Muy buenos días, amables amigos y hermanos presentes y los que están a través del satélite Amazonas o de internet en diferentes naciones: Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también. En el Nombre del Señor Jesucristo, amén.
Para esta ocasión tenemos una lectura bíblica en San Lucas, capítulo 17, verso 20 en adelante (20 al 30), dice:
«Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia,
ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros.
Y dijo a sus discípulos: Tiempo vendrá cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del Hombre, y no lo veréis.
Y os dirán: Helo aquí, o helo allí. No vayáis, ni los sigáis.
Porque como el relámpago que al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro, así también será el Hijo del Hombre en su día.
Pero primero es necesario que padezca mucho, y sea desechado por esta generación.
Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre.
Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos.
Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban;
mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos.
Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.»
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema para esta ocasión es: «TIEMPOS PARALELOS.»
El tiempo de la Venida del Hijo del Hombre está prometido que será paralelo al tiempo de Noé y al tiempo de Lot; la Escritura nos dice en Eclesiastés, capítulo 3, verso 14 al 15:
«He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.
Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.»
Esto nos muestra que las cosas que están sucediendo en nuestro tiempo ya sucedieron en otros tiempos, y que lo que ha de suceder en el futuro, ya está sucediendo también en el presente; será la repetición pero con otras personas en cada ocasión en que se cumple lo que está establecido en el Programa Divino.
Y ahora, el tiempo para la Venida del Hijo del Hombre será paralelo al tiempo de Noé y al tiempo de Lot también, que es el tiempo de Abraham, el padre de la fe. En ambas ocasiones había llegado el fin, en el tiempo de Noé para la humanidad, para el mundo antediluviano, o sea, que allá era el fin, y en la Venida del Hijo del Hombre en el Día Postrero será también el fin para el reino de los gentiles.
En el tiempo de Lot, que es también el tiempo de Abraham, había llegado también el fin para Sodoma y Gomorra, los cuales fueron destruidos con fuego del Cielo, para lo cual fueron enviados los Ángeles de Dios, que son Gabriel y Miguel, los cuales acompañaron a Dios cuando visitó a Abraham por allá por el capítulo 18 y 19 del Génesis.
Esos son los ministerios que para el Día Postrero de parte de Dios estarán presentes en la Tierra, esos Ángeles tendrán que ver con el fin del reino de los gentiles; recuerden al Ángel Gabriel que fue ayudado por el Ángel o Arcángel Miguel cuando tuvo que luchar con el príncipe de Persia, y luego dijo: «Y luego vendrá el príncipe de Grecia.» Están los príncipes del mundo espiritual y están los príncipes terrenales, que con los reyes terrenales.
Y ahora, podemos ver que el tiempo ahora que nos corresponde a nosotros es el Día Postrero, el tiempo en donde se va a repetir cosas que ya sucedieron en el pasado pero con otras personas, por lo cual usted y yo tenemos que mirarnos en lo que ya sucedió en el pasado, y ver cuál es el personaje que cuadra con nosotros o que nosotros cuadramos con él.
Por ejemplo en el tiempo de Noé, con quién cuadra… alguno de los personajes de aquel tiempo, con quién, ¿y usted con cuál cuadra? ¿cuadra usted con los que no creyeron en el tiempo de Noé? No, ¿cuadra usted con Noé y su familia? Sí, porque usted es un creyente en Cristo.
Pero entre medio de los que entraron al Arca, encontramos que no todos eran muy buenos, pero por causa del sacrificio que Noé ofrecía a Dios por él y su familia, quedaban cubiertos con la sangre de esos sacrificios, por lo cual Dios veía a Noé, justo, y por consiguiente su familia, porque Dios estaba tratando con Noé y su familia que eran cubiertos con la sangre del sacrificio que efectuaba Noé.
Y ahora, encontramos que entre los que entraron al Arca estaba uno que y por el cual vino la línea de los malos, y se llamaba Cam; de ahí vinieron sus hijos, y de esos hijos encontramos nietos también, de entre los cuales (nietos y bisnietos), de entre los cuales encontramos a Nimrod, que fue enemigo de Dios, Cus su padre, nieto o hijo de Cam, encontramos que fue el que estableció la idolatría allá en Babilonia, y de ahí viene la idolatría para todas las naciones, o sea, que el origen, se originó la idolatría, allá en Babilonia, donde estaba Cus y su hijo Nimrod, el cual fue el primer gobernante, rey, el cual estableció su reino y tenía su ejército poderoso.
De ahí es que viene también el sistema de gobierno del reino de los gentiles, y la religión del reino de los gentiles a través de las diferentes etapas viene también de Babilonia. Por eso es que al reino del anticristo también se le llama Babilonia.
Y ahora, aquello allá viene luego a ser tipo y figura de lo que estará sucediendo en este tiempo final y también lo que sucedería a través de las diferentes etapas del Cristianismo, y lo que sucedería a través de las diferentes etapas del reino de los gentiles; porque el reino de los gentiles comenzó con la cabeza de oro allá en el tiempo del rey Nabucodonosor, y fue descendiendo de la cabeza de oro, la cual representaba a Nabucodonosor y su reino, su imperio; bajó a los pechos y brazos de plata, que representaba al reino medo-persa, al reino de Media y de Persia, y luego continuó bajando al vientre y los muslos de bronce, que representó al imperio griego, comenzando… encabezado por Alejandro del Grande.
A medida que observamos esa estatua que vio el rey Nabucodonosor y le interpretó el profeta y político Daniel, un judío, el cual estaba en una buena posición allá en Babilonia. Encontramos que las diferentes etapas de esa estatua comienza con la cabeza de oro y después baja al pecho y los brazos de plata, o sea, va siendo de menos valor el material con el cual la estatua que vio el rey es formada.
