Muy buenas noches, ministros compañeros en la Edad de la Piedra Angular y etapa gloriosa del tiempo final. Es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a nuestro tiempo.
Mis felicitaciones a todos los que tomaron el seminario o curso que el reverendo Miguel Bermúdez Marín estuvo dando en estos días: que Dios los bendiga y los use grandemente en Su Obra; y que siga levantando y enviando más obreros, y levantando más obreros en Su Obra.
Como Cristo pidió más obreros para Su Obra, porque mucha era la mies y pocos los obreros[1], también en nuestro tiempo, vean ustedes, Cristo ha estado dándonos más obreros; eso es en contestación tanto a aquella petición como a la que hemos hecho en nuestro tiempo.
Ahora, vamos a leer en el capítulo 6 de Segunda de Corintios; capítulo 6, verso 14, dice:
“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?
¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?
¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:
Habitaré y andaré entre ellos,
Y seré su Dios,
Y ellos serán mi pueblo.
Por lo cual,
Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor,
Y no toquéis lo inmundo;
Y yo os recibiré,
Y seré para vosotros por Padre,
Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso”.
Y el capítulo 7, verso 1, dice:
“Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”.
Nuestro tema es: “VASOS SEPARADOS PARA DIOS”.
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Dios dice que seamos separados, que salgamos del mundo y Él nos recibirá.
Ahora, nuestro tema: “VASOS SEPARADOS”, nos muestra que siendo nosotros templo de Dios y miembros del Templo de Dios… así como en el Antiguo Testamento los vasos colocados en el Templo de Dios eran vasos separados para Dios y Su Templo; y ahora en el Nuevo Testamento todo creyente en Cristo es un vaso separado por Dios para el servicio de Dios (¿dónde?) en el Templo de Dios.
Ahora, podemos ver que en el templo que construyó Salomón y el tabernáculo que construyó Moisés, todos los vasos que estaban allí fueron colocados bajo la sangre cuando Moisés esparció la sangre sobre ellos también y sobre todo el templo[2]; lo cual Cristo, el Sumo Sacerdote, hace sobre todo creyente en Cristo; y la Iglesia de Jesucristo está bajo la Sangre del Señor Jesucristo y Cristo está intercediendo en el Cielo con Su propia Sangre como Sumo Sacerdote; por lo tanto, Él está esparciendo sobre todo creyente que lo recibe como su Salvador, esparce Su Sangre, y la persona queda como si nunca en la vida hubiese pecado. Son vasos separados para Dios (¿dónde?) en el Templo de Dios, que es la Iglesia del Señor Jesucristo.
Y ahora, entre todos estos vasos separados por Dios en la Iglesia de Jesucristo, cada uno tiene una labor para ser llevada a cabo. Hay vasos… de todos los vasos de todos los hijos e hijas de Dios en la Iglesia de Jesucristo, hay vasos para el ministerio: hay vasos que son algunos apóstoles, otros profetas, otros evangelistas, otros pastores y otros maestros[3]; esto es, los vasos del ministerio en la Iglesia del Señor Jesucristo; hay otros vasos para estar brazo a brazo con esos vasos especiales que Dios ha colocado en Su Iglesia.
Y por consiguiente, todos los hijos e hijas de Dios en la Iglesia de Jesucristo son vasos separados de Dios y por Dios para la Obra del ministerio en la Iglesia del Señor Jesucristo; por eso todos trabajan en la Iglesia del Señor Jesucristo, ahí no hay vasos vagos porque todos son vasos separados de Dios, vasos de honra, para la honra y gloria de nuestro amado Señor Jesucristo.
Ahora, en la Iglesia del Señor Jesucristo encontramos que ha estado el Espíritu Santo de edad en edad. La Iglesia nació el Día de Pentecostés y la Iglesia fue reflejada en el pueblo hebreo en el Antiguo Testamento; por eso ustedes encontrarán que la trayectoria del pueblo hebreo es tipo y figura de la Iglesia de Jesucristo, y la trayectoria de la Columna de Fuego en el Antiguo Testamento es tipo de figura de la trayectoria del Espíritu Santo en la Iglesia del Señor Jesucristo.
Ahora, en la trayectoria del Espíritu Santo en el Antiguo Testamento con el pueblo hebreo, lo encontramos en Egipto libertando al pueblo hebreo a través de un profeta, y luego llevándolos rumbo a la tierra prometida, y luego entrándolos a la tierra prometida y estableciéndolos en la tierra prometida; y luego se hizo carne en medio de ellos y fue conocido por el nombre de Jesús. Ahí vemos la trayectoria de Cristo, el Ángel del Pacto, la Columna de Fuego, el Espíritu Santo, con la Iglesia del Antiguo Testamento.
Y esa misma tiene que ser la trayectoria de Cristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia: libertándolos del mundo, a todos los hijos e hijas de Dios que vendrán a formar parte de la Iglesia del Señor Jesucristo, y colocándolos en la Iglesia del Señor Jesucristo, y de edad en edad colocando los escogidos de cada edad; los saca del mundo, que es el Egipto espiritual, y los liberta del faraón espiritual que es el diablo; y los coloca Cristo (¿dónde?) en Su Reino, que es Su Iglesia.
Y ahora, en la trayectoria del Espíritu Santo, Cristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia, encontramos que así como el pueblo hebreo pasó por diferentes etapas durante su trayectoria por el desierto, la Iglesia ha estado pasando por esas trayectorias durante sus siete edades de la Iglesia. ¿Ven? Lo que sucedió con el pueblo hebreo durante 40 años por el desierto es lo que sucedería con la Iglesia durante las siete etapas de la Iglesia.
También fue representado todo esto en las 7 semanas de años que fueron establecidas para el pueblo hebreo, y luego llegaba el año 50, que era el año del jubileo. El reverendo William Branham dice que esas 7 semanas de años —en las cuales hubo un año que era año sabático[4]—, representan las siete edades de la Iglesia. Y luego el año 50, ¿qué representa? Pues la Edad de la Piedra Angular, ¿ven? La Edad Eterna de la Iglesia del Señor Jesucristo. Así como luego de la trayectoria del pueblo hebreo por el desierto por 40 años, luego entraron a la tierra prometida con Josué.
Ahora, encontramos que Moisés tipifica a Cristo y también Josué tipifica a Cristo, al Espíritu Santo; y encontramos que el pueblo en el Día Postrero entrará a la tierra prometida del nuevo cuerpo, el cuerpo físico glorificado, y a la tierra prometida del glorioso Reino Milenial, el nuevo Reino; y todo eso por medio de nuestro Josué, que es el Espíritu Santo, Cristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia.
Encontramos que para el Día Postrero Cristo estará en medio de Su Iglesia así como estuvo en cada edad velado y revelado en el ángel mensajero de cada edad; esa fue la revelación grande de Cristo en cada edad, y fue en y por medio del ángel mensajero de cada edad.
Luego que transcurren las siete etapas o edades, ya tenemos la historia de la revelación de Jesucristo por medio de Su Espíritu Santo a través de los siete ángeles mensajeros, a través de los cuales vino la revelación divina para cada edad; y eso fue la Voz del Espíritu Santo en cada edad, la Voz del Guía que Cristo dijo que enviaría para guiar a Su pueblo a toda justicia y a toda verdad[5].
Ahora, ¿cómo escucharían las personas la Voz del Espíritu Santo en cada edad? Por medio de la manifestación de Cristo en Espíritu Santo en el ángel mensajero de cada edad; no hay otra forma para el pueblo escuchar la Voz del Espíritu Santo en cada edad. “Y el que tiene oídos para oír, oiga”; eso es lo dicho en cada una de estas etapas de la Iglesia, de Apocalipsis, capítulo 2, verso 1 al 28, y Apocalipsis, capítulo 3, verso 1 al 21. Por eso es que dice siempre, aquí en cada etapa o edad… Vean, capítulo 2, verso 11, del Apocalipsis, dice:
“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias (y ahí les revela algo). El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte”.
¿Ven? Siempre, el que tiene oídos para oír en cada edad, oiga lo que el Espíritu Santo dice a las iglesias; por lo tanto, el Espíritu Santo estará hablando en cada edad.
Por lo tanto, el Espíritu Santo es el que habla para todas las Iglesias, todas las edades de la Iglesia; y para toda iglesia local y para cada una de las siete iglesias en Asia Menor. En esas siete iglesias se reflejó la Iglesia de Jesucristo pasando por sus siete edades.
Vean, también en el capítulo 2, verso 7 del Apocalipsis, también dice:
“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios”.
