gran Voz de Trompeta con la cual son llamados y juntados todos los escogidos de Dios, de entre los gentiles primeramente, en el Cuerpo Místico de Cristo; y después del pueblo hebreo, donde hay 144.000 hebreos que escucharán esa Trompeta Final o Gran Voz de Trompeta o Trompeta del Año del Jubileo sonando la Segunda Venida de Cristo, o sea, interpretando esa pieza musical en la sinfonía o sinfónica de Dios; y así también serán llamados y juntados y colocados en la Iglesia del Señor Jesucristo, en la Edad de la Piedra Angular.

O sea, serán colocados en la cima del Monte de Sion, serán colocados en Sion; como aparecen en Apocalipsis, capítulo 14 y verso 1, donde aparece el Cordero sobre el Monte de Sion, y con Él 144.000 que tienen el Nombre de Su Padre y el Nombre de Él (del Cordero) escrito en sus frentes; o sea que reciben la revelación del Nombre Eterno de Dios, y Nombre Eterno y Nuevo del Señor Jesucristo.

Y con esa revelación contenida en la Segunda Venida de Cristo, estos 144.000 hebreos serán colocados en el Monte de Sion, sellados en sus frentes con el Sello del Dios vivo, bajo el ministerio del Ángel del Señor Jesucristo ungido con el Espíritu Santo (conforme a Apocalipsis, capítulo 7 y verso 2 en adelante), el cual viene dando testimonio de estas cosas a todas las iglesias, y luego al pueblo hebreo; viene dando testimonio de estas cosas a la Iglesia del Señor Jesucristo, y después le dará testimonio de estas cosas al pueblo hebreo.

Viene dando testimonio de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo; viene dando testimonio de este misterio de la Segunda Venida de Cristo para este tiempo final.

Y así es como los miembros del Cuerpo Místico de Cristo conocerán el misterio de la Segunda Venida de Cristo, conocerán la Segunda Venida de Cristo con Sus Ángeles, velado y revelado en Su Ángel Mensajero. Y eso mismo luego lo conocerá, lo entenderá, el pueblo hebreo: 144.000 hebreos, 12.000 de cada tribu; porque esto es lo que estará siendo revelado, siendo dado a conocer en la Casa de Dios, que estará de fiesta, estará de jubileo, en este tiempo final.

Y ese jubileo para la Casa de Dios ya ha comenzado. Hemos entrado al Año del Jubileo actualizado, en donde la Iglesia del Señor Jesucristo está de jubileo, de fiesta espiritual, escuchando la Trompeta del Año del Jubileo, escuchando la Gran Voz de Trompeta o Trompeta Final en la pieza musical de la Segunda Venida de Cristo, siendo interpretada por la Trompeta Final o Gran Voz de Trompeta, en la proclama de libertad o liberación para todos los hijos e hijas de Dios, para todos los miembros del Cuerpo Místico del Señor Jesucristo.

Porque en este ciclo divino del Año del Jubileo seremos libertados, seremos libertados y regresaremos a la vida eterna con un cuerpo eterno; seremos transformados y los muertos en Cristo serán resucitados. Y así se cumplirá plenamente el Año del Jubileo en la Iglesia del Señor Jesucristo en este tiempo final, en el tiempo de jubileo en la Casa de Dios.

Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta tarde, dándoles testimonio del: “TIEMPO DE JUBILEO EN LA CASA DE DIOS”, bajo la Trompeta del Año de Jubileo, bajo el Mensaje de la Segunda Venida de Cristo, bajo el Mensaje de la Gran Voz de Trompeta, que es el Mensaje del Evangelio del Reino, revelando, interpretando, dándole a conocer a la Iglesia del Señor Jesucristo la Segunda Venida de Cristo con Sus Ángeles en este tiempo final.

“TIEMPO DE JUBILEO EN LA CASA DE DIOS”.

Que ese jubileo, en el alma de cada uno de los miembros del Cuerpo Místico de Cristo, sea una realidad tan grande, que por ningún momento y por ninguna causa en sus vidas se detengan para mirar hacia atrás; “porque el que pone su mano en el arado y mira hacia atrás, no es apto para el Reino de Dios”[1].

Que sigamos siempre hacia adelante, mirando la meta, mirando la transformación de nuestros cuerpos prometidas para todos los hijos e hijas de Dios, los miembros del Cuerpo Místico de Cristo, para y en el Día Postrero, como Cristo ha prometido.