Encontramos que luego del imperio de Grecia viene el imperio romano en las piernas de hierro que es el imperio que estaba en el tiempo en que apareció Jesucristo en la Tierra y el imperio que crucificó a Cristo en la Cruz del Calvario, el imperio romano.
Encontramos que fue decayendo en valor esa estatua y luego pasa a los pies de hierro, que representa a Roma, y de barro. Encontramos que después del imperio romano de los Césares continúa el imperio de los gentiles o reino de los gentiles compuesto de hierro y barro (y el hierro representa a Roma).
Por lo tanto, en la etapa final del reino de los gentiles, tenemos ahí cómo será el reino de los gentiles y cómo será su final, eso es en cuanto al reino de los gentiles; en cuanto al Reino de Dios, comenzó de abajo hacia arriba con Cristo como la piedra del ángulo, como fundamento, y los apóstoles, sobre los cuales está fundada la Iglesia del Señor Jesucristo; los apóstoles, y como piedra principal, Jesucristo que es la piedra del ángulo o Piedra angular, y ha ido subiendo del tiempo de Jesucristo al tiempo de los apóstoles, y después de edad en edad entre los gentiles pasando por siete edades. Cada una de esas edades tiene su característica, y por consiguiente, su virtud.
Luego de las siete edades o siete etapas que corresponden al Lugar Santo del Templo espiritual de Cristo, representado ese Templo en el templo que construyó el rey Salomón y en el templo que construyó o tabernáculo que construyó el profeta Moisés; encontramos que luego del Lugar Santo, que corresponde a las siete etapas de la Iglesia, viene el Lugar Santísimo del templo que construyó Moisés y del templo que construyó el rey Salomón, que corresponde en el Templo espiritual de Cristo a la etapa de Edad de Piedra Angular, la Edad en y a la cual Dios cumplirá la Venida del Hijo del Hombre en el Día Postrero.
Las demás edades o etapas de la Iglesia estuvieron esperando la Venida del Señor, la Venida del Hijo del Hombre, pero la promesa, siendo para la Iglesia, no era para edades pasadas, era para este tiempo final: la Edad de Oro de la Iglesia del Señor Jesucristo, así como el Lugar Santísimo del templo que construyó el rey Salomón y del tabernáculo que construyó el profeta Moisés, el Lugar Santísimo era de oro, cubierto de oro todo, allí estaba el Arca del Pacto, dentro estaban las Tablas de la Ley, estaba la Vara de Aarón que reverdeció y estaba también una porción de maná que fue colocado dentro del Arca del Pacto y por consiguiente no se corrompía ese maná.
Todo eso es tipo y figura de lo que tendrá la etapa de la Iglesia del Señor Jesucristo en este tiempo final, será la etapa del Lugar Santísimo de ese Templo espiritual que es la Iglesia del Señor Jesucristo, y todo lo que estaba allí será tipo y figura de lo que estará siendo realizado por Dios a través del Espíritu Santo en la Iglesia del Señor Jesucristo.
Es paralelo aquello a lo que estará Dios llevando a cabo en Su Iglesia en este tiempo final, y así como estuvo la Palabra, las Tablas de la Ley, las tablas de piedra de la Ley allá, estará la Palabra en la Iglesia del Señor Jesucristo en este tiempo final, la Palabra como ha estado siendo dada por el Espíritu Santo a través de las diferentes etapas de la Iglesia, a través también de los diferentes profetas del Antiguo Testamento, antiguo pacto y también del nuevo Pacto, del Nuevo Testamento, hasta este tiempo final, ahí es donde estará la plenitud de la Palabra de Dios para el Día Postrero.
Alrededor de esa Palabra que tendrá la Iglesia del Señor Jesucristo en el Día Postrero, la Palabra correspondiente al Día Postrero, que es la Gran Voz de trompeta o trompeta final, se materializará la transformación de todos los hijos e hijas de Dios, así como se materializó una transformación en Abraham y en Sara alrededor de aquella Palabra de Dios que le fue dada a Abraham y a Sara, la cual Abraham la creyó, y alrededor de esa Palabra prometida se efectuó una transformación en donde ellos vinieron a ser jóvenes nuevamente para poder tener el hijo que Dios le prometió, el cual fue Isaac.
Cuando ocurrió la destrucción de Sodoma y Gomorra, Abraham se fue con Sara para otro territorio, el área estaba un poquito peligrosa por una temporada, por la destrucción que hubo de Sodoma y Gomorra.
Abraham se fue a otro lugar, y allá el rey de ese otro lugar, Abimelec, se enamoró allá en Gerar de Sara, la cual tenía 89 años de edad para 90 años de edad, y Abraham tenía 99 años para 100 años de edad. Es la segunda ocasión en que un rey se fija en Sara y quiere hacerla su esposa; ningún rey se va a enamorar de una señora, de una anciana de 89 a 90 años de edad, estaba rejuvenecida, y Abraham también.
Luego Dios le aparece en sueños a ese rey, y le dice que la mujer que él ha tomado tiene esposo y que su esposo es profeta. Abimelec le dice a Dios en sueños que con buena intención, de buen corazón, él la tomó para hacerla su esposa, y Dios le dice: «Por eso te hablo, por eso no he dejado que tú la toques,» ¿por qué? Porque la intención de Abimelec era buena y temía a Dios, y Dios le dice: «Eres hombre muerto, por lo tanto, entrega la mujer a su marido y pidele a él que ore por ti, porque si no, eres hombres muerto;» y sería muerto él y todo su pueblo, ya Dios había cerrado la matriz de todos allá en ese lugar, en Gerar.