Ahora vean, encontramos, a través del Mensaje dado a cada edad de la Iglesia, que el Espíritu Santo dice: “El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”. Y ¿cómo se escucha? A través del mensajero ungido con el Espíritu Santo en cada edad, el cual recibe la revelación del Espíritu Santo y luego la transmite a la Iglesia de Jesucristo en esa etapa, y ahí nace una nueva edad de la Iglesia.
Es por medio de la Palabra creadora de Dios a través del Espíritu Santo en el ángel mensajero de cada edad, que es creada cada etapa o edad de la Iglesia; por eso la Obra de la Iglesia o de la creación de la Iglesia es una Obra creadora de Dios por medio de la Palabra creadora siendo hablada por el Espíritu Santo a través del ángel mensajero de cada edad.
Por lo tanto, la Iglesia del Señor Jesucristo no es de creación humana, sino Divina. “No es ni con ejércitos, ni con fuerza humana, ni con sabiduría humana, sino con Mi Espíritu, ha dicho el Señor”, en Zacarías, capítulo 4, versos 1 al 14; ahí está todo.
Vean, en la visión de la Iglesia del Señor Jesucristo, la cual está reflejada en el pueblo hebreo, ahí encontramos el candelabro con sus siete lámparas, también encontramos el vaso de aceite en el cual los dos olivos por medio de dos tubos de oro vertían aceite como oro, en ese vaso del candelabro, para que pasara a cada lámpara y alumbrara ahí.
Y ahora, todo eso está (¿dónde?) en la Iglesia del Señor Jesucristo siendo cumplido de etapa en etapa.
Por eso es que para el Día Postrero, conforme a la Escritura, ¿estarán dónde, los Dos Olivos? ¿Dónde fueron vistos allá? Uno a cada lado del candelabro; por lo tanto, están junto al candelero o candelabro; y el candelero o candelabro es la Iglesia en las siete etapas o siete edades.
Por lo tanto, podemos ver que es en la Iglesia del Señor Jesucristo donde estarán los dos árboles de olivo y las dos ramas de olivo; por eso el rey Salomón colocó, en el templo que construyó, dos querubines de olivo cubiertos de oro. ¿Dónde los colocó? En el lugar santísimo[6]. ¿Ven?
Ahora encontramos que el lugar santísimo no corresponde a las siete edades; está fuera de las siete edades, como los dos olivos los encontramos fuera de las siete edades.
¿Dónde estaban los dos querubines de olivo? En el lugar santísimo. ¿Dónde tienen que estar, entonces, en la Iglesia del Señor Jesucristo, los ministerios de los Dos Olivos? En la Edad de la Piedra Angular, que es el Lugar Santísimo del Templo espiritual del Señor Jesucristo; y ahí estarán también todos los vasos que han sido separados para Dios, para estar en el Lugar Santísimo, teniendo la función que Cristo ha asignado para cada uno de ellos.
Así que podemos ver que —siendo vasos separados para Dios— tenemos una función en la Iglesia del Señor Jesucristo; porque era en el templo que construyó Salomón y en el tabernáculo que construyó el profeta Moisés, donde estaban los vasos separados para Dios. Y ahora, en el Templo del Señor Jesucristo, que es Su Iglesia, ahí están los vasos separados para Dios, que son seres humanos, personas, para una labor en la Obra de Cristo en la Iglesia de Jesucristo; por lo tanto, todos los que están ahí tienen una labor para llevar a cabo en el Templo espiritual de nuestro amado Señor Jesucristo.
Allá fue la sombra, el tipo y figura, en el tabernáculo que construyó Moisés y en el templo que construyó el rey Salomón; y ahora acá no es el tipo sino el antitipo, la realidad. Lo que se reflejó allá es la realidad de lo que tendríamos acá; por lo tanto, acá tenemos la realidad y tenemos el verdadero Templo de Dios, que es la Iglesia del Señor Jesucristo.
Con razón el rey y salmista David hablaba tanto acerca del Templo de Dios y hablaba acerca de la bienaventuranza de estar en el Templo de Dios; decía: “En los Atrios de la Casa de Dios, del Templo de Dios…[7]”; pero a nosotros nos ha tocado en el Lugar Santísimo de la Casa de Dios, por lo tanto, nuestra bienaventuranza es mayor que la del rey David; él estuvo en los Atrios y nosotros estamos en el Lugar Santísimo de Su Templo espiritual.
Ahora, podemos ver que todo lo que Dios ha estado haciendo desde el Día de Pentecostés en adelante, todo lo ha estado llevando a cabo en Su Iglesia, toda la Obra de Cristo es en Su Iglesia; y todo lo que Él hace en el Cielo se refleja en Su Iglesia.
Él hace intercesión en el Cielo y se refleja acá, ¿cómo? Gente viniendo a los Pies de Cristo, y siendo lavados con la Sangre de Cristo y siendo bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo.
El llamado que se hace acá y la gente viniendo, es lo que está sucediendo en el Cielo: Cristo llamando, y acá cumpliéndose todo el Programa de Cristo.
Por lo tanto, el Mensaje en cada edad – el Mensaje de Cristo en cada edad ha sido un Mensaje del Cielo; desde el Lugar Santísimo del Cielo, Cristo llamando y juntando a Sus hijos en Su Iglesia de edad en edad.
Por medio de Su Espíritu Santo, Él coloca en Su Iglesia las personas; por medio de un Espíritu, vean ustedes, somos colocados en un solo Cuerpo Místico de creyentes, que es la Iglesia del Señor Jesucristo[8].
Ahora, podemos ver que todo el Programa está realizándose en la Iglesia del Señor Jesucristo. Por lo tanto, las personas más bienaventuradas del planeta Tierra son los que han pertenecido en el pasado a la Iglesia de Jesucristo. Y los más bienaventurados de este tiempo, ¿quiénes son? Nosotros en el Cuerpo Místico de Cristo, porque pertenecemos a la Iglesia del Señor Jesucristo; pertenecemos a un Reino celestial que será materializado en la Tierra, pero que en la actualidad está en la fase espiritual.
Como cuando Adán estaba ya en el Huerto del Edén pero que todavía Dios no le había hecho el cuerpo de carne del polvo de la tierra…[9]; vean, Adán estaba en esa fase. También Cristo estaba en esa fase espiritual; no tenía (ni Adán ni Cristo) un cuerpo de carne. Pero cuando Dios le creó un cuerpo de carne del polvo de la tierra a Adán, ya fue entonces manifestado en la Tierra como un alma viviente en un cuerpo de carne[10].
Aunque el cuerpo de carne es un cuerpo animal… vean, tenía – necesitaba ser adoptado, necesitaba llegar a la adopción para ser transformado y entonces ser eterno; pero mientras tanto, por cuanto no había pecado, podía seguir viviendo en ese cuerpo. Era el cuerpo más perfecto de todos los que Dios había creado, pero necesitaba la adopción; estaba en una etapa de prueba.
Por lo tanto, Adán, en esa etapa de prueba, o subiría a un nivel más alto: al nivel de la glorificación e inmortalidad, o descendería a un nivel más bajo: al nivel animal, mortal, corruptible, temporal. O sea que ese cuerpo podía subir a un nivel más alto o podía bajar; y bajó.
Pero por medio del segundo Adán… Vean ustedes, Él fue adoptado.
Miren ustedes, el cuerpo de Jesús, por cuanto no tenía pecado, no podía morir; pero como era un cuerpo que tenía (Jesús) – el cual tenía (Él, Jesús) que ser adoptado, luego que fuera adoptado y fuera glorificado ya sería inmortal. Pero para hacerse mortal o para morir, tenía que tener pecado; y Él se hizo pecado por nosotros tomando nuestros pecados[11]. Pero ya en el cuerpo glorificado no puede morir. Pero en aquel cuerpo que tuvo sí podía morir, si había pecado en él. Como Adán: Adán no moriría si no pecaba contra Dios.
Ahora, en Adán estaba Eva aun antes de Adán estar en el cuerpo de carne, porque Dios hizo a Adán varón y hembra cuando lo hizo en la sexta dimensión; y luego, cuando lo hizo acá, le hizo su cuerpo acá del polvo de la tierra, aun en el cuerpo físico era varón y hembra, ahí estaba Adán y Eva en el mismo cuerpo.
Y luego, de Adán, Dios sacó de su costado una parte (una costilla, dice la Escritura)[12]… Vean, Dios fue el primer Médico Cirujano, y Anestesiólogo también, todo en Dios.