Él dijo, hablando de los creyentes en Él, Él dijo: “Y Yo le resucitaré en el Día Postrero”[2]. Si ha partido, Él le resucitará en este Día Postrero, o sea, en este séptimo milenio; pero si estamos vivos cuando los muertos en Cristo resuciten, entonces no tendremos que ver muerte, sino que seremos transformados. Esto es para los hijos e hijas de Dios en la Casa de Dios en este tiempo de jubileo.

Recuerden, habrá cosas en esta Tierra que tratarán de apartarlos del camino de Dios y sacarlos de la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, y de esta gran fiesta de jubileo en la Casa de Dios.

Pero no permitan que el enemigo los aparte de la Casa de Dios, no permitan que ninguna cosa los aparte de Jesucristo en nuestra edad y en nuestra dispensación; “porque las cuerdas nos han caído en lugares deleitosos (la Edad de la Piedra Angular, en el Año del Jubileo actualizado, en la Casa de Dios), y grande es la heredad que nos ha tocado”[3].

La parte más gloriosa, para la Iglesia del Señor Jesucristo, corresponde a los escogidos del Día Postrero; o sea que la bendición más grande nos ha caído a nosotros.

Vean ustedes, la Edad de la Piedra Angular, que es la Edad del Año del Jubileo actualizado, ha caído en la América Latina y el Caribe, ha caído en medio de los latinoamericanos y caribeños, para disfrutar de este tiempo de jubileo en la Casa de Dios.

Adelante sirviendo a Cristo y escuchando Su Voz, Su Palabra; y siempre llenos de gozo y regocijo en este tiempo de jubileo en la Casa de Dios, sabiendo que pronto vamos a ser transformados y tendremos el cuerpo eterno que Él ha prometido. Y permaneceremos por toda la eternidad jovencitos, representando siempre de 18 a 21 años de edad; esa es la apariencia que tendrá el cuerpo nuevo que hemos de recibir.

Así que podemos ver que vale la pena ser parte del Cuerpo Místico de Cristo en este tiempo de jubileo en la Casa de Dios.

Él lo eligió a usted y también a mí para ser parte de Su Casa, de Su Familia, en este tiempo y en esta edad y en esta dispensación, en este TIEMPO DE JUBILEO EN LA CASA DE DIOS.

Es tan grande la bendición que le ha tocado a la Iglesia del Señor Jesucristo en este tiempo final, en la Edad de la Piedra Angular, que no hay palabras para poder expresar plenamente la bendición tan grande y todas las bendiciones tan grandes que se estarán materializando en la Iglesia del Señor Jesucristo y en cada miembro de ese Cuerpo Místico de creyentes que viven en este tiempo final.

Así que, estando conscientes que vivimos el tiempo más glorioso, más importante del Programa Divino, el tiempo de más grandes bendiciones para la Iglesia del Señor Jesucristo: caminemos hacia adelante, siempre sirviéndole a nuestro amado Señor Jesucristo en la Casa de Dios, que está en este tiempo de jubileo.

“TIEMPO DE JUBILEO EN LA CASA DE DIOS”.

Ya han transcurrido algunos años y todavía no se acaba el tiempo de jubileo en la Casa de Dios, hasta que seamos transformados y regresemos a la Casa de nuestro Padre celestial; y continuaremos por toda la eternidad en jubileo en la Casa de nuestro Padre celestial.

Que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les guarde.

Y muchas gracias por vuestra amable atención, a todos los presentes y también a todos los televidentes.

Será hasta el viernes y el domingo próximo en que estaremos también reuniéndonos para escuchar la Palabra de Dios y adorar a nuestro Dios.

También los miércoles, para los que desean escuchar y ver las conferencias en video, pueden estar aquí a las 7:00 de la noche; y se estará pasando algún video, luego de tener un corto devocional en donde se adora a Dios.

Porque es una parte muy importante el devocional para adorar a Dios y cantarle a Dios, antes de escuchar la Palabra. Antes de que Él nos hable, nosotros le hablamos a Él, lo adoramos y le cantamos a Él, y luego Él nos habla a nosotros por medio de Su Palabra.

Así que Dios les continúe bendiciendo a todos, Dios les guarde.

Y adelante en la Casa de Dios, de jubileo, en este tiempo de jubileo en la Casa de Dios.

Que Dios les continúe bendiciendo a todos, y pasen todos muy buenas tardes.

“TIEMPO DE JUBILEO EN LA CASA DE DIOS”.

[Revisión mayo 2023 – RM-DM]

[1] San Lucas 9:62

[2] San Juan 6:40, 6:44, 6:54

[3] Salmos 16:6

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