Ahora, ¿qué representa que Abraham y Sara fueron rejuvenecidos? Que viene una transformación para todos los creyentes en Cristo, para así todos tener al Hijo prometido, a Cristo, en Su segunda Venida.
La Venida de Cristo para Su Iglesia es un misterio, y será un secreto completo que le será revelado a la Iglesia del Señor Jesucristo, el cual está prometido para venir con los muertos, resucitándolos, y para transformar a los que están vivos creyentes en Él. Por eso en Filipenses, capítulo 3, verso 20 al 21 nos dice:
«Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;
el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.»
Esa es la promesa divina que tienen los creyentes en Cristo; por lo tanto, esa transformación viene para todos los creyentes en Cristo, para la Iglesia del Señor Jesucristo, como vino para Sara y Abraham.
Ahora, en el tiempo de Abraham, ¿en quién está usted representado? en el padre de la fe, que es Abraham, que creyó esperanza contra esperanza que Dios iba a cumplir la venida del hijo prometido, Isaac, el cual le había sido prometido por Dios que Dios se lo daría, un hijo, un heredero, de Abraham, el heredero de Abraham.
Y ahora, en el tiempo de Lot estaba también el creyente Abraham arriba en la montaña con Dios, Dios hablando con él y confirmándole la promesa de la venida de Isaac, el hijo prometido. Encontramos que algunos quizás puedan reírse de que van a ser transformados los creyentes en Cristo, pero eso es lo que Dios prometió, y por consiguiente vendrán a ser a imagen y semejanza de Cristo nuestro Salvador todos los creyentes en Cristo nacidos de nuevo.
Abraham representa a los creyentes, Lot representa a las vírgenes insensatas; y por consiguiente pasarán por lo que se llama: la gran tribulación, que durará tres años y medio. Para la Iglesia del Señor Jesucristo la presencia de Dios será una realidad; vean, comió con Abraham, Elohím, Dios el Señor, y los Arcángeles Gabriel y Miguel, esos otros dos Ángeles, también comieron con Abraham.
Esto nos muestra que los ministerios de los Ángeles del Hijo del Hombre, que son los ministerios de Moisés y Elías que aparecieron en el Monte de la Transfiguración con Jesús, estarán presentes en este tiempo final, y estarán, por consiguiente, como la representación de los Arcángeles Gabriel y Miguel.
Es importante entender el tiempo en que estamos viviendo, porque es un tiempo paralelo a aquellos tiempos. Es importante ver en quién estamos nosotros representados en el pasado, porque de acuerdo al que lo represente a usted en el pasado, usted estará obrando en el presente. Vean, en el tiempo de Moisés encontramos que el pueblo, luego que fue sacado de Egipto, fue o le trajo problemas a Moisés, no todos, pero muchos de ellos, en esas personas problemáticas del tiempo de Moisés están representados los que causarán problemas a través de las diferentes edades de la Iglesia, etapas de la Iglesia, y por consiguiente los que estarán causando problemas en este tiempo final en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo.
Y los que se mantendrán firmes, como Josué y Caleb al lado de Moisés, estarán ellos representando a los que se mantendrán firmes sirviendo a Cristo, escuchando Su Palabra, siendo guiados por el Espíritu Santo en la forma que siempre Dios ha guiado a Su pueblo, y por consiguiente usando instrumentos de edad en edad para guiar a Su pueblo, porque Dios no obra a menos que sea por medio de carne humana en medio de Su Iglesia.»No hará nada el Señor Jehová sin que antes revele sus secretos a sus siervos sus profetas.»
Siempre, para revelar algo al pueblo de Dios, Dios ha enviado un hombre al cual le ha dado esa revelación de la Palabra para darla al pueblo, y el pueblo que ha escuchado y ha creído es identificado con aquellos que escucharon y creyeron y se mantuvieron firmes al lado de Moisés.
Es importante entender estas cosas para saber en quién estamos nosotros identificados en tiempos pasados, porque lo que pase en nuestro tiempo es paralelo a lo que pasó en tiempos pasados; y por ejemplo en el tiempo de Juan el Bautista y de Jesús, así como en el tiempo de los profetas, ahí también estamos representados, como creyentes, en aquellos que se mantuvieron firmes en la Palabra de Dios para cada etapa, para cada tiempo, a través de la historia bajo dispensaciones pasadas.
Para el tiempo de Juan el Bautista, precursor de la Primera Venida de Cristo, están identificados en Juan el Bautista y en los que creyeron su mensaje, lo siguieron y se bautizaron, están representados: el precursor de la Segunda Venida de Cristo y los que creyeron el mensaje que él trajo; y el precursor de la Segunda Venida de Cristo fue el reverendo William Branham.
Él cumplió ese propósito divino, y conforme a como él enseñó, lo cual luego viene a ser profecía también, con relación a la Segunda Venida de Cristo, con relación a la Venida de Cristo a Su Iglesia en el Día postrero, así será cumplida la Venida del Señor a la Iglesia del Señor Jesucristo en el Día Postrero para que tenga la bendición de la transformación y el rapto o arrebatamiento de la Iglesia para ir a la Cena de las Bodas del Cordero.
Conociendo que es paralelo en todo nuestro tiempo a tiempos pasados, y viendo el paralelo que hay de la venida de Juan el Bautista y de Jesús con la venida del precursor de la Segunda Venida de Cristo y la Venida del Señor para el Día Postrero, entonces tenemos que estar con nuestros ojos espirituales bien abiertos, porque una bendición grande está prometida para la Iglesia del Señor Jesucristo en el Día Postrero en la etapa que corresponde a nuestro tiempo.