Y de ahí tomó una parte de Adán, del cuerpo físico, y formó un cuerpo físico femenino; y tomó, de la parte espiritual, tomó el espíritu femenino y lo colocó en el cuerpo físico femenino, y vino a ser la ayuda idónea para Adán: Eva; la cual no fue llamada Eva al principio sino Ishshah, que significa ‘Varona’, porque del varón fue tomada; por lo tanto, Adán dijo: “Esto es carne de mi carne y huesos – hueso de mis huesos, porque del varón fue tomada. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá, se juntará a ella (o sea, a la esposa, a la mujer), y serán (¿serán qué?) una sola carne”.
Luego el segundo Adán es también varón y hembra cuando aparece en la Tierra. Esa es la diferencia que hay entre Cristo y los demás seres humanos en el tiempo en que Cristo apareció en la Tierra.
Ahora, podemos ver que Jesucristo era un Ser misterioso en los días que Él apareció en la Tierra.
Veamos… Vean aquí en la página 58, párrafo 508, del libro de Citas. (Todos deben de tener ese libro; y el que no lo tenga debe conseguirlo). Dice:
508 – “Dios no es una mujer; Dios es un hombre. Y hay nada más uno verdaderamente, y ese es un hombre. Una mujer es un producto secundario de un hombre. ¿Ven? Si ustedes nada más abrieran su entendimiento espiritual. ¿Ven ustedes? ¿Ven? Hombre… cuando el hombre primero vino sobre la Tierra, él era los dos, VARÓN Y HEMBRA, FEMENINO Y MASCULINO, antes que él llegara a ser sexo. ¿Ven? UN ESPÍRITU FEMENINO, EL ESPÍRITU MÁS BAJO, ÉL ES EL QUE ES TÍMIDO. Y ENTONCES TAMBIÉN HAY MASCULINO, HOMBRE. Pero cuando Él lo hizo y lo puso en diferente (en diferente cuerpo)… a fin de reproducir el mundo, Él trajo el espíritu femenino fuera de él y puso de él una costilla de su lado e hizo una hembra (o sea, hizo una mujer)”.
Ahora vamos a la página 146, párrafo 1299, donde dice:
1299 – “Dios nunca había separado la Novia del Novio todavía. Así que cuando Dios miró hacia abajo sobre el Cuerpo de Cristo, Él vio a ambos: varón y hembra. Todo fue redimido en ese cuerpo. ¿Ven? Ellos son uno, lo mismo, la misma Palabra. La misma Palabra habló del Novio, y habla de la Novia”.
¿Ven? ¿Dónde estaba la Iglesia del Señor Jesucristo? En Cristo. ¿Dónde estaban ustedes y yo? En Cristo.
Por lo tanto, si Cristo es eterno, nosotros también somos eternos; pero tenemos que pasar por esta dimensión terrenal, en cuerpos de carne, para recibir a Cristo como nuestro Salvador, lavar nuestros pecados en Su Sangre, ser bautizados en agua en Su Nombre y recibir Su Espíritu Santo, y recibir así la adopción espiritual.
Recuerden que de la adopción depende que la persona entre a eternidad. Si no es adoptado, no puede ser eterno, no puede ser restaurado a la eternidad; por lo tanto, venimos en esta forma. Así como Adán, vean, estaba en un cuerpo, pero necesitaba la adopción; Cristo estaba en un cuerpo, pero necesitaba la adopción; y ahora nosotros estamos en estos cuerpos, pero necesitamos la adopción.
Primero recibimos la adopción espiritual, que es el bautismo del Espíritu Santo, que transforma nuestra vida y trae el nuevo nacimiento, y obtenemos un cuerpo angelical eterno igual al cuerpo angelical de nuestro amado Señor Jesucristo; y ya tenemos vida eterna, ya hemos sido adoptados espiritualmente; pero nos falta la adopción física.
Sin esa adopción física ni los santos de las edades pasadas ni los apóstoles pueden vivir físicamente eternamente; por eso tuvieron que morir en la edad que les tocó vivir; y por esa causa es que aún los creyentes en Cristo mueren de edad en edad, y de los nuestros algunos han muerto también, y podrán morir algunos más de nuestra edad; pero cuando recibamos la adopción física, hasta ahí llegó la muerte física para los hijos de Dios.
Por lo tanto, los que tengamos la bienaventuranza, privilegio y bendición de permanecer vivos y fieles a Cristo como vasos escogidos y separados por Dios en Su Templo espiritual, los que permanezcamos vivos hasta el momento en que Cristo complete Su Iglesia (y así separe todos los vasos de Su Templo espiritual, los separe, los justifique, los santifique y los ponga en acción, los ponga en trabajo, trabajando en Su Iglesia), vean, los que permanezcamos vivos hasta que Cristo complete Su Iglesia, veremos la resurrección de los santos, que Cristo resucitará; y cuando los veamos, nosotros seremos transformados.
Ahora, depende todo de que Cristo complete Su Iglesia, de que Cristo complete los vasos que Él habrá de separar para que sean vasos en Su Templo, Su Iglesia; y esos son todos los escogidos de Dios: vasos de Dios separados en el Templo espiritual de Cristo, para servicio a Dios a través de Cristo nuestro Salvador y Sumo Sacerdote del Templo de Dios.
Ahora, cuando se completen todos esos vasos en el Templo de Dios, pues se habrá completado todo el trabajo de la construcción del Templo espiritual de Cristo; y Cristo se levantará del Trono del Padre, tomará el Título de Propiedad, lo abrirá en el Cielo y hará Su Obra de Reclamo.
A través de los mensajes del reverendo William Branham, algunas personas piensan que ya los Sellos fueron abiertos, que ya el Libro de los Siete Sellos fue abierto, pero no; se reflejó, fue reflejado lo que será la toma y apertura de ese Libro.
Por eso el reverendo William Branham dice que cuando Cristo complete Su Iglesia, se levantará del Trono del Padre, y entonces tomará el Título de Propiedad, el Libro de los Siete Sellos, y lo abrirá en el Cielo y lo traerá a la Tierra. Por eso encontramos en el libro de Los Sellos que él dice: “Eso todavía está en el futuro”[13], así va a ser cuando entre hasta el último escogido de Dios.
¿Y cómo él podía decir: “Hoy ha sido abierto el Primer Sello, mañana será abierto el Segundo”, y así por el estilo? Porque Dios está reflejando en él y a través de él lo que Dios va a hacer más adelante; porque antes de Dios hacer algo, lo refleja a través de Sus profetas; y siendo él un profeta, Dios reflejó todo lo que Él va a hacer cuando Cristo complete Su Iglesia; y entonces sale del Trono de Intercesión y deja de ser Intercesor, y se convierte en el León de la tribu de Judá.
Ahora, esto es muy importante entenderlo, porque si no entendemos esto estaríamos todo el tiempo confundidos pensando una cosa y pensando que un reflejo fue la realidad. No. Un reflejo es un tipo y figura, es una sombra de lo que Dios va a hacer más adelante.
Como en los profetas del Antiguo Testamento: Dios reflejó a Cristo; y cuando Juan el Bautista estuvo presente, allí se estaba reflejando Cristo también; fue el último de los profetas en el cual se reflejó la Primera Venida de Cristo.
Por tal motivo, miren ustedes, los otros profetas en los cuales se reflejó Cristo, no encontramos que aparecieron bautizando a la gente; pero en Juan el Bautista, por cuanto se reflejó más de cerca todo, aparece Juan el Bautista bautizando. ¿Por qué? Porque ahora cuando venga el Mesías, todos los que creerán en el Mesías van a ser bautizados también. ¿Ven lo sencillo que es todo? Pero cuando se reflejó en otros profetas, por cuanto estaban más lejos, no se veía esa parte que iba ser llevada a cabo.
Por ejemplo, cuando usted ve la sombra de algo o de alguien que viene… Por ejemplo, usted ve la sombra de un avión y usted no ve nada más que una sombra ahí grande, y usted ve que tiene alas y así por el estilo, pero no puede distinguir muchos detalles; pero cuando está más cerca, ya en la sombra se ven otros detalles, y cuando ya llega, entonces puede ver toda la realidad de lo que estaba siendo mostrado en la sombra, en el tipo y figura, lo cual siempre es la sombra.
Ahora, lo que Dios estará haciendo en este tiempo ya fue reflejado en los apóstoles y en los siete ángeles mensajeros. Por lo tanto, cualquier persona, si no vigila bien podrán pensar que se estará imitando a San Pablo o a alguno de los siete ángeles mensajeros; pero es que lo que fue tipo y figura allá, se convertirá en una realidad acá. Aquello fue el tipo y figura y fue la realidad de cada edad, y acá será la realidad de nuestro tiempo, lo cual se reflejó en otras edades.