Juan el Bautista fue el precursor de la Primera Venida de Cristo, mensajero de la séptima etapa de la Iglesia hebrea bajo la Ley, y luego que le preparó el camino… y eran de la misma familia, en cuanto a que María, la virgen María, y Elisabet, la madre de Juan el Bautista, eran parientas, es muy importante entender esto recordando que al ser parientas también podían ser llamadas hermanas y sus hijos podían ser llamados también hermanos, porque eran familia.
Los creyentes en Cristo son llamados hermanos, se llaman hermanos los unos a los otros, porque son de una familia: la familia de Dios, la descendencia de Dios escritos en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero desde antes de la fundación del mundo, estábamos en Dios eternamente, nacimos en Dios en el pensamiento divino desde antes de la fundación del mundo, genes del pensamiento divino.
El que no estuvo como parte de la Iglesia del Señor Jesucristo en el pensamiento divino, no lo estará cuando aparece en esta Tierra, pero el que estuvo en la mente divina, en el pensamiento divino como un miembro de la Iglesia del Señor Jesucristo desde antes de la fundación del mundo, lo estará en el tiempo que le toca vivir en esta Tierra.
Esos son los escogidos de Dios, los elegidos de Dios, que formarían la Iglesia del Señor Jesucristo, que escucharían la predicación del Evangelio de Cristo, nacería la fe de Cristo en su alma, creerían y lo recibirían como único y suficiente Salvador. Estábamos en Dios, por eso somos llamados hijos e hijas de Dios y por eso formamos, somos parte, de la Iglesia del Señor Jesucristo, que es Su cuerpo espiritual, Su Templo espiritual, Su pueblo celestial, nacidos del Cielo, porque el nuevo nacimiento es del Cielo, es celestial.
Conforme a como Juan el Bautista anunció que sería la Venida del Mesías, al cual le estaba preparando el camino, así fue; conforme a como el precursor de la Segunda Venida de Cristo predicó, anunció y profetizó que será la Segunda Venida de Cristo, así será: se materializará lo que fue predicado, lo que fue profetizado.
Y cuando se cumpla, se estará cumpliendo en la Iglesia del Señor Jesucristo, porque es la que tiene la promesa de la Segunda Venida de Cristo. Por eso es que el reverendo William Branham dice en el libro de «Los Sellos,» página 57 en español, y también en otros mensajes: «Cuando los judíos vean a Cristo viniendo por Su Iglesia, ellos dirán: ‘Éste es el que nosotros estamos esperando;’ pero Él no viene por ellos, Él viene por Su Iglesia, por Su Iglesia Novia.» ¿para qué? Para darle la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Así que Dios está tratando con Su Iglesia, la Iglesia del Señor Jesucristo, y por eso envió al precursor de la Segunda Venida de Cristo a Su Iglesia, porque es ahí donde va a ser cumplida la Venida del Señor, la Venida del Hijo del Hombre, y tiene que ser en la etapa correspondiente al Día Postrero, así como fue en la edad de oro de la Iglesia de Dios del antiguo pacto, del Antiguo Testamento, que vino el Señor en Su Primera Venida, y vino también el precursor, así será también en el Día Postrero en la Iglesia del Señor Jesucristo.
Ya vino el precursor, mensajero de la séptima etapa o edad de la Iglesia del Señor Jesucristo, preparándole el camino al Señor, y así como fue la Venida del Señor Jesucristo, la primera Venida de Cristo, en la etapa o edad de oro de la Iglesia hebrea bajo la Ley, así será también la Segunda Venida de Cristo a Su Iglesia, será en la Edad de Oro de la Iglesia que es la Edad de Piedra Angular; eso no fallará, porque ya sucedió así en la Primera Venida de Cristo, y será paralelo en todo, será un tiempo paralelo a aquel tiempo, por eso van a estar identificados, los que lo recibirán, en aquellos que recibieron a Cristo en Su Primera Venida, entre los cuales hubo un número grande de los creyentes en el mensaje de Juan el Bautista, y de ahí se extendió para otras personas que no habían conocido a Juan el Bautista pero que conocieron luego a aquel del cual Juan hablaba, le preparaba el camino.
En la Primera Venida de Cristo llevó a cabo la Obra de Redención en la Cruz del Calvario, y nos ha dado la porción de las primicias del Espíritu, nos ha dado la porción de una resurrección espiritual del alma, redención del alma, pero nos falta la redención del cuerpo para los que vivimos, que será nuestra transformación, para los que murieron que será la resurrección en cuerpos eternos.
Y cuando tengamos esa transformación, entonces tendremos la doble porción: la del alma y la del cuerpo físico glorificado; y esa es la doble porción que yo necesito, ¿y quién más? cada uno de ustedes también, porque sin tener esa doble porción no podremos irnos de esta Tierra a la Cena de las Bodas del Cordero. Bien dijo el apóstol Pablo en Efesios, capítulo 4, verso 30:
«Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.»
O sea, el día de la redención del cuerpo, que será nuestra transformación, en donde obtendremos la inmortalidad física al recibir un cuerpo físico, inmortal, glorificado, como el cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador.
Será un momento muy glorioso cuando tengamos el nuevo cuerpo, ¿y cuando tengamos el nuevo cuerpo nos vamos a conocer? Sí, nos vamos a conocer, porque todos tendremos el nuevo cuerpo y comprenderemos que esa juventud en ese nuevo cuerpo estaba prometida y es así el cuerpo glorificado, nos vamos a conocer.
Aunque los demás que no son creyentes no nos conozcan, nosotros los unos a los otros nos vamos a conocer y vamos a conocer también a los de las demás edades cuando ya estemos transformados y se van a juntar con nosotros y vamos a estar una temporada aquí en la Tierra, unos 30 ó 40 días, y van a haber actividades también, y los que van a ser llevados a la Cena de las Bodas del Cordero, todos serán jóvenes porque estarán transformados.
Así que nos estamos viendo en los cuerpos que tenemos, mortales, pero cuando seamos transformados ya las cosas cambiarán, ya nos vamos a ver jóvenes con cuerpos glorificados, cuerpos interdimensionales, que no necesitarán un avión para ir a otro lugar.
Tenemos también el misterio de los carros de fuego, que son los platillos voladores, los ovnis, que tanto anuncian, y ellos tendrán que ver con el rapto o arrebatamiento de la Iglesia del Señor Jesucristo.
Recuerden que Cristo subió al Cielo y una nube le recibió y desapareció; Ángeles de Dios estaban allí presentes en la tumba de Jesús, y cuando se fue, también. Todo eso está dentro de una etapa en la cual y de la cual el precursor de la Segunda Venida de Cristo la señala como la Tercera Etapa, y esa Tercera Etapa va a ser manifestada en medio del Cristianismo, y va a impactar a los creyentes en Cristo nacidos de nuevo que forman la Iglesia del Señor Jesucristo, la Iglesia Novia del Señor Jesucristo, la Esposa del Cordero, y va a impactar también a las… esas son las vírgenes prudentes, y va a impactar también a las vírgenes insensatas, que serán los creyentes profesantes pero que no tienen el Espíritu Santo y por consiguiente no han nacido de nuevo, por consiguiente pasarán por la gran tribulación para ser purificados en la gran tribulación por lo que estará sucediendo y les estará sucediendo en la gran tribulación, e impactará también al mundo entero esa Tercera Etapa.
Es en esa Tercera Etapa donde la Iglesia del Señor Jesucristo plenamente recibirá la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. El reverendo William Branham tuvo una visión o sueño en donde vio surgir esa Tercera Etapa en una Gran Carpa-Catedral (él dice: «Carpa o Catedral»), la vio surgir ahí esa Tercera Etapa.
Por lo tanto, en medio del Cristianismo habrá en algún lugar una Gran Carpa-Catedral levantada donde estará la presencia de Dios, la presencia del Ángel del Pacto, derramando grandes bendiciones sobre el pueblo y abriendo misterios que no han sido conocidos por los seres humanos, como el misterio del Séptimo Sello, que será el misterio de la Segunda Venida de Cristo, ese misterio va a ser abierto en el tiempo en que la Tercera Etapa estará siendo manifestada en una Gran Carpa-Catedral, donde habrá un cuarto pequeño de madera, y ahí estará la Columna de Fuego, el Ángel del Pacto, que libertó al pueblo hebreo, el cual es Cristo en la Columna de Fuego.
Hay una bendición grande para la Iglesia del Señor Jesucristo antes de irse de este planeta Tierra, será un tiempo para la adopción de todos los hijos e hijas de Dios, un tiempo glorioso que ha sido prometido a la Iglesia del Señor Jesucristo y que vendrá en un tiempo de apretura, de una situación difícil, para la Iglesia del Señor Jesucristo, y por consiguiente un tiempo difícil para toda la humanidad.
Cuando vemos que la humanidad estará pasando por un tiempo difícil, tenemos que abrir nuestros ojos porque todas las señales que indicarían el tiempo para la Venida del Señor están cumplidas.
Vemos las guerras, los rumores de guerras, vemos también la situación como el tiempo de Lot, el mundo tornándose como el tiempo de Sodoma y Gomorra, y también como el tiempo de Abraham, o sea, los creyentes como en el tiempo de Abraham, agarrados de Dios, cenando, comiendo la Palabra de Dios, el alimento espiritual, ya que el alimento espiritual es necesario para alimentar el alma y el espíritu de los creyentes.
Por eso el alimento espiritual para el Día Postrero, para la Iglesia del Señor, será la Palabra revelada para el Día Postrero. Alrededor de esa Palabra revelada será que vendrán todas las bendiciones de Dios para la Iglesia del Señor Jesucristo, así es como le dará la fe a los creyentes en Cristo para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero; y esa Palabra revelada será la Voz de Cristo, el Ángel Fuerte que desciende del Cielo en Apocalipsis, capítulo 10, clamando como cuando ruge un león, ya no como Cordero, sino como León… clamando como cuando ruge un león y siete Truenos emitiendo Sus voces.
La Voz de Dios siempre ha sido escuchada como un trueno, y podemos ver que así fue escuchada cuando Jesús dijo: «Padre glorifica Tu Nombre,» y Dios dijo: «Lo he glorificado y lo glorificaré otra vez,» o sea, que lo glorifica dos veces, y todos los que escucharon decían: «Fue un trueno,» otros decían: «Un ángel le ha hablado.» ¿Ven? Porque así se oye la Voz de Dios, así fue en el monte Sinaí, la Voz de Dios tronando en el monte Sinaí.
«TIEMPOS PARALELOS.»
Tiempos paralelos estamos viviendo nosotros en estos días, por lo tanto, para la Iglesia del Señor Jesucristo las señales para la Venida del Hijo del Hombre, para la Venida del Señor, ya están cumpliéndose y por consiguiente todos los creyentes en Cristo nacidos de nuevo están llamados a levantar sus cabezas al Cielo, a las cosas de Dios, «porque nuestra redención está cerca,» dice Cristo en San Lucas, capítulo 21, versos 27 al 28, dice:
«Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria.
Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.»
Cuando veamos estas señales: guerras, rumores de guerras y todos estas cosas y todo preparándose para la Venida del Hijo del Hombre, levantemos nuestra cabeza, ¿a qué? al Cielo, a las cosas de Dios, porque nuestra redención, la redención del cuerpo, que será nuestra transformación, está cerca.