Si observamos en el Antiguo Testamento, los profetas del Antiguo Testamento no hicieron una separación clara de la Primera y Segunda Venida de Cristo, y la hablaban como si fuera una sola; por eso estaban esperando la Venida del Mesías como un Rey allí, cuando correspondía a la Primera Venida de Cristo como Cordero de Dios para quitar el pecado del mundo.
Ellos no comprendían que entre Isaías, capítulo 61, verso 1 y 2, donde dice: “Y para proclamar, predicar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro”, ahí estaban alrededor de dos mil años de separación, una brecha entre la Venida de Cristo predicando “el año de la buena voluntad de Jehová”, y luego la Segunda Venida de Cristo en la predicación del “día de venganza del Dios nuestro”.
Pero luego Jesús estuvo hablando acerca de esa separación cuando habló acerca de la Venida del Hijo del Hombre para el futuro, y lo señaló como aquello que ni los ángeles conocían[14] —hablando acerca de la Venida del Hijo del Hombre para el futuro—; pero también habló de la Venida del Hijo del Hombre para aquel tiempo, y Él se identificó como el cumplimiento de la Venida del Hijo del Hombre para aquel tiempo, que es la Venida del Mesías en Su Primera Venida.
Ahora, encontramos que los apóstoles y los siete ángeles mensajeros han hablado acerca de la Venida del Señor para este tiempo final, y el más que hizo una separación clara fue el reverendo William Branham; aun más clara que la que hizo San Pablo; aunque San Pablo también la hizo clara pero en muchas ocasiones parece que es una sola.
Ahora, no estoy hablando de la Primera Venida y Segunda Venida; estoy hablando de la Segunda y Tercera Venida de Cristo.
¡Que hay una Tercera Venida de Cristo? Y ahí es donde muchas personas, si no entienden este misterio, y muchos ministros, pueden confundirse y hacer una mezcla tal que estarán confundidos ellos y sus congregaciones.
En la página 2-A del libro de Citas, párrafo 14, dice el reverendo William Branham:
14 – “Porque habrá un grupo elegido que vivirá durante la Edad del Milenio; y entrará y saldrá con Cristo por mil años, y subirán a la Gloria con Él, y regresarán otra vez. Cuando la resurrección de los malos ocurra; entonces el Milenio establecerá… Después (aquí pues hay algo que no está claro, pero más adelante lo vamos a poner en claro)[15] que el Milenio termine, entonces Cristo subirá con la Iglesia, y al final de unos mil años Él regresará con la Iglesia. Cristo viene tres veces”.
Ahora, aquí vamos a tener que decir que después de la Primera Venida de Cristo le quedan a Cristo tres veces venir. Vamos entonces a ver este misterio.
Ahora, vamos a usar lo que él dijo aquí de las tres Venidas de Cristo, aunque luego hay otra más, que es la Cuarta Venida de Cristo.
Ahora, dice:
14 – “Cristo viene tres veces. La primera vez Él vino para redimir Su Iglesia. ¿Es eso correcto? (¿Eso fue cuándo? Cuando Cristo vino como Cordero de Dios muriendo en la Cruz del Calvario). La segunda vez Él viene para recibir Su Iglesia (eso es antes de la gran tribulación)”.
Eso es lo que fue dicho, que el Espíritu Santo… Vamos a leerlo aquí: En la página 352 del libro de Los Sellos, dice:
“[107]. Y sucederá que al tiempo cuando el anticristo venga en su plenitud, Dios también vendrá en Su plenitud para redimirnos”.
O sea, para resucitar a los muertos en Cristo y para transformarnos a nosotros los que vivimos. Esa es la redención del cuerpo de la cual habla Romanos, capítulo 8, versos 14 al 29.
“[107]. Siempre corren paralelos. Caín y Abel, el cuervo y la paloma en el arca, Judas y Jesús, etc.”.
Y ahora, este misterio aquí: “Dios vendrá en Su plenitud para redimirnos”, eso es Su Venida a Su Iglesia para redimir Su Iglesia, para buscar Su Iglesia. Y Su Venida viniendo a Su Iglesia es el secreto por el cual hubo silencio en el Cielo como por media hora; y ese secreto solamente lo van a conocer (¿quiénes?) los que van a ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
En la página 146 nos da también mucha luz acerca de este misterio. Dice [Los Sellos]:
“[192]. Y al mismo tiempo (está hablando de lo mismo) que el diablo cae del Cielo y se encarna en un hombre, el Espíritu Santo sube y viene encarnado en un hombre”.
Es la Venida del Espíritu Santo encarnado en un hombre. Eso es esto mismo:
“[107]. Y sucederá que al tiempo cuando el anticristo venga en su plenitud (¿qué es eso? Cuando el diablo se encarne en el hombre de pecado, en el anticristo), Dios también vendrá en Su plenitud para redimirnos”.
¿Cómo vendrá en Su plenitud? Dice: “… el Espíritu Santo sube y viene encarnado en un hombre”.
Y en la página 134 del libro de Los Sellos, dice:
“142. Y noten ustedes: Cuando este Espíritu Santo que tenemos llegue a encarnarse, el que está en nuestro medio ahora mismo en la forma del Espíritu Santo, cuando Él llegue a ser encarnado en la Persona de Jesucristo, entonces nosotros le coronaremos como ‘Rey de Reyes y Señor de Señores’.
143. Ahora recuerden: Al mismo tiempo que Jesús llegó, también llegó el anticristo —Judas; cuando Cristo salió de esta Tierra, también salió Judas; luego cuando el Espíritu Santo regresó, también regresó el anticristo”.
Y ahora, en la página 131, primer párrafo, dice:
“131. Y ahora Jesús: Su Nombre sobre la Tierra fue Jesús el Redentor, porque fue el Redentor cuando estuvo sobre la Tierra; pero cuando conquistó el infierno y la muerte, los venció y ascendió, entonces recibió un nuevo Nombre. Por esa razón es que gritan y hacen tanto ruido y no reciben nada. Será revelado en los Truenos”.
Este misterio está para ser revelado en los Truenos. Ese es el misterio que los Truenos contienen y revelan a la Iglesia de Jesucristo.
“132. Fíjense en el misterio. Él viene cabalgando. Tiene que haber algo para cambiar esta Iglesia”.
O sea que esto es antes de la gran tribulación. Es algo que tiene que ser cumplido para la transformación de nosotros los que vivimos, para el cambio que tiene que recibir la Iglesia del Señor Jesucristo.
“[132]. Él viene cabalgando. Tiene que haber algo para cambiar esta Iglesia. Ustedes saben eso. ¡Tiene que venir algo! Ahora noten: Nadie entendía ese nombre, sino Él mismo”.
Por lo tanto, Él mismo será el que entenderá ese nombre.
“[132]. ‘Y estaba vestido de una ropa teñida en sangre: y su nombre es llamado EL VERBO DE DIOS (La Primera Venida fue el Verbo hecho carne. La Venida aquí será el Verbo hecho carne otra vez).
Y los ejércitos que están en el cielo le seguían en caballos blancos, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio.
Y de su boca sale una espada aguda, para herir con ella las gentes; y él los regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor, y de la ira del Dios Todopoderoso.
Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES’.
Apocalipsis 19:13-16
133. Allí viene el Mesías, allí es donde está…”.
Ahora, veamos la página 128, donde dice:
“121. Ahora, los Siete Truenos de Apocalipsis permitirán que Él muestre a la Novia cómo prepararse para obtener esa gran fe de traslación”.
Cualquier persona puede decir que tiene la fe para ser transformado y raptado, y eso solamente puede ser verdad si ha escuchado y tiene la revelación de los Siete Truenos, que es la revelación del Séptimo Sello; y el Séptimo Sello es la Venida del Señor, la Segunda Venida del Señor, la Venida del Señor antes de la gran tribulación.
Y ahora, vamos a otro lugar… Vamos a ver cuál es ese otro lugar. Es la página 104 y 105, donde dice:
“[37]. Luego vienen los siete truenos misteriosos que ni están escritos. Correcto. Y yo creo que por medio de los Siete Truenos será revelado en los últimos días lo que se necesita para aparejar la Novia para tener la fe del rapto; porque con lo que tenemos ahora no podríamos subir. Hay algo que tiene que venir para aparejarnos, porque como estamos ahora apenas podemos tener suficiente fe para la sanidad divina. Tenemos que tener suficiente fe para ser transformados en un momento y ser sacados de esta Tierra. Y veremos más adelante (Dios mediante), dónde está esto escrito (por lo tanto, eso está escrito aquí en la Palabra).
38. Ahora, el juicio de todos estos obradores de maldad… A través de las edades, estos Sellos se han abierto hasta ahora cuando se abre el último Sello”.
Y ahora, vamos a ver un poquito más el misterio de esa Segunda Venida, que es antes de la gran tribulación. Y la Tercera: al terminar la gran tribulación, que será cuando regresemos con Cristo todos, en caballos blancos también, para el establecimiento del Reino Milenial.
Página 57 del libro de Los Sellos, dice:
“‘Y él vino, y tomó el libro de la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono’.
Apocalipsis 5:1-7
16. Este Libro sellado con siete sellos es revelado en el tiempo de los siete truenos de Apocalipsis 10”.
¿En qué tiempo es revelado este Libro de los Siete Sellos? En el tiempo de los Siete Truenos. ¿Ven? Y los Siete Truenos hablan sus voces ¿cuándo? En la Venida del Señor.
Por lo tanto, los Siete Sellos y los Siete Truenos fueron reflejados a través de la Voz de Cristo en Espíritu Santo a través del reverendo William Branham; pero aun, con todo y eso, no, no fue la realidad de la apertura del Libro de los Siete Sellos, porque todavía está en la diestra de Dios hasta que entre hasta el último escogido de Dios; pero se está reflejando lo que Cristo va a hacer en este tiempo final.
“[16]. Demos lectura allí también para tener un mejor entendimiento antes de entrar más profundamente. Ahora, esto ya es el tiempo del fin porque dice así:
‘Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, cercado de una nube, y el arco celeste sobre su cabeza…’.
17. Ahora, si usted se fija bien, notará que esta persona es Cristo, porque aun en el Antiguo Testamento Él fue llamado el Ángel del Pacto; y Él ahora viene directamente a los judíos porque la Iglesia ha llegado a su fin. Bien, ahora continuando…”.
Ahora, ¿a quién viene? Dice:
“[17]. … Él ahora viene directamente a los judíos porque la Iglesia ha llegado a su fin. Bien, ahora continuando:
‘… y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego’.
18. ¿Recuerdan el Ángel de Apocalipsis capítulo 1? Este es el mismo. Un ángel es un mensajero, y él es un mensajero a Israel. ¿Ve usted? La Iglesia está a punto de ser raptada, Él viene por Su Iglesia. Ahora fíjese bien:
‘Y tenía en su mano un librito abierto…’”.
Ahora, ¿cómo es que Cristo viene por Israel, y se revela a Israel y llama 144.000 hebreos? Por medio del Ángel de Apocalipsis 7, que viene con el Sello del Dios vivo, viene con el Espíritu Santo. En ese Ángel que viene con el Sello del Dios vivo viene el Ángel Fuerte que desciende del Cielo manifestado, para llamar y juntar 144.000 hebreos; por eso viene por los hebreos y también viene por Su Iglesia.
Vean aquí… ¿Por qué viene por los hebreos y también viene por Su Iglesia? Esto es lo más sencillo que hay, aunque es el misterio más grande que nadie conocía ni en el Cielo ni en la Tierra. Dice en la página 130, párrafo 1164 del libro de Citas:
1164 -“Recuerden que ‘los que están vivos y queden, no impedirán a los que están durmiendo; porque la Trompeta de Dios, esa última Trompeta…’. La sexta acaba de tocar. Y esa última Trompeta, como el último Sello, será la Venida del Señor. ‘Tocará, y los muertos en Cristo se levantarán primero’”.
La última Trompeta (que es la Séptima Trompeta) y el último Sello (que es la Segunda Venida de Cristo), dice que es ¿qué? “La última Trompeta, como el último Sello, será la Venida del Señor”.
Y en la página 149, también nos habla de esto. Dice, párrafo 1333:
1333 – “Recuerden que ‘los que viven y quedan, no impedirán a los que duermen; porque la Trompeta de Dios, esa última Trompeta…’. La sexta acaba de sonar. Y esa última Trompeta, como el último Sello, será la Venida del Señor. ‘Tocará, y los muertos en Cristo se levantarán primeramente’. Solo descansando hasta ese tiempo”.
Y ahora vean la relación que hay entre la Séptima Trompeta y el Séptimo Sello. ¿Y quién suena la Séptima Trompeta de Apocalipsis, capítulo 11, verso 15 en adelante? Vamos a ver, página 128 y 129… 128, párrafo 1143, dice:
1143 – “Debajo de la Séptima Trompeta es para Israel lo mismo que el Séptimo Sello fue para la Iglesia”.
Es lo mismo. Lo mismo que es el Séptimo Sello para la Iglesia es la Séptima Trompeta para Israel.
Y… aquí está en el 64, el día 19 del mes de julio del 64. Vamos a ver aquí… 19 de julio del 64, dice en el mensaje “Fiesta de las Trompetas”, párrafo 1144 del libro de Citas, dice:
1144 – “El Séptimo Sello no ha abierto todavía, ustedes saben. Esa es Su Venida”.
Y ahora, en la página 129, párrafo 1150, dice:
1150 – “Ahora, tan pronto como esta Iglesia, el misterio del Séptimo Sello es conocido, y los judíos son llamados por el misterio de la Séptima Trompeta, que son dos profetas, Elías y Moisés…”.
¿Qué…? ¿Cuál es el misterio de la Séptima Trompeta? Moisés y Elías.
Ahora, vamos a ver, página 458 y 459 del libro de Los Sellos dice:
“112. Entonces es entre el Sexto y Séptimo Sello cuando Él llama esta gente, los cuales fueron mencionados por Jesucristo en Mateo 24:31. Cuando la Trompeta suena, será la Trompeta de los dos testigos de la edad de gracia para los judíos. Suena una Trompeta… Ahora veámoslo más claro acá en Mateo 24:31: ‘Y enviará sus ángeles (no es solamente uno, sino dos) con gran voz de trompeta’. ¿Qué es? Cuando Dios habla, se oye el sonido de trompeta. Siempre ha sido así la Voz de Dios, llamando a la batalla. Dios está hablando. Estos dos ángeles vienen con el sonido de la Trompeta. Y noten bien: Pero en los días de la voz del séptimo ángel, suena la Trompeta. En los días de la voz del primer ángel, sonó la trompeta. En los días de la voz del segundo ángel, sonó una trompeta, y así fue cuando Él mandó a cada uno.
113. Pero cuando fueron anunciados los Sellos, estaban todos juntos en una gran escena Divina para llamar un grupo de gente, y hubo el sonido de una sola Trompeta…”.
O sea que la séptima Trompeta de la séptima edad, como la sexta Trompeta de la sexta edad, esas son, la Trompeta: la Voz de Cristo a través de cada uno de los siete mensajeros. Pero ahora, la Séptima Trompeta de Apocalipsis 11 es la Voz de Cristo a través de Moisés y Elías, a través de los Dos Olivos; y por consiguiente, a través del que tenga en Él esos ministerios, qué será el Ángel que viene con el Sello del Dios vivo, en el cual el Sello del Dios vivo, el Espíritu Santo, estará operando los ministerios de Moisés y Elías.
Dios no tiene dos profetas mayores al mismo tiempo, eso lo dice el reverendo William Branham; pero vean, pero puede tener en un profeta dos ministerios y aun tres ministerios; puede tener un ministerio, un espíritu ministerial, dos espíritus ministeriales o tres espíritus ministeriales. Y ahí lo vamos a dejar eso quietecito porque ahí hay mucho.
“113. Pero cuando fueron anunciados los Sellos, estaban todos juntos en una gran escena Divina para llamar un grupo de gente, y hubo el sonido de una sola Trompeta; y fueron abiertos siete Sellos”.
¿Bajo qué Trompeta es que los Siete Sellos son abiertos? Vean, bajo esa Séptima Trompeta; pero fue reflejado todo a través del reverendo William Branham bajo la Trompeta que él sonó; pero la realidad estaba para el futuro, porque todavía el Libro de los Sellos no estaba abierto.
Por lo tanto, tiene que venir un ministerio luego del ministerio del séptimo ángel de la séptima edad, para Cristo colocar bajo ese ministerio la toma y apertura de los Siete Sellos; y así la Voz de Cristo estará clamando como cuando ruge un león.
Vean que el ministerio de los Dos Olivos tienen que ver con la Obra que Cristo estará haciendo después que se levante del Trono del Padre, pero esos ministerios comienzan antes; y luego, en esos ministerios y en el instrumento donde estén esos ministerios, es que se hace el cambio de dispensación y se hace el cambio total de Mensaje; aunque estarán los dos Mensajes en ese instrumento y hablarán esos ministerios de los dos Mensajes: el Mensaje de la Primera Venida de Cristo y el Mensaje de la Segunda Venida de Cristo.
“[113]. … y hubo el sonido de una sola Trompeta; y fueron abiertos siete Sellos. Él está reuniendo Sus judíos escogidos de los cuatro ángulos de la Tierra”.