Es importante estar preparados para nuestra transformación, lo que le da la fe para el rapto a los creyentes es la Voz de Cristo, el Ángel Fuerte, clamando como cuando ruge un león, esto es Cristo hablándole a Su Iglesia en este tiempo final, en la Edad de Oro de la Iglesia, la Edad de Piedra Angular, y así tenemos que estar escuchando la Voz de Cristo en Su Iglesia para obtener la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Estamos viviendo en tiempos paralelos, es tiempo paralelo a otros tiempos donde Dios se manifestó, donde Dios obró, y tenemos que identificarnos con el personaje que nos corresponde a nosotros, de otros tiempos, de otras generaciones, de otras etapas del Programa Divino.
Nunca vaya a identificarse con un personaje negativo, ni vaya a defenderlo tampoco, porque se va a materializar en usted todo lo negativo de aquel personaje del pasado. Si se identifica con un personaje creyente y obediente a Dios y al Programa Divino para el tiempo en que él vivió, que siguió firmemente a Dios y estuvo brazo a brazo con el mensajero que Dios tuvo para ese tiempo, usted está bien identificado.
Por ejemplo, Josué representa al Espíritu Santo en Su manifestación final, y Caleb a todos los creyentes en Cristo que estarían brazo a brazo con el Josué del Día Postrero que será el Espíritu Santo en Su manifestación final. Así nos identificamos en el tiempo de Josué, y así nos identificamos en los creyentes y con los creyentes de tiempos pasados.
Cada uno mire cuál es el tipo y figura suyo, porque de acuerdo a como usted esté obrando en nuestro tiempo será el personaje que lo representa a usted en edades y dispensaciones pasadas. Yo me encargo de identificarme con el y los personajes de diferentes edades y dispensaciones, consciente de la bendición que Dios me ha dado y que le ha dado a cada uno de ustedes también, y así también nos miramos los unos a los otros y reconocemos quién identificó, quién lo identificó a usted allá en el pasado y quién me identificó a mi allá en el pasado. Tan sencillo como eso es nuestro tema: «TIEMPOS PARALELOS.»
Viviendo en tiempos paralelos, eso es lo que está sucediendo en nuestro tiempo. Hay un personaje en el cual están identificados todos los que van a ser transformados y raptados, que es Enoc, que caminó con Dios y lo llevó Dios para no ver muerte.
Otro personaje muy importante en el cual están identificados todos los que van a ser transformados y raptados es el profeta Elías, que fue arrebatado en un carro de fuego y no vio muerte, y todavía está vivo y seguirá vivo.
Otro personaje es el Señor Jesucristo, el cual, aunque murió, resucitó glorificado y fue luego llevado al Cielo y nunca más morirá. En Cristo están representados también los creyentes que murieron, los cuales van a resucitar en cuerpos glorificados. Y los que estamos vivos también estamos representados en Cristo glorificado, para ser llevados al Cielo. Pero antes Él estuvo unos cuarenta días en la Tierra predicando (pero con Sus discípulos), enseñándole a Sus discípulos muchas cosas con relación al Reino de Dios, hablándoles acerca del Reino de Dios.
Es importante saber que habrá una etapa en donde la plenitud de Dios estará en la Iglesia del Señor Jesucristo, y lo mismo que pasaba en los tiempos de Jesús también estará pasando en este tiempo final.
En el tiempo de Jesús también lo persiguieron, lo difamaron, y así por el estilo; de loco y bebedor de vino y amigo de publicanos y personas de una reputación no buena, lo trataban a Jesús, porque dice que comía con pecadores y publicanos, y trataba bien Jesucristo a todas las personas, fueran buenos o fueran malos, los trataba bien.
Y ahora, Cristo dice: «Si en el árbol verde hicieron estas cosas, ¿qué no harán en el árbol seco?» El árbol verde con vida, Vida eterna, hicieron todas esas cosas, ¿qué no harán en el seco, en los que no tienen físicamente Vida eterna? O sea, que ahí está anunciando apreturas, persecuciones, y todas esas cosas que vendrán en contra de los creyentes en Cristo. Pero Él permaneció firme sirviendo a Dios en ese Programa Divino. Rechazó el reino o los reinos de este mundo cuando el diablo se los ofreció en el capítulo 4 de San Mateo y capítulo 4 de San Lucas, porque el Reino que Él recibiría sería el Reino de Dios, no el reino de los gentiles, el cual estaba en aquel tiempo en la etapa de los pies o piernas de hierro, y tampoco recibirá ni aceptará el reino de los gentiles en la etapa de los pies de hierro y de barro cocido. Cristo establecerá Su Reino en la Tierra por mil años y luego por toda la eternidad.
Viviendo en tiempos paralelos. Esa es la realidad que tenemos en nuestro tiempo. La raza humana, la familia humana, está muy agitada en este tiempo; guerras y rumores de guerras, la higuera, ha reverdecido (Israel) y los demás árboles, los países de allá del Medio Oriente, los encontramos también con graves problemas y surgiendo nuevas formas de gobierno en esos países, pues todo eso está aquí en la Escritura.
Por lo tanto, los países pueden mirarse en el espejo de Dios, que es la Palabra, y ahí en la Palabra bíblica, la Palabra profética, pueden verse tipificados los países y naciones del tiempo de Noé que estaban llenos de violencia como lo están hoy en día.
Pueden hacer naciones e individuos, como una historia o historieta o parábola (pudo ser cierto también), que una señora madre que vivía en el campo y que no tenían espejo en la casa, llevó a su hijito, a su hijo, a la ciudad para ver a su abuelita, y cuando llegó a la casa de la abuelita la señora, la abuelita, tenía detrás de la puerta del cuarto, tenía un espejo; como acostumbran en algunos hogares a tener el espejo, un espejo grande, largo, pegado a la puerta, para antes de salir del cuarto darse el último retoque para ver si está bien todo, estar bien vestido y todo.