Y ahora, vean dónde está el llamado para los hebreos: está en la revelación real del Libro de los Siete Sellos: cuando Cristo lo tome y lo abra y lo entregue a un hombre para que se lo coma, y entonces le dice: “Es necesario que profetices sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”, y luego… eso está en Apocalipsis 10. Y luego, Apocalipsis 11: el ministerio de los Dos Olivos. ¿Ven? Ahora… Creo que les he hablado bastante de este misterio.
Ahora, hay cosas que todavía no les puedo hablar porque están muy ligadas al Séptimo Sello, muy ligadas al misterio de la Segunda Venida de Cristo, correspondiente al tiempo antes de comenzar la gran tribulación; pero ya cuando se complete la Iglesia y Cristo se levante del Trono del Padre, y tome el Título de Propiedad y lo abra en el Cielo y lo entregue a un hombre que se lo comerá, ya entonces el ministerio de ese hombre pasará a una nueva fase o a una nueva etapa, y se cumplirá plenamente a través de él la Tercera Etapa de la cual habló el reverendo William Branham.
Por eso el reverendo William Branham, cuando le dicen que si todos los ministros o la Iglesia ha de hacer o tener grandes milagros y maravillas, él dice: “No, lo que deben de estar esperando es la Venida del Señor. Los grandes milagros y maravillas es bajo Moisés y Elías”[16]. ¿Ven? Entonces los grandes milagros y maravillas mostrados en la Visión de la Carpa son ¿para qué?, ¿para el ministerio de quién? De Moisés y Elías.
Pero eso lo vamos a dejar quietecito, no vamos a tocar mucho de eso; porque bajo el ministerio de Moisés y Elías… Vean, lo que es la Séptima Trompeta (que son Moisés y Elías) y lo que es el Sexto Sello (que es Moisés Elías), es el Séptimo Sello para la Iglesia: la Venida del Señor; porque Él viene con Sus Ángeles y con Gran Voz de Trompeta para llamar y juntar a Sus escogidos.
En la página 59 también dice, del libro de Los Sellos:
“[24]. Cuando los Sellos sean abiertos y el misterio (de Dios) sea revelado, luego allí baja el Ángel, el Mensajero, Cristo, colocando un pie sobre la tierra y el otro sobre el mar, con un arco iris sobre Su cabeza.
25. Ahora recuerde, el séptimo ángel estará sobre la Tierra en el tiempo de Su Venida”.
Y ya él se fue.
Entonces, ¿cuál será el séptimo ángel mensajero que estará sobre la Tierra en el tiempo de la Segunda Venida de Cristo con el Librito abierto en Su mano, para entregárselo a un hombre que se lo coma?
En el séptimo ángel mensajero de la séptima edad se reflejó el séptimo mensajero de la séptima dispensación; porque en un mensajero de edad se refleja un mensajero mayor dispensacional; y en Ese será que Cristo vendrá manifestado en Espíritu Santo cumpliendo todas las cosas que Él ha prometido para este tiempo final.
Y aún, con todo y eso, el Ángel no será el Señor Jesucristo; pero en el Ángel estará el Señor Jesucristo cumpliendo lo que Él prometió para este tiempo final; y cuando lo adopte, pues vendrá la adopción para todos los escogidos de Dios, y vendrá el Mensaje para el pueblo hebreo también.
Pero mientras tanto, no se preocupará por llevar el Mensaje al pueblo hebreo, no se preocupará hasta que sea adoptado por el Señor.
Que vayan todos los que quieran ir, porque irán sin el Espíritu Santo, irán sin estar ungidos para esa labor. Serán como el que vio en el sueño o visión, la persona que vio un caballo todo manchado con el nombre de una persona y un jinete en él, que estaba dándole caderazos al caballo blanco en el cual iba el reverendo William Branham[17].
Ese caballo blanco gigante con el reverendo William Branham está tipificando, reflejando a Cristo viniendo sobre la Palabra pura. Un caballo representa un poder; y otro en un caballito… ¿Cómo diría, Miguel? Un caballito de esos criollos, un caballito criollo de esos o… Si digo las palabras que nosotros usamos, pues no las van a entender. Venía tratando de recorrer el camino que el hermano Branham tenía que recorrer, o sea…
Y por cuanto el hermano Branham en el caballo blanco militar, vestido con esa ropa de rey, de jefe indio, representa a Cristo como Rey de reyes y Señor de señores cabalgando en el Día Postrero el camino que tiene que recorrer primero en el oeste…, y ya después irá al este; pero vean, primero tiene que recorrer todo lo que le falta recorrer en el oeste.
Y el otro en el caballo pequeño y manchado todito, y con el nombre de la persona en él, tipifica: primero, al anticristo; y vean… porque el anticristo viene en un caballo amarillo en el Día Postrero; pero también representa a ministros que creen que son las personas que tienen que traer el Mensaje para el Día Postrero, que creen que el liderato del Espíritu Santo está a través de ellos, y que creen también que son la persona que tienen que ir a los hebreos.
Pero cuando el hermano Branham clama diciendo que se apartara y que nadie podía caminar esa senda si no era ordenado por Dios, si Dios no estaba con él, si no era ordenado para esa labor; dice que la persona del caballito (¿cómo le dijimos?) criollo, entonces comenzó a llorar y luego se marchó para el norte (otra ruta).
Por lo tanto, para el norte será la labor principal que hará el del caballito (caballito ¿qué?) criollo, caballito así de campo. Pero el Jinete con el caballo militar, ¿hacia dónde se fue? Hacia el oeste, lo más al oeste posible. ¿Ve? Por lo tanto, lo que le faltaba del oeste corresponde a la América Latina y el Caribe, porque la América Latina y el Caribe está en el oeste.
¿Para dónde la Voz, los Truenos (en la visita de los siete ángeles), hacia dónde se fueron? Hacia el sur. Eso es México y todo por ahí hacia abajo, ¿hasta dónde? hasta la Patagonia. Así que cubre todo México, el Caribe y toda la América del Sur (Suramérica). Y luego que termine esa labor, entonces ya le falta el este, donde fue la Primera Venida de Cristo.
Así que podemos ver que todas las cosas a través de la historia de la Iglesia, vean, la ha hecho Dios por medio de vasos separados.
Los ángeles mensajeros, como los apóstoles, han sido vasos separados; y el instrumento que Dios usará para cumplir las profecías del Día Postrero en la Iglesia y después en medio del pueblo hebreo, será un vaso separado por Dios en Su Iglesia también. “Porque no hará nada el Señor Jehová sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos Sus profetas”. Él no hará nada a menos que sea por medio de Su Espíritu Santo a través de carne humana.
Ahora, podemos ya ver aquí bastante acerca del por qué siempre Dios ha usado hombres, profetas, a través de los cuales el Espíritu Santo se ha manifestado a través de ellos.
Vean, en la página 26 del libro de Citas, párrafo 218, dice:
218 – “Y así que, nosotros esta noche, queremos pensar en eso, y recordar que en medio de todo este clamor, Dios no puede enviar un avivamiento HASTA QUE TENGA AL HOMBRE EN FORMA PARA RECIBIRLO… y antes que nosotros podamos tener este avivamiento, ¡DIOS TIENE QUE LLAMAR AFUERA Y ENTRENAR AL HOMBRE (DIOS ENTRENA AL HOMBRE) PARA LLEVAR SU MENSAJE! (Esa es la forma de Dios)”.
Está prometido un avivamiento para la Iglesia por medio de los Siete Truenos; por lo tanto, Dios tiene que tener un hombre al cual entrenar y revelarle todo el misterio de los Siete Truenos, y ese hombre predicar; y así Dios entonces trae ese avivamiento para la Iglesia en una nueva edad, la Edad de la Piedra Angular, porque ya el avivamiento de las otras edades Dios lo trajo por medio de la manifestación del Espíritu Santo en cada ángel mensajero.
Por lo tanto, para la Iglesia lo único que queda es el avivamiento del Día Postrero, con la revelación del Día Postrero, en el ministerio del Día Postrero, para darles la fe para ser transformados y raptados todos los hijos e hijas de Dios, miembros del Cuerpo Místico de Cristo, los cuales son vasos separados por Dios.
Y ahora, vean ustedes aquí: en la página 22, párrafo 176, dice al final (para no leer mucho, después ustedes leen completo). Dice… No, tengo que leer al principio. Dice:
176 – “Y allí están esos Dos Testigos. Y cuando ellos atormenten al mundo con sus predicaciones, y reúnan otra vez a los judíos, trayéndolos a arrepentimiento, trayéndolos otra vez a que crean… cuando vean a Jesucristo viniendo por la Novia, ellos dirán: ‘Mirad, este es el Dios a quien esperábamos. ¡Este es Él!’. Pero Él no viene por ellos, viene por Su Novia”.