Y cuando el muchachito se asoma y ve, no sabía lo que era un espejo; y ve un niño allá y quiere hacer amistad con el niño y le hace así, y el niñito le hace así también, y se ríe y el niñito del espejo se ríe también, y sigue así, y hace como para jugar y el muchachito del espejo también, pero el niño no sabía lo que era un espejo, y por consiguiente no sabía lo que estaba pasando, pero por último… siempre lo que hacía el niñito, lo hacía el que estaba en el espejo, y por último le dice a la mamá: «Mamá, pero si soy yo.»
Y así debe ser con cada uno de ustedes y conmigo y con cada ser humano y con las naciones: verse en el espejo de Dios para ver en el espejo la imagen que lo representa a usted, y ver en el espejo, en la Palabra profética, dónde usted está representado; porque habrá una bendición grande para los creyentes en Cristo en el Día Postrero: estarán escuchando una Gran Voz de Trompeta o Trompeta Final, y en ese espejo en donde se habla de una trompeta final que estaremos escuchando, al mirarse en el espejo, cuando esté escuchando esa trompeta final, la persona podrá decir: «Mamá, pero si soy yo el que estoy escuchando ese mensaje.» Entonces podrá descubrir que es usted el que está escuchando la Trompeta Final y está recibiendo la fe, la revelación, para ser transformado y llevado con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Por lo tanto, tenemos que mirarnos en el espejo de Dios y ver quiénes somos en el Programa Divino, y entonces comprenderemos porqué estamos aquí y comprenderemos también de dónde hemos venido y también comprenderemos hacia dónde vamos cuando seamos transformados, ¿a dónde? A la Cena de las Bodas del Cordero.
Viviendo en tiempos paralelos. Nunca tenga miedo de que se va a perder, si usted se ve en el espejo de Dios, usted ve que no se va a perder nunca, pero también usted puede ver que hijos de Dios de edades pasadas o siervos de Dios de dispensaciones pasadas se comportaron mal y aunque no se perdieron recibieron sus azotes, los cuales también usted y yo podemos recibir si no nos comportamos correctamente.
Por lo tanto, es tiempo de acercarnos más a Dios y de vivir conforme a la Palabra de Dios, preparándonos para nuestra transformación; tenemos que pasar por esa etapa de preparación. Cuando venga la apretura, automáticamente nos vamos acercar más a Dios, pero ¿por qué esperar la apretura? Estamos en un tiempo hermoso que de buena voluntad y con amor divino nos podemos acercar más a Dios y hacer y vivir conforme a la Palabra de Dios, conforme a lo establecido por Dios a través de Su mensaje y a través de Sus apóstoles y mensajeros de su Iglesia, como San Pablo y el reverendo William Branham que nos han traído la Palabra revelada para el Cristianismo.
Tenemos que estar preparados para nuestra transformación, y es la Palabra, el mensaje, es la gran Voz de trompeta, la que nos prepara, porque esa es la Voz de Cristo, el Ángel del Pacto; es Cristo, el Ángel Fuerte que desciende del Cielo, el Espíritu Santo, hablándonos directamente a nuestro corazón. Estemos preparados para la culminación, para la parte culminante del Programa Divino en este tiempo final.
Nunca vaya a identificarse con personajes negativos que aparecen en la Escritura, identifíquese con personajes que han sido fieles a Dios y que han obtenido la victoria, y así usted tendrá el paralelo suyo de otra edad o de otra dispensación, correcto.
«TIEMPOS PARALELOS.»
Este es el tiempo más importante de toda la historia del Cristianismo, del Judaísmo y de la familia humana, este es el tiempo en que el Título de Propiedad, el Libro de la Vida del Cordero sellado con siete Sellos en el Cielo, va a ser tomado por Cristo, el Ángel Fuerte que desciende del Cielo, lo va abrir en el Cielo al terminar Su Obra de Intercesión en el Cielo al completarse Su Iglesia, y lo va a traer a la Tierra conforme a Apocalipsis, capítulo 5 y capítulo 10; y por eso en Apocalipsis, capítulo 10 aparece ya el Libro abierto en Su mano, porque Él lo abre en el Cielo para traerlo a la Tierra.
Ese es el Título de Propiedad de la Vida eterna donde está nuestro nombre escrito, y es para Cristo hacer Su Obra de Reclamo, reclamar todo lo que Él ha redimido con Su Sangre preciosa derramada en la Cruz del Calvario.
Estamos viviendo en el tiempo mejor, estamos viviendo en tiempo paralelo a otros tiempos importantes del Programa Divino de edades pasadas. Algún día van a estar siendo habladas las plagas, las Copas que contienen las plagas, las Trompetas, todo esto va a ser hablado, predicado, revelado, y el misterio del Séptimo Sello va a ser revelado a la Iglesia, que es el misterio de la Segunda Venida del Señor.
Viviendo en tiempos paralelos, tiempos paralelos del pasado representando nuestro tiempo, por lo tanto disfrutemos las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, en nuestro tiempo, porque hay muchas bendiciones para todos nosotros.
La Tercera Etapa está prometida, es la etapa de la Palabra creadora siendo hablada, con la cual serán revelados todos estos misterios y también la promesa para la Iglesia es que va el Señor a hacer grandes maravillas. Es la Edad de Oro de la Iglesia, la Edad del Amor divino, la Edad de la Adopción para ser adoptados todos los creyentes en Cristo nacidos de nuevo de edades pasadas y de nuestro tiempo también.
«TIEMPOS PARALELOS.» Eso es el tiempo en el cual estamos viviendo, un tiempo paralelo a tiempos pasados.