Eso es lo mismo que dijo en la página 57 del libro de Los Sellos. Y más abajo dice:
176 – “Cuando el Señor Jesucristo venga por Su Novia, y ellos lo vean a Él, ellos dirán: ‘Este es el que hemos esperado, allí está Él’. Él se levantará con sanidad en Sus Alas”.
Y aquí, ahí en esta Escritura, conforme a Malaquías, capítulo 4, verso 2: “A los que temen Mi nombre, nacerá el Sol de Justicia, y en Sus Alas traerá salvación, sanidad”, es sanidad espiritual y sanidad física, lo cual será la transformación de nuestros cuerpos; y también pues habrá sanidad física para todas las personas enfermas que estarán bajo el tiempo del ministerio de la Visión de la Carpa, que será la Tercera Etapa.
Pero dice el hermano Branham, en la página 114 y la 119 del libro de Citas, que para ese tiempo ya no habrá misericordia porque ya Cristo habrá salido del Trono de Intercesión; pero será un ministerio con todas esas manifestaciones divinas que están prometidas para este tiempo final.
Por lo tanto, estamos viviendo en un tiempo en donde todo está llevándose a cabo en el Programa de Dios en forma progresiva.
Vean, el reverendo William Branham cuando hizo un diagrama acerca de la Iglesia, miren cómo la mostró: en una forma progresiva, de abajo hacia arriba[18]. ¿Ven? También los árboles nacen y van creciendo en una forma progresiva, hacia arriba; y también nosotros cuando nacimos en la Tierra hemos ido creciendo en una forma progresiva; no nacimos ya grandes, sino nacimos pequeños para ser grandes. Si se nace grande, ¿hacia dónde puede coger la persona? Hacia abajo, volverse pequeñita, porque ya estará lo más grande que puede estar.
Ahora, cuando seamos transformados vamos a ser transformados grandes; en el sentido de que no vamos a recibir un cuerpecito pequeñito, para (después) que vaya creciendo y llegue a grande. ¿Por qué? Porque será un cuerpo perfecto. Y si es perfecto, no va a ir de pequeño a grande (y de pequeño a grande sería imperfecto).
Pero ahora, la Iglesia también, vean, ha ido de pequeña a grande; pero cuando sea transformada será grande completamente, y entonces estará perfecta: será inmortal con sus miembros. Y por consiguiente, ese es el Templo de Dios para el Milenio y para toda la eternidad. Ese es el Santo de los santos que tiene que ser ungido, y eso es la transformación para nosotros que vivimos y la resurrección de los muertos en Cristo.
Veamos aquí: la página [113] del libro de “Las Setenta Semanas de Daniel”, dice párrafo 49:
“49. Ahora, el séxtuple propósito – y encontramos que este séxtuple propósito: ‘Ungir al Santo de los santos’ (‘Santo de los santos’ es el Lugar Santísimo), descubrimos que el Santo de los santos siempre representó la Iglesia, el Tabernáculo. Y la última cosa que iba a ser hecha era ungir al Santo de los santos; eso es el Tabernáculo Milenial donde Él vivirá durante el Milenio…”.
Así que podemos ver que, así como fue ungido por la Columna de Fuego, la Presencia de Dios, el tabernáculo de Moisés, cuando lo dedicó a Dios y entró Dios en la Columna de Fuego[19]…; y también cuando Salomón dedicó el templo a Dios y entró Dios en la Columna de Fuego. ¿Y adónde se colocó? En el lugar santísimo, sobre el propiciatorio[20].
La Segunda Venida de Cristo corresponde a la Iglesia de Jesucristo, para venir al Lugar Santísimo y ahí colocarse sobre el Propiciatorio, y desde ahí gobernar; así que podemos ver que eso es también la adopción.
La Iglesia como Templo espiritual será adoptada, y cada hijo de Dios como un vaso escogido por Dios y separado por Dios será adoptado también. No serán añadidos más vasos en el Templo porque ya estarán completos, y la Iglesia ya estará completa, y será adoptada.
La adopción es la redención del cuerpo. Ya hemos tenido la adopción espiritual, pero nos falta la segunda parte; hemos tenido las primicias y nos falta la plenitud, nos falta la otra parte para tener la plenitud de la adopción.
Bueno, ha sido para mí una bendición grande estar con ustedes en esta noche, dándoles testimonio de nuestro tema, que es: “VASOS SEPARADOS PARA DIOS”.
Cada uno de ustedes y yo también hemos sido vasos separados para Dios, escogidos por Dios desde antes de la fundación del mundo para ser vasos separados por Dios en el Templo espiritual de Dios, que es la Iglesia del Señor Jesucristo.
¿Dónde estaban los vasos separados por Dios en el tabernáculo que construyó Moisés? En el tabernáculo que construyó Moisés. Y en el templo que construyó Salomón, pues allí estaban los vasos separados por Dios para el servicio en la Casa de Dios.
Y para el servicio en la Casa de Dios para el Reino Milenial y para la eternidad, ¿dónde están los vasos separados por Dios? Aquí estamos, en el Templo espiritual de Cristo, la Iglesia del Señor Jesucristo.
Sean vasos separados por Dios en servicio para nuestro Dios todos los días de nuestra vida, justificados, santificados y llenos del Espíritu Santo en servicio en la Casa de Dios. En el Nombre del Señor Jesucristo.
Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también, y pronto se complete el número de los escogidos de Dios; y pronto Cristo resucite a los muertos creyentes en Él y nos transforme a nosotros los que vivimos. En el Nombre del Señor Jesucristo. Y nos lleve con Él a la Cena de las Bodas del Cordero. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén y amén.
Recuerdo algo… que les dije de las tres Venidas de Cristo, ¿y les hablé de cuántas? Solamente de dos. La Tercera es: cuando termine la gran tribulación… Nosotros pues estaremos durante la gran tribulación en el Cielo, en la Cena de las Bodas del Cordero, y cuando termine la Cena de las Bodas del Cordero también habrá terminado la gran tribulación, y entonces Cristo viene con Su Iglesia, con todos nosotros, para establecer el Milenio, esa es la Tercera Venida.
Luego, la Cuarta Venida…, les dije de una Cuarta Venida. Cuando termine el Reino Milenial…
También, vean, hubo el rapto de Enoc[21], el rapto de Elías[22] y el rapto de los santos del Antiguo Testamento (y tenemos la promesa…), y también el rapto de Cristo[23]. También tenemos la promesa del rapto de los escogidos del Nuevo Testamento antes de la gran tribulación[24]; y después la venida de los santos del Nuevo Testamento con Cristo: ya eso es la Tercera Venida de Cristo a la Tierra; y viene con Su Iglesia, con los santos.
En la Primera vino para redimir a Su Iglesia; en la Segunda: para llevarse a Su Iglesia; en la Tercera viene con Su Iglesia.
Y ahora, vean ustedes, después del Reino Milenial viene el Juicio Final, y de aquí vamos a ser sacados; por lo tanto, habrá un rapto.
Y luego vendremos con Cristo para el Reino Eterno aquí en la Tierra: ya eso es la Cuarta Venida de Cristo con Su Iglesia y con todos los que habitarán en la Tierra en ese Reino Eterno.
Así que vean ustedes todo lo que hay ahí en la Escritura; pero se mencionan siempre los que… los más sobresalientes, y también los que tienen que ver con los que ya han sucedido y con lo que corresponde al tiempo en que uno está viviendo.
Ahora, les dije también que los profetas del Antiguo Testamento no hicieron la separación de la Primera y Segunda Venida de Cristo. Ahora, vean ustedes, los apóstoles y los ángeles mensajeros tampoco, aunque hablaron de ambas cosas…
Vean a Pedro hablando de la Venida del Señor y del día ardiente como un horno, hablando así, que los Cielos y la Tierra serán estremecidos, serán encendidos y todas estas cosas[25]; vean, ya eso corresponde a después del Reino Milenial.
Pero también hay otras profecías que corresponden a después de la gran tribulación y después de la Cena de las Bodas del Cordero, ya eso es la Tercera Venida de Cristo; pero hay otras que corresponden a Su Segunda Venida, que son las que nosotros tenemos que vigilar en este tiempo.
Y eso será el Espíritu Santo… ¿cómo dice el hermano Branham? “Y este Espíritu Santo que tenemos hoy, cuando llegue a encarnarse…”: eso corresponde a Su Segunda Venida; pero luego, después, en Su Tercera Venida también se cumplirá esa promesa.
Ahora, el reverendo William Branham fue el más que hizo la separación entre la Segunda y Tercera Venida de Cristo; y aún, con todo y eso, muchos no pueden comprender el misterio de la Segunda y de la Tercera Venida de Cristo; pero eso es normal, hay millones que no han comprendido el misterio de la Primera Venida todavía.
Pero siempre habrá un grupo —porque siempre lo hubo, por lo tanto lo tiene que haber hoy— que entenderá el misterio de la Segunda Venida y el misterio de la Tercera Venida de Cristo, como también entiende el misterio de la Primera Venida de Cristo; por lo tanto, también entenderá el misterio de la Cuarta Venida de Cristo.
Bueno, en la cuarta etapa siempre, todo lo que ha ocurrido en la primera, segunda y tercera, todo entonces se condensa en una cuarta etapa.
Vean, el enemigo también hace así. En el cuarto caballo amarillo del jinete, que es el anticristo, ahí se condensa todo lo que fueron los otros caballos anteriores con los otros jinetes; y en la Iglesia de Jesucristo encontramos que hay cuatro poderes, que son: león, buey, cara de hombre y águila[26]. En el águila, ahí está todo condensado, porque águila es profeta.
Luego, en las cuatro etapas por las cuales pasó la Iglesia, en donde el enemigo fue destruyendo el Árbol-Novia… ¿Cuáles fueron esas etapas donde el…? El pulgón, revoltón, saltón y la oruga, todo eso, y la langosta[27]; esos fueron los cuatro poderes del diablo; pero cuatro poderes de Dios vienen para la restauración de la Iglesia-Novia: justificación, santificación, bautismo del Espíritu Santo con la restauración de los dones; ¿y luego qué? La Palabra.
Si buscamos eso, Miguel, ya saldríamos muy tarde… No recuerdo bien en qué página está esto. Página 68, párrafo 592 [Citas].
Y también, en la visión de los huesos secos, en la cuarta etapa fue que vino el Espíritu[28], ¿ven? Y es en la cuarta etapa de la Iglesia, en las etapas de restauración, la cuarta etapa es donde viene el Espíritu Santo encarnado en el Día Postrero para la restauración total de la Iglesia del Señor Jesucristo, la restauración a la vida eterna física, la restauración a un cuerpo nuevo y eterno.
Por lo tanto, en esa etapa es que tiene que estar la Iglesia en este tiempo para obtener la fe para ser transformada y raptada en ese tiempo final.
Dice: “Tengo las cuatro etapas…”. Eso es cuando le dijo a Ezequiel, en el capítulo 37: “Profetiza”. Dice:
592 – “‘Profetiza. ¿Pueden estos huesos vivir?’. Tengo las cuatro etapas de esa venida hacia adelante de esa Iglesia”.
¿Ven? Recuerden que en Israel está reflejada la Iglesia; por lo tanto, todas las profecías que son dadas con relación a Israel, también tienen su cumplimiento en la Iglesia de Jesucristo.
592 – “¿Qué son las cuatro etapas de la venida hacia adelante de los huesos secos de Ezequiel? Pero la vida vino, no cuando la piel de fibra estaba en ellos, pero cuando el aire sopló sobre ellos. Eso es cuando ello vino para atrás, ese cuarto Mensaje de Vida fue traído para atrás. ‘Yo restauraré’, dice el Señor. ¡Aleluya! ¡Gloria! ¡Alaben a Dios! La cuarta luz ha de venir, la cual traerá las mismas señales. ¡Miren! Justificación trajo para atrás la pulpa. Santificación trajo para atrás la corteza, doctrina de santidad. ¿Qué trajo para atrás la hoja? Pentecostales. ¿Qué es ello? Pentecostales, hojas, palmear sus manos”.
Y ahora, sigue diciendo:
592 – “La Palabra hecha carne, frutas de fruto de la señal de resurrección que Cristo por fin ha, después de justificación siendo plantada, santificación siendo plantada, bautismo del Espíritu Santo. Organizaciones murieron, y Cristo otra vez se ha colocado en el centro de Sí mismo como ese tope de la pirámide. Primera línea, justificación, santificación, bautismo del Espíritu Santo, entonces la venida de ese tope. ¿Qué es ello? Ese grupo del Espíritu Santo siendo refinado (Vean, el grupo de la Edad de la Piedra Angular, ¿qué es? El grupo, ese grupo siendo refinado, siendo bien pulido), para que pueda encajar con la misma clase de ministerio que Él tenía cuando Él se fue, para que cuando Él venga para atrás, ello cogerá la cosa entera en el Rapto, donde ellos son justificados, santificados, y el bautismo del Espíritu Santo. Esa pirámide se parará otra vez”.
Ahora podemos ver qué es la cuarta luz: es la Palabra. Esa cuarta luz es la Palabra hecha carne.
Ahora podemos ver que en lo que Dios habló por medio de Joel acerca de la restauración, corresponde no solamente al pueblo hebreo, sino que tiene cumplimiento en la Iglesia de Jesucristo, que es el Israel celestial; y lo que Dios habló por medio del profeta Ezequiel, y donde le presentó los huesos secos y luego la restauración, también corresponde no solamente al pueblo hebreo sino a la Iglesia del Señor Jesucristo.
Bueno, hemos visto los VASOS SEPARADOS de Dios, ese ha sido nuestro tema, vamos a ver… “VASOS SEPARADOS PARA DIOS”.
Bueno, vamos a detenernos aquí porque realmente no hay lugar donde uno pueda decir: “Ya terminé”. Por lo tanto, hacemos una pausa y continuaremos mañana, Dios mediante.
Nunca hemos terminado un mensaje, porque es que el mensaje…, cada mensaje está entrelazado y forma parte del Mensaje del Día Postrero. Es un Mensaje que está distribuido en diferentes conferencias, así que todo es el Mensaje del Día Postrero.
Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también, y pronto se complete el número de los escogidos de Dios en el Cuerpo Místico de Cristo; y pronto Cristo se levante del Trono del Padre, haga Su Obra de Reclamo, resucite a los muertos en Cristo y a nosotros nos transforme, y nos lleve con Él a la Cena las Bodas del Cordero en el Cielo. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén y amén.
Oren mucho por mí para la actividad de mañana, para que Él me dé todo lo que debo hablar mañana; y que Dios llame muchos escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, pues queremos que se complete la Iglesia de Jesucristo. Somos vasos separados de Dios para esa labor, para trabajar y buscar los que faltan para que se complete la Iglesia del Señor Jesucristo.
Bueno, oren mucho por mí para que Él me dé todo lo que debo hablar mañana, Dios mediante. Y continúen pasando una noche llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador.
Dejo nuevamente con nosotros a nuestro amigo y hermano, el reverendo Miguel Bermúdez Marín, para continuar en todo lo que le falte a él hacer.
Bueno, que Dios les bendiga y les guarde a todos.
“VASOS SEPARADOS PARA DIOS”.
[Revisión septiembre 2023 – RM-PP]
[1] San Mateo 9:36-38, San Lucas 10:2
[2] Levítico 8:14-15, Hebreos 9:19-21
[3] Efesios 4:11-12
[4] Levítico 25:1-7
[5] San Juan 16:7-13
[6] 1 Reyes 6:23-28, 2 Crónicas 3:10-13
[7] Salmos 84:10
[8] Efesios 2:16-18
[9] Génesis 1:26-27
[10] Génesis 2:7-15
[11] 1 Pedro 2:24, 2 Corintios 5:21
[12] Génesis 2:21-24
[13] Los Sellos, pág. 89, párr. 139
[14] Mt. 24:36-44; Mr. 13:24-33; Lc. 17:26-30, 21:25-36
[15] [Revisión PR] Cita 14, pág. 2-A: “Después del reinado Milenial, Cristo sube con Su Iglesia, y después regresa con ella cuando viene la resurrección del pecador”.
[16] Citas, pág. 136, párr. 1208
[17] Citas, pág. 158, párr. 1410
[18] El diagrama de la pirámide se puede observar en la última página del mensaje SPN62-1014M “La estatura de un varón perfecto” / https://imprenta.carpa.com/es/material/la-nube-y-la-piramide-diptico/
[19] Éxodo 40:34-35
[20] 1 Reyes 8:10-11, 2 Crónicas 5:11-14
[21] Génesis 5:22-24
[22] 2 Reyes 2:11-12
[23] Hechos 1:9-11
[24] 1 Tesalonicenses 4:16-17
[25] 2 Pedro 3:10-13
[26] Ezequiel 1:4-10, Apocalipsis 4:6-7
[27] Joel 2:25
[28] Ezequiel 37:1-14