Si hay alguna persona que no ha recibido a Cristo como Salvador todavía y nació la fe de Cristo en su alma al escuchar la predicación del Evangelio de Cristo, lo puede hacer en estos momentos y estaremos orando por usted para que Cristo le reciba en Su Reino, le perdone y con Su Sangre le limpie de todo pecado y sea bautizado en agua en el Nombre del Señor y Cristo le bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en usted el nuevo nacimiento, para lo cual puede pasar acá al frente y oraremos por usted.
Los niños de diez años en adelante también pueden venir a los Pies de Cristo, y los que están en otras naciones también pueden venir a los Pies de Cristo para que Cristo le reciba en Su Reino, le perdone y con Su Sangre le limpie de todo pecado, le bautice con Espíritu Santo y Fuego luego que sea bautizado en agua en Su Nombre, y produzca en usted el nuevo nacimiento. Y los niños también, de diez años en adelante, pueden venir a los Pies de Cristo los que están presentes y los que están en otras naciones también.
Cristo tiene muchos hijos e hijas de Dios tanto en Puerto Rico, en todo el Caribe y en todas la América Latina, en Norteamérica y demás naciones, y los está llamando en este tiempo final; si oyes hoy Su Voz, no endurezcas tu corazón, Él te está llamando en este tiempo final en el cual Dios te recibirá antes que Cristo salga del Trono de Intercesión, porque luego que Cristo salga del Trono de Intercesión ya se habrá acabado el tiempo para salvación.
Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo nuestro Salvador; los que están en otras naciones también pueden estar puestos en pie para la oración por todos los que han venido a los Pies de Cristo en esta ocasión.
Lo más importante para el ser humano es la salvación de su alma, porque lo más importante en el ser humano es el alma de la persona, porque eso es lo que en realidad es la persona: alma viviente, y vive en un cuerpo de carne llamado cuerpo físico, en el cual tenemos ese privilegio de vivir por una temporada, corta comparada con los que vivieron quinientos años y los que vivieron novecientos años y algo; y comparada con la Vida eterna, pues no es ni un granito de arena comparado con la Vida eterna.
Lo más importante que un ser humano puede hacer en su vida es recibir a Cristo como único y suficiente Salvador, no hay otra cosa más importante que pueda hacer y no hay otra cosa que pueda hacer el ser humano que lo coloque en la Vida eterna.
Lo único que coloca al ser humano en la Vida eterna es recibir a Cristo como su único y suficiente Salvador, por lo tanto esa es la decisión más grande que un ser humano puede hacer en su vida.
Con nuestra manos levantadas al Cielo, a Cristo, y nuestros ojos cerrados, los que han venido a los Pies de Cristo y están aquí presentes o en otra nación, repitan conmigo esta oración:
Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu Evangelio y nació Tu fe en mi corazón. Creo en Tu primera Venida y creo en Tu Nombre como el único Nombre bajo el Cielo en que podemos ser salvos, creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por mis pecados.
Reconozco que soy pecador y necesito un Salvador. Doy testimonio público de mi fe en Ti y te recibo como mi único y suficiente Salvador. Te ruego me perdones y con Tu Sangre me limpies de todo pecado y me bautices con Espíritu Santo y Fuego luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre, y produzcas en mí el nuevo nacimiento.
Quiero nacer en Tu Reino, quiero vivir eternamente contigo en Tu Reino. Señor, haz realidad en mi vida, en mi alma y en todo mi ser, la salvación que ganaste en la Cruz del Calvario para mí y para todos los que están escritos en el Libro de la Vida del Cordero. Te lo ruego Señor en Tu Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén.
Con nuestras manos levantadas a Cristo, al Cielo, todos decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! Amén.
Los que han venido a los Pies de Cristo en esta ocasión, presentes, y en otras naciones, me dirán: «Escuché la predicación del Evangelio de Cristo…» Él dijo:
«Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.» (San Marcos, capítulo 16, versos 15 al 16).
Y ahora ustedes me dirán: «He creído, nació la fe de Cristo en mi alma, creí, lo he recibido como mi Salvador y ahora quiero ser bautizado en agua en Su Nombre lo más pronto posible. ¿Cuándo me pueden bautizar?» es la pregunta desde lo profundo de vuestro corazón.
Por cuanto ustedes han creído en Cristo de todo corazón, bien pueden ser bautizados, y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento.
En el bautismo en agua, el cual es simbólico, tipológico, nos identificamos con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección. Es la forma de identificarnos con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección.
El bautismo en agua es simbólico, y por consiguiente no quita los pecados, el Señor Jesucristo también fue bautizado por Juan el Bautista para cumplir toda justicia como le dice Cristo a Juan el Bautista. Y si Cristo fue bautizado, cuánto más nosotros tenemos necesidad de ser bautizados en el Nombre del Señor.
Cuando la persona recibe a Cristo como Salvador, muere al mundo. Y cuando la persona es sumergida en las aguas bautismales, tipológicamente está siendo sepultado. Y cuando la persona es levantada de las aguas bautismales, tipológicamente está levantándose a una nueva vida, a la Vida eterna con Cristo en Su Reino eterno; está resucitando a una nueva vida, eso es la tipología de ser levantado de las aguas bautismales.
Por lo tanto, bien pueden ser bautizados y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento, y nos continuaremos viendo por toda la eternidad en el Reino glorioso de Jesucristo nuestro Salvador.
Continúen pasando una tarde feliz, llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador, y hasta el próximo domingo Dios mediante.
Dejo con ustedes al reverendo José Benjamín Pérez para que les indique cómo hacer para ser bautizados en agua en el Nombre del Señor; y en cada país dejo al ministro correspondiente para que haga en la misma forma. Que Dios les bendiga y les guarde a todos.
«TIEMPOS PARALELOS